Edith, 100% Culo y leche
Edith se contactó conmigo, había algo que quería decirme..
Pasó un año y medio de la ultima vez que vi a Edith, era casi 2016, en su Facebook pude ver que retomó su vida con su esposo y se embarazó, nació otro niño y ya no publicaba nada.
Por mi parte seguía aprovechando de toda oportunidad con las chicas, no buscaba nada serio, solo aventuras. Cierta noche recibo una llamada de un numero desconocido, era ella, era Edith, me preguntó cómo estaba y yo también, rápidamente nos pusimos al día, pero cuando la felicité por su nuevo bebé ella rompió en llanto, le pregunté si estaba bien ella y el bebé, me dijo que si, pero que había descubierto una infidelidad de su esposo y lo había corrido de la casa, ¡Ouch!, un tema algo incomodo, me dijo que quería desahogarse con alguien, al día siguiente yo descansaba así que le dije que en cierto lugar a las 2 pm para comer.
Llego ella, el ser mamá nuevamente le había quedado perfecto, agarró un cuerpo igual de sabroso, pero con más volumen, se veía muy bien la verdad, llevaba un vestido largo muy bonito, su cara mostraba el cansancio normal en una madre que cuida a su hijo, nos metimos a comer, pero había algo que mis ojos no podían dejar de ver, sus pechos enormes y super cargados de leche, eran algo hermoso. Yo ya llevaba algunos años fantaseando en beber de los pechos de una mujer, era una fantasía por cumplir, en un momento de la plática ella me comentó sobre sus problemas económicos, su esposo estaba desempleado y aunque ya no vivían juntos tenía que mandarle dinero, pero no le alcanzaba, era muy poco para sus necesidades básicas y las de los bebés, por mi parte no me podía quejar, al no tener pareja mi sueldo me rendía demasiado bien y tenía muchos ahorros, le dije que no se preocupara, que yo la iba apoyar, que me diera un numero de tarjeta para depositarle una ayuda, ella me dio las gracias pero no tenia tarjeta, entonces le dije que nos viéramos un día entre semana para darle en su mano el apoyo, ella dijo que los sábados, porque era el día que su mamá descansaba y podía cuidarle sus hijos, yo acepte.
Se llegó el sábado, la cité a las 2 pm por que los sábados a esa hora salimos, la esperé en el restaurante de sushi y llegó, pero esta vez traía un short y una blusa que la hacían ver muy sexy, sus pechos se veían demasiado grandes y jugosos, “Edith con todo respeto que buenota te ves” le dije y ella me dijo “hahahahaha ¿quedé bien verdad?”, nos metimos a comer y me preguntó si tenia pareja y le dije que no desde ella (mentira), entonces se le desabrochó un botón de su blusa y sus pechos estaban mas a la vista y ella dijo “UPS!, se me van a salir” mientras se lo volvía a abrochar y yo le dije “ya te las vi, ¡hasta se me antojó una malteada!”, “menso” me dijo.
Busqué un silencio incomodo y la verdad así de buenota como estaba quería volvérmela a culear, así que le dije “Edith, hazme el paro, no he cogido desde que estuve contigo”, y ella “Y ¿qué quieres que haga?”, le contesté “vamos al motel, desde la semana pasada que te vi me imaginé contigo otra vez”, y ella “Josué seria rico pero no tengo tanto tiempo por mi bebé, ya debo estar en casa”, yo le dije “Ok ¿el próximo sábado puedes?”, “Ya veremos” me dijo, ese día nos despedimos con un besito de amigos, desde el jueves no me decía nada, así que le pregunté por mensaje si nos íbamos a ver para darle el apoyo y de ahí irnos a coger.
“Estoy moviendo las fichas para que me pueda cuidar los bebés mi mamá, pero yo creo que sí”, me dijo y me llené de felicidad, no me hice la paja para saturarme de leche y dejársela a ella adentro. El sábado iba ella con pantalón y blusa todo de negro, se veía bien buena con sus tetotas, acabamos de comer y me dijo que tenía una hora y media así que tomamos taxi y nos encerramos en una habitación, la dejé desnudita y ya sabía que no iba a poder entrar mas que por su culo, estaba besándola en todo su cuerpo, sus tetas eran enormes pero sabía que no me dejaría mamárselas, yo quería insistir en que me dejara mamar sus tetas cargadas de leche y estaba buscando el momento perfecto, cuando me dijo que tenía que ir al baño, se metió al baño y ya llevaba como 5 minutos y no salía, como dejó la puerta abierta y por la confianza entré y pregunté “¿Todo bien?” y la vi exprimiendo sus pechos arrojando leche al lavabo, esa imagen me endureció la verga de volada, le dije “¡¡Edith que haces!! ¡¡No la tires!!, ¡¡dámela a mí!!”, ella dijo “Pégatele pues”, me acerque hacia ella, tomé su teta izquierda y empecé a mamar, su lechita materna estaba deliciosa, era mejor de lo que yo esperaba, tan excitante beber del pecho de mi amante, me la llevé a la cama, yo acostado y ella sobre mí, sus pechos en mi boca, bebía su lechita de una y otra alternado con besos y manoseo de nalgas, podía estar pegado ahí todo el día, le junté sus pechos y bebía de ambos al mismo tiempo, eran infinitas, nunca se les acababa la leche.
Me estuve alimentando de ella en varias poses, ella me dijo que solo nos quedaba media hora, dije que me montara como la primera vez, se subió y se ensartó de culo frente a mí, mientras ella rebotaba le seguía saliendo leche de las tetas, ¡¡¡era hermoso verlo!!! y exploté en leche dentro de ella, se iba a levantar, pero la volví a sentar, la incliné hacia mí para seguir alimentándome y ella comenzó a rebotar en mi verga, fue algo celestial darle por el culito y a la vez alimentarme de la lechita de sus pechos.
La volví a llenar de leche y la leche de ella parecía nunca acabarse, la prisa hizo que hasta ahí la dejáramos.
Cada sábado era día de su culo y su leche, llegué al punto de que la comida la pedíamos para llevar al motel para tener mas tiempo de cogerla y alimentarme de ella, no me cansaba de beber su leche materna y saborear su culo que como siempre ni una gota de mi leche dejaba escapar.
Cierto sábado, el papá del bebé se lo llevaría con su familia una noche, nos coordinamos y esa noche la pasamos juntos, bebi tanta leche de ella hasta saciarme y ni hablar de cuantas cargas de leche le metí yo en su culito.
Así estuvimos como 6 meses, y como en toda historia de mujeres luchonas, ella perdonó al esposo que ya había conseguido trabajo en otro estado, me comentó lo que pasaba y que se marcharía y nos fuimos por ultima vez al motel. Y así amigos otra vez ella se fue de mi vida, sin mamarme la verga, sin darme la panocha, solo su culito y la lechita de sus pechos.
Ella sin saberlo inició en mi la cacería de un tipo de mujer especial, las mamacitas solteras con bebés, en lo que llevo de vida me he alimento de los pechos de unas 10 mujeres, es un acto que va más allá de la calentura del sexo, es algo hermoso y satisfactorio a la vez y altamente recomendable.
Actualmente la tengo en Facebook, solo nos comentamos las fotos y publicaciones como buenos amigos, aunque a veces le he dedicado pajas recordando como bebía de sus pechos.
Contacto en mi perfil.
Wooooow, qué delicia, y fue de verdad muy clara en lo de no dar la mamada ni la vagina.