El coleccionista de inocencias (Capítulo II)
NOTA DEL AUTOR: ESTA ES UNA HISTORIA FICTICIA Y CUALQUIER PARECIDO A LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA. LO SIGUIENTE HA SIDO ESCRITO SIMPLEMENTE PARA ENTRETENER…
Capitulo II. La caída de la inocencia
“Mi maldición es ver a las niñas como objetos de pureza y placer. A veces cuando salgo, miro a las jovencitas y se me antoja hacerles de todo, incluso enamorarme, hacerlas mis novias y tener una vida juntos… pero vuelvo a mi triste realidad”
Hartmann. 18/06/25. 02:11 a.m.
Después de esa primer experiencia (tanto para mí como para Sofí) estuve bastante pensativo.
Me encantaba ser el macho de una niña. Aquella chiquilla era mía y eso no tenía forma de cambiar, a menos que, alguien nos descubriera o Sofí contara algo.
Aquella noche ni siquiera pude dormir de tanto pensar. Sobre pensaba demasiado las cosas y veía panoramas tanto alegres como malignos:
- Posiblemente podría gozar de Sofí. No necesariamente tiene que existir un problema para continuar haciéndolo.
- Imagina Hartmann, por un segundo, ¿que carajos harás si te pillan en esto?, todos sabemos lo que les sucede a las personas que hacen esto.
Estos dos son, en resumen, los pensamientos que tuve esa noche hasta que pude conciliar el sueño.
A la mañana siguiente desperté alrededor de las 10 a.m.
Sofí se encontraba viendo la televisión y estaba acostada boca abajo. Ella tenía puesto una pijama (mameluco) de dinosaurio color verde, que para mi suerte, tenía cierre por donde estaban sus nalguitas.
Sin pensarlo me acerqué a ella y le dije “buenos días Sofí” dándole un beso en su boca por detrás. Acto seguido me coloqué encima de ella (sin dejarme caer sino sosteniéndome) y empecé a abrir esa parte del pijama.
Abrir aquel mameluco hizo que sintiera una ola de emoción (sintiendo fuego correr por mis venas). Caray, ver esos calzoncitos color azul cielo con imagenes de nubes me puso al cien.
Yo no tardé en quitarme el pantalón y mi calzon para quedar con los huevos de fuera. Sofí sintió el frío y me sorprendió como paró su culito como si dijera “se lo que quieres y aquí está para ti”.
Hice a un lado su calzon y empecé a jugar con sus labios vaginales. Se sentían tan suaves, era como si tocaras un melocotón suave y delgado o como si tuviera piel de bebé. Toqué su culo y la textura era indescriptible (agradezco demasiado a mi madre que siempre hacía que Sofí se pusiera crema corporal después de cada baño), ya no podía resistirme, metí mi pene en su vagina. Sofí solamente pudo decir “ay” (en tono de sorpresa) y no pasaron 30 segundos cuando me corrí dentro (estaba demasiado excitado como para cogérmela).
Saqué mi pene, le dí una nalgada y cerré aquel mameluco.
Me dirigí al baño para ducharme. Cuando salí, Sofí me dijo que tenía hambre, “tranquila, ya solo me cambio y te hago tu desayuno”. Entré a mi habitación y me vestí.
Bajé y preparé el desayuno. Le hice a Sofí unos ricos waffles y un nesquik.
- Mira Sofí. Por ser buena hermana, te voy a consentir estos días que no esté mamá – Dejando el plato y el vaso sobre la mesa.
Sofí se acercó algo pensativa.
- Jordan, ¿puedo preguntarte algo?
- Sí, claro
- ¿La abuela va a estar bien?
- Claro que sí, es más, vamos a enviarle un mensaje de voz
Saqué mi móvil y le grabamos un mensaje de voz a mi mamá.
- Mami, espero que la abuela se mejore pronto. Te amamos.
- Yo también te amo mamá
Envíe el mensaje y dejé el móvil sobre la mesa
- ¿Te puedo preguntar otra cosa?
- Aja
- ¿El juego que tenemos, está bien?
- ¿A que te refieres?
- Sí, es que me confunde bastante.
- Mira Sofí. Nuestro juego debe mantenerse en secreto y te voy a explicar porque – acercándome a ella y poniéndome de rodillas – Cuando las personas se aman, se demuestran su amor haciendo estas cosas. Yo solamente quiero jugar contigo pero también quiero demostrarte cuanto te amo.
- Pero entonces, ¿por que mamá dice que los hermanos no pueden ser esposos?
- Porque la gente allá fuera es envidiosa y creó esos pensamientos para que los demás no fueran felices.
- Entonces, ¿dices que mami solo sigue un pensamiento?
- Exacto, mira de esta forma: Los zoológicos están permitidos porque hací lo quiere la sociedad, pero en el fondo, son cárceles para animales inocentes
- Ooooh, entiendo – haciendo carita de niña “madura” – si, si, entonces supongo que estaría bien mantener en secreto nuestro juego.
- Mira Sofí. Yo te amo demasiado y la verdad… Bueno, no se si debería decirte – bajando mi mirada y dándole misterio a mi siguiente movimiento.
- Dime Jordan, por favor. Cualquier cosa la voy a entender.
- La verdad, me gustas mucho Sofí. Siento que eres una niña sumamente madura para tu edad y también siento que tenemos una increíble conexión.
- Yo también siento lo mismo Jordan, desde que hemos estado jugando, me doy cuenta que eres el mejor hermano del mundo – acto seguido me abraza y me besa la cabeza.
- Me gustaría preguntarte Sofí… ¿Quieres ser mi novia? – cerrando mis ojos y mostrando “vergüenza”, como si nunca lo hubiera dicho.
- Ay, Jordan. Claro que acepto – acercándose y dándome un beso en la boca
- Pero ojo, esto debe ser nuestro secreto. Nadie puede saber esto.
- Ten por seguro que es nuestro secreto – acercando su dedo meñique al mío y apretándolo con fuerza.
Seguimos desayunando y yo solamente pensaba en mis movimientos. Tocaba entrenarla para que fuera mi “slave doll” y pudiera gozar con ella todo lo que quisiera pero debía ser sumamente cuidadoso.
Pasó el día y llegó la noche. Estaba en mi habitación y decidí entrar a “TOR”. Encontré un vídeo sobre dos hermanos.
- Sofí, ven – grité desde mi habitación.
- ¿Mande Jordan?
- Mira, quiero enseñarte algo
Le mostré el vídeo en el cual era un hermano y una hermana (él de 15 y ella de 7) teniendo relaciones sexuales.
- ¿Lo ves?, no tiene nada de malo que seamos novios tú y yo. Hay mucha gente allá fuera que hace lo mismo que tú y yo – mirándola directamente a sus ojos y dando la espalda a mi laptop.
Sofí se quedó mirando el vídeo, entendía que no era nada malo lo que hacía con Jordan.
- Bueno, me quedo más tranquila sabiendo eso. Por cierto, ¿porque le está haciendo eso?
Me giré para ver el vídeo. El hermano le estaba haciendo sexo anal a su hermanita.
- Bueno, lo que pasa que también se puede hacer el amor por ahí
- ¿Duele mucho?
- No sabría decirte porque nunca lo he hecho
- ¿Y si jugamos a eso?
Me quedé sorprendido. Era claro que mi hermana se había tomado en serio el papel de ser mi novia.
- Bueno, estaría bien pero antes debes lavarte muy bien esa parte.
Se fue a la ducha y aproveché ese tiempo para arreglar un poco y tener todo listo. Yo tenía un paquete de condones finos y un lubricante (como típico adolescente que sale de fiesta, sabemos que eso siempre se va a quedar guardado) pero hoy iba a ser diferente.
Estaba ya todo listo, solo esperaba que Sofí saliera de la ducha cuando escuché “Jordan”. Volteé y era Sofí, completamente desnuda en mi puerta. Aquella niña tan preciosa y con esa vagina tan blanca, tan rosa, tan cerrada y tan lampiña, me provocó una pasión indescriptible. Era una niña tan hermosa con ese cabello “chino y esponjado”
-¿Que pasa mi amor, no te gusta lo qué ves? – acercándose a mí para darme un beso
Comenzamos a besarnos con pasión. Ella metia su lengua en mi boca y jugaba con ella, incluso acomodaba mis manos en sus nalguitas para que yo pudiera apretarlas. “Ay, papi” (decía con pasión), “eres un niño travieso”. Nos recostamos en mi cama y comencé a desnudarme, regresé con ella y vi que estaba bastante mojadita (no sabía que a esa edad ya podían lubricar así). La coloqué de perrito y ella, mostrando flexibilidad, se posicionó como si fuera una experta en eso.
Le abrí las nalgas y miré ese ano de color rosa. Me llegó el aroma (el olor a culo que todos conocemos y que a los hombres nos encanta) y respiré profundamente.
- ¡Eso sofía! – Decía extasiado y apretando mis dientes (hablando entre dientes) y moviendo sus nalgas – Recuerda que el culo siempre debe oler a culo chingado, nada de que huela a jabón, ¡nada!, el culo debe oler a lo que es, un culo.
- Ay, papi. Eres un cochino – lo decía con voz muy sensual de niña
- Ay, mamacita. Nunca pensé que fueras así – me acerqué a su ano y empecé a besar los laterales.
Pasaba mi lengua por su vagina (saboreando el sabor). Besaba, succionaba y chupaba esos cachetes que tenía para mí. Coloqué mi lengua en su ano y empecé a darle su beso negro.
Ella, con su mano, me acercaba la cabeza para que entrara bien bien a fondo.
Yo estaba extasiado en eso. Tenía por primera vez un ano y estaba por saber si estaba sobre valorado el “chiquito”
Me desnudé completamente y coloqué el condon en mi pene. Le coloqué lubricante en todas sus nalgas y comencé a estimular el ano. Metía un dedo y lo sacaba, repetía el proceso hasta que entraron 2 dedos míos.
- Ahora sí mi amor – Empecé a colocar mi pene sobre su entrada trasera y empecé a meter mi pene despacio.
- Ay, Jordan. Hazlo lento
- Tranquila preciosa, ábrete bien las nalgas para que pueda meterla más rápido
Ella se abrió el culo y pude meter la cabeza de mi pene dentro. Se sentía muy justo, como si el culo abrazara mi pene. Seguí metiendo y debo admitir que la emoción me ganó demasiado e ignoré cuando ella me pedía que lo hiciera lento.
- Ay, ay. Espérate tantito – Me decía con voz entrecortada y poniéndose roja
- Jajajaja, espérate tantito – Yo seguí metiendo mi pene y cuando toqué fondo, simplemente la nalgueé – ahora sí perrita. ¿Dime quien es tu papi?
La penetraba hasta el fondo. Estaba decidido a romperle el ano y marcar mi territorio también ahí. La penetraba como si de su vagina se tratara y como tenía lubricante pues resbalaba con facilidad. La nalgueba con fuerza (debo admitir que mis manos se quedaron marcadas en un tono rojo sobre su nalga izquierda), estaba sodomisando a Sofí. Aquella princesa, aquella bella criatura que llamaba hermana, estaba siendo víctima de mi instinto primitivo que la lujuria podia provocar en el hombre. Ese instinto que el hombre conoce, ese fuego que el hombre siente cuando está extasiado, cuando sabe que no hay marcha atras y solo deja salir a la pasión sin pensar en las consecuencias.
- ¿Quién es tu papi?
- Tú Jordan – Decía entrecortada por la penetración – Tú eres mi papi
- Que bueno que lo sepas porque apartir de hoy, tus huecos me pertenecen y yo decido por dónde cogerte – acto seguido la tomé del cuello con mi mano izquierda, levantándome con ella pero sin dejar de penetrarla.
Ella tenía el cabello pegado a la cara, sudaba cómo perra y gemía como una. Empecé a penetrar con más fuerza, la regresé a la posición inicial y ella comenzó a morder la almohada.
- Sofí. Eres mi perrita en celo
- Sí mi amor. Soy tu perrita en celo
- Eso chingado. Que bueno que sepas lo qué eres
En esa posición, la tomé del cabello y empecé a tirarlo. Caray, el extasis era indescriptible.
- Estoy a punto de correrme – seguí penetrando con fuerza pero ya sintiendo las ganas de eyacular
Saqué mi pene de ese hoyo. No les voy a mentir en este relato (los que hemos practicado sexo anal, sabemos que siempre va a salir manchado y más en estas situaciones) miré las manchas de sangre y otra cosa mas y luego miré ese hoyo y estaba sumamente dilatado, parecía que tuviera vida pues los movimientos que hacía era como si respirara.
Me quité el condon y lo arrojé al suelo. Acto seguido coloqué a Sofí en el piso y eyaculé en su rostro. 7 chorros con fuerza de semen color blanco salieron de mí. Ella tenía la cara llena de sus sobrinos, incluso algunos se los comió
- Saben muy salados – Pasando sus dedos por su cara y chupándolos
- Sí. Creo es el sabor natural de ellos – me dio muchisimo morbo y admito que le di su beso blanco (lo cual quiero aclarar que no me hace menos hombre. Yo soy heterosexual pero bastante morboso y si ella me da el beso con sabor vaginal, ¿porque yo no?)
- Estuvo muy rico Jordan
- Que bueno que te gustó princesa. Ahora a bañarse
Nos bañamos juntos pero ya sin hacer nada. Luego de eso nos vestimos, arreglamos nuestro desorden y vimos una película infantil, también hablamos con nuestra mamá y nuestra abuela mostraba mejorías en su salud.
Terminamos de ver la película y dormimos abrazados de cuchara en mi cama.
Aquella noche sentía lo que nunca. Creo me estaba encariñando de ella como mujer y no como hermana.
NOTA DEL AUTOR: Quiero agradecer a los que han comentado mi relato anterior. Son muchos mensajes que responder y que me motivaron a seguir escribiendo relatos para la comunidad.
Los ánimo a que sigan escribiendo, dejando ideas y diciendo criticas constructivas.
PD: El próximo relato será la perversión de Sofí y como llevamos la relación con nuestra madre en casa.
Saludos a todos y gracias por leerme.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!