DESFLORANDO A LA SOBRINA DE MI ESPOSA
Cuando tenía treinta y dos años me case con Susana de veinticinco años y por aquella época su sobrina Sophie tenía diez y era su consentida, por eso en cada oportunidad que podía ella la invitaba a quedarse en nuestro departamento, particularmente los fines de semana, llegando el viernes en la noche.
Cuando tenía treinta y dos años me case con Susana de veinticinco años y por aquella época su sobrina Sophie tenía diez y era su consentida, por eso en cada oportunidad que podía ella la invitaba a quedarse en nuestro departamento, particularmente los fines de semana, llegando el viernes en la noche y la regresaba donde su hermana el domingo en la tarde. Durante el tiempo que ella estaba con nosotros salíamos a pasear, a restaurantes, a cine o si nos quedábamos en casa veíamos televisión, películas o compartíamos juegos de mesa.
Esto se volvió una costumbre porque no teníamos hijos y cuando Susana se hizo los exámenes y yo también para averiguar la causa que no quedara en embarazo se estableció que yo era estéril, aunque todo lo demás funcionaba perfecto.
Como no había otra opción distinta a buscar inseminación artificial para Susana, ella no lo quiso hacer y finalmente aceptamos quedarnos sin hijos.
El tiempo fue pasando y Sophie se fue acercando tanto a mi como a su tía, que se creó mucha confianza, los años fueron pasando y la chiquilla de diez años que conocí se fue convirtiendo en una hermosa mujercita que llamaba la atención de los chicos de su edad, muy madura para los años que tenía.
Cuando alcanzo los diez y siete, como se volvió costumbre, ella el sábado o el domingo cuando se quedaba en casa, en la mañana se pasaba a nuestra habitación y se metía bajo las frazadas con su tía y conmigo a ver películas o a hablar simplemente.
Susana se inscribió en un curso de cocina para asistir los sábados en la mañana y el primer sábado que asistió, Sophie que se había quedado el fin de semana con nosotros, se levantó y como su tía se había ido a su curso, yo estaba viendo un documental, y ella se acomodó en la cama a mi lado y me dijo… ¿Tío me consientes?
Ella se recostó en mi hombro y yo comencé a consentirla igual que siempre, pero mientras lo hacia ella metió su mano por debajo de la camisa de mi pijama y empezó a acariciar mi pecho, subía y bajaba y yo no le di importancia hasta que a ella se le ocurrió deslizar su mano por debajo del pantalón del pijama hasta mi verga y eso si me hizo reaccionar con un salto.
Le dije… ¿Sophie que haces?
Me dijo te quiero consentir, y que me consientas diferente.
Le respondí que no se podía porque ella era menor de edad y si por alguna casualidad ella comentaba con alguna amiga o familiar esto, se podía generar un problema para mí que hasta podía ir a la cárcel.
Ella dijo…No, no yo no lo voy a comentar con nadie.
Le dije tajantemente que no, pero con mucho cariño y la volví a acariciar como siempre. Mas tarde como a las diez de la mañana nos levantamos desayunamos y cada cual se fue a bañar.
El asunto no paso a mayores, ni ella ni yo le dimos más importancia, pero el tiempo paso, Sophie cumplió los diez y ocho años, sus padres le hicieron una fiesta espectacular en la que muchos de sus amigos la pretendían, porque ella es realmente bonita y su cuerpo se desarrollo armónicamente, unos senos medianos, paraditos, igual que su cola y unas piernas muy atractivas que luce cuando usa unas minifaldas de infarto. Su tía como la vio crecer nunca le dio importancia, pero yo como hombre si lo noté y con el tiempo me di cuenta que a ella le gustaba coquetear y provocar. Digo esto, porque cuando estábamos solos, se sentaba frente a mi y hacia unos cruces de piernas que me estremecían, pero siendo la sobrina de mi esposa yo buscaba voltear la mirada hacia otra parte para evitar tentaciones.
No pasaron más de dos meses de su cumpleaños cuando llegó un nuevo sábado en que su tía había salido temprano y no regresaba hasta el mediodía. Igual que aquella vez que yo la rechace ella se metió bajo las frazadas, se pegó a mi cuerpo y me pidió que la consintiera, yo hice lo tradicional, pero ella esta vez volvió a deslizar su mano por debajo de mi pantalón, yo le pedí que no lo hiciera, pero su respuesta fue, tío ya soy mayor de edad no te voy a meter en problemas.
Yo dude por un par de minutos, pero ella tomo mi verga y en segundos logro que se pusiera dura como un riel, entonces me dijo… Ves que si me deseas.
Ahora quiero que me acaricies tu y tomando mi mano la llevo a sus hermosísimas tetas, después de levantar la parte superior de su pijama, de manera que el contacto fue piel con piel.
Yo estaba muy nervioso y sorprendido, pero ella como siempre se mostró muy segura de lo que deseaba.
Empezó a frotar mi verga con su mano, mientras yo acariciaba sus tetas y me dijo… Ves que fácil es, y tan rico que se siente.
Si es cierto, pero solo lo sabremos los dos, nadie se debe enterar de esto.
Tranquilo tío esto solo lo sabremos tu y yo.
Con sus caricias mi excitación y la de ella fueron creciendo y espontáneamente ella acerco su boca a la mia y comenzamos un beso interminable. Estando en esto Sophie tomo mi mano y la bajo a su concha y me dijo acaríciame. Yo empecé a desliza mi mano a todo lo largo de su concha y de pronto ella me dijo… Aún soy virgen y quiero perder la virginidad contigo.
Entonces aprovechando la tremenda lubricación que salía de su concha me pidió metiera con suavidad uno de mis dedos, hubo algo de presión, pero entro y cuando ella mas se excito me dijo… Tío mete otro dedo, igual que en caso anterior un poco de presión, pero también entro y con la fricción que ejercían mis dedos en su concha y el clítoris, sus gemidos subieron de tono y finalmente se quito la pijama quedando totalmente desnuda y me pidió que hiciera lo mismo. Al estar los dos desnudos separo sus piernas y me invito a subirme sobre ella y cuando se enfrentaron nuestros sexos ella tomo mi verga y la ubico en el lugar adecuado y me dijo… quiero tenerte dentro de mí, por favor acaba por siempre con mi virginidad.
Yo empecé a penetrarla con suavidad y ella gimió muy fuerte y me dijo… te acabo de entregar mi virginidad, ahora quiero que me folles como lo haces con mi tía y me hagas gemir como lo logras con ella.
Entendí que, si alguna vez habíamos disfrutado del sexo con Susana estando Sophie con nosotros, tal vez un fin de semana, ella se habría dado cuenta.
A continuación, me dijo… fòllame como quieras, comencé suave por temor a lastimarla, pero luego me dijo…fòllame con fuerza, hazlo rudo y bien adentro, entonces levanto sus piernas y las cruzo alrededor de mi cintura y con la boca abierta gemía a cada penetración, diciendo intermitentemente, uhmmm, que rico, sigue, sigue tío.
Yo la follaba con todas mis ganas, y de pronto ella me pidió cambiáramos de posición, yo me acosté boca arriba y ella se subió sobre mi a horcajadas y después de meter mi verga en su concha, empezó como una jinete a subir y bajar, gimiendo y aumentando la fuerza de sus caídas, me pidió al tiempo que le acariciara las tetas, en especial le apretara sus pezones y esto hizo que su excitación aumentara tremendamente, al igual que la mía y afortunadamente alcanzo su orgasmo y yo me pude correr ya que no aguantaba ni un minuto más, de aplazar mi llegada al clímax total y explotar.
Quedamos pegados, ella sobre mí, y cuando mi verga se recogió nos separamos. Sophie se deslizo y se acostó a mi lado y me dijo hacia tiempo que deseaba este momento y espero sean muchos más. Yo al recuperar la cordura le dije creo que lo mejor es ir a bañarnos y estar vestidos antes que llegue tu tía.
Ella me pregunto… ¿y qué hora es?
Le dije las nueve y media.
Tranquilo tío, Susana no va a regresar antes del mediodía, ella sabe que yo iba a buscar perder mi virginidad contigo.
¿Como? ¿Acaso Susana sabe que tu ibas a tener sexo conmigo?
Siiii.
Yo me puse muy nervioso porque imaginé que podía ser una prueba de fidelidad de Susana hacia mí. Pero afortunadamente Sophie, me aclaro como habían llegado a darse las cosas.
Ella le había comentado a su tía, con quien tiene mucha confianza, que tenia unos deseos locos de disfrutar del sexo, que había ido al ginecólogo para que le formulara anticonceptivos y en razón a los resultados de los exámenes médicos le recomendó solo usar preservativos, con el riesgo que siempre existe, que se rompa, y se genere un embarazo.
Y viendo esto, ella le había dicho, hay una solución y es que me convenciera tener sexo con ella, de paso le conto que yo era estéril de manera que no había ningún riesgo.
Al escuchar esta propuesta Sophie le replicó cuestionándola si esto no generaría conflicto entre ella y yo.
Susana le dijo… tu para mi eres como una hija, así que no te preocupes, el asunto es que convenzas a tu tío. Y con esta autorización Sophie se atrevió a buscarme.
Sin embargo, previendo que Susana no tuviera una carta guardada, de verificar mi fidelidad, le pedí a Sophie que le dijera a Susana que yo me había negado rotundamente y solo si ella me lo decía lo haría. Sophie aceptó mi pedido, gracias a que aún no tiene la malicia normal de los adultos.
Después de aceptar mi solicitud, Sophie me dijo… estoy de acuerdo así lo haré, pero como apenas eran las nueve y media, Sophie dijo… aun podemos disfrutar al menos una hora más.
Yo acepte, confiado en la palabra que ella me dio de decirle a Susana lo que yo le había propuesto. Y a continuación Sophie me pidió que hiciéramos sexo oral. Yo le pregunte que de donde había aprendido tanto sobre el sexo y ella me respondió… En internet tío, ahí consigues lo que quieras, ¿tú no lo haces?
No, yo solo cosas de trabajo, pero si he visto con tu tía películas para adultos y allí algo se aprende algo.
Bueno, ¿entonces que prefieres primero?
Primero las damas, jejejeje.
Ella se acomodo separo las piernas y como yo quede en un inicial sesenta y nueve los dos empezamos a disfrutar del sexo oral. Yo recorría con mi lengua y mis labios su concha recién desflorada, la cual ya estaba libre de la poca sangre que fluyo al perder su virginidad, además Sophie la había secado muy bien con un kleenex.
Mientras yo recorría su concha de atrás hacia adelante y antes de concentrarme en su clítoris, Sophie se fue metiendo mi verga en su boca y yo sentía la delicadeza de sus labios y su lengua estimulándome magistralmente. Por un momento sentí que la había dejado entrar hasta su garganta porque percibí presión en el glande. Así estuvimos disfrutando mutuamente al menos un cuarto de hora. Yo le dije cuando interrumpí mis caricias… Sophie tienes una conchita deliciosa, ojala te pudiera follar todos los días y ella me respondió … tío que no sea solo una amenaza y continuamos estimulándonos hasta que ella comenzó a gemir muy fuerte y me dijo chúpame con fuerza hazme sentir el hombre que eres y comencé a succionar su clítoris intensamente y esto la llevo a alcanzar un estruendoso orgasmo, pero a pesar de esto ella no paro de mamar mi verga con efusividad al punto que le dije… Sophie no aguanto más, me voy a correr y ella respondió… córrete en mi boca lo quiero probar. Y ya con su autorización estalle en su boca. Ella lo trago y dijo… Uhmmm que rico tío.
En este momento ya eran las once de la mañana, le propuse a Sophie irnos a bañar y arreglar para estar listos cuando llegara Susana y ella le contara lo que habíamos convenido.
Así es que al llegar el mediodía Susana regreso y yo le propuse fuéramos a un restaurante fuera de la ciudad y en algún momento que yo me levente de la mesa Sophie le comento a Susana que yo no había aceptado tener nada de sexo con ella, salvo que Susana me lo pidiera y la respuesta de Susana fue déjame que esta semana yo me encargo de convencerlo y el próximo sábado te lo dejo solo para ti.
Y el jueves en la noche sorprendentemente Susana me propuso tomar una copa de vino con la cena, copa que resulto siendo varias hasta terminar la botella, después nos fuimos a la cama y tras un breve calentamiento empezamos a disfrutar del sexo y en medio del fragor me dijo… Sophie esta en edad de desear tener sexo con un hombre y me soltó toda la historia que yo ya sabía, ¿tu aceptarías tener sexo con ella?
Le confese que Sophie discretamente me había tratado de cautivar, pero yo la había rechazado sutilmente porque no quería serle infiel a ella.
Me respondió Susana que ella imagino que eso podía pasar porque confiaba mucho en mí, pero me pedía si no era de mi desagrado, tener sexo con Sophie para calmar su ansiedad y evitar que fuera a ir por ahí con un chico que de pronto la embarazara.
Le respondí que lo haría solo porque ella me lo pedía y trataría que con el tiempo Sophie aprendiera a controlar sus impulsos sexuales y encontrara la persona adecuada.
El fin de semana siguiente, Susana se fue muy temprano y se despidió como cosa rara, muy efusiva. Media hora después que ella se fue apareció en la puerta de mi habitación Sophie totalmente desnuda y diciendo sensualmente… uhhhh, Buenos días tío, ¿cómo amaneces? Hoy seré tu desayuno, hazme tuya. Y subiéndose sobre la cama se encima de mi apoyada con cada pie a lado y lado de mi cuerpo y yo desde abajo observe esas hermosas piernas, su concha que apenas mostraba una línea y mas arriba sus senos medianos y paraditos acompañados en las puntas de pezones rosados y rígidos.
No pasaron treinta segundos para que mi verga se pusiera dura como un riel y ella dijo…
¿tenemos permiso verdad?
Pues vamos a disfrutarlo y me quito la frazada y a continúan me pidió desnudarme. Cuando lo hice ella se arrodillo frente a mí se inclinó y empezó a darme una mamada espectacular, le pedí que girara su cuerpo y su concha quedo frente a mi boca, después de disfrutar con la vista, la acerque y comencé a meter mi lengua en su concha.
Ella por su parte disfrutaba de mi verga metiéndola hasta su garganta y pronto los dos deseábamos más. Le pedí que se diera vuelta y se subiera a horcajadas sobre mi verga y ella comenzó a cabalgar como toda una amazona. Así estuvimos varios minutos, hasta cuando ella me dijo… quiero sentirme dominada y bajándose se acostó a mi lado, separo sus piernas y me pidió que la follara.
Me dijo quiero sentir el dominio de un macho, has conmigo lo que quieras y deslizándome sobre ella apenas nuestros sexos se encontraron, gracias a la lubricación de Sophie mi verga se fue toda adentro, nos besamos como dos enamorados, la besé en el cuello y en la oreja y cuando hice esto ultimo me dijo. Huiiiiii tío eso me excita tremendamente y separo más sus piernas y las cruzo alrededor de mi cintura. Lo que siguió fue una explosión de sexo metiendo y sacando mi verga de su deliciosa concha aún apretadita, lo cual hizo que me corriera pronto, pero seguí el mete y saca mientras tuve la verga en forma hasta que Sophie alcanzó su orgasmo.
Los dos quedamos extenuados después de tan intenso esfuerzo y media hora más tarde Sophie se levantó se baño e inesperadamente se fue. Al despedirse le pregunte la causa y me dijo este fue el acuerdo con mi tía, prepárate porque ella va a venir super excitada.
Yo me quede en la cama desnudo bajo la frazada viendo televisión. Mas tarde al llegar Susana, me saludo, se fue directo al baño y cuando salió estaba totalmente desnuda. Me dijo… El imaginarte con otra mujer, aunque fuese mi sobrina, era la fantasía que me ha excitado desde hace tiempo.
Ella levanto la frazada y mi verga ya estaba en forma, se acomodó sobre mí y dirigió mi miembro a su concha que ya venía lubricada, penetrándola de inmediato. Ella tomo la iniciativa, estaba vez ella estaba que se follaba sola y prácticamente hizo el papel que yo siempre desempeñe cuando me encontraba sobre ella.
Me dijo… hoy estoy tan excitada que deseo que por primera vez me hagas sexo anal. Y tomando un lubricante lo esparció en mi verga y en su culo y se acomodo en cuatro para que la follara.
Siendo la primera vez, trataba de acomodar mi verga y al hacer presión se salía de su sitio hasta cuando ella me ayudo y pudo entrar mi glande. Ella soltó un gemido contenido. Le pregunte si le dolía, ella me dijo, no, no, no, ya paso. Sigue, sigue y mi verga continuó entrando hasta que mi pelvis choco contra las nalgas de Susana.
Espere que su culo se adaptara a mi verga y cuando me dijo estoy lista comencé a meter y sacar mi verga y Susana empezó a gemir como loca.
En esta posición penetrarla resulto más fácil por lo cual me fui emocionando tomándola por las caderas hasta alcanzar una velocidad y fuerza como nunca antes, estando en esto la escuche gemir muy fuerte y de pronto ella se desplomo sin sentido, pasaron unos pocos segundos en que ella no reaccionaba y yo me asuste, afortunadamente ella recupero el sentido y me dijo… jamás había disfrutado tanto como ahora, fue maravilloso En ese momento ya me tranquilicé.
A continuación, me pregunto ¿y tu también lo disfrutaste igual? Le dije me diste un susto tan tremendo que tendré que volver a comenzar. Ella se rio jajajajaja, ¿Verdad?
Si, entonces se acomodó nuevamente en cuatro, me ofreció su culito y yo reinicie mi proceso de excitación con un mete y saca delicioso, y ayudado con esa mayor presión a cuando la follo en su concha, ya sin ningún afán alcance el clímax esperado y explote dentro de ella.
Al terminar me acosté a su lado y estando los dos desnudos entablamos una conversación sobre lo acontecido esa mañana.
Ella empezó diciendo, me fui a un sitio y pedí un café y un tequila, el dependiente me miro raro por la hora, pero me los trajo, los tome lentamente esperando que pasara el tiempo en que mi sobrina saciara sus deseos de sexo contigo y cuando ella me aviso con un mensaje a mi celular… Estoy saliendo de tu casa ahí te dejo a mi tío para que te los folles todo el fin de semana, gracias tiiiita, mua, eres lo máximo.
Ella cree que le hice un favor, pero no se imagina que me ayudó a hacer realidad mi fantasía. ¿Como te fue con ella?
Un poco sorprendente por su falta de experiencia, no es lo mismo que hacerlo contigo, espero que no se haya decepcionado.
Y así continuamos hablando de nuestra intimidad. Hasta hoy ya han pasado tres meses y al menos una vez a la semana me follo a mi sobrina y cuando esto va a suceder mi esposa se va de casa y me ha dicho que imaginarme follando con otra mujer la excita desesperadamente y para ella es mejor imaginárselo que verme. Hasta donde vamos todo funciona bien, cuanto tiempo no se.
Woooooooooooww! delicioso relato!
Deliciosooo !!