Doña Amelia 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando termine de acabarme adentro su culo, caí como a su lado, "te dí tu premio?", me dijo, mirando mi pija, y me mira un poco desilusionada, ya que no me había ensuciado la pija, "no importa mi amor, ya me lo vas a dar, tenemos todo el tiempo del mundo", le dije, abrazando su cuerpo, bien pegado al mio, "si mi amor, y que distinto es saber que no tengo que irme corriendo, que puedo quedarme en la cama a tu lado", me dijo, pegando aún mas su culo contra mi cuerpo, y acariciando mis piernas con sus pies, "esta noche vienes a dormir conmigo a casa?", me dijo, dejando que yo la abrace fuerte contra mi cuerpo, "si mi vida, pero que te parece si ahora dormimos un ratito acá, nos levantamos, comemos algo, nos duchamos y a la tarde nos vamos a tu casa?", le dije, agarrando sus tetas con mis manos, "vale mi amor, hagamos como dices", me dijo Amelia, y así abrazados, nos dormimos.
Pasado el medio día nos despertamos, nos besamos, disfrutando el uno del otro, "sabes cariño, es la primera vez que duermo desnuda", me dijo, sonriendo con esa ternura que ella tiene, "me quieres echar otro polvo cariño?", me dijo, acariciando mi pija, "no, mejor nos duchamos, comemos y salimos a caminar, tenemos toda la noche mi vida para que te eche ese polvo que me pedís", le dije, nos levantamos, nos duchamos, jugábamos debajo del agua que caía de la regadera, "no sabes que feliz soy cariño", me decía besando y besando mis labios, cuando salimos de la ducha, ella me pidió algo para ponerse, yo le di una camiseta mía, y nos reíamos a carcajadas de como le quedaba, "te gusta como me queda?", me decía riendo, "me encanta", le decía yo apretando sus nalgas.
Comimos nos vestimos y salimos a caminar, ya a las afueras del pueblo la agarré de la mano, y ella me miró sorprendida, "es la primera vez que camino de la mano con alguien, ni con mi difunto esposo camine de la mano", me dijo, entrelazando sus dedos con los míos.
Así estuvimos caminando un buen rato, hasta que se empezó a nublar, parecía que iba a llover, cortamos camino por el monte y salimos cerca de la estación de servicio, cuando empezaron a caer las primeras gotas, ya íbamos caminando sueltos, empezó a llover mas fuerte y nosotros caminábamos mas rápido, no había nadie en la calle, Amelia entró en su portal y lo dejo abierto para que entre yo, ya que iba un poco mas atrás de ella, no queríamos que nadie se diera cuenta, mas que nada por respeto a ella.
Entramos en su casa, fue como ir al pasado, sus muebles antiguos, la casa olía a encerrado, a viejo, a violencia, era una sensación extraña, pero ahí estaba Amelia, sonriendo, feliz, estábamos empapados los dos, "esta es mi casa", me dijo, dejando que la abrace y la bese, "hay amor, tú estas empapado, vamos a cambiarnos", me dijo, yendo los dos a su habitación, yo como no tenía ropa, me quede en calzoncillos y ella se puso un camisón y unas pantuflas que la hacían diez años mas vieja, "y eso?", le dije, riendo y mirándola de arriba a abajo, "no, no, dame ese camisón y unas tijeras", le dije, cuando se quito el camisón estaba de bragas y sujetador, yo le corte las mangas y le corté casi toda la parte de abajo, haciendo que se quite las bragas y el sujetador, cuando se lo puso, le había cortado demasiado, y quedaba con medio culo al aire y su concha al descubierto, nos reíamos de nada, "así te puedo meter mano mas cómodo", le dije, agarrando con una mano sus nalgas y con la otra su concha, a lo que ella a todo me respondía con una sonrisa y un beso, ella estaba de espalda, preparando unas bebidas, y yo me arrodillo detrás de ella y le abro sus nalgas, "huy Amelia, que abierto tenés el ojete, y eso por que?", le dije, besando el ojete de Amelia, "y a ti que te parece por que puede ser?", me dijo, riendo y quedando de espalda, "no lo se, el ojete es tuyo", le dije, de rodillas pasando mi lengua por su ano, "mío?, es de quien me lo rompió", me decía, moviendo su culo contra mi cara, "y quien fue?", le dije, mordiendo sus nalgas, haciendo que de un pequeño grito, "un argentino guarro, que le gusta follar mi culo y que dice que como premio, salga sucia su polla de caca", me decía, dejando que le siga lamiendo su ojete, "y te gusta que ese argentino te folle el culo", le seguía diciendo, ya buscando su concha con mi lengua, "no solo que me folle el culo, que me folle el coño, chupar su polla, sentir su leche en mi boca, tragarla, sentir que soy su mujer y que él es mi hombre", me decía, abriendo sus piernas y gimiendo cuando le pasaba la lengua por la concha, "y que mas te hace?", le dije, mordiendo los labios exteriores de su concha, "me hace feliz, muy feliz, como jamás lo he sido, y yo quiero hacerlo tan feliz como me hace él a mi", me dijo, dándose la vuelta y me hace poner en pie y me besa la boca, fue un beso tan pasional, sentir su lengua dentro de mi boca, "te quiero tontorrón, me haces muy feliz y quiero que seas muy feliz conmigo", me dijo, y entre los dos llevamos las bebidas a la mesa, hablábamos, reíamos, fuera llovía como loco, empezó a pasar su pie por mi pija, "me estas educando muy bien", me dijo, arrodillándose entre mis piernas, sacando mi calzoncillo y empezando a chupar, a lamer, a besar toda mi pija, "me encanta chupar tu polla, aunque todavía tragar tu leche, me da un poco de asco", me dijo
Me guiñó un ojo y volvió a meter mi polla en su boca, la escuchaba como si estuviera ronroneando como un gato chupando mi pija, sentía como me lamía los huevos, "de quien es esto?", me decía y seguía lamiendo mi pija, "de mi mujer", le dije, "y quien es tu mujer?", me decía, metiendo mi pija en su boca, "una española que me tiene loco, que me hace muy feliz", le dije, acariciando su cabeza a medida que me chupaba la pija, "vamos a la cama?", me dijo, sacando mi pija de su boca y poniéndose en pie, "espera que te llame", me dijo y se metió en su habitación, "entra cariño", me dijo, y la encuentro en la cama, boca abajo, abriendo sus nalgas esperando que la coja por el culo, "vez que bien educada tienes a tu mujer, que te espera con el ojete pronto para que se lo folles", me decía moviendo su culo,verla era una cosa hermosa, esa mujer mayor, que se esforzaba a tope por hacerme feliz, yo me acosté a su lado y la empecé a besar, "no, no, nada de besos, directo a follar el ojete de tu mujer", me dijo, sin dejar que la bese ni la acaricie, me subí sobre ella, acomodo mi pija contra su ojete y me vuelve loco escuchar como gime a medida que mi pija le entra en su culo, "así cariño, mete toda tu polla en el culo de tu mujer, edúcame como quieres que sea, quiero complacerte en todo", me decía gimiendo, con mi pija toda dentro de su culo, lo movía, no dejaba de abrir sus nalgas, "estas cómodo así cariño, me estas follando cómodo?", me decía, "tengo los pies fríos y el culo caliente", me decía, moviendo su culo, a medida que yo sacaba y metía mi pija de su ojete, yo le saqué la pija del culo y me quedé mirando su ano, "que abierto que lo tenés, que ojete tan abierto", le dije y volví a meter la pija, "haaaaaa, así cariño, ábrelo, ábrelo todo lo que quieras, mi ojete es tuyo, yo soy tuya, hazme lo que quieras", me decía, la sentía temblar, la sentía gemir a medida que le cogía el culo "cariño, córrete tú, yo no creo que llegue, pero estoy disfrutando mucho de tu polla como me folla el ojete", me decía, sin dejar de abrir su nalgas y gemir, "así cariño, disfruta de tu mujer", me decía, dejando que le coja bien fuerte el culo, haciendo que se tire pedos a cada metida de mi pija, "haaa, haaaaa, haaaaaa, que rica polla me entra y me sale del ojete", me decía, era una cosa, que lo que sentía en ese momento, es demasiado difícil explicar, metía y sacaba mi pija con mucha fuerza, escuchaba los pedos que le salían, hasta que no aguanté mas y me fui al fondo de su culo, y entre estertores, gritos, gemidos, le estaba llenando el culo de leche, ese culo que es mío, que yo lo romí, de esa mujer que es mía, que se entrega a mi sin condiciones, que me quiere hacer feliz, como yo a ella, que no le importa que le destroce el ojete si con eso me hace feliz, "te quiero Amelia, y no me importa la diferencia de edad", le dije, cayendo como fulminado sobre su espalda, con toda mi pija dentro de su hermoso culo.
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