Dulce o Truco XXX 8
Narración de Halloween donde vuelve el maestro que saca lo mejor de las alumnas que sacan malas notas….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Mala Nota 2
Paco el maestro de literatura de cierta academia seguía dando sus clases pendiente de hacer un buen trabajo, un poco molesto porque hace algunos meses tuvo un problema serio, era como de costumbre parte de esos maestros que los veían demasiado sencillos para tomarlos en serio, pero a la hora de calificar no se tentaba el corazón, muchos lo tomaban por hecho, alguien fácil de burlar, sin embargo sabía reprobarlos, y por eso un trió de estudiantes acabó haciendo una escenita que casi le cuesta el trabajo, si la subdirectora quería tratar a los alumnos como clientes, pero la directora no lo permitió. Ahora debido a ello era más prudente, aparte que sus 3 preciosas alumnas habían dejado de asistir a clases desde hace años, y aunque siguió gozándolas unos meses después, dejaron de visitarlo, y seguramente ya hasta lo habían olvidado, aunque eso no le importaba tanto. Era lo mejor para no llamar la atención, o casi, como empezó a cuidarse, mantenían una imagen que le ayudaba a verse bien para atraer a otras colegialas, y ese sería el caso de una preciosidad de nombre Marilu, una linda chiquilla de cabello castaño ondulado hasta media espalda, piel clarita, que le miraba coqueta desde su asiento, se notaba muy interesada en él, con ganas de experimentar, si se daba cuenta como jugaba con el filo de su falda cuando este pasaba cerca, tratando de llamar su atención, lo cual lograba sin problemas, aunque nunca se daba el tiempo para llegar a nada, solo eran miradas o juegos de parte de ella, quien parecía incitarle para que se acercara, aunque no terminaba de hacerlo porque el grupo de niñas donde se reunía, era de esas que se contaban toda clase de tonterías, eran tan chismosas que eso le daba pendiente con Marilu, quien tenía problemas y sacaba malas notas en su clase.
Por otra parte Paco mantenía una buena imagen, trabajador y soltero, buscando con quien pasar el rato, como se mantenía en forma, no le faltaban algunas miradas indiscretas, mujeres que lo vieran en la calle esperando poder pasar un rato divertido, lo cual le gustaba al hombre, pues siendo gordo las nenas no le hacían caso, aunque mantenía mucho el control, pues si bien una madre no lo pensó mucho antes de pedirle ayuda con su hijo, un pequeño mozalbete que no sabía la diferencia entre sinónimo y una escuadra, pero la mujer, una belleza canela de buenas tetas, con unos kilitos de mas y una cintura breve, merecía un poco de tiempo extra, por lo que no se lo pensaría antes de darle con todo, buscando ensartársela hasta el fondo, gozando de darle una buena cogida, apenas subiéndole la falda en un instante, donde vería un calzón de señora, que lo sacaría para ver un buen par de masas de carne, con un coño peludo, y eso solo para negociar un encuentro. Recordaba cómo llegó negociaron un poco las calificaciones, por lo que irían a su casa, la mujer al llegar iba con unas prendas de yoga, fingiendo que todo era fortuito, haciendo ver que esta era de esas tipas que se entrenaban para verse bien, y cuando le quito sus pantalones vería un coño peludo de antes, pero lo pasó de largo, la besó con locura mientras sus manos insistían sobando esa vulva, le besaba con una ansiedad que se notaba por la forma en que iba sobando cada parte de su cuerpo, sacándole el resto de la ropa para sentirlo en plenitud, disfrutando de una cama, aunque no estaba del todo contento, hubiera preferido no hacer eso Paco, iba contra sus ideas, pero no quería sacar más problemas y aparte sabia que ese alumno era un fracaso, por lo que desquitó su frustración sobando esas tetas, o le lamia las tetas, se perdía en esa locura sexual que lo dominó, haciendo que se la clavara con toda la libertad del momento, encajándosela hasta el fondo, y es que la tipa era una golfa de primera, que le gimió de una manera tan deliciosa en el oído mientras estaban en el sofá, dejándose llevar por el momento diciéndose cosas tan eróticas, provocando que la madre estuviera escurriendo, si desde que llegó pudo prácticamente oler el aroma de puta en celo que le hacía calentarse más, facilitando su entrada y salida, era un gusto que nadie se lo iba a quitar, en especial cuando se corriera dentro.
Así pudo gozar a una que otra madre, también a alguna maestra, aunque con estas era cuidadoso, porque las sabía demasiado perras, pero por suerte eso le ayudaba a tomar distancia, y evitar problemas con la directiva, que ya sabían lo insufribles que podrían ser algunas de estas, lo cual le permitiría mantenerse haciendo de las suyas. También se pudo cumplir su fantasía con Nelly, la secretaria más sabrosa de la institución, con quien pasaría la noche gracias a una fiesta, la muy tonta se pasaría de copas, disfrutando de la bebida más de lo deseado, pero acabaría perdiendo la compostura, casi ofreciéndose a quien estuviera cerca, recordaba con gusto, como ella se le acercó, buscando un poco de atención privada, diciéndole:
Vamos paquito, se que te gusta, porque no me haces caso – decía con una voz aguardentosa, que suplicaba por su verga entre sus labios.
Así que se la pasarían juntos toda la fiesta, entre rozones coquetos, unos cuantos besos, y juegos que escondían un libido intenso, pues él tampoco estaba tan bien, la única ventaja, es que resistía lo suficiente, estaba por llegar a su límite, aparte comía cacahuates para resistir mejor, y cuando fue necesario, este se la pudo llevar a su casa, sería un gusto enorme, pues fuera de las vistas de sus compañeros, ella no dejaría de encimarse, ofreciendo todo lo que tenia para gozar de ese cuerpo, el del hombre, porque la secretaria se notaba bien caliente, deseosa de jugar como adultos, si lo hizo sutilmente en la fiesta, restregando sus tetas o culo en cualquier oportunidad, y como usaba su traje laboral, le resultaba más delicioso, algo tenia la mujer que llenaba demasiado bien aquellas prendas, pero una vez fuera, esta parecía querer tenerlo dentro, haciendo que el hombre ardiera en deseo. Esa noche fue para recordar, pues la secretaria se dejaría hacer de todo, sacarse la ropa como este tanto deseaba, le abriría la camisa de un movimiento que la haría sorprenderse mientras su cara parecía suplicar por más, dejando a la vista sus redondas chichis que apenas contenía su lencería, igual dejaría a la vista su carnoso coño, rompiendo la zona de la pubis, que apenas cubría una pequeña tanga coqueta, la cual estaba escurriendo.
Estas de lujo Nelly, de aquí no te vas sin que te llene el coño, desgraciada – le diría Paco antes de encajársela hasta el fondo.
Seria brusco, solo una embestida, pero la mujer estaba tan caliente que no le importó, casi pudo ver que sus mieles sexuales saltaron de ese único movimiento, quería tenerlo dentro, y pujaba de gusto cuando le dieron ese trato, empezando el juego sexual que iba sin control dándole tan fuerte como podía, gozando de esas carnes deliciosas, que se entregaban por completo, mordiendo, chupando y lamiendo sus tetas que quedarían marcadas por esa noche, jugando en veces sus lenguas mientras se enredaban entre la pasión, al tiempo que clavaba con una fuerza que movió la cama en cada embestida, ella gemía como perra en celo, aferrándose a los brazos del hombre, se besarían con locura, mientras las tetas se movían de manera cadenciosa, rosando contra el pecho, sus caderas unidas en un movimiento seductor. Se perdían en el tiempo cogiendo como si el mundo se fuera a acabar, ahogados en un ritmo cardiaco que sacaba toda la sexualidad del momento, ella recibirían todas las embestidas con un gusto que se reflejaba en la cara, sus gemidos se perdían entre los besos y cuando le llenó el coño, esta pensaba irse, pero no se lo dejó Paco, quien la tomaría al tratarse de escapar, sujetándola de su cintura para metérselo en el culo, sintiendo como si ese par de masas le acariciara la verga, era una fortuna increíble, le encantaba esa sensación tan buena, aparte le dejaba sujetar bien las enormes tetas, que apenas y le cabían en la mano, las cuales sobaba de manera viciosa, sacándole algunos gemidos extra.
No chiquita, si de esta no te salva nadie, ya te me tenias que entregar – le llegaba a decir Paco a la secretaria, antes de morderle la oreja, quien prácticamente la estaba pasando de locura.
Espera, esto es mucho, mm – suplicaba Nelly mientras la bombeaban.
Ni que decir que no le hizo caso, el maestro le tenía demasiadas ganas a la secretaria como para dejarla escapar, continuando con el juego sexual, embistiéndola con todas las ganas que le traía a la mujer, aferrándose a su cuerpo con tanta fuerza que ella se rendía, aparte que el placer que se descargaba era demasiado intenso, y le dio al menos 3 cargas en su coño, aparte de la del culo, llenándole hasta escurrir, la había desecho en toda esa faena sexual, quedando ambos en la cama perdidos hasta la mañana, cuando verían como un celular sonaba, siendo el de la mujer, quien al ver los mensajes se marcharía corriendo, aun escurriendo por todo lo que le habían hecho, aunque aun miraría al hombre en la cama, quien parecía querer continuar con la acción. Luego de eso Paco la buscaría pensando que podría tener algo más serio, incluso pensaba llevarle rosas, por desgracia Nelly no volvería al trabajo y este se extrañaría, dejando pasar semanas antes de enterarse de lo que sucedía, pues la secretaria se casó con un hombre, un idiota de esos que siempre se salen con la suya, un acuerdo pues los padres de ambos eran de otro estrato social, aunque el tipo tenía fama de gay, por lo que tendrían dudas pues sabían que supuestamente logró embarazarla desde la luna de miel, aunque para el maestro, le daba gracia porque quizá esta tipa podría haber quedado preñada de él, pero eso ya no importaba, dado el caso no volvería a verla en toda la vida, al demonio.
Paco seguiría con sus clases, disfrutando de ver como las preciosas adolecentes casi se le ofrecían con sus cortas faldas, jugando con sus escotes, casi enseñando sus juveniles pechos en desarrollo, o con los descuidos de cada una de ellas, para disfrutar de la preciosa vista, y de ser posible comenzar a coquetear con alguna, aunque siempre era cuidados, no trataba de llegar muy lejos, solo darles entrada, solo alguna clase de coqueteo juguetón, sabía que esto era complicado, y de ser descubierto tendría problemas, pero bien lo valía, desde su anteriores alumnas, Edith, Janeth y Azalea, se había quedado con las ganas de mas, sentir con la lengua aquellas formas, o esa sensación de irle metiendo la verga en los coños tan estrechos, que iban gozándose de manera suave, firme, y por suerte había logrado disfrutar de algunas de ellas, aunque se daba cuenta que no todas eran vírgenes, lo que le dio confianza de cogerlas con más fuerza, pero también le indicaban cosas que quizás no debería averiguar más de ellas. La noche de Halloween sería como muchas tantas, los niños llegaban a su puerta solicitando dulces, aunque debido a una curiosa situación, la privada donde vive tendría una pequeña fiesta especial para esa noche, pues uno de sus vecinos mas nuevos llegaría con un niño de 5 años, quien curiosamente su cumpleaños era en plena fecha, lo que hacía que le arreglaran un convivio entre todos, haciendo un buen momento, y gracias a eso los niños llegaban a pedir golosinas a los vecinos juntos.
La celebración estaba muy bien, los chiquillos jugaban, hacían bromas, realizaban competencias, todo era alegría, se movían si cuidado, lo que a Paco le gustaba, pues veía niñas con trajecitos algo curiosos que despertaban su ganas de coger, algunas fantasmitas sus ropas se traslucían detrás de la luz de algunas farolas, dejando verles todo, notando una chiquilla culona que le daban ganas de conocer mejor, una bailarina que algunos 10 que podría abrir totalmente sus piernitas, además de una preciosa mujercita de unos 21 años, con traje de enfermera sexy que revelaba cuerpazo increíble, desde tetas como manzanas,, con una cinturita, un liguero bastante sensual, a su lado una chiquilla de solo 5 años que estaba muslona, seguro que gemiría bien rico si la sobaba fuerte, iba de hada, una niña preciosa que parecía verse capaz de aguantar un rato, moviéndose juguetona, si mas de una vez parecería que podría dejar a la vista más de lo que muchos creerían, además a su lado estaba una muchachita que iba de vampira, era una belleza, todo estaba en su lugar, pequeñas tetas de forma traviesa que se estaban desarrollando, una cinturita breve, unos muslos carnosos bastante sensuales, todo enfundado en un vestido que no podría ocultar su bonita figura, era más bien esbelta, pero estaba seguro que podría aguantarle la tranca bien metida hasta el fondo, al menos eso pensaba el maestro, mientras bailaba con una vecina anciana por compromiso. Pasarían las horas, empezaron desde tarde, aun con la luz del sol, pero en la noche aún quedaban muchos de los vecinos en pie, bebiendo como si el mundo se fuera a acabar, cuando para Paco todo había terminado, decidió regresar a su casa, sabiendo que podría dormirse incluso con la música que aun sonaba, la cual ya no le gustaba, se despidió amable, aunque le invitaban otra copa más, pero les decía que no le entraba, lo cual era una mentira, solo que no quería terminar borracho en medio del jardín, en medio de gritos se marchó, estaba cerrando la puerta cuando escucharía detrás de él, “Dulce o Truco”, lo cual le iba a molestar cuando notó que era la hadita y la vampira, quienes llegaban con una bolsita de dulces, que tenía pocas cosas, Paco al verlas se sintió un poco inquieto, pero les diría que esperaran pues debía tener golosinas guardadas en la cocina, así que fue a revisar, dejándolas en la sala, corriendo para dárselos, así que se iría con prisa buscando las bolsas, mismas que dejó a la mano cuando sentiría que alguien le siguió dándole un pequeño susto.
Perdón, es que quería un poco de agua – decía la pequeña vampira un poco nerviosa.
Ah, claro, espera, aquí te doy un poco – dijo Paco mientras le servía un de un garrafón.
La niña bebería un poco, pero sería descuidada, dejando que la ropa se le mojara un poco, a lo cual el profesor tomaría una franela para limpiarla de manera descuidada, sobando y tocando las tetillas de la niña que se ruborizaría levemente, mientras se dejaba palpar encima de su vestido, que se iba pegando a sus formas femeninas, lo cual sorprendió un poco al hombre, quien la miraba con cuidado, pues se portaba muy sumisa.
Todo bien, preciosa – le diría algo inquieto, sin dejar de sobar llegando a su vientre plano.
Si, profe, pero se ve que le gusta, dígame, quiere hacerme el amor, verdad – finalmente dijo la chiquilla sorprendiendo al hombre.
¿Marilu? Ah – diría algo confundido mirando a la niña de pies a cabeza, notando como esta se le quedaba mirando, no la reconoció por el disfraz, pero era la misma.
Mucho se dice de usted, pensé que sería un abusivo, que trataría de violarme por estar reprobando y así pasarme, pero no, siempre fue respetuoso, incluso no trató de meterme nada a la bebida, solo jugaba con usted, aunque si se me hace guapo, dígame, no quiere hacer travesuras – diría la niña con un tono juguetón que le sorprendía al hombre.
Este miró a la niña, era su estudiante, pero poco le importó, claro que quería aprovechar la situación (el alcohol era mal consejero), pues sabía que esta no podría armar algo tan complicado, así que la levantó para ponerla en la mesa y comenzó a besarla para disfrutar de su boquita, mientras iba sobando igual su pequeña figura, sintiendo tibia su piel, que se dejaba calentar por esas grandes manos, pues la noche era fría, y el vestido demasiado ligero, sacándole con cuidado esa tela, llegando hasta las bragas, una prenda de algodón rosita, donde tuvo un poco de cuidado, pero luego tendría que tumbarla, pues deseaba sacarle todo y con cuidado la acomodaba para dejarla desnudita, si acaso solo con su larga peluca negra y las medias, pues los taconcitos serian puestos a lado, dejando ver una vulva deliciosa. Paco se tomaría su tiempo, primero viendo tal espectáculo carnal, donde fue sobando a la preciosa nena, haciéndola disfrutar de su tacto dominante, luego lamiendo con cuidado esa parte de manera un tanto inquieta, pero con delicadeza, quería que la nena disfrutara de ese gusto, aparte que recordaba las veces que esta se había dejado ver más de la cuenta, mostrando el nacimiento de sus muslos que ahora lamia con un gusto tan intenso, disfrutando de aquel sabor delicioso mientras iba alcanzando sus tetillas, que iban poniéndose en punta, mientras la nena decía:
Mm, si, no es como me dijeron, esto se siente rico, mm – fueron las palabras de la niña que se perdía en un mareo sexual mientras era invadida por esa lengua que la iba penetrando.
Pronto el hombre se acomodó para metérsela todo, quería que Marilu sintiera lo que era un macho en su interior, y se preparó, aunque le puso aceite de cocina para que no le doliera, y con eso, se la fue metiendo hasta el fondo, en un lento empuje que fuera abriendo firme su vulva estrecha, tratando de darle tan duro como fuera posible, y la niña se agitó un poco, pero tras un quejido empezaría a ser penetrada, pues apenas le rompió el himen, sintiendo el placer de aquella preciosa virginidad robada, seguiría, primero lento, queriendo que su alumna se acostumbrara, pero igual en medio de las penetraciones, esta se iba entregando al placer sexual, dejando de gemir por segundos, pero luego empezando a quejarse en un lento ardor sexual que tomaba el control de su esbelto cuerpo, que se encendía ante la lujuria del maestro, quien iba liberando todo su ardor sexual, en medio de un ritmo, que sacudía su figura, moviéndose cada vez más fuerte, dándole oportunidad de lamer y chupar las tetillas, mientras llegaba el orgasmo deseado, que sacudiría su mente, mientras este llenaba su conchita.
Es todo o me llevará a la cama profe – cuestionaría la niña mientras le escurría la vulva.
Eres bien viciosa, como me gustan, ja – respondía el hombre con un morbo total.
Aquellas palabras no las podría resistir Paco, tomando a la chiquilla, quien parecía entregada a ese placer sexual, aferrándose vistiendo solo sus medias, y siendo llevada por el hombre, pero al salir verían a la pequeña hada muslona, quien seguía en la sala, esperando algo inquieta, lo cual helaría la sangre del hombre, hasta que la niña le dijera que viniera, que le tocaba a ella, cuestión que no le gusto de momento, sin embargo estando aun ebrio, no se detuvo, subió al segundo piso con cierta rigidez, aunque al llegar a la cama, la misma Marilu desnudaría a la tierna Marianita, quien parecía un querubín de las pinturas, y la acomodaba para entregar el culo, que se sentiría tan apretado, la niña se dejaba hacer de tal manera, que todo parecía demasiado fácil, iba siendo penetrada en completo acuerdo, pero Paco no pensaría mucho en ello porque lo estaba gozando, ese culo tan delicioso era un deleite, estaba sintiéndolo como jamás creyó, disfrutando de las masas suaves de carne que se iban abriendo mientras le rompía el culo, y la niña no decía nada, solo se dejaba hacer, perdidos en el morbo, pues le rompía el culo a una nena de solo 5 años, que se dejaba coger como si fuera una hembra adulta, incluso se oía como si deseara mas, lo que le impulso a metérsela más profundo, luego comenzando un ritmo cadencioso, lleno de lujuria, haciendo un vicioso trió, que controlaba, se besaba con su alumna, mientras la nena pequeña era empalada, haciendo un gesto delicioso, era sobada, y sus piernitas abiertas, antes de correrse. Solo que la calentura del momento no dejaba que nada de eso acabara, seguía tieso a pesar de haberse corrido, y prueba era ese culito escurriendo, pero Paco necesitaba seguir cogiendo, y la estudiante, le diría que se acostara, pues ella misma se penetraría, cabalgando la verga como si fuera muy experimentada, mientras la linda Marianita se quedaba rendida a un lado desnudita, lo cual aumentaba el morbo, pues podría gozar a su alumna que lo montaba de tal forma que era un deleite, verla moverse al tiempo que iba cayendo su peluca, dejándole tocar sus pechos o nalguitas, jugando con su anito mientras ella gemía, perdiéndose en el placer que sus cuerpos liberaban como un calor vicioso, unidos por esa verga que se atoraba en el coñito, se preparaba para volver a soltar su carga, lo cual parecía ella desear, en especial cuando le dijera:
Córrase profe, aun no tengo regla, puedo hacerlo sin problema, démelo todo, castigueme por ser mala estudiante – fueron las palabras de la nena antes de que impulsado por esta se terminara corriendo en su interior, llenándole la vulva de su leche, como si la marcara como suya.
Buen relato casi había olvidado al profe creo que todos los relatos de halloween podrían convertirse en sagas y no solo relatos de estas fechas apuesto a que hay muchas mini putas para follar saludos
Gracias, lo tendré en cuenta, de momento estoy subiendo lo que sigue, espero lo disfrutes, nos vemos…