Dudas De Mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi vida es bastante monótona , de casa al trabajo, del trabajo a casa y así durante toda la semana.
Trabajo en el departamento contable de una pequeña empresa de construcción y todas somos mujeres en este departamento.
Si que es verdad que los viernes terminamos de trabajar a medio día y todas las compañeras solemos quedar para comer y pasar la tarde, algo también rutinario.
Nos contamos lo aburridas que estamos del trabajo, de la empresa, de la vida que llevamos y de la faena que nos dan los hijos y de como nos va con nuestras respectivas parejas.
!!!!!Cosas de mujeres!!!!
Yo por mi parte, al igual que algunas de mis compañeras, ya paso de los 40 y llevo más de10 años casada y con hijos, por lo cual la vida en pareja también se hace un poco monótona y aquella energía y ganas de hacer el amor que existía al principio se va desvaneciendo con el tiempo hasta llegar a un punto que lo haces muy de vez en cuando y más bien por rutina o por "obligación", con una falta de deseo total.
Te llegas a conocer tanto en la pareja que sabes que quiere el otro sin hablar, sabes que va a hacer .
y que te va a hacer, el factor sorpresa ha desaparecido y ese cosquilleo o mariposas en el estomago al estar junto a tu pareja también, más bien necesitas ese tiempo para ti para compartirlo con tus amigas y desconectar de esa vida familiar tan.
¿monótona, aburrida, predecible.
?
Normalmente, varias compañeras compartimos coche para ir al trabajo, pero el viernes de la semana pasada tenia visita médica y entré más tarde a trabajar, por lo que cogí mi coche yo solita.
Cuando salimos de la comida típica de todas las semanas decidimos irnos para casa, ya que hacía un tiempo nefasto y habían anunciado que podria haber cortes de carretera por la zona.
Aprovechando que iba sola y que habiamos terminado un poco antes de lo normal decidí pasar a comprar algunas cosas necesarias para casa por el supermercado que se encontraba cerca del restaurante, cierto e que está un poco apartado de mi ruta, pero total voy con tiempo.
Cuando salí del restaurante con el carro a tope estaba empezando a nevar de una forma intensa, como ho había visto nunca, así que me apresuré a meter toda la compra en el maletero y puse rumbo a mi casa.
Al salir a la carretera principal un coche de tráfico me paró y me dijo que no podía continuar, la carretera estaba cortada por un accidente, había volcado un camión y tal como estaba el tiempo no podria solucionarse hasta el día siguiente, así que muy enfadada llamé a mi marido le explique la situación y me propuse buscar donde pasar la noche, había oido que cerca del restaurante había un pequeño hostal, así que puse rumbo hacia él.
Aunos pocos kmts.
del hostal noté que el cohe hacía algo raro, m****a, no era mi día.
Me baje a ver que sucedía y había pinchado , .
pero no una rueda no.
vaya suerte.
había pinchado dos, por lo cual me quedaba tirada toalmente en medio de la nada.
Llamaré a emergencia a ver si pueden enviar a alguien pensé, .
pero.
me había quedado sin batería en el movil, no podía ser, era el colmo de la mala suerte.
Al cabo de un buen rato vi que se acercaban unas luces, estaba salvada alguien me podia ayudar.
Era un señor con un pequeño tractor que intentaba llegar a su casa, le pedí ayuda y muy servicial no puso ninguna pega, todo lo contrario.
Se ofreció a cambiarme la rueda, pero le dije que era inutil que había pinchado dos, así que me dijo que lo único que podía hacer era avisar a alguien cuando llegara a casa o acercarme a algún sitio, por lo que opté por lo segundo aunque el tractor era pequeño y solo habia un asiento, el del conductor.
Me acomodé como pude sobre el paso de rueda del tractor y comenzamos el viaje.
Era increible lo que me estaba pasando, era el colmo de la mala suerte y además cada vez nevaba más y el tractor no era cerrado por lo que me estaba poniendo empapada.
Estaba de muy mala leche, cabreada con la situación y a la vez absorta en mis pensamientos como si aquello fuera una pesadilla.
De pronto caí en la cuenta de como era la persona que me había socorrido, era un hombre alto, corpulento y con una pose ruda pero muy atractivo y sin saber como mi mente empezo a fantasear con tener un buen polvo con un desconocido como aquel.
Intenté quitarme aquellos pensamientos pero aún no se por qué no podia dejar de mirarlo.
El se dió cuenta de que lo miraba.
– ¿Que ocurre?- me preguntó.
Yo, un poco ruborizada por mis pensamientos, le dije que nada, simplemente estoy muy agradecida por la ayuda que meha dado.
En uno de los recodos del camino estube a punto de caerme del tractor, él me dijo que me agarrara bien.
Me ofreció su brazo.
Agarrese a mi brazo, no se vaya a caer,
No lo dudé, me agarré con fuerza a su brazo y noté su brazo bien fuerte y musculado, algo que me hizo extremecer de placer.
Sin poder impedirlo entre el traqueteo del tractor y sentir aquel brazo musculado empecé a sentirme húmeda y excitada, mi pezones se estaban poniendo duros como piedras y mi vulva empezaba a abrirse y humedecerse.
Me sentia avergonzada, extraña pero no podía soltar aquel brazo.
Llegamos al hostal y me bajé del tractor dándole las gracias de nuevo por su ayuda.
– Paresé a tomar algo caliente, le dije.
– Gracias, pero tengo que llegar a poner el tractor a buen recaudo, me contestó.
– No va ser posible eso, dijo la persona que estaba a cargo del hostal, acaba de dar en las noticias que está todo cortado en 30 kmts a la redonda, estamos completamente aislados.
Sentí algo por el cuerpo que me recorría de los pies a la cabeza, quería estar más tiempo junto a aquel hombre, no podía creer lo que estaba pasando por mi cabeza.
Pedimos habitaciones y preguntamos si podíamos comer algo.
Así que no pudiendo hacer otra cosa nos dispusimos a tomar algo y a charlar un rato.
Era increíble, sentía una extraña sensación por mi cuerpo; estaba hablando con un extraño de una forma desenfadada como si lo conociera de toda la vida, pero eso no era todo, lo peor era que deseaba que me tomara entre sus brazos y me hiciera el amor.
Acabamos de cenar y nos dirigimos a nuestras habitaciones a descansar.
Me di un buen baño para entrar en calor, aunque ya tenia bastantes calores interiores, estaba caliente como hacía mucho tiempo que no había estado, estaba deseando que me penetraran que me hicieran el amor, que me hicieran ver las estrellas, estaba excitada como una perra en celo, eso no era propio de mi que me estaba pasando.
Al salir de la ducha aquel calor interno seguía corriendo por mi cuerpo, así que me estiré sobre la cama y empecé a acariciar mi clítoris hasta correrme de placer, hacía muchísimo tiempo que no me masturbaba, y nunca lo había hecho pensando en un hombre que acababa de conocer.
Tuve una noche épica en cuanto a masturbación, me corrí varias veces, hasta que me dormí pensando en aquel hombre.
Por la mañana al salir de la habitación me encontré con él en el pasillo y sentí como toda la piel de mi cuerpo se extremecía.
-Buenos días, nos volvemos a encontrar, desayunamos juntos, me dijo.
No sé aún como no contesté le agarré por el cuello y le besé como si me fuera la vida en ello, sin soltarlo abrí la puerta de mi habitación y estiré de él para adentro.
No le di tiempo a reaccionar.
Lo tenía cogido por el cuello mientras mi boca besaba la suya y mi mano cogía con fuerza su miembro por encima del pantalón.
Aquello crecía por momentos, así que sin dudarlo bajé sus pantalones y empecé a masajear su miembro con gran delicadeza.
Él había desabotonado mientras mi camisa y sus manos recorrian mis senos de una forma delicada , sentia sus manos trabajadas en mi piel y su miembro latía entre mis manos.
De pronto una de sus manos bajo con suavidad hasta encontrar mi monte de venus, ahí hizo una pequeña parada y sus dedos empezaron a recorrer mis labios mayores de una forma inususal, delicada, como nunca nadie me había tocado.
sentí como se adentraban con muchisima delicadeza en mi vagina que por cierto estaba ya chorreando.
De pronto me volteó y me estiró boca a bajo en la cama, sus dedos sigieron acariciando mi vagina, ahora le tocaba a mi clitoris y senti que aquel pene se habria hueco muy poco a poco en mi interior.
Me embestia con fuerza pero con delicadeza a la vez, mientras sus manos acariciaban mis nalgas con delicadeza, me embestia una y otra vez mientras sus manos masajeaban mis nalgas y el orificio de mi ano, Nunca había dejado que mi marido me pusiera las manos en ese agujero, pero.
De pronto entre embestida y embestida y caricias en mi ano notaba que este se dilataba como pidiendo ser penetrado y de pronto ummmmhhh.
uno de sus dedos habia entrado en ese agujero prohibido haciendo que me corriera mientra sentia su pene dentro de mí y su dedos jugando con mi agujerito, creo que me corrí varias veces seguidas.
La experiencia fue maravillosa, llegé a mi casa y me sentí de nuevo de vuelta a mi monotona vida y viendo todo de la misma manera.
Pero tal vez algo haya cambiado en mi, en mi vida.
Tal vez no me importaria tener nuevas experiencias de vez en cuando con alguien desconocido.
O tal vez prefiero quedarme como estoy, NO SE.
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