Desvirgue a mi vecina sin proponérmelo – Parte I
Sofía tiene 14 años, un cuerpazo para su edad, y un par de hermosos pechos.
Como dije, Sofía a sus catorce años es físicamente toda una mujercita. Hermosos pechos, paraditos con unos pezones como guindas. Es alta para su edad, debe rondar el metro con sesenta y cinco de estatura, sus piernas largas y bien torneadas terminan en dos gloriosos glúteos. Tiene un culo de ensueño. Hacía tiempo que yo ya la miraba con otros ojos, de hecho Ella desde hace un par de años había cambiado su actitud hacia mi, yo soy separado. A mis 32 años gozo de buen físico, hago mucho deporte, y vivo bastante la noche y disfruto de sus pormenores, obvio que no me faltan mujeres. Y esto se ve que es lo que más intrigaba a Sofía, el por qué yo recibía visitas muy seguidas de diferentes mujeres. Es más, esto fue el disparador de la pérdida de su virginidad a manos de quien escribe, y no solamente de su vagina, también de su hermoso culito.
Domingo por la tardecita, tocan el timbre de calle, yo recién salía de darme una ducha con lo que fui a abrir vestido solamente con el pantalón del piyama, que por ser de verano es de tela livianita. Cuando me aproximo a mirar la cámara de seguridad veo que quien tocaba era Sofía, supuse que venía a pedir algo, pensé, pronto se va. Con lo que no me preocupe de como estaba vestido. Ella venía con una pollerita tableada escocesa bastante cortita por cierto, y con una blusita bien ajustada, lo que hacía resaltar sus hermosos pechos. Traía el pelo atado en dos colitas, eso me generó cierta picazón en la entrepierna. Estaba por demás bonita y sonriente. Le abro y la invito a pasar, ella entra como si nada y al pasar me hecha una mirada a la entrepierna, claro con el pantalón tan livianito, mi pene se delineaba bastante. No tengo atributos como los actores porno pero cuento con una badajo de unos 22cms de largo cuando está erecto por unos 6cms de lomo.
Al caminar Sofía delante mío camino al living la pollerita se meneaba acompasando sus pasos, con lo que sus pompis se marcaban a la perfección, eso ya comenzó a disparar mi libido, haciéndome los ratones de tener a la pendeja ensartada por el culo. Llegamos al living y ella se sienta en el sofá, y me comenta que su madre me pide que Ella se quede conmigo unas horas, ya que tuvo que llevar a su hermana Graciela, de 11 años al hospital por un problema de pulmones, por que no podía respirar bien. No era la primera vez que pasaba, ni que yo cuidara a Sofía. Pero esta tarde todo iba a ser diferente. Le ofrecí una gaseosa mientras yo bebía una cerveza. Hacía calor, me mira y me pregunta por que no le di cerveza a Ella, que le gusta. Le entregué mi lata y yo me fui a buscar otra. Nos pusimos a ver televisión y no había nada entretenido, Ella seguía intrigada con lo que yo tengo bajo el pantalón. Cuando se da cuenta que la vi mirándome la entrepierna se puso colorada, y yo aprovechando la situación le pregunto si alguna vez había visto un pene en vivo y en directo. Se sonrojó más aún, y me confesó que una vez hace tiempo atrás, su primo le había mostrado su pija y que se la había hecho tocar. Para esto ya mi miembro había empezado a hincharse, le pregunto si quería ver uno. Ella me mira medio intrigada, medio vergonzosa y me dice que bueno. Yo me paro y bajo el pantalón del piyama liberando mi verga que ya estaba semi erecta, Sofía abrió grande los ojos y no sacaba la vista de mi pene. Le pido que la toque, ella estira su brazo y con su mano toma mi badajo desde el tronco, apenas si abarca el grosor de mi pija. La sacude un poco y ya mi palo está totalmente duro, y liberando la cabezota. Ella aproxima su cara y la huele, le pido que le de un beso, ella duda un poco pero abriendo esos hermosos labios aloja toda la cabeza dentro, tenía la boca super caliente, y por instinto comenzó a juguetear con la lengua sobre el glande. Lo hacía de maravillas, tomé sus pechos por arriba de su camisa y los acariciaba, ella ponía mayor empeño en chupar y lamer, para entonces ya se metía media verga dentro. Mientras ella se afanaba en chuparme la tripa yo desabotoné los broches de su camisa, se la saqué, su sostén sujetaba su hermosos pechos, se lo saqué y liberé esas hermosas tetas. Saqué la verga de su boca y me afané en acariciar y chupar sus pechos, ello solo suspiraba. La hice pararse y desprendí su pollerita, la cual cayendo al piso deja a mi vista sus hermosas piernas y su precioso culito. La hice girar y estando ella de espaldas a mi, bajé su tanga dejándola totalmente desnudita. Es perfecta. Me aproxime desde atrás, la abracé y tomé sus pechos, apoyé mi pija entre sus nalgas y comencé a tallarle el culito, iba y venía suavemente. Sofía estaba cada vez más excitada, sus pezones estaban totalmente erectos y duros. No rehuía el contacto con mi pija, de hecho echaba el culito para atrás con lo que mi tripa entraba bien entre sus dos glúteos. Bajé mis manos a su pelvis, su monte de venus apenas tenía vello, metí un dedo entre sus labios gorditos y apretados, pero ya estaban bien jugosos, me apoderé suavemente de su clítoris, el cual ya está totalmente erecto y sensible, comienzo a pajearla lentamente, ella se comienza a mover adelante y atrás, para esto yo tengo el pene totalmente duro, y estoy con un alto grado de excitación. La hago parar frente al respaldo del sofá, luego hago que se agache un poquito lo que hace que su conchita aparezca de frente a mí. Le pido que separe un poquito las piernas, lo hace y cierra los ojos. Le pregunto si se da cuenta de lo que va a pasar, ella asiente, le pregunto si paro o sigo. Ella con la vocecita de nena me dice que está lista para que yo la coja. Dicho esto tomé mi badajo, lo apunté al medio de sus labios vaginales, le froté la cabezota arriba y abajo, y cuando tuve bien presentada la verga a su entrada vaginal, empujé un poco y metí la cabeza y parte de mi verga dentro de ardiente canal, ella gimió un poco, pero no se movió. Le pregunte, te duele? Ella me dice que un poquito, meto un poco más y me topo con su himen, sin reparos empujo con un golpe seco de cintura y me entierro hasta el fondo de esa núbil y joven vagina. Ella comienza a llorar, yo la acaricio con la verga metida hasta el fondo. Espero un poco, se calma y comienzo a darle bomba, de a poquito se la voy sacando más y metiendo hasta el fondo. Luego de unos minutos es ella la que sale al encuentro de mi tripa, se agarra al tapizado del sofá, gime, suspira y de repente comienza a gemir, cada vez más fuerte y termina temblando, con las piernas casi dobladas en un tremendo orgasmo, yo la sujeto por la cadera y con la verga bien enterrada para que no se caiga, pasado el momento sigo bombeando, ella se repone y se mueve a ritmo, entonces al no haber acabado yo se me ocurrió que para no correr el riesgo de embarazarla, se la tenía que meter en el culito. Y procedí a trabajar sobre el mismo. Metí bien untado en saliva el dedo gordo, ella lo aceptó, para esto yo seguí matraca y matraca, ella tuvo otro orgasmo menos intenso que el primero. Metí dos dedos en su ano, ella se quejó un poquito, pero aguantó a pié firme, viendo que estaba receptiva digo, bueno con saliva y sus jugos, la verga tiene que entrar bien. Saque mi pija de su conchita, sus jugos mezclados con sangre corrieron por sus piernas, le digo que se abra los cachetes, ella se los toma con ambas manos, le pongo mucha saliva en el agujerito de su ano y apoyo la cabezota de mi verga en su esfínter, empujé un poquito y medio se resistió, le pido que se relaje, que me deje entrar, vuelvo a pujar y entra media cabeza, otro poquito y comienzo a deslizarme en el interior de ese satinado y estrecho túnel caliente, ella gime y aprieta los pliegues del sillón, comienza a llorar y yo no tengo piedad, sigo pechando hasta que mis testículos chocan contra su vagina. Sofía pide que se la saque, no le hago caso y me quedo quietito por un rato hasta que su canal trasero se adapta al grosor de mi tripa, es Ella la que lentamente comienza a moverse, primero un poquito, luego más y finalmente imprime a su culo un vaivén que me vuelve loco, su culo es muy estrecho y caliente, con mis manos masajeo su concha mientras perforo su culo una y otra vez, la piba está medio ida de calentura, se saca casi toda la pija del culo y luego ensarta con ganas, su concha es un mar de jugos, de repente inicia otro orgasmo, tiembla, grita, medio se arrodilla y no la dejo, sigo empujando mi palo hasta el fondo de su culito, finalmente me vengo en una catarata de semen que inunda su canal trasero, y ella continúa un orgasmo detrás de otro, tuvo tres seguidos. Quedó desmadejada contra el respaldo del sofá y yo con mi verga totalmente enterrada hasta el fondo en su ano. Cuando mi pene comenzó a achicarse, lentamente se la fui sacando, ella gemía, al salir mi pija su agujero comenzó acerrarse rápidamente. La tomé de la mano y fuimos al baño a ducharnos, yo la bañé y ella a mí. Desde ese día, cada vez que se puede, viene a que tengamos una buena sesión de sexo. Ella cada vez lo hace mejor y con más ganas.
Linda pija y vecino