Doña Amelia 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo me reía de su cara al ver como había salido mi pija de su culo, "hay, que asco, que vergüenza, como me pudo pasar esto?", decía horrorizada al ver mi pija sucia con su caca, "es mi premio", le dije, entre carcajadas, no podía dejar de reírme, "tu premio?, vete a lavar eres un guarro", me dijo, sacándome a empujones de la cama para que me vaya a lavar, "y siempre me va a pasar esto?", me dijo, mirando mi cara y mi pija que estaba sucia, mientras me metía en la ducha, Amelia estaba roja de vergüenza por lo que le había pasado, "ven y nos bañamos juntos", le dije, ayudándola a entrar a la ducha, "lávate bien guarro", me decía, mientras daba otra exclamación de asco, cuando se empezó a lavar su culo y sacaba sus manos sucias, "o sea, que vos me decís guarro a mí, pero la que se cagó fuiste vos", le dije, riendo a carcajadas, ella como regañandome, me empezó a dar golpecitos en mis brazos, hasta que la abrace y nos besamos, "siempre me va a pasar esto?", me dijo, con una vergüenza que no podía disimular, "ojala", le dije, volviendo a besar su labios.
Nos terminamos de duchar, y ella se vistió rápido ya que se le había echo tarde.
Al otro día no vino, me extrañó, pensé que estaba tan avergonzada que no me quería ver, así pasaron dos días mas, yo estaba preocupado, la extrañaba y no por cogerla, es que me gusta esa mujer, no me importa la diferencia de edad, decidí ir a su casa, y en este pueblo cuando hay una defunción, pegan en los árboles quien falleció, y por curiosidad leo y era el marido de Amelia el que había fallecido, lo velaban en el Tanatorio que queda un poco mas haya de mi casa, me cambié y fui al velorio, necesitaba verla, acompañarla en un momento así, cuando entro, de inmediato nos vimos, sus ojos se le iluminaron, me acerco a ella y le doy las condolencias, me presenta a sus hijos, los saludo y me quedo junto a ella, quería abrazarla, que se sienta consolada, pero no podía, no era ético, "cariño, gracias por haber venido, esto me demuestra lo gran hombre que eres", me dijo, en un momento en que quedamos solos, así estuve con ella hasta que enterraron al marido, yo me fui a casa y ella a la suya con sus hijos.
Yo salía siempre a la misma hora cuando nos veíamos para caminar y ella no estaba, al tercer día, siento el timbre del portal, contesto, y escucho su voz "ábreme", me dice, yo abrí el portal de inmediato y la esperé en la puerta de casa, entró, y se veía tristeza en sus ojos, apenas nos saludamos con un beso en los labios, "sabes que te extrañé mucho, y nunca voy a olvidar lo que haz echo por mi, acompañarme como lo haz echo", me decía agarrando mis manos con las suyas, era una calidez tan emotiva, en sus ojos, no solo la tristeza se reflejaban, sino que había como una chispa de amor, "te quiero", le dije simplemente, besando sus labios de nuevo, con ternura, "y yo a ti, tontorrón", me dijo, ahora ya el beso fue mas intenso, mas pasional, "que va a ser de nosotros?", me decía a medida que le iba quitando la ropa en el salón de casa, "no lo se, lo que vos quieras", le decía chupando y lamiendo sus tetas, sintiendo como acariciaba mi cabeza con sus manos y gemía sintiendo mi lengua y mis labios en sus pezones, "creo que ahora estamos mas libres, ya podemos quedarnos mas tiempo juntos, podemos dormir juntos", le decía, bajando sus pantalones hasta sus rodillas y metiendo mi dedo en su concha sin dejar de chupar sus tetas "si, lo había pensado, pero es que mis hijos me llaman todas las noches por teléfono", me decía, gimiendo con mi dedo en su concha y ella acariciando mi pija por sobre el pantalón, "me voy yo a dormir todas las noches con vos", le dije, yo no besando su tetas, se las mordía, le había metido dos dedos en la concha y se los movía para los costados, "eso había pensado yo", me dijo, sacando mi pija del pantalón y la mete en su boca, chupando con ganas, fuerte, yo la agarre de su cabeza y empecé a hacer que mi pija entre y salga, como si la estuviera cogiendo por la boca, yo mas rápido me movía, y ella mas fuerte chupaba, "Amelia, me acabo en tu boca", le dije, soltando su cabeza y notando como ella no dejaba de chupar fuerte, hasta que pasando mis manos por su espalda, y llegando a sus nalgas, me empiezo a acabar, Amelia no hizo nada por sacar mi pija de su boca, por el contrario, no dejaba de chupar y chupar, tragando, escuchaba el sonido que hacía con su garganta al tragar mi leche, como siguió lamiendo mi pija, le daba pequeñas chupadas, "pero Amelia, por que tragaste si me dijiste que no te gustaba?", le dije, viendo como lamía sus labios, "es la leche de mi hombre", me dijo, abrazándome y besando mis labios, metiendo ella su lengua en mi boca.
"Vamos a la cama cariño, que necesito tenerte, necesito que estés dentro mío", me dijo, y ella me llevaba de su mano a mi dormitorio, nos desnudamos los dos con mucha rapidez, en la cama nos besamos, ella no dejaba de acariciar mi pija, me daba sus tetas para que se las chupe, se acuesta boca arriba, me hace subir encima de ella, "mete tu polla en mi coño, necesito tenerte bien adentro, que esperas para follarme", me decía entre besos, sus piernas bien abiertas y levantadas, yo le empecé a meter la pija, entre gemidos de placer de ella, "así cariño, mete tu polla, soy tu mujer, folla a tu mujer", me decía, sin dejar de besarme, estaba distinta, no era la Amelia de siempre, estaba como liberada, era como que se hubiera sacado un peso de encima con la muerte de su marido, "así cariño, mete bien adentro tu polla, folla, folla mi coño, que es tuyo", me decía sin bajar sus piernas y moviendo sus caderas, disfrutando de una manera mas intensa, "sigue follándome así cariño, haz que me corra, pero tú no te corras, quiero que me folles por el culo y darte tu premio que tanto te gusta", me decía, casi a los gritos, se notaba desesperación en ella, movía sus caderas, su cintura como loca, gritaba, me aplastaba la cara contra sus tetas, me pedía que se las muerda, "me corro cariño, me corro, no pares de follarme que me corrooooooo", me grito, teniendo un orgasmo como jamás había tenido, gritaba, su cuerpo lo movía de un lado a otro, "por el culo, mete tu polla por mi culo y fóllalo", me gritaba, levantando mas sus piernas, yo me dejaba llevar por esta voragime de sexo y de pasión, le saque la pija de su concha y se la metí por el culo, "haaaaaa, haaaaaaaa, así cariño, folla bien adentro mi culo, así te doy tu premio", me decía, como si estuviera fuera de si
Yo le empecé a coger fuerte el culo, escuchaba como le salía el aire en forma de pedos, "así cariño, fuerte, folla mi culo fuerte, abre bien el ojete del culo de tu mujer, rompe bien el ojete de tu mujer", me decía entre lagrimas, "estas bien Amelia, te duele?", le dije, al verla llorar, "no cariño, lloro de felicidad, lloro de felicidad al sentir a mi hombre follar mi ojete, al saber que vamos a dormir juntos, que ahora si voy a ser tu mujer", me decía, mientras yo metía y sacaba mi pija de su ojete, haciendo que se tire pedos, "me voy a acabar Amelia", le dije cogiendo mas fuerte su culo, "si cariño, ahí esta el culo de tu mujer esperando tu leche mi vida, deja toda tu leche dentro de tu mujer", me gritaba, hasta que no pude mas, y me empecé a acabar, sentía como salían los chorros de leche dentro del culo de esa mujer que a cada momento me atraía mas, que sabía que ahora ya no íbamos a estar solo en la cama, que íbamos a poder disfrutar de nuestra relación, sabía que Amelia iba a ser mía para siempre.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!