Diana de 8 años. Hija de mi mejor amigo. Parte 2
Seguía con Diana, una niña de 8 años hija de mi mejor amigo, en mi habitación de hotel con toda su familia y mi novia en habitaciones contiguas a la mía. .
Me acababa de follar el ano de ese culo carnoso que tenia esa niña, mi nueva putita. Y fue en la segunda cogida de dicho culo que me pidió ya terminar porque le ardía. Quedo pidiendo perdón pues fue ella la que después de venirme dentro de su culo, no me dejo sacar el pene, pues comenzó a moverse ocasionando que mi pene se volviera a parar. Acepte parar, pero con la condición que me lo chupara y acepto. Por lo que me lo lave y comenzó a darle tremenda chupada, pero esta vez sin untar mi verga de leche azucarada. Como ya les había dicho, aprende rápido y con la experiencia anterior, me estaba dando una chupada de adulta. Eso era un entra y sale de su boca la punta de mi verga. A la vez que me masturbaba el tallo de mi verga con la mano. Luego la coloqué para que quedáramos en posición de 69, pero mi boca no llegaba a su vagina mientras ella me chupaba mi verga, así que comencé a masturbarla con mis dedos en su vagina. Le masajeaba el clítoris, pero antes lo moje muy bien con el gel. Y tanto le gustaba que a veces se detenía con mi verga dentro de su boca solo sintiendo el masaje vaginal que le hacía. Luego unte más mi dedo índice de gel y le intente meter el dedo en su vagina. Pero me decía que le dolía un poco. Le dije que aguantara y mi dedo entro completo, ocasionando que me mordiera el pene sin querer, pero aguante y no dije nada. Y le comencé a folla la vagina con mi dedo. Ella ya no me estaba chupando mi verga. Solo mantenía mi verga dentro de su boca y respiraba fuerte.
La cambié de posición y la acosté boca arriba, con su vagina en la orilla de la cama. Me unte de gel todo mi pene.
Yo: Bebe, te voy a depositar leche en tu conchita para que te vuelvas aun mas hermosa. Y te hare mujer. Ya no serás igual a tus amiguitas. Serás la única que tuvo sexo con una persona mayor.
Diana: ¿Pero me va a doler?
Yo: Quizás un poquito o quizás nada, pero te gustara mucho. Y la próxima vez serás tu la que me pidas a cada rato que te lo meta y me folle tu conchita.
Y le coloque la punta de mi pene bien embarrado de gel en la entrada de su vagina. Y presione con fuerza para que entrara la punta a la primera para ahorrarle dolor a la beba. Y lo logre, quizás porque mi dedo ya había abierto espacio. Y ella nada mas achurro la cara, pero no grito ni se quejó. Allí lo deje como por un minuto. Luego comencé a sacar unos centímetros y lo volvía a meter. Y así estuve unos minutos.
Yo: ¿Te duele o te gusta bebe? ¿Quieres que lo saque e irte para tu cuarto?
Diana: No lo saques. Me dolió, pero ya no tanto y me gusta lo que siento. Es como las inyecciones que me gustan.
Que, por cierto, era una niña rara, en el aspecto de que le gustaban la sensación de dolorcito que le daban las inyecciones. Allí comencé a presionar mas y mas hacia dentro en el mete y saca. Y poco a poco mi verga fue profanando la conchita rica que tenía esa beba. Que ni era chica, era un sapo regordete al cual le sobresalía el clítoris un poquito. Y cuando ya estaba entrando todo fui aumentando la fuerza del empuje y la velocidad del mete y saca. Ya le estaba oyendo los gemidos silenciosos que no podía ocultar.
Yo: Bebe, gime con ganas. No te contengas. Disfrútalo al máximo mientras te desvirgo esa raja que tienes tan deliciosa.
Le coloqué las piernas hacia un lado y le seguí dando, pudiendo agarrar esa nalga que quedaba expuesta con mi mano derecha. Y comencé a darle con fuerza con tanta excitación que de vez en cuando le daba unas nalgadas bien dadas en ese trasero frondoso que tenía. Y ella no se quejaba, es más, parecía disfrutarlo. Luego le movía las piernas para el otro lado y la seguía follando mientras le nalgueaba la otra nalga. Luego sin dejar de darle duro y con fuerza su vagina, me unte el dedo índice y se lo metí en el ano y a la vez que le perforaba la vagina con mi verga, también le follaba el ano con mi dedo. Ya sus gemidos eran incontenibles.
Diana: ah ah ah ah ah ah mmmmm mmmmm ah ah, no quiero que pares nunca.
Yo: Tranquila mi amor, con la pastillita azul que me tome, te voy a desbaratar esos huecos hasta que salga el sol.
Le estaba dando aún mas de lo que le daba a mi novia cada noche. Al parecer esa niña recién estrenada iba a ser de esas mujeres ninfómanas que nunca se satisfacen y siempre quieren más. Luego la puse de perrito y le volví a meter mi verga, pero sin consideración, entro todo de una y comencé hacer ese movimiento de tratar de meter hasta los huevos manteniendo mi pelvis presionada contra su culo y lo sacaba casi todo y volvía a meterle mi verga completa en su vagina. Y en cada embestida daba un gemido de satisfacción impresionante con la boca completamente abierta.
Diana: Amo tu verga. No quiero que se la des a tu novia. Quiero ser tu novia. Mi culo y mi vagina son tuyos y tu verga es mía. Ay papi que rico esta.
Comencé a darle muy rápido escuchándose el sonido de aplauso entre mi pelvis y su trasero.
Diana: Así papi, dale más, dale más.
Yo quedé algo extrañado que me estuviera hablando en el sexo como una adulta, pero después pensé que podía ser que oyó y llego a ver a los papas. Y por eso lo rápido que la pude seducir. Benditos padres. Le volví a meter mi dedo en su ano, pero esta vez el pulgar, mientras me la seguía follando por la vagina en posición de perrito. Y mi dedo se perdía completamente en su ano. Después lo hice con el dedo del centro y también se hundía por completo. Me encantaba el hecho de que a pesar de estar super excitado y gozando al máximo, no me venía. Luego me acosté en la cama boca arriba y le dije cómo hacer para que se sentara en mi verga siendo penetrada por la misma. Y cuando dejo caer el peso, mi verga se metió toda. La incline hacia mi pecho y le agarre el trasero alzándoselo un poco y comencé a follarla de lo lindo y deliciosamente, mientras le daba sendas nalgadas que ya a ella le gustaban. Luego en lugar de agarrarle el culo por los dos lados para mantenerlo alzadito, le metí el dedo del medio de mi mano en su ano por completo y con esa mano le mantenía el culo medio alzado, para seguir follándomela. Mi pene nunca había estado tan duro y parado en toda mi vida. Creo que, si la noche hubiera durado 100 años, tanto ella como yo, no hubiéramos parado de follarnos mutuamente. Esa posición con mi dedo incrustado en su culo para mantenerlo alzadito, duro tanto que en determinado momento salió los primeros rayos de sol y me asuste. Pero no podía dejar de follarme ese culo. Seguí a pesar de todo. Y con el miedo de que nos descubrieran me excite aún más y comenzó a darme ganas de eyacular, tanto que termine viniéndome con 4 chorros dentro del hueco de la vagina de Diana. Y deje caer su culo sin sacarle el dedo del ano y mi pene aun erecto. Dentro de su vagina. Tanto ella como yo, estábamos agotados. Ya mientras descansábamos de tremenda cogida, se fue bajando mi verga, pero sin salirse de su concha.
Y cuando ya había vuelto en mí, le saque el dedo del culo y la baje de mi verga y le dije que nos fuéramos a bañar. Nos secamos y antes de vestirla le di un beso en su concha con lambida de clítoris y todo. Y ella me correspondió por su cuenta con una chupadita de 3 minutos de mi verga. Los dos estábamos exhaustos y asueñados. Nos vestimos y Sali yo del cuarto para ver si estaba despejado. Eran las 7 de la mañana y no había nadie. Le dije que abriera la puerta de la habitación de la hermana con la llave. Ella entro y regreso a decirme que la hermana de 15 años y la amiga de la misma edad estaban dormidas aún. Le di un beso en la boca y le dije que se acostara en su cama. Cerro la puerta y me fui a mi habitación a dormir, aunque sea un poco. Me dormí de una. A las 9 de la mañana suena el teléfono de mi cuarto y era mi novia diciendo que ya iban a desayunar. Le dije que no tenia hambre y que me saltaría el desayuno y me dijo que estaba igualito que Diana. Pero que igual teníamos que ir. Así que fuimos obligados a dejar nuestras camas para ir a comer. En el desayuno Diana se la paso mirándome con esa cara de coqueta y haciéndome sonrisitas cómplices. Pero nadie lo noto. Y todo siguió normal, solo que Diana y yo con sueño.
Espero les haya gustado. Si desean una tercera parte me dicen.
Siguelo porfa, esta demasiado bueno, tienes que seguirlo
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Muy buen relato espero la tercera parte saludos
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fabulos ccueenta mas hubo mas complice ccon la neeennita , o ke ams han pasado bro siguee.
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y
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Muy excitante y con morbo.
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