El cuidador de la colonia (parte II)

hola! me presento soy Amanda, tengo 13 años y vivo solo con mi abuela pues mis padres murieron lamentablemente, mi habitación es una de las primeras por lo que tengo vista a la calle lo cual no es nada divertido puesto que vivo en una colonia aburrida y sola..

Había pasado una semana desde ese encuentro tan caliente con el señor del cual no sabia ni su nombre pero eso no era lo importante, lo importante era de que tenia una semana que no lo escuchaba pasar por la calle y lo peor es que tampoco me había venido a buscar…. será que se habría arrepentido? no tenia nada como contactarlo, ni siquiera sabia donde vivía. Sali de mis pensamientos y seguí con mis estudios.

– Rachel.. ve por las tortillas, por favor- Grito mi abuela desde el patio, así que tome el dinero y salí a comprar, iba contando las monedas cuando sentí un piquete en el área de las costillas y me sobresalte viendo hacia un lado pero para mi sorpresa era el… el señor que cuida por las noches, la piel se me erizo, mi entradita se humedeció rápidamente y mis pezones se pusieron algo duritos.

-Hola pequeña… te alegras de verme, eh?- quedo viendo mi pequeño pecho que delataba esos pequeños pezones duros, puesto que solo andaba una camisetita, un pequeño short y las calcetas altas del colegio, sonreí y asentí algo apenada.- Me acompaña a comprar las tortillas? así puede decirme por donde vive.. y podría irlo a visitar.

Ahora ya sabia su nombre, su edad y hasta donde vivía y eso era muy bueno pues me había dado cuenta que tenia la semana de descanso y que por eso no había pasado pero habíamos quedado en que iba a llegar esa noche a su casa, así que cuando callo la noche, espere que mi abuela se durmiera y me puse mi uniforme como el me lo había pedido y camine hasta su casa pues vivía a dos cuadras de la mía, era una bendición tener un pene muy cerca para quitarme esas ganas que tanto me daban. cuando llegue lo mire parado afuera, así que cori y me metí rápido, el cerro la puerta y me miro de pies a cabeza mientras se acariciaba una exquisita erección que podía apreciar debajo de su short.

-Que rica te miras en uniforme mi amor..- Se acerco y me acaricio la cabeza para luego bajar y con sus dedos pellizcar y jalar mis pezones cosa que me encantaba.. mi entradita empezó a arder y a destilar lubricante, tome su miembro con algo de miedo pero mas excitada que nunca, empecé a apretarlo y con la otra mano trataba de tocar sus testículos, quería chuparlos y al parecer el me leyó la mente pues se bajo el short dejando ver ese enorme miembro, lo tomo con su mano y con la otra me agarro de la cabeza para acércame y frotarlo en mis labios- vamos putita.. chúpalo, yo se que quieres, sino no estuvieras aquí con ese uniforme tan rico.

Abrí mis labios y de una sola envestida me lo metió a la boca, me llegaba a la mitad pero lo empecé a chupar como si de una paleta se tratara, movía mi pequeña lengua en círculos sobre ese suave y rico glande mientras mi pequeña mano apretaba y jalaba de manera suave esos testículo, los gemidos roncos del señor se empezaron a escuchar por toda la sala. Mi entrada y mis piernas ya se encontraban húmedas por la lubricación que tenia desde que salí de mi casa, me saque el miembro de la boca y me hice hacia atrás, camine hasta el sofá y me puse de rodillas dándole la espalda, empine mi culito hacia atrás y levante la falda del uniforme dejando ver un calzoncito que lo había metido para que fuera como un hilo, tome mis nalguitas y me las abrí de par en par para que mirara todo. Mire como se quitaba rápido el short y caminaba hacia mi, me acerco la nariz a mi pequeña entradita y aspiro soltando un suspiro.- Que rico que hueles mi amor.. quien es mi putita?- Me dio una nalgada suave y me bajo el calzoncito dejando ver una rajita sin bello, rosadita y húmeda. con sus pulgares empezó a jugar abriendo y cerrando mis pequeños labios para luego pasar la lengua desde mi clítoris hasta mi ano.

Así estuvo unos minutos entre lamidas y chupetes debes en cuando metía un dedo y lo movía suave, estaba en el paraíso.- Ya estas bien dilatadita.. ahora si bebe, te voy a coger bien rico..- Me beso la cabeza y se agarro del espaldar del sofá con una mano y con la otra presionaba su miembro contra mi entradita, la cual me empezó a doler horrible.- Espere.. Espere.. me esta doliendo..- Lloriqueé pero fue en vano pues cuando sentí que ya tenia toda la cabeza dentro, se agarro con ambas manos del sofá y me penetro de golpe arrancándome un fuerte grito de dolor, me tapo la boca y me dijo al oído.-shh pequeña ya esta.. luego sentirás rico..- Me agarro de la quijada y me hizo hacia un lado la cara para besarme de lengua, se empezó a mover saliendo suave y entrando de igual forma, el dolor pronto se convirtió en placer, sintiendo como golpeaba algo que no sabia que era pero se sentía delicioso- Así.. Así, ahh.. mas, mas.. – Gemia mientras el sonido de chapoteo y golpes se unían a esos gemidos.

Sus envestidas eran rápidas y fuertes, me apretaba las nalgas, las abría y hasta metió su dedo pulgar en mi culito diciendo que pronto también lo iba a abrir, al igual que mi panochita, me cogió por horas hasta que se vino dentro de mi, sentí toda esa lechita caliente llenando mi pequeño útero, no aguante mas y me orine soltando varios gemidos de satisfacción, salió de mi y me dijo que me abriera y que pujara para que saliera todo y lo grabo con su teléfono diciendo que lo ocuparía para cuando no pudiéramos vernos, me puso el calzoncito aun con toda la lechita dentro y me dijo que me fuera para que no tuviera problemas. esa noche iba caminando toda abiertita y con mi vaginita destilando lechita que me dieron con mucho amor..

Espero les guste, disculpen si me alargue mucho pero quería contarles con detalles el día que perdí mi virginidad como toda una putita, sus comentarios me alientan a seguir contándoles mis vivencias,  besitos :3