Desvirgar a una nena, es una oportunidad que no se debe dejar pasar.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juandeldiablo1957.
Resulta, que había quedado de acuerdo con una mamita joven de irnos a la cama el pasado fin de semana, yo me aproveché de que ella andaba necesitada de dinero y pues, me ofrecí a ayudarla, cabe hacer mención, que era la segunda vez que íbamos a coger, pero, como siempre, el hombre propone y dios dispone, se nos atravesó la feria de la colonia y pues, debido a esto, su marido pidió permiso en su trabajo para llevarla a esa pinche feria.
Frustrado salí a dar una vuelta por la colonia, pare ver que veía, ya era muy tarde para cazar alguna nalga, así que, me regrese a mi domicilio, antes de entrar, me encontré con mi vecinita de a lado, esta nena, siempre me había gustado, ya que es un auténtico cromo, era güerita, bastante bonita, no muy alta, tiene un hermoso cuerpo, unas breves caderas, coronada con unas nalgas preciosas y un par de tetas, no muy grandes, pero si lo suficiente, para que cualquier suertudo se entretengan con ellas.
Mi vecinita tenía ya 18 añitos, los había cumplido apenas hacia tres meses y lo afirmó, porque sus papas me invitaron a su fiesta de cumpleaños.
Ella me miro con una mirada picara, la salude y con su imagen en mi mente me metí a mi casa.
Esa noche iba a ver fiesta en su casa, sus papas me habían invitado, pero por el asunto de la mami esa que les conté, le dije que no podía, por tener un compromiso ya agendado.
Serian como las dos de la mañana, tocaron a mi puerta, yo, pistola en mano abrí y era ella, ahí estaba ese primor, fingiendo sorpresa le pregunté, ¿Qué deseas nena? Ella se me quedo mirando y me pregunto ¿me dejas pasar? Me hice a un lado y paso.
Le volví a preguntar que es lo que se le ofrecía, pero antes de que me contestara note que olía a vino, deduje, que había tomado en la fiesta, fiesta que todavía no se terminaba y lo digo, porque se oía música, voces y carcajadas, le volví a preguntar, ¿Qué se le ofrecía? Ella me miro y me dijo, solo quiero descansar un poco, le dije, pues adelante hazlo.
Yo me senté enfrente de ella, para obsérvala mejor, la verdad que bella era, ella se me quedo mirando fijamente y después de un rato se paró y se fue de mi casa.
Yo me quede intrigado, en fin, me dije, hubiera sido magnifico cogerme a la nena esta, pero, yo creo que había que esperar el momento oportuno para hacerlo.
Aunque, no me considero un adonis, parece que a mi vecinita le llamo la atención, ya que ella, desde que la conozco siempre me ha tratado con amabilidad y con disimulada coquetería.
No paso mucho tiempo para volverla a ver, al otro día me topé con ella en las escaleras, venia vestida con un shorcito negro y una blusa sin mangas algo entallada, como buen caballero le di el paso, con el fin de verle sus preciosas nalgas, me imagino que ella se dio cuenta de esto y por eso sentí, que paro un poco más las nalguitas, me la mente, por no traer mi cámara, si no le hubiera tomado varias fotos al culito que se cargaba.
Por dos largos pisos me deleite con la visión de sus nalgas, antes de que ella entrara a sus casa le pregunte como estaban sus papas, ella me dijo sonriendo, ellos están bien borrachos y seguramente van a despertar muy tarde, nada más por probar, yo le dije, si no tienes nada que hacer, te invito a mi casa, para jugar algún juego de mesa y pasar el tiempo, ya vez que los domingo son muy aburridos, me quedo mirando y me dijo, luego le digo.
Lanzado el anzuelo, entre en mi casa y me cambié de ropa, me puse un calzón corto y una camiseta y me puse hacer el aseo, en eso estaba cuando tocaron la puerta, era ella, venia con el pelo recogido, se había cambiado y traía puesta una especie de vestido o bata de una sola pieza que le caía hasta la mitad de los muslos, al verla así, sentí un escalofría que recorrió mi espalda y me produjo de inmediato una leve erección.
Se sentó en el sofá de la sala, le pregunte ¿quieres que juguemos a algo? ella me dijo ¿mejor, podemos platicar de algo? Intrigado yo le dije, bueno, si tú quieres, ¿de que quieres platicar? Sin más me pregunto, ¿Qué siente un hombre cuando es seducido? Me quede pensando y le dije, en mi caso, yo puedo sentirme halagado, dependiendo de la persona que me quiera seducir.
Le lance otro anzuelo, por ejemplo, si tú eres la que me quisiera seducir, yo sería el hombre más afortunado del mudo, se me quedo mirando y me dijo, es que quiero seducir a una persona mayor que yo y no sé, si me hiciera caso, le dije, pues haz la prueba.
Aunque te diré, yo no creo que haya en el mundo un hombre que no quede deslumbrado con tus encantos, eres una mujercita muy linda y seguramente que podrías conquistar a quien te propongas.
Me contesto, por ejemplo ¿a usted?, el oír esto, me saco de balance por unos instantes, le dije, chiquilla linda, eres un amor, me senté a su lado y la acerque hacia a mí, sentí que ella temblaba un poco, le dije, no temas mi amor, nada más déjate llevar, la tome del rostro, me mire en sus ojos y la empecé a besar con delicadeza, mientras lo hacía le sobaba su espalda.
La tome se la mano y la conduje hacia mi recamara, me coloque a sus espaldas y con ambas manos le quite su bata o vestido, quedando vestida con solo una tanguita negra, prenda que quite de inmediato, la voltee y me aleje un poco de ella, quede arrobado con la hermosura de su cuerpo, ella tiene un par de tetas no muy grandes, pero si bastantes paraditas, una cintura breve y lo que más me gusto, es que estaba peloncita, la visión de esa rajita, me hizo pedirle permiso de tomarle unos fotos, ella con pedo accedió, quise tomarle muchas más, pero solo me dejo tomarle solo dos, después de tomarle las fotos, sin pérdida de tiempo me quite la ropa y libere mi verga toda erecta.
La recosté en la cama, me subí sobre ella y la empecé a besar con pasión, mis labios le besaron su cuello, sus hombres, hasta llegar a sus tetas, las cuales sobe, las mordí, las mame, hasta que quise, después, me entretuve en su ombligo, el cual lengüetee, seguí con mi camino hacia su tesorito, antes de llegar a ese lugar hermoso, bese y mordí el interior de sus muslos, hasta que llegue a su vagina, olía rico, ella abrió las piernas y yo, suavemente le abrí sus labios vaginales, fue entonces que me di cuenta que era virgen, al saber esto, con más pasión me perdí a sus labios y mi lengua traviesa empezó a explorar esa cosa rica que tenía entre las piernas, Ella decía, mmmm ¡que rico se siente esto!
Me reincorpore y deje de comerme ese rico pastelito, le abrí las piernas y me acomode entre ellas, ella me miro con ternura, me dijo hazlo con cuidado, soy virgen y es mi primera vez, ella temblaba y era lógico, era la primera vez que iba recibir una buena verga, la bese en la frente y le dije, no te preocupes preciosa, solo déjate llevar, tembló más, cuando sintió la punta de mi verga entre sus labios vaginales.
Ella me empujo con las manos, yo le dije quedito, ¿acaso no deseas esto? Ella me miro con un poco de angustia, si lo quiero, pero tengo miedo, le dije besándola en la boca, no te preocupes nena mía, tratare de que no sufras nada, me acorde de algo y me levante de sobre de ella y empecé a buscar en los cajones de los buros de mi recamara, ella me pregunto intrigada ¿Qué pasa?, le dije, que nada, que andaba buscando un condón, elle me dijo con ansiedad, no importa eso ya, ven conmigo.
Antes de volverme a colocar sobre ella unte con lubricante mi verga y me volví a subir sobre ella, coloque entre sus labios mi verga y empuje suavemente, ella empezó a gemir, al llegar a su himen la comencé a besar y volví a empujar, ella lanzo un pequeño gritito de dolor cuando se lo rompí y empezó a llorar, me quede un momento quieto y volví a empujar suavemente mis caderas, ella respiro profundamente mientras sentí el avance de mi verga dentro de su ser, la sensación era indescriptible al sentir como sus paredes vaginales abrazaban amorosamente mi verga.
Superando mi excitación, esperé a que ella se acostumbrara a la longitud mi verga y empecé el metí y saca, ella comenzó a volver llorar por el dolor que le producía ese movimiento, yo ya no me moví y la empecé a consolar con besos y con palabras tiernas, cuando se calmó, seguí con el metí y saca muy suavemente.
Para mí era muy complicado no bombearla a toda velocidad, pero por la condición de ella, tenía que ser gentil, así que la bombeaba suavemente sin prisa, sentí bastante mojado mi pene, tal vez por sus jugos y por su sangre, cuando sentí que empezó a gemir, aumente lentamente el ritmo de las estocadas, ahora solo se escuchaba mi cadera golpearla en las nalgas y mi pene entrando en su vagina.
A pesar de todo ella estaba gozando, tan en así, que logre que se viniera entre gritos y sollozos de placer al hacerlo, sentí el apretón que le hacia su vagina a mi verga, al sentir que yo también me venía, rápidamente le saque mi verga y me vine en su estómago, yo hubiera querido venirme dentro de ella, pero por la situación en que lo estábamos haciendo sin condón, pues la ocasión ameritaba que me viniera afuera de ella.
Sin querer, le bañe su cuerpo con mi leche, ella, como le cayó un poco en la cara, con un dedo se la quito y se lo llevo a la boca, ella me dijo que bien sabe esto.
Por el estado en que quedamos, se ameritaba un baño, así que nos bañamos juntos, después, hice que se sentara en la taza y con un trapo limpio y agua caliente le limpie su vagina desflorada, le dije, que se aseara diariamente su cosita, hasta que solita sanara.
Rápidamente se vistió y con un beso en la boca se despidió de mí, no sin antes decirme, nos vemos, vecinito lindo.
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