El culito de mi vecino fue vaina para mi sable

Tití le decimos, es el hijo de nuestros vecinos, tiene 9 añitos y es hasta para varón una hermosura. Rubiecito de ojos verdes, de buen cuerpito, y resalta mucho su colita redondita y parada. .
Desde ya hacía un tiempo que notaba a Tití pasar más tiempo en casa, buscaba mucho mi compañía. Claro al ser yo mayor, era una especie de ídolo o referente. A mis quince años no paso mucho tiempo con pequeños pero Tití cada vez me atraía más. A medido que pasaban los días, podía apreciar que se volvía más delicado, cada día mostraba una faceta más de lo que a la postre terminó siendo real. Su desnivel hormonal lo hacía mostrarse y vestirse como una niña. usaba shorcitos de lycra muy ajustados, sus gruesos labios solían estar pintados. Y cuando caminaba cerca mío movía el culito como una niña queriendo atraer a su macho.

Todo comenzó una tarde en que estaba solo en casa, y como es costumbre cuando estoy solo pongo el canal porno y aprovecho a masturbarme, estaba en esa tarea y suena el portero. Rápidamente guardo mi verga en el short y voy  a atender, cuando abro encuentro a Tití que me sonríe y me dice que viene a quedarse conmigo ya que su mamá iba al hospital a ver a su abuela que está mal. Y pasó como si el viviera en casa. Llegó al living y tonto de mí me había olvidado de sacar el canal porno, el niño se sentó en el futón y clavó los ojos en la Tv, donde una niña no mucho mayor que Tití le chupaba la pija a su hermano, que la verdad tiene un buen badajo que hace atorarse a la niña. Me siento al lado de Tití y le echo un brazo por sobre sus hombros. Para esto yo seguía con la verga dura. Y esas cosas que a uno se le ocurren sin pensar en las consecuencias, le tomo la mano al niño y lo pongo sobre mi verga. El me mira y sonríe, pero no la saca, al contrario, la aprieta con ganas y la toca desde la base del tronco hasta la cabeza, convengamos que mi verga tiene 17×4,5cms de lomo, y es bastante cabezona. Tití estaba intrigado con lo que tocaba. Pero seguía mirando como la chica mamaba la verga de su hermano. Le tomo la mano y le pregunto si quiere ver mi pija. Afirma con la cabeza, y lo veo sonrojado y suspirando. Me bajo el short y aparece mi tripa que está a reventar. Tití abre grande los ojitos, le vuelvo a tomar la mano y se la pongo en mi tripa y le pido que me pajee, le enseño como hacerlo, el rápidamente pone manos a la obra. Qué delicia que el niño me haga la paja. Me excita mucho. De pronto observo como saca la punta de su lenguita y se la pasa por los labios. Yo ni lerdo ni perezoso le pregunto si se anima a mamarme la verga como la niña. No contesta, simplemente agacha la cabeza y toma en su boca, con esos gorditos labios la cabeza de mi pija. Qué caliente tiene la boquita. Y se afana en mamar y chupar, pronto me tiene al borde de acabar, lo tomo de las orejas, le meto la pija hasta la garganta y le disparo cuatro gruesos chorros de semen, que a Tití no le queda otra que tragar. Se la saco, y el me mira medio molesto. Le explico que es lo más lindo que me han echo, que ni mi novia me la chupa tan bien. Eso lo pone contento y vuelve a sonreír. Lo hago parar, le bajo la calcita de lycra y me queda una hermosa visión de su preciado culito. Lo acomodo entre mis piernas de espalda a mí, mi verga semi muerta queda en medio de sus cachetes. Para mi sorpresa tiene una pija bastante grande para su edad, ahora que está parada debe medir unos 12cms por tres de gruesa. Cuando sea grande tendrá una excelente verga. Comienzo a pajearlo y se retuerce todo, para mientras mi verga está volviendo a ponerse dura, lo dejo un segundo paradito desnudo y voy al baño a buscar el gel lubricante de mi viejo. Cuando vuelvo el está pajeándose despacito, le quedó gustando. Me posiciono nuevamente detrás de El. Ya mi verga está nuevamente erecta, le abro las nalgas y allí está su tan preciado tesoro, su anito rosado, estrecho. Tomo gel  en un dedo y se lo meto despacito en el culito, el nene no se inmuta, con mi otra mano lo sigo masturbando, el se deja hacer, pongo gel en dos dedos y con suavidad y esfuerzo se los meto, le pido que se abra las nalgas, y si le gusta, no contesta solo afirma con la cabeza, tiene el pito duro, me pongo gel en la palma de la mano y lo masturbo más rápido y de pronto comienza a escupir unos chorritos de fluido transparente, Tití había acabado, sorprendido me mira, yo le doy un beso en los labios, y  sigo tocándole la verguita, mientras tengo dos dedos dentro de su ano, suspendo su paja, pongo mucho gel en la cabeza de mi verga, le pido que se abra bien las nalgas con ambas manos, lo hace sin chistar, apoyo  la punta de mi pija en su esfínter y empujo suavecito, cuesta un poquito pero de repente la verga comienza a entrar, el nene se queja un poquito, le pido que aguante que le gustará, ya la cabeza traspasó su arito y comienzo a internarme en ese apretado y aterciopelado túnel, Tití se queja, me dice que le duele un poco y que quema. Vuelvo a acariciarle la pija que para mi sorpresa está nuevamente dura, se la sigo metiendo y finalmente toda mi tripa está dentro de su culito, aprieta como los mil demonios. Pero que placer estar dentro de ese pequeño y deseado culito, Lo tomo por las caderas y comienzo a darle un poco más fuerte, se la saco toda y se la meto de nuevo, agrego un poco de gel y ya entra más fácil, Tití no se queja, solo suspira fuerte y gime, lo cojo por unos 5 minutos y ya estoy pronto a acabar de nuevo, finalmente se la entierro hasta los huevos, el gime fuerte y me dejo ir, le lleno el colon de semen. Mi verga se siente latir de lo apretada que está en su culito. Espero que se ablande mi tripa y se la saco. El suspira al salir la verga. Lo tomo en brazos y vamos al baño, lo meto a la ducha y lo baño, le pongo bastante agua fría en su agujero y veo como este se va contrayendo. Finalmente queda no tan cerrado pero son las consecuencias de haber tenido una verga dentro. Para esto Tití juega con mi tripa, ya sin  verguenza me pajea y de a ratos se la mete a la boca. Salimos de la ducha, nos secamos y le pregunto que piensa de lo que pasó. Y el mirándome me dice que le gustó aunque le dolió bastante cuando se la metí en el culo. Pero está dispuesto a que lo hagamos de vuelta cuando yo quiera, ya que le gusto mi pija. Le hago prometer que nunca contará nada a nadie. Y el haciendo la señal de la cruz me promete que nunca el secreto saldrá de su boca. A partir de este día, no pasa una semana sin que Titi reciba su ración de verga. Ya tiene el culito acostumbrado y todo es más fácil.