Dulce y Perfecta Venganza (1)
Como me vengue el imbécil abusador de mi primo, desvirgando a sus hijastras y rompiendo su pareja..
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Tengo un primo que, con perdón de mi difunta tía, es un verdadero hijo de puta.
Se llama Mario, y es el típico matón abusador de colegio, que creció y sigue siendo un hijo de puta.
Trabaja en la municipalidad de la ciudad en la que me encuentro ahora, que no vale la pena mencionar, y es un forro de cuidado.
Es un tipo grande, enorme, medio rellenito.
Y siempre, desde chiquitos, nos jodía y nos pegaba a los primos mas chicos, incluso aunque tuviéramos la misma edad.
Además, tengo entendido que a un par de primos chicos, que se veían un tanto afeminados, abusaba sexualmente de ellos.
Yo nací con un problema de muchos, que los testículos me bajaron tarde, y tuve un desarrollo genital tardío, así que eso hace que tenga un pene pequeño para mi edad y estatura.
Que no soy petiso, mido 1,77, pero mi primo es mas bestia, llega al 1,90.
Así que durante toda mi vida, mi estigma ha sido, además de ser medio nerd, y delgado, tener un pito chico.
No minúsculo, si cojo comuna mujer, ella lo va a sentir y lo va a disfrutar igual.
Por que es mas como lo usas que cuan grande lo tenes.
Pero eso a mi primo no le sirvió de nada por que para él, siempre fui “Robertito, el del pito chiquito”.
Con el paso del tiempo, la familia de mi primo, es decir, mis tíos, terminaron mudándose a una ciudad cercana, y me libre del primo Marito.
Lo poco que sabía de algún comentario familiar, era que en el ultimo tiempo, Mario se había juntado con una venezolana negra, que tenia dos hijas pequeñas, a las que adopto.
Eso para mi fue el dedo en la llaga, no solo pro que tengo una debilidad por las mujeres negras, sino que también yo sigo soltero y se me hace difícil conseguir mujeres siendo un tanto reservado.
Posterior a sobrevivir a la pandemia, y como estaba sin trabajo, me surgió una hermosa propuesta laboral bien pagada en esa misma ciudad cercana en donde vivían mis tíos y el pesado de Marito.
Pero mientras no este con ese pelotudo, todo bien. Y como dije, el pago es genial, especialmente en este país de mierda.
Es una oportunidad que no podía desaprovechar y no lo hice.
Es mas, al poco de llegar, puse a la empresa en una buena posición, ya que el puesto que empecé ocupando, era de analista de sistema, y les arreglé muchas cagadas que tenían ahí dentro.
Pero claro, los primeros días, semanas, como no tenia lugar propio ni mucho dinero, me termine quedando en la casa de mis tíos. Bueno, de mi tío, ya que mi tía falleció durante la pandemia.
En esa casa estábamos mi tío José, mi otro primo Javier, y luego, de visita, caía mi primo Mario, que tenia una casa muy cerca.
Uno creería que un tipo así, eventualmente maduraría al ser padre, tener una mujer y todo eso.
Pero en su lugar, seguía siendo un hijo de puta que humillaba a los demás ni bien podía.
Durante las cenas familiares, con la visita de otros amigos, el muy hijo de puta me humillaba con mi apodo de “Robertito el del pito chiquitito”.
Encima cuando tomaba, era aun peor.
En un momento me canse y le pedí amablemente que parara con los chistes que ya no éramos pendejos.
Como el típico matón que es, se termino burlando aun mas.
Y cuando pensé que amenazándolo de pegarle, se paro y me invito a ir afuera a cagarnos a piñas.
Claudia, la hermosa mujer negra que era su pareja, medio que lo paro un poco, por suerte.
Claudia es una mujer hermosa, una morenaza con unas lindas caderas, unas buenas gomas y una actitud muy amable y cariñosa.
Encima tiene un acento latino hermoso.
Yo me fui enamorando de ella según la fui conociendo, y al día de hoy la amo.
Especialmente cuando un hijo de puta como mi primo, no se la merece.
Eventualmente conseguí un departamento propio.
Pero aun así seguía yendo a visitar a mi tío y mi primo Javi los fines de semana, aun a sabiendas de que me podía encontrar con el pelotudo de Marito, por que el ver a Claudia era una bendición.
Y también lo eran sus hijas, Anita y Morenita, de 10 y 11 años.
Eran hijas de una pareja anterior de Claudia, Martín, un negro al que el régimen de Maduro hizo desaparecer en el 2015.
Así es como en el 2017, Claudia agarro lo que pudo y viendo como estaba la cosa, se vino a la Argentina.
En el 2019 es que conoce al pelotudo de Mario, con quien ha estado desde entonces.
Claudia no solo es una negra de piel oscura muy hermosa, también es amable y nos llevamos muy bien.
Aunque la verdad no sé si lo que siente por mi es amor, igual que yo, o solo lastima por que Mario se la pasa burlándose de mí.
No solo me ha defendido de Mario cuando este se pasa (lo cual ocurre muy seguido), sino que ha sido tan amable de llevarme alguna comida al departamento para que yo no dependa tanto de las comidas compradas.
Y ojo que lo he intentado.
Hacer a un lado las estupideces de Mario, pero el pelotudo parece que lo hace mas a propósito para sacarme de mis casillas.
Una de las ultimas veces, se metió con mi trabajo.
O sea, se dio la casualidad de que algunos amigos suyos de la infancia, trabajan conmigo en la oficina, y este pelotudo les paso el cuento de mi pene pequeño.
La cosa escalo rápido, porque eran pelotudos que estaban a mi cargo, ¿y ahora se burlaban a mis espaldas?
Yo los encare y eventualmente logre hacer que echaran a un par.
Me de 5 solo quedaron 2, los cuales fueron los únicos que se disculparon conmigo.
Los otros tres, a uno lo trasladaron a deposito, o sea, lo rebajaron, y los otros dos, echados.
Y cuando se estaban yendo, les dije: “estos despidos agradézcanselos a mi primo Mario C.”
Eventualmente hubo quilombo con mi primo, porque una tarde apareció en mi departamento a reclamarme de por qué había echado a sus amigos.
Yo le dije que se metió con mi trabajo, y que me humillo públicamente.
Discutimos, el pelotudo jamás se quiso hacer cargo de la culpa que le tocaba y encima me trato de marica, de cagón, y todos esos adjetivos que según el, yo tenia como debilidades por ser un nerd.
Me saco en cara que por eso no tenia novia y estaba soltero y bla bla bla… y por supuesto, saco lo del pene pequeño.
Ahí mismo me saque y trate de fajarlo, de pegarle.
Y nos dimos unos buenos golpes, pero el tipo es mas grande que yo, mas fuerte, y en nada me derribo de un puñetazo en la mandíbula, que me dejo el oído zumbando.
Me salvo el que me alquila el departamento, que salió en mi defensa, y amenazo a mi primo con llamar a la policía.
Al día siguiente, y como tenia media cara hinchada y magullada, me reporte enfermo al trabajo, y apareció Claudia a verme, junto a las nenas.
Me cuido, me trato un poco las heridas, fue muy cariñosa, y las nenas también.
Eventualmente, Claudia me advirtió que no intentara eso de nuevo, que no le iba a poder ganar.
Además, saco a relucir que era muy bueno con las nenas, las cuidaba mucho, que era un padre amoroso…
O sea, la mina lo tenía en un pedestal por todo lo que ella vivió.
Así que desistí del tema, y me centre en mi trabajo, lo que pude.
Ya no necesitaba ir a la casa de mi tío, por que Claudia se pasaba una vez a la semana por mi casa, a llevarme comida, y ver como estaba. Especialmente por que yo le caí bien y a las nenas igual.
Además mi casa quedaba justo en el camino del colegio de las nenas.
Ya hasta una vez arreglamos que si ella no podía llegar a buscarlas al colegio a tiempo, las nenas pasarían a quedarse a mi casa, a esperarla, cosa que hicieron mas de una vez.
Especialmente los días de lluvia.
Ahí, mientras me quedaba a solas con las nenas unos cuantos minutos, pude notar algunas cosas extrañas en ellas respecto de su padrastro.
Había algo que no me decían, pero era claro que había algo raro.
Incluso las escuche hablando entre ellas, secreteando algo.
Yo les preguntaba por mi primo, por que quería saber si era una mala persona…
En realidad, quería ya estaba celoso, y quería ver si había algo de mi primo para arruinar su pareja y romperle el pedestal a Claudia.
Es decir, en la familia sabíamos que el tipo era terrible hijo de puta infiel… ya se lo había hecho a otras novias que las cago.
Incluso siendo joven, embarazo a una pendeja de la cual se negó a reconocer ser el padre.
La chica tampoco era trigo limpio y como ya tenia fama de ser media puta, mi primo se zafo fácilmente.
En resumen, es un hijo de puta en todo el sentido de la palabra, un cagador de primera.
Así que sabia que seguro le estaba metiendo los cuernos a Claudia, ya era demasiado tiempo juntos como para que no lo haga…
Ahí es donde me di cuenta de que le tenia tal bronca a mi primo, que quería robarle la vida.
Quería quitarle a Claudias, ya que es una mujer hermosa y maravillosa que no se merecía semejante pendejo.
O mínimo, si las cosas iban bien, quería poder cogerme a Claudia, mayormente por que estaba y estoy enamorado de ella, pero también por venganza.
Así, poco a poco, fui teniendo mas confianza con Claudia, siendo mas compinches.
Incluso, le comente que me gustaba una hermosa mujer, una maravillosa mujer, pero que esta mujer no estaba soltera, estaba con un imbécil que no la sabia tratar.
Acá yo no sé si Claudia no se dio por aludida, o si lo hizo, me dejo ver algo, la cosa es que me animo a que me confesara con esa mujer, que me arriesgue.
No intente nada inmediatamente por que como dije, soy bastante reservado, medio tímido.
Pero la idea me quedo dando mil vueltas en la cabeza.
Los días siguientes, incluso me deje la barba como la tiene mi primo.
En parte por que luego de la paliza que me dio, paso un tiempo largo sin afeitarme y segundo, pues por que a la misma Claudia le gustaban los hombres con barba.
También alternaba mi trabajo con la manera de encarar a Claudia y decirle lo que sentía.
Estaba dispuesto a rogarle si era necesario.
Me la iba a jugar de una.
Así es como una tarde en que yo tenia feriado, fui a la casa de mi primo a ver a Claudia.
Las chicas estarían en el colegio, el pelotudo de Mario estaría en el trabajo, y allí podría hablar con esa amazona morena que me estaba quitando el sueño.
Toque la puerta, pero no había nadie.
No se escuchaba a nadie.
Decidí ir por atrás.
Vi ropa a medio colgar con su canasto y todo, y la puerta de atrás semi abierta.
Calcule que Claudia estaría haciendo el lavado y por eso no me escucho, así que me mande seguro de que la iba a encontrar.
Estaba muy nervioso por lo que le iba a decir, sentía mi corazón a mil.
Pero no encontré a Claudia, la casa estaba bastante silenciosa, a excepción de unos ruidos de fondo, provenientes de una de las habitaciones.
Pude escuchar la voz de Anita, aunque no entendí que decía.
Mas por curioso, y por que presentí que algo no estaba nada bien, me fui acercando si hacer ruido.
Allí en el pasillo, por medio de la puerta semiabierta de una de las habitaciones, vi algo que me paro el corazón.
Primero, sentí un odio, como si mi corazón se quebrara.
Era mi primo, claramente desnudo, de espaldas, cogiéndose a Claudia en cuatro patas.
En realidad era lo normal, eran pareja, estarían cogiendo.
Pero como yo amaba (y aun amo) a Claudia, sentí celos y dolor.
– Despacio, papi! – escuche de pronto, la voz de Morenita.
– Aguanta, que papi ya acaba. – respondió la voz agitada de Mario.
Mi corazón paso de roto, a acelerarse.
Volví a mirar, y no estaba equivocado.
Mario se estaba cogiendo a las nenas de Claudia, a Anita y Morenita.
Y ahí tenia a Morena ensartada en cuatro.
Era una bestia, un oso blanco y gordo, de zamarreando el culito de una nena chiquita de 11 años.
Anita se encontraba a un costado, mirando la escena, totalmente desnuda.
Sentí nauseas… mareo.
La presión se me fue por las nubes y antes que hacer algo, salí corriendo no sé cómo.
No sé tampoco si me habrán escuchado, o visto, solo salí corriendo.
Es más, no recuerdo ni como llegue al apartamento.
Al día siguiente, tuve que reportarme enfermo una vez mas.
Era demasiado para mi.
Pero lo que mas me invadía era el odio por Mario.
No solo tenía a esta maravillosa mujer, Claudia, ¿sino que también se cogía a estas nenas?
Gordo hijo de puta tenia todo… y yo nada.
Y por eso, mientras me recuperaba y buscaba fuerzas para poder ver a los ojos a Claudia, y a las nenas, me decidí a que le quitaría todo a este gordo de mierda.
Los días pasaron, y un poco ya repuesto de mi shock inicial, trate de entablar una relación mas normal y disimulada con Claudia.
Costo, y al inicio ella me noto extraño, como evitándola, lo cual era cierto.
Pero un poco que la pude pilotear, y arrastré el asunto al tema de que ella me gustaba.
– Que te pasa, Roberto que has estado distante? Estas enojado conmigo?- me pregunto uno de esos días que me visito.
– No, no… todo lo contrario. Es que… te acordas que te dije que me gustaba esta mujer, pero que ella esta con otro tipo y todo eso?
– Si, claro que me acuerdo, corazón.
– Es que… tenes idea de quien hablo? Quien es esa mujer que me gusta?
– Jajaja… obvio que si, corazón, no tengo un pelo de tonta.- me respondió pícaramente con ese hermoso acento centroamericano que tiene.
– Entonces…
– Entonces que…?
-… No, nada es que…
– Por esta vez te voy a seguir el juego y no voy a decir nada. Pero si te diré que en esto Mario tiene razón: necesitas crecer un par de huevos y arriesgarte. Ninguna mujer aprecia a un hombre que no se arriesga.
Sus palabras fueron fuertes, pero seguían sin ser claras.
Tenía razón, yo tenia que vencer mi timidez.
– Entonces, si le digo a esa mujer lo que siento, es seguro que me acepte, por lo que me decís.
– No, no te confundas. Es posible que te rechacen, después de todo es una mujer en pareja. Pero si nunca te animas, nunca te vas a enterar.
Nuestra conversación fue interrumpida por la llegada de las nenas quienes me saludaron alegremente.
– Tiiiitooo….!
Me veían como un tío, pero además lo combinaban con mi diminutivo.
Yo no sé si era algo que hayan copiado de Mario, pero de ellas no me molestaba.
Además eran muy cariñosas conmigo, siempre lo fueron.
Solo que ahora, luego de lo ocurrido, se sentía raro que se suban en mi regazo y me dieran besos.
De pronto, todo tenía un contexto sexual con estas nenas.
Los días seguían pasando, y en mi mente se iba formulando algún tipo de venganza contra Mario.
Lo primero, era saber detalles de las nenas.
Aunque era difícil ganarme su confianza en ese punto, especialmente cuando Claudia estaba presente.
Apenas un par de veces a la semana, ellas salían antes del colegio y pasaban a mi casa a quedarse apenas unos 10, 15 minutos hasta la llegada de Claudia.
Así es como me atreví con algunas cosas.
Comencé a tratarlas como si fueran mis amigas, y no tanto mis “sobrinas”.
Les preguntaba cosas del colegio, como les iba con sus amigas, si habían chismes del colegio, esas cosas.
A cambio, ellas también se metían en mis cosas personales, como si tenia o no tenia novia, etc etc.
– Y para cuando una novia? O no piensas casarte?
– Es complicado. En el trabajo no hay chicas solteras, acá en el barrio tampoco… pero hay una mujer que me gusta mucho, pero es complicado.
– Jijiji, ya sabemos es mamá, te gusta mi mamá.- dijeron de improviso las traviesas.
– Eh? Que?
– No te hagas, se te nota.
– Harías linda pareja con mamá. Y a ella también le gustas mucho, pero se hace la tonta.
– Bueno, pero no cuenten nada, ok? Que sea nuestro secreto.
– Si, si… lo juramos.
– Y que pasa con su papá?
– Nuestro padrastro? No la quiere a mamá, así que no hay problema. Además…
– Shhh!!- empujo Morena a Anita, quien por lo visto estaba por contar algo.
La conversación se detuvo ahí tras la llegada de Claudia.
Otro día, sabiendo lo que sabía, arremetí contra las pequeñas diablillas.
– A ver chicas, yo conozco un secreto de ustedes, pero no voy a decir nada.
– Eh? Que secreto?
– Un secreto muy secreto.
– Dinos que secreto muy secreto?
– Yo les digo, pero no le cuenten a nadie que lo sé, ok?
– Si, dale, dale…
– Que ustedes hacen cosas chanchas con su padrastro.
Ambas nenas se quedaron de piedra, con los ojos grandotes, y una cara que casi dejaba ver pánico y terror.
En eso, se escuchó y se vio como Claudia venia entrando por el porton.
– Ok, yo no digo nada si ustedes no dicen nada, listo?
– …Listo…- dijo Morena un poco apagada.
Cuando entro su madre, obviamente disimulamos.
Los días iban pasando, y poco a poco, fui entrando en confianza con las nenas en ese terreno secreto, oculto, de como mi primo se las cogía.
Lo ultimo que me alcanzaron a contar, es que no había penetración.
Mi primo usaba sus nalguitas y a veces sus vulvitas para pajearse, o hacia que le chupen la pija, pero eso era todo.
Por lo visto y lo que entendí, mi primo se las estaba reservando para desvirgarlas mas adelante, cuando crecieran un poco mas y la penetración no sea tan evidente, no sea cosa que Claudia se dé cuenta.
En estas charlas cortas y apresuradas, jamás intente algo con las nenas, solo charlábamos.
Así mismo, a veces hablábamos de que tan interesada estaba Claudia en mí.
Mi odio hacia mi primo crecía… también por otras cosas que hizo.
Es decir, desde la pelea que no nos veíamos, y yo lo evitaba.
Y claramente el hijo de puta seguía resentido.
Ahora que lo pienso, creo que se sentía celoso por que mi tío me prefería a mí a él, y por Claudia, por supuesto.
Así es como eventualmente, anduvo hablando boludeces por ahí, y en este caso perjudico mi imagen en un supermercado cercano.
O sea, que hijo de puta que hay que ser para usar a tus amigos y conocidos, y decirle a todo el mundo que tengo una pija chiquita.
La cosa es que una vuelta comprando en el supermercado, alcance a escuchar unas risas y unos comentarios de “pito corto”, de parte de un grupo de empleados de reposición del supermercado.
Obviamente eso me hacía hervir la sangre.
Y pensé por un momento en denunciarlos.
Pero me las aguante y me centre en un plan para cagar a mi primo y vengarme de lo lindo.
Si yo le iba con el cuento a Claudia de que su marido abusaba de sus hijas, había posibilidad de que no me creyera, por que me fui dando cuenta de que, aunque yo le gustaba a Claudia y sentía cierta atracción hacia mí, su devoción seguía siendo hacia el pelotudo de Mario.
Lo mejor, era tener evidencias.
Y enviárselas en forma anónima.
Así es como de nuevo, tras una charla con las nenas, les saque información de cuando solían coger.
Resulta que el muy hijo de puta, se aprovechaba de las nenas haciéndolas faltar al colegio, una vez al mes, en que Claudia no estaba en casa por que se iba a unas reuniones comunitarias en las que participaba.
Eran casi tres horas en que los tres, Mario y las dos nenas, estaban solos.
Y esta vez, también estaría presente yo, grabándolos.
Creí conveniente advertirles a las nenas que podría ir a espiarlas, pero desistí.
Quizás comenzarían a hacerme preguntas, o me buscarían o se les escaparía que yo iría.
También era posible que las apenara, por que como dije, solo hablábamos de estas cosas, brevemente, nunca intente algo o tuve intenciones de hacerles algo, a pesar de que ellas se me subían encima jugando, y me dieron besos.
A las 14:35, de una tarde medio nubosa, yo me encontraba en la casa de mi primo, infiltrándome para espiarlos y grabarlos.
La idea era obtener las evidencias contundentes para quitarle esta vida al matón de mi primo.
Mi corazón estaba a mil, pero mi cabeza estaba fría como el hielo.
No podía entrar como la otra vez, pero me conformaba con tener un buen ángulo desde una de las ventanas.
Y lo tuve.
Estaban en la habitación de las nenas, la cual tenia un ventanal medio grande, que daba contra una medianera.
Las luces estaban prendidas lo cual mejoraba mi visión, y al mismo tiempo me ocultaba un poco en caso de ser visto desde dentro.
Morenita aun se encontraba en ropa interior, una ropa interior infantil blanca, que hacia un lindo contraste con el color de su piel.
Anita ya se encontraba desnuda, a excepción de unos zoquetes blancos y una remerita roja.
Estaba de costado sobre una de las camas, y detrás de ella, mi primo Mario, con su pene metido entre las piernas de la niña, usándolas para masturbarse.
Su pene no era tan grande como podía esperar.
De hecho me pareció cómico que me tratara de que mi pene era chico, cuando el suyo tampoco se quedaba atrás.
Quizás era cosa de familia.
Ver aquel espectáculo, al inicio me volvió a shockear, por que una cosa era hablarlo mucho con las niñas y otro era verlo.
Pude escuchar por lo bajo como Mario le ordeno a Morenita que se prepare, que seguía ella.
Acto seguido, Morena se desvistió, quitándose primero los calzoncitos blancos que tenia puestos, agachándose dándome la espalda lo cual dejo en evidencia un hermoso orto infantil africano, que dejaba ver un ano con algunos pliegues casi blancos, así como una vulva cerradita y abultada.
Y como toda buena hembra africana, a pesar de ser una nena sus curvas ya iban quedando evidenciadas.
Su pubertad estaba muy cerca, y pronto le llegaría el momento en que Mario la estrenaría, la ensartaría sin piedad.
Presenciar aquel otro de esas africanita, comenzó a pararme la verga. Era algo que claramente no me esperaba.
Y Morena tampoco, ya que me distraje, y cuando estaba quitándose la remera, justo miro hacia la ventana y me vio.
Los ojos inocentes de la nena y los míos, se cruzaron por un instante.
Cuando pensé que iba a delatarme o decir algo, solo me sonrió, y siguió desvistiéndose, ante la insistencia de Mario que le decía que se apurara.
Acto seguido, Mario le ordeno que se acomodara en cuatro sobre la cama, mientras Anita se hacía a un lado, agotada.
Morena se acomodo de forma diferente a como Mario quería, quedando paralelo a la ventana.
La muy picaría quería que yo la siguiera viendo.
Esto me beneficio mucho, por que ahora tenia a Mario de perfil y podía verse claramente que era él, teniendo actos sexuales con una nena.
“Hijo de puta, ahora vas a ir bien en cana, y ahí adentro te van a violar todos los días, por forro de mierda!” pensaba en mis adentros, mientras continuaba grabando.
Mis pensamientos me distrajeron del hecho de que Anita, quien ahora se encontraba en la otra cama, estaba tocándose la vulvita, y me estaba viendo directamente!
Que pendeja terrible que se dio cuenta de mi presencia, y en lugar de asustarse, comenzó a darme todo un espectáculo.
Mi verga estaba completamente parada y una parte de mi se moría por poder estar ahí, cogiéndome a esas nenas.
Incluso paso por mi cabeza brevemente hacer un trato con mi primo, por que me deje cogerlas… pero por suerte impero la razón.
Eso jamás pasaría.
Además no cambiaría las cosas.
Ya tenia la evidencia, y cagaría a mi primo como nunca en la vida, nadie lo pudo cagar.
Seria mi dulce venganza.
Continuara…
Excelente Relato, como me gustan estas tramas donde el sexo se mezcla con algo más, gracias por compartir…
Fantastico,la trama está muy bien descrita.
Te felicito.