Diversión de noche

Un papá muy caliente en una noche de verano tiene la posibilidad de deslecharse con su nenita .
Celular en mano izquierda, pija en mano derecha. Que rico vídeo…el papá, un gordo enorme le daba por el culo a la nena de 8 y ella gemía mezclando con su dolor. Toda una hembra que se dejaba usar.

Empecé a jalármela mientras mis pensamientos incestuosos me hundían en fantasías prohibidas. Porque si, me gustaban ese tipo de videos. Si, me gustaban las nenas.

Había adquirido este gusto hacía años. A mis 15 cuando jugué con una nena de 7. Eran solos juguetes, pero fueron mis primeras experiencias sexuales y eso me marcó.

El vídeo seguía. Mi pija estaba dura, gruesa, reclamando atención. Reclamando ser ordeñada.

Tenía a mi mujer durmiendo al lado, pero no me apetecía descargarme en su agujero…

No, yo quería otra cosa …

Así que me frustré y decidí guardar mi herramienta de carne de 18 cm. Iba a dormir enojado.

Desde que aprendió a caminar, mi hija Nahiara, se venía a dormir a nuestra cama. Y concretamente a mi lado. Esa noche no fue la excepción.

Se abrió la puerta y entró directamente dormida y se acostó a mi lado. Yo todavía tenía mi pija dura y cargada de leche. Mi respiración se empezó a agitar y pensaba «qué estás pensando? Basura». Pero soy hombre…y los hombres tenemos necesidades que las mujeres, por ejemplo, no entenderían.

Ahí estaba yo, con mis sucios pensamientos y mi hija de 5 años durmiendo a mi lado. Y no aguanté. Muy despacito arrimé mi pito a ella mientras se lo rozaba en la piernita (era verano y ella solo tenía una musculosita y bombachita, nada más), solo el contacto estremeció mi cuerpo. Y la situación de tener a mi mujer al lado activó una adrenalina en mí que me ponía bien loquito.

Seguí rozando pero quería más, ella dormía boca abajo así que la fui acomodando lentamente con su culito apuntando a mí pija. Y ahí empecé a lentamente bajarle la bombachita. Y ahí fue la gloria…solo verle el culito redondito, me puso la verga apunto de explotar.

Empecé a rozar ahí y pajearme. Tan suave, tan rico. Que no duré casi nada…mi leche salió y cayó en su colita. Mientras pensaba»siiiii!!! Recibí la lechita de papiiiiii!!! Toma la leche paterna, putaaaaa!!!!» Pensamientos muy sucios pero ese morbo me había llevado a un climax delicioso.

Limpié su colita, me limpié la pija y la abracé con ganas de que llegara la próxima noche, porque había encontrado una manera muy rica de sacarme la leche. Y ahora mi hija se había transformado en mi juguete sexual…