Después del Cine
Continuacion del relato «En el baño del cine».
Ya conté en la primera parte, como fue que tuve sexo con una total desconocida en el baño del cine, fue en el estacionamiento del cine, donde pregunté su nombre,..
-Dana, contestó con un poco de inseguridad, ¿y tú? Replicó.
Yo le di el primer nombre que me vino a la mente, ella sonrió viendo mi tarjeta, y le dije, lo sé, pero tu tampoco me estás dando tu nombre real.
– Pero yo ya se tu nombre, viene aquí en tu tarjeta.
– No me parece justo que tu sepas mi nombre y yo no sepa el tuyo.- Le dije.
– Me llamo Denisse, respondió, mostrándome un gafete del cine.
– ¿A donde quieres ir? Le pregunté.
– Vamos a pasear un rato, aún no tengo que llegar a mi casa.
Le abrí la puerta de mi camioneta,.. Un caballero, dijo con una sonrisa y subió, paseamos un rato por el malecón, el cual debo añadir que es hermoso, yo no dejaba de acariciar su pierna y ella la mía, mientras platicábamos de cosas superficiales, noté que no hacía preguntas personales, y yo tampoco llevé la plática a esos temas.
– ¿Hacia dónde vas?, me preguntó, cuando noto que salía del malecón.
– Ya sabes hacia dónde voy,..¿Tenemos tiempo?, le pregunté.
– Si, me respondió acercando su mano a mi pene sin tocarlo.
Me detuve en una farmacia a comprar condones y un lubricante, compre agua helada y golosinas, y me dirigí hacia un motel al norte de la ciudad, al entrar noté que observaba todo, y le pregunté si no había estado en ese motel antes, y me respondió,.. En este no.
Pagué la cuota, por una ventanilla dispuesta para eso y volteé a verla, sonreí al ver como ella comenzaba a desvestirse, me acerqué a ella y bese su cuello, ayudándole a desvestirse, le quite la playera de su uniforme y vi de nuevo esos pechos lindos pequeños pero firmes y redonditos, esta vez le desabotoné su brasier, con delicadeza, había tiempo y pensaba disfrutarla toda, dejé caer su brasier al suelo y vi sus pezones de color rosa ya paraditos, comencé a sobarlos despacio pasando la punta de mis dedos por todo el contorno, notando como su respiración de agitaba un poco más, los bese despacio sin prisa mientras bajaba mis manos por su cuerpo y agarraba firme sus nalgas, le di varios lengüetazos mientras desabotonaba su pantalón, al intentar bajarlo me detuvo,.. -No es justo, tú no estás desnudo- me dijo, yo sonreí y me incorporé y besé su boca mientras ella me quitaba mi camisa, metí mis manos por su pantalón directo a sus nalgas y así bajé poco a poco besando su cuerpo, pasé por sus pechos y seguí bajando al mismo tiempo que bajaba su pantalón, acariciando sus piernas y hasta que mi cara quedó frente a su vagina, la vi con deseo en esa tanga rosa pálido, le ayudé a deshacerse de sus zapatos y el pantalón, y me acerque a olerla, olía a nuestro previo encuentro, me levanté y la vi a los ojos quitándome mi pantalón y dejándolo caer, ella se agacho y besó sobre mi bóxer mi pene que ya para ese entonces estaba erecto, me deshice de lo que me quedaba de ropa y le dije; -ven, me quiero bañar contigo, para ese entonces mi calentura era increíble y notaba la suya, le quité la tanga en el baño y deje caer mi bóxer en el suelo, mi pene estaba erecto y ella lo tomó con sus manos y me llevó bajo la ducha, nos besamos mientras el agua corría por nuestros cuerpos, comencé a enjabonar su cuerpo sin dejar de besarla, nos separamos del beso para tallar todo su cuerpo con jabón, su piel tersa y blanca parecía porcelana, terminé de enjabonarla y con el agua la limpié,.. – Me toca, dijo sonriendo. Ella enjabonó mi cuerpo con una mano mientras con la otra masajeaba lento mi pene, talló mi espalda y me abrazó por detrás restregando su cuerpo al mío, me excitó sentir sus pechos en mi espalda y me volteó, terminó de enjuagarme y la abracé cargándola y subiéndola a mi por sus piernas coloqué mi pene en la entrada de su vagina que ya estaba lubricada por sus fluidos y la penetré despacio, se notaba nuestro encuentro una hora antes, ella gemía con sus ojos cerrados, yo la levantaba y la bajaba despacio, el agua corriendo por nuestros cuerpos se mezclaba con sus fluidos, la besé sin salirme y la bajé despacio mientras salía de tu cuerpo, cerré la llave del agua y tomé una toalla para secarla, sequé mi cuerpo y salimos del baño.
Ya el cuarto estaba fresco por el aire acondicionado, la besé en los labios y deje caer su toalla, se sentó en la cama y miró mi pene,.. ¿te gusta lo que ves? Le pregunté haciendo referencia a nuestro encuentro en el baño del cine, sin decir nada lo introdujo en su boca y comenzó a mamarlo, me estremeció de momento el calor de su boca, toque sus hombros y cerré los ojos para disfrutar esa mamada, sus labios recorrían mi pene y tomé su mano y la llevé a mi pene ella lo agarró y comenzó a masturbarlo mientras lo besaba y daba lengüetazos, yo estaba en la gloria, así estuvo solo un par de minutos y la recosté en la cama, me hinqué y abrí sus piernas para ver esa maravillosa panochita rosa, brillosa por su lubricante natural, la observe mientras la masajeaba con mis dedos y ella movía su cuerpo a delante y atrás, me acerque lento y besé su clítoris que apenas sobre salía mientras introducía un dedo en ella, comencé a chuparla y ella gemía, arqueaba la espalda mientras con mi boca chupaba y lamia sus labios vaginales y ese clítoris tan sabroso, sus jugos inundaban mi boca y abracé sus piernas que estaban ya sobre mis hombros, estiré mis manos para tocar sus pechos sin dejar de mamar esa panochita deliciosa, así estuve por algunos minutos, la empujé un poco hacia la cama y puse mi pecho en la cama y ella dobló sus piernas, sin dejar de chupar su clítoris volví a jugar con mis dedos en su rajita y esta vez metí dos dedos en ella, giré mis dedos dentro de ella para tocar la base de su clítoris desde su interior y eso la enloqueció note sus respiración agitada me separé un poco sin sacar mis dedos y con mi otra mano masturbaba su clítoris con mi pulgar y el dedo índice tallándolo despacio, ella apretaba las sabanas y arqueaba su espalda, dijo me voy a venir, e inmediata mente volví a mamar su clítoris para estimularla más y empecé a meter y sacar los dedos de su rajita, ella estiro sus piernas mientras gemía cada vez más, noté sus convulsiones mientras sus gemidos se convertían en pequeños gritos de placer, su cuerpo se desvaneció y yo besaba su panochita mientras la masturbaba lento y pequeñas convulsiones de apoderaban de su cuerpo, su miraba de placer me decía todo.
Me puse un condón y sin decirle nada la penetré de una estocada, ella se abrazó a mi cuerpo y abrió sus piernas un poco más, comencé a meterla y sacarla lento mientras ella recobraba el aliento, besé su cuello y su boca, – sabes a mí, me dijo, y comencé a incrementar el ritmo de mis embestidas, ella gemía de placer y decía, Si, así dale duro papi, dame más y eso me excitaba aun más, comencé a darle duro y ella me pidió que no me viniera, baje un poco el ritmo y me empujo para voltearme, quede acostado de espaldas y ella se subió sobre mí, se sentó sobre mi pene empezó un mete y saca frotando su cuerpo sobre el mío, yo la tomaba por sus piernas y ayudaba al movimiento mientras subía mi pelvis para penetrarla mejor, ella se monto sobre de mi y comenzó a moverse adelante y atrás frotando su pelvis a la mia, noté que eso la excitaba, su clítoris se frotaba con mi pelvis y mientras mi pene dentro de ella la hacía gozar, yo masajeaba sus pechos y ella aceleraba su movimiento, arqueo su espalda y comenzó a moverse mucho mas hasta llegar a su orgasmo, y recargó su cuerpo en mi pecho, su respiración era agitada y giro su cuerpo para recostarse de lado en la cama volteé y la vi, su respiración se comenzaba a regular.
La acosté boca abajo y metí una almohada debajo de ella para que quedara levantada y la penetré desde atrás, vi sus nalguitas paradas y comencé masajearla mientras penetraba su panochita, se sentía apretadita e hinchada, comencé un mete y saca lento y puse un dedo en su, ano, “por ahí no” alcance a oír que dijo, no le hice caso y saque mi pene de su vagina y me acerque a mamar su panochita desde esa posición, lamia y masturbaba su rajita y subi a besar su culito,
– ¿Qué haces?- preguntó-
– Algo que te va a gustar- le respondí
– Por ahí no me gusta
– No sabes lo que voy a hacer, le dije mientras le metía dos dedos en su vagina y le besaba el ano,
Ella disfrutaba de mis dedos mientras con mi lengua estimulaba su ano, comenzó a disfrutarlo mientras abría con mi lengua su ano, puse un poco de lubricante en mi dedo y estimulaba presionando un poco, baje un poco a lamer su labios vaginales mientras presionaba con un dedo su ano y lo introducía lentamente, ella hizo por sacarlo pero no fue mucha su resistencia estaba disfrutando como le chupaba la rajita mientras abría su ano, deje mi dedo quieto mientras le comía la panochita para que se excitara, y me dejara hacerle lo que quisiera, subí un poco hasta ponerla a gatas y sin sacar mi dedo de su culo se la meti por el panocha, comencé un mete y saca lento acompañado del mismo movimiento en su culito que para entonces ya se había acostumbrado a mi dedo, la penetraba mientras con mi dedo dilataba su ano y luego metí un segundo dedo, ella se quejó pero la estaba penetrando también en la vagina, comencé un mete y saca lento en su ano con dos dedos mientras al mismo tiempo la penetraba, fue cuestión de acostumbrarla y ya estaba disfrutando la doble penetración que con mi pene y mis dedos le estaba haciendo, duro unos pocos minutos mientras gemía cada vez más fuerte, detuve el movimiento con mis dedos para penetrarla mas rápido y ella gemía de placer, le dije que estaba por venirme y ella dijo que también lo haría, exploté en un éxtasis mientras aceleraba descontroladamente mis embestidas y ella gritaba de placer viniéndose al mismo tiempo que yo, disminuí el ritmo y saqué lentamente mis dedos de su ano, ella se quejó un poco y recosté mi cuerpo sobre ella y le susurré al oído, ¿Qué no te gustaba? Ella aun respiraba agitada y sentía como seguía convulsionándose despacio, saqué mi pene ya flácido la besé en la boca y caminé torpemente al baño.
Me saque el condón y lo arroje al escusado y comencé a lavar mi pene, tome un poco de papel y lo humedecí para llevarle a ella y al voltear ya estaba parada frente a mí, golpeó juguetonamente mi pecho y me dijo, te saliste con la tuya, yo solo sonreí y la abracé, nos bañamos juntos y nos vestimos, salimos del motel y la lleve a su casa, en el camino me dijo;
– Jamás me habían hecho algo así.
– ¿Te refieres a por detrás? – Le pregunté
– Me refiero a todo. – Me dijo
– ¿Nos volveremos a ver? Le pregunté intuyendo la respuesta.
– Más te vale. – me contestó.
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