DESVIRGUE A LA AMIGUITA DE MI NIETA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En mis primeros relatos les conté como mi nieta de 9 años se convirtió en mi amante, Ahora les cuento como desvirgue a una amiguita compañera de escuela de Claudia llamada Dinora, quien siempre que la niña venia a visitarnos esa amiguita visitaba nuestra casa para jugar con ella, era una belleza de niña tenía 10 años ya casi para cumplir los 11 era de contextura bien formada con unas téticas en crecimiento que se notaban fácilmente, un culito carnoso, una cabellera ensortijada por la mitad de la espalda y una carita tan tierna, que más bien parecía un ángel. Mi gusto por las niñas, asía que siempre que ella estaba en mi casa buscara la manera de conversar con ella y tocarla disimuladamente, además de pedirle a Claudia que intercediera por mí para conseguir comerme aquel delicioso manjar. Mi pasión por esa bebe aumento el día que celebramos los 10 años de mi nieta, y Dinora estuvo en la fiesta.
Ese día vino vestida con una faldita muy corta de blujean, un suéter rosadito muy ceñido al cuerpo el que le dejaba ver claramente lo abultado de sus téticas, una chaqueta de blujean y unas sandalias muy delicadas que la hacían ver muy coqueta. Siempre estuve pendiente de la niña, hasta que se sentó en un sofá y me ubique al frente vigilando cada movimiento que asía, yo sabía que en cualquier momento mostraría sus pantaletas ya que lo corto de la falda no le permitía abrir mucho las piernas sin dejar de mostrar aquel triangulito tan deseado por mí, hasta que sucedió lo esperado logre ver ese triangulo con el fondo rosadito por la pantaletica que traía puesta en combinación con el suéter.
Mi excitación comenzó a aparecer y de una vez llame a mi nieta y le dije, mami tu amiguita Dinora me tiene loco le acabo de ver sus pantaletas y me dejo a millón, ayúdame a conseguirla, que tanto le has hablado de mi, y me dice bastante abuelo pero ella dice que le da mucha pena y que no sabe si se atrevería a hacer algo así; le dije llámala por favor aprovechemos que hay bastante gente y no están pendiente de ustedes, yo sabía que Claudia le contaba lo que nosotros hacíamos y que ella guardaba el secreto, eso era un buen indicio, al final Claudia la llamo y cuando llego le dijo. Dinora por favor atiende a mi abuelo que quiere hablarte esta impresionado por como viniste vestida, en eso Claudia dice, mira abuelo mira esto y le abrió la chaqueta y se le notaban esos pezones tan bellos que al no traer sostén se le notaban los piquitos, guao solo pude decir que bella estas, la niña toda sonrojada bajo la cara y le dijo deja vale, y mi nieta le dice tranquila eso es lo que tiene loco a mi abuelo además esto es entre nosotros tres tu sabes cómo es todo. Me di cuenta que Claudia tenía todo muy adelantado, nos sentamos y mi nieta fue por unos refrescos con la intención de dejarnos solos, lo que aproveche para decirle, acabo de ver tus pantaleticas rosadas y déjame decirte, que bella estas.
Como me gustaría poder estar dentro de ti permítemelo por favor, la niña apenadísima bajaba la cara y le dije realmente no te atreves a hacer lo que te ha contado Claudia? Y con una voz muy baja me dice, es que me da miedo, tranquila déjame guiarte y nada te pasara, en eso llego Claudia y le dice, si tu quieres yo también voy a estar ese día y Dinora le respondió ya con más confianza ok pero si me da miedo me vengo, claro tranquila le dije, a demás yo sería incapaz de obligarte a nada, Claudia como buena inquisitoria le dijo, pero dale un adelanto abre para que se quede loco y con una mano abrió una de sus piernas y pude ver nuevamente pero más de cerca aquel triangulo esponjadito. Después de un buen rato de conversación de sexo que sirvieron para romper el hielo y planificar el más perverso y sádico encuentro, todos sabíamos que el martes mi esposa estaría todo el día fuera de la casa debido a que es el día que mas trabajo tiene y Claudia muy inteligente planeo realizar un trabajo con Dinora en mi casa cosa que a mi hija le gusta, porque está convencida que allí estará bien cuidada. Por fin llego el día y después del colegio mi hija consiguió el permiso a Dinora y llevo a ambas niñas a la casa. Los cuatro almorzamos y mi hija se fue a su trabajo,
fue antes de ½ hora cuando estábamos en mi cuarto los tres subidos a la cama, Dinora con un poco mas de tranquilidad permitió entrar al juego, yo quise darle más confianza y deje que fuese entre ellas que se desprendiera de sus ropas, Claudia por supuesto comandando la cuestión comenzó quitándole a Dinora el overol escolar y al mismo tiempo se lo quitaba ella, luego las medias y ultimo la camisa, ya mi excitación estaba al máximo al ver a esas dos niñas solo en pantaletas y sostén, en ese momento me quite toda mi ropa quedando completamente desnudo, la cara de asombro de Dinora al ver mi palo bien parado fue impresionante, pero más impresionante fue la mía cuando Claudia se arrodillo detrás de ella y desabrocho el sostén quedando una copa colgando de cada lado y dejando al desnuda esas téticas que tanto avía querido ver. Parecían apuntarme o llamarme, lo que se, es que hasta allí llego mi control, me incline asía ella y la agarre con ambas manos quedando mi pulgar sobre sus tetas ya erectas, las sobe y lleve mi boca hasta ellas y comencé a mamarlas la besaba en la boca y seguía mamándole las téticas hasta que la acosté y comencé a besar su estomago poco a poco hasta llegar a sus labios vaginales, fue impresionante cuando vi su cara con una expresión de miedo como pidiéndome que no le quitara su virginidad, que no irrumpiera su inocencia pero ya era tarde porque al momento que mi lengua tocara su clítoris ella no pondría resistencia, y así fue. Al mismo momento que pase mi lengua por el clítoris sus gemidos comenzaron a sentirse, su respiración aumento el ritmo y sus suplicas por ser penetrada casi eran ruegos, Claudia asía lo suyo, mamándole las téticas para no dejar espacio a la decencia, ese mutuo ataque asía que la niña gritara sin ningún esperanza de defensa, no tardo mucho en venirse en un fuerte orgasmo, y el sabor asido y aceitoso de sus jugos me enloquecieron y me llevaron a querer terminar con esos casi 11 años de pureza, de niñez, de virgen.
Espere a que terminaran sus espasmos y me subí sobre ella con mis 18 cm de guevo agarrados con mi mano derecha y orientándolo hacia su rajita comencé a intentar penetrarla, nuevamente su rostro me mostraba miedo pero mis aberrados deseos de desvirgarla me hacían insistir en decirle que nada malo pasaría cuando en realidad al meter mi gran pedazo de carne, toda aquella pureza acabaría y la blanca inocencia que hasta ahora existía en ella jamás volvería a existir. Estaba a punto de convertirse en una cualquiera que entregaba su regalo mas preciado a un adulto de 50 años para que seseara sus más sucios placeres.
Centímetro a centímetro fui metiendo mi palo mientras que en esos centímetro se iba perdiendo la virginidad de aquella niña quien ya no tendría decencia que ofrecerle a ningún. Cuando llegue al fondo mis bolas golpeaban sus nalgas y le dije toca para que no tengas dudas de que acabas de perderlo todo y que eres toda una mujer, cuando ella sintió que no avía nada de mi pene afuera, soltó unas lagrimas como muestra que entendió lo que acababa de pasarle, ya no existía himen ni nada que probara que alguna vez fue un ángel solo su carita, solo lo externo porque dentro se le avía desgarrado todo, sin embargo siguió disfrutando de aquel enorme palo que hospedaba en su cavidad vaginal y de las mordidas que mi nieta le daba en las tetas, y cuando vino el segundo orgasmo no me aguante, los planes y el temor que tenia de no acabarle dentro se fueron, no me importaba si quedara preñada solo quería acabarle dentro de esa cuevita tan caliente y tan apretada, ambos estábamos acabando y ambos estábamos disfrutando, al terminas saque mi miembro enrojecido por la fricción y flácido por la vaciada que le terminaba de echar a Dinora la Amiguita de mi Nieta.
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