EL DEPRAVADO. TERCERA PARTE.

Don Agapito, el depravado del colegio de niñas, se aprovecha de las dos hermanitas, Antonella y Nikita, dentro de su carro estacionado en una esquina del colegio a la vista de cualquier persona que pudiera pasar por el lugar. .
EL DEPRAVADO. TERCERA PARTE.

 

ESCRITO POR SIREMIS.

 

 

 

Dentro del campero don Agapito ya se le había venido en la boquita a la pequeña paisita de 12 años de edad Antonella, y ahora les estaba mostrando las revistas porno a juntas hermanitas, sobre todo a Antonella, pues Niki, de 9 años, no dejaba de llorar al ver que su descarada hermana había acabado de chupárselo al viejo con mucho gusto.

El cincuentón hombre se hacía una babosa pajota con una mano mientras con la otra acariciaba las piernas de Antonella, y dijo:

 

 

 

AGAPITO: ¡¿Ah?!… ¡¿Qué tal el pornito de niñas?!… ¡¿Les gusta? nenitas!

 

ANTONELLA: ¡Wow! ¡Don Agapito! ¡Eh Ave María purísima!… ¡Usted tiene una excelente colección de pornografía infantil aquí!…

 

AGAPITO: ¡Solo tengo de nenitas más o menos de sus mismas edades!… ¡Y está a la venta ese material, mis amores!…

 

 

 

Ahora el tipo le manoseaba las tetitas a Antonella.

 

 

 

ANTONELLA: ¡Ya sabía que usted vendía esta basura, pero no me imaginé que fuera tan excitante disfrutarla, ome!…

 

AGAPITO: ¡Está barata para ustedes!… ¡Se las vendo a un precio especial ya que me cayeron bien ustedes dos, mis paisitas!

 

NIKI: ¡Ay, Antonella! ¡Vámonos ya, pues! ¡Tengo mareo!… ¡Es pecado ver y comprar esas cosas tan inmorales! ¡Nos van a pegar en la casa!… ¡Abran las ventanas que estoy que me vomito, ome!…

 

ANTONELLA: ¡Ay! ¡Que no molestes tonta!… ¡Hoy tengo ganas de putear un poco y no de irme a casa! ¡No me vas a dañar el día ni la diversión, ome!…

 

AGAPITO: ¡Bien dicho, Paisita!… ¡Pon a tu hermanita aquí! ¡Que se vomite sobre mi verga, mamasota rica!

 

 

 

Antonella le jaló una colita de cabello a su hermanita y la hizo intercambiar de lugar poniéndola cerca de don Agapito, y el pervertido agarrándola por la nuca le hizo bajar su cabeza hasta su verga y la obligó a hacerle tremenda felación mientras filmaba. Naturalmente la niña vomitó, lo hizo sobre la verga y el pantalón del cretino, y el pervertido le dijo a la hermana mayor:

 

 

 

AGAPITO: ¡Uf! ¡Qué rico!… ¡Muy buena escena!… ¡Lo que pasa es que la nenita está nerviosita! ¡Dale un poco de porrito y verás cómo se calma esa putilla!…

 

ANTONELLA: ¡¿Será? ome! ¡¿la pendeja no estará muy chiquis para que le dé porrito?!

 

AGAPITO: ¡Igual, la pendejita ya ha respirado bastante humo de eso!… Jejeje…

 

 

 

Prácticamente Antonella le hizo fumar forzadamente a su hermanita la cual no aguantó, tosió y se vomitó nuevamente en el carro. El pervertido reía y decía unas palabrotas de la excitación al ver a la pequeña paisita regurgitando.

Antonella le volvió a pegar a Niki, esta vez un coscorrón, y el pervertido estaba aprovechando para meterle la mano entre su minifaldita de colegio con el fin de quitarle los cucos a la angelical hermanita de Antonella.

Niki se estiró sobre su hermana e intentó abrir la ventana para tomar algo de aire, pero no pudo, quedó pálida no solo por vomitar sino también por haber tenido esa inmensa vergota en su boquita, el hombre ya tenía los calzoncitos de Niki en su poder y se pajeaba con ellos con gran ímpetu.

Niki hizo un nuevo intento, quiso abrir la puerta para bajarse del vehículo, sin embargo, no abría, el pervertido le tenía algún seguro.

 

 

 

AGAPITO: ¡Calma, mi amor! ¡Calma!… Jejeje… ¡Vaya nenita tan rica!… ¡Se la voy a clavar por la cuquita!

 

ANTONELLA: ¡Pero don Agapito, el trato solamente era mamarle la verga y que solo se la iba a chupar yo!… Jejeje…

 

AGAPITO: ¡Pues ahora quiero cogerme a la putita y punto!… ¡¿Acaso me vas a llevar la contraria? mamita!

 

ANTONELLA: ¡Está bien!… ¡Cójasela!… ¡Pa’ lo que me importa esa zorrita, pues!…

 

AGAPITO: ¡Ayúdame a desnudar a esta putita!…

 

ANTONELLA: ¡Con gusto, don Agapito, pero se la clava con toda a ver si por fin deja de ser una mojigata esta boba ridícula!…

 

 

 

 

Antonella nuevamente le pegó a su hermanita y ayudó al pervertido a quitarle totalmente todo su uniforme de colegio. Pronto quedó vestida solo con sus medias y zapatos y Agapito no dejaba de extasiarse viendo su desnudez, le pasó la cámara de video a Antonella y le pidió que filmara la cogida, luego se puso a tocar a Nikita por toda parte y a chuparle sus pequeñas tetitas y a sobarle su suave y pequeña rajita.

Antonella, muy emocionada, filmaba y sacaba fotos a lo que estaba ocurriendo. El pervertido puso a Nikita sentada sobre el timón y con sus piernitas abiertas, obviamente de frente a él, cosa que su panochita quedara en libre acceso a su boca, así pudo comenzar a chuparle la cuquita como si fuera la última del mundo entero.

Los transeúntes podían ver desde afuera todo lo que sucedía adentro del carro, pero nadie se atrevía a intervenir ni a denunciar, muchos de ellos conocían al depravado y eran amigos y simpatizantes suyos.

Niki se puso las manos a su rostro y se puso a llorar mientras el canalla la manoseaba y la sentaba desnudita sobre él y la empezaba a follar sin reparos. La niña, al sentir entrar esa vergota en su cuquita emitía chillidos y pataleaba como loca.

 

 

 

 

ANTONELLA: ¡Tan boba!… ¡Es la más juiciosa de las dos, pero hoy sí se le dio por joder, ome!… ¡Tanta friega por una simple folladita!… ¡Niki, aprovecha para comerte una verga de un hombre de verdad, pues! ¡Agapito tiene buena experiencia! ¡Él no es como los niñitos del barrio que la tienen chiquita y no la saben usar, además son unos tonticos y penosos!…

 

AGAPITO: Jejeje… ¡Bien dicho, Antonella! ¡Yo si soy todo un machote y no como esos mocosos maricas con los que ustedes se ennovian y putean por ahí!… Jejeje…

 

ANTONELLA: ¡Que dejes de chillar, Niki!… ¡Que te calles, idiota!… ¡Esta hermanita mía es una tonta, una estúpida!… ¡Que dejá de chillar, ome!… ¡Que se calle, piroba!…

 

 

Antonella le pegó unas bofetadas a su hermanita.

 

 

 

 

AGAPITO: Jejeje… ¡Debe ser que lo que quiere la perrita no es mi verga por su chochita, sino más bien por el culito!… Jejeje… ¡Pues démosle gusto a la putita!…

 

 

 

Sin dejar de filmar y de sacar fotos Antonella se quedó pensando en lo que dijo Agapito y luego le manifestó lo siguiente:

 

 

 

 

ANTONELLA: ¡Oiga, don Agapito! ¡Está bien que se la folle por la cuca, pero!… ¡¿Qué está haciendo usted ahora?!…

 

AGAPITO: ¡¿Pues no ves?  estoy empezando a clavárselo por el culo a tu hermanita!… ¡¿Te gusta? putita!

 

ANTONELLA: ¡Pues ya veo que se la está metiendo por el culo, ome!… ¡Aquí le estoy haciendo zoom a la cámara!… ¡Antes se me estaba haciendo raro que no se la estuviera clavando por ahí apenas nos subimos a este carro!…

 

AGAPITO: ¡Entonces si ya lo ves y lo sabes pa’ qué preguntas, muñeca!…

 

ANTONELLA: ¡Es que usted no debería hacernos esas cosas, pues! ¡Somos pequeñas, sobre todo la tonta esta!… Jejeje… ¡No creo que la Niki lo aguante mucho por ahí!…

 

AGAPITO: ¡Es que no me pude aguantar las ganas! ¡Estoy muy excitado por lo que veo en las revistas y con todas las nenitas que veo a mi alrededor! ¡¿Tú no lo estás al chuparme la pinga y al ver cómo enculo a tu hermanita? perrita!

 

 

 

Antonella, tomando un poco de consciencia al ver a su hermanita siendo penetrada analmente con cierto dolor y prácticamente desmayada sobre el cuerpo del pervertido, manifestó:

 

 

 

ANTONELLA: ¡Pues sí, pero es que…!

 

 

 

Don Agapito interrumpió lo que iba a decir Antonella porque el cretino no aguantó más, y dando unos gritos de placer y de victoria, se vino dentro del culito de la buena Nikita, quien quedó desmadejada sobre su peludo cuerpo, aun así, el arrecho pervertido no la dejaba de manosear ni de meterle los dedos en la chochita a la vez que recitaba un rosario de sucias palabrotas.

 

 

 

AGAPITO: ¡Me vine bien rico en este puto culito, hijueputa! ¡Qué ricura!… ¡Uf!… ¡No pensé que hoy fuera a comerme a una putilla tan rica y tan chiquita y menos por el culo!… Jejeje… ¡¿Te gusta? Antonella! ¡¿Quieres probar un poco tú? paisita hija de puta!

 

ANTONELLA: ¡No!… ¡Dejemos así, don Agapito!… ¡Lo que pasa es que…!

 

AGAPITO: ¡Es que nada!… ¡¿Acaso se me aguevó? putita!… ¡Mira, lo que necesitas es ponerte a tono, amor!… ¡Mira, has lo mismo que yo le estoy haciendo a tu hermanita! ¡Tócate la puchita! ¡Hazlo, cariño!…

 

ANTONELLA: ¡Pero… mi hermana y yo necesitamos irnos! ¡Vamos a llegar tarde a la casa y nos van a castigar!

 

AGAPITO: ¡Ay! ¡¿Ahora sí te dio el afán?! ¡¿Quién las va a castigar? nena!

 

ANTONELLA: ¡Pues mi mamá!…

 

AGAPITO: ¡¿Tu mamá las castiga?!

 

ANTONELLA: ¡Nos golpea!… ¡Ya, mejor guárdese ese guamo y ábranos la puerta, don Agapito! ¡Ya nos vamos!…

 

 

 

El pervertido sabía que la niña había perdido momentáneamente la excitación, pero que no debía demorar en sentir el efecto de mayor arrechera sexual producido por la marihuana mezclada con cierta sustancia que él le puso en el porro.

Lo que pasaba era que se estaba dando un efecto “tsunami de la excitación”, donde el mar de apetito sexual parece alejarse en la playa para luego regresar violentamente inundando todo con gran ferocidad.

Esa mezcla de marihuana con una sustancia extraña era capaz de producir una calentura de proporciones gigantescas en quien la consumiera, solo era cuestión de esperar unos minutos más para que comenzara a actuar.

Por eso el viejo empezó una charla con Antonella a la vez que seguía metiéndole los dedos a Niki en la cuca.

Niki tampoco tardaría en sentirse sexosa ya que Antonella le había dado a fumar un poco de porro.   

 

 

 

AGAPITO: ¡Ven, cómprame estas revistas de porno, mamita!…

 

ANTONELLA: ¡Pero no tengo más plata!… ¡Ya tenemos que irnos! ¡¿No le estoy diciendo? pues… ¿o es que hablo en chino?!…

 

AGAPITO: ¡Búscate en tus bolsillos, putita!…

 

 

 

Antonella, un tanto de mal genio y hablando en voz alta, casi gritando, le dijo al depravado:

 

 

 

ANTONELLA: ¡Que no tengo más dinero, pues!… ¡Jueputa!… ¡Cómo diablos quiere que le hable para que me entienda que nos tenemos que ir, so guevón!

 

AGAPITO: ¡Yo sé que tienes más platica!… ¡Búscate bien!… ¡¿O es que quieres que te esculque yo? amor!… Jejeje… 

 

 

Nuevamente en tono muy alto y serio la niña le respondió a Agapito:

 

 

 

ANTONELLA: ¡Pero que man tan bobo, gonorrea!… ¡Le estoy diciendo que no tengo plata, pues!…

 

 

 

Y Agapito, muy sereno y con voz normal le dijo:

 

 

 

AGAPITO: ¡Busca en tu maleta, paisita! ¡Yo sé que si tienes!…

 

 

 

Agapito estiró su brazo tras de sí y le alcanzó la maleta de colegio a la niña. Ella trató de calmarse y normalizando su voz no supo que decir, sino solo lo siguiente:

 

 

 

ANTONELLA: ¡Pues no… es que…!

 

 

 

Antonella cometió la idiotez de tomar su maleta y sacar un billete de un bolsillito, y el hombre rápidamente se lo rapó.

 

 

 

AGAPITO: ¡Bien, con esto te alcanza para estas dos revistas!…

 

ANTONELLA: ¡Pero!… ¡Es lo de las onces de nosotras dos de todo el mes!

 

AGAPITO: ¡Ya…! ¡No importa! ¡Qué buen producto compraste! ¡¿Te vas a dedear con ellas?! ¡Las onces les duran solo un mes, en cambio las revistas les darán placer a juntas por siempre, putita!… Jejejeje… ¡Hiciste buen negocio!… Jejeje…

 

ANTONELLA: ¡Pero es que no sé…! ¡Nos van a castigar en la casa y más si llegamos con esta clase de revisticas, don Agapito!…

 

AGAPITO: ¡¿No sabes dedearte? muñequita! ¡Ven te enseño!…

 

ANTONELLA: ¡No… que no sé si sea buena idea porque mamá nos va a castigar!

 

AGAPITO: ¡Pensé que eras más avispadita, nenita!… ¡¿No que eres paisita?!… ¡Recuerda que las paisitas no se varan por nada, menos las buenotas como tú!… Jejeje…  ¡Es que es muy castigadora tu mamá o qué?!

 

ANTONELLA: ¡Si!… ¡A veces la odio por ser tan cansona y castigadora!

 

AGAPITO: ¡De verdad a veces la odias?! ¡Cuéntame! ¡Desahógate!…

 

ANTONELLA: ¡Así es, jode por todo, por cualquier huevonada! ¡Que porque soy indisciplinada en el colegio! ¡Que porque rompo y daño cosas! ¡Que porque los profes le dicen que soy viciosa! ¡Que porque le dicen que soy marihuanera! ¡Que porque salgo sin decirles dónde voy a estar! ¡Que porque me besuqueo con los niños del barrio! ¡Que porque me tocan y no me hago respetar! ¡Que por que a veces no me pongo cucos ni brasier!… ¡Por todo!… ¡Qué hartera!… ¡Hasta se atreve a decirme que parezco una putita por vestirme un poco destapadita, cuando la que es realmente puta es ella porque la he visto teniendo relaciones sexuales con los vecinos y hasta con mis tíos, los hermanos de mi papá! ¡Me da tanta piedra que me gustaría decirle sus buenas groserías en la cara!

 

AGAPITO: ¡Pues díselas a esa perra hijueputa!…

 

ANTONELLA: Jajaja… ¡No!…

 

AGAPITO: ¡¿Por qué no? mamita!… ¡Díselas aquí ahora que puedes! ¡Es bueno desahogarse!…

 

ANTONELLA: ¡Pues sí, pero no!… Jejeje…

 

AGAPITO: ¡Es mejor no retener las cosas, amor! ¡Es bueno dejarlas salir, desahogarse! ¡Así como yo lo hago haciéndome la paja o acosando niñitas como ustedes!… ¡No crees que es bueno desahogarse? nenita!

 

ANTONELLA: ¡Pues sí, pero!…

 

AGAPITO: ¡Pero nada!… ¡Yo te veo excitadita! ¡Ven desahógate! ¡Dedéate, cariño! 

 

 

 

El pervertido con una mano seguía dedeando a Nikita y con la otra empezó a meterle mano a Antonella, le empezó a tocar la cuca por encima del calzón, ella, dejando de filmar, sacó esa abusiva mano y dijo:

 

 

 

ANTONELLA: ¡Por favor, don Agapito!… ¡No lo haga!…

 

AGAPITO: ¡O tú misma te dedéas o lo hago yo, pero de aquí sales siendo una niña liberada! ¡mejor dicho, toda una mujer!…

 

ANTONELLA: ¡Pero es que ya nos están viendo mucho por las ventanas!

 

AGAPITO: ¡Y qué!… ¡Aprende a hacer lo que quieres sin importar los demás! ¡Recuérdalo una vez más… eres paisita y las paisitas no se verán por nada, las paisitas son muy vivas y hacen lo que se les da la puta gana sin pedirle permiso a los demás!…

 

ANTONELLA: ¡Las paisitas somos unas duras!…

 

AGAPITO: ¡Por eso! ¡¿De dónde eres tú?!

 

ANTONELLA: ¡Somos pereiranas! ¡Pero nos criaron en Medellín! ¡Ahí estuvimos por años! ¡Y pues nos trajeron aquí hace unos tres años!

 

AGAPITO: ¡Uf! ¡¿Pereiranas?! ¡Con razón eres tan putita! ¡Dicen que las pereiranas tienen fama de ser putas hasta la coronilla! ¡Y eso es verdad! ¡Ya me han dado culo muchas pereiranas y son tremendas perras en la cama, muy putas!

 

ANTONELLA: Jajaja… ¡Ya veo!… ¡´Por eso es que mi mamá es tan fácil!… Jejeje…

 

AGAPITO: Jajajaja… ¡Y tus rayas vienen de esa tigresa, mijita!… ¡Tú eres igual de puta que ella… antes más!… ¡A lo bien es por titubear que la puta de tu mamá te la monta! ¡Manda a la mierda a esa perra, libérate y has lo que se te viene en gana, mamita!… ¡Sé libre como yo!…

 

ANTONELLA: ¡Pero!…

 

AGAPITO: ¡¿O es que quieres ser dominada por todos?! ¡¿No quieres ser libre?!

 

ANTONELLA: ¡Pues!…

 

AGAPITO: ¡Pues nada!… ¡¿Acaso quieres que la putona de tu mamá te siga golpeando y castigando injustamente porque eres como eres y porque te falta carácter para enfrentarla?!

 

ANTONELLA: ¡Pues tiene razón, don Agapito! ¡Desde hoy me voy a imponer! ¡Le voy a decir a esa perra que se vaya a la mierda, huevona malparida hijueputa!…

 

AGAPITO: ¡Así se hace! ¡Me encantas!… ¡Manda a la mierda a los demás! ¡Hazle pistola al mundo entero!…

 

ANTONELLA: ¡Tiene toda la razón, veci!…

 

 

 

Antonella le hizo pistola a todo mundo, gesto que mostró sacando la lengua y haciendo cara de malvada a través de los vidrios de la ventana y del panorámico del carro, con gusto le hizo esa grosera seña a don Roncancio y a doña Amalia quienes la miraban desde pocos metros de distancia.

 

 

 

AGAPITO: ¡Así se hace, putita!… Jejeje… ¡Pistola para todo el hijueputa mundo!… Jejeje… ¡Ven, mamita, dedeate mientras miramos porno y sigo estimulando a tu hermanita!…

 

 

 

El sagaz hombre empezó a separar las piernitas de Antonella, y ella muy nerviosamente se dejó y colaboró, las abrió totalmente, por poco y hace la abertura de piernas que hace Jean Claude Van Damme en sus películas.

Mientras tanto su hermanita Niki continuaba desmayada después de la enculada tan tremenda que le dio Agapito.

Antonella se metió su manita a su entrepierna y se empezó a tocar.

 

 

 

AGAPITO: ¡Eso, mi niña, sé libre! ¡Disfruta tu sexualidad!… ¡Ya me contaste que la ramera de tu mamá se ha atrevido a decirte putita ¿en verdad lo eres?!

 

ANTONELLA: ¡Pues!…

 

AGAPITO: ¡Tranquila, mamita, dime la verdad! ¡Ya estamos en confianza, muñeca pereirana!… ¡¿Eres putita?!

 

ANTONELLA: ¡Pues claro que soy putita!… ¡Bueno, tal vez un poco!…

 

AGAPITO: ¡¿Un poco?! ¡Yo diría que un mucho!… Jejeje… ¡Pero bien por tu confianza y sinceridad! ¡Me parece bien que lo seas, ser putita es ser libre! ¡Si yo fuera tu papá te permitiría muy bien ser todo lo putita que quieras y salir y culiar con cuanto hombre desees!…

 

ANTONELLA: ¡Usted sí me entiende! ¡Me gustaría que usted fuera mi papá!

 

AGAPITO: ¡Soy tu amigo, mi pereirana!… ¡Pero si quieres me puedes decir papi!… 

 

ANTONELLA: ¡Bueno, papi!… ¡Me gustan mucho tu hierba, tus revistas, tus consejos y tu gorda y larga monda!… ¡Jueputa!…

 

AGAPITO: ¡Deberías desquitarte de tu mamá!

 

ANTONELLA: ¡Usted puede violar a esa perra! ¡Yo quiero que usted viole a esa malparida!…

 

AGAPITO: ¡Voy a darle por esa cuca a la puta de tu mamá! ¡La voy a violar para que deje de pegarte y de molestarte por cualquier pendejada!…

 

ANTONELLA: ¡Dele duro por esa cuca y por ese culo a esa puta! ¡Prométame que la va a violar duro y le va a destrozar el culo con su animalote!

 

AGAPITO: Jajajaja… ¡Lo prometo, muñeca!… ¡Lo prometo!… Jejeje… ¡Esta niña es oro puro! ¡Qué de buenas soy!… Jejeje… ¡Haberte encontrado hoy fue de lo mejor que me ha sucedido en la vida!… Jejeje…

 

ANTONELLA: ¡Ome, espero que cumpla, veci!…

 

 

 

La marihuana, junto a esa extraña sustancia, había empezado a hacer su efecto sexual, la niña se dedeaba con más intensidad mientras miraba las fuertes imágenes pornográficas en la revista y la verga del depravado meterse nuevamente en la cuquita de su hermanita.

El pervertido puso la cámara sobre el tablero del carro de tal manera que pudiera filmar todo lo que ocurría en el interior, mientras penetraba vaginalmente a Nikita abrazaba a Antonella y se besaba con ella. Luego, con la misma mano del brazo que vilmente la abraza empezó a tocarle un pecho. Antonella no decía nada, solo se tocaba su vulva, se dedeaba y besaba de lengua al hombre, se notaba muy excitada y colaborativa.

 

 

 

AGAPITO: ¡¿Me vas a dar cuquita tú también? mija!

 

ANTONELLA: ¡¿Pero no tiene suficiente con la cuquita de mi hermanita? papi!

 

AGAPITO: ¡Quiero darte a ti también por esa rajita, mi nena!

 

 ANTONELLA: ¡Yo te la regalo, papi!… ¡Pero dentro de un carro es un poco incómodo! ¡Yo quiero algo más íntimo y confortable!… ¡Eh ave María, pues!… ¡Es que todo el que pasa nos mira y además aquí huele al vómito de la idiota de la Niki!… ¡Llévenos a una residencia, al menos páguenos motel!…

 

AGAPITO: ¡Pero es que me cobran y no quiero pagar!… ¡Hagámoslo aquí!… ¡No pasa nada!…

 

ANTONELLA: ¡Llévenos a un motel, don Agapito! ¡Yo quiero culiar con usted, pero en la comodidad de un motel! ¡Yo le doy toda la cuquita que quiera, pero con la condición de que sea dentro de una residencia!… ¡Lléveme a un jacuzzi!…

 

AGAPITO: ¡Tengo una idea genial, mi amor! ¡Vamos a donde vivo y allá culiamos todo lo que desees, cariño mientras filmamos porno con mis hermanos, sobrinos e hijos!… ¡Podrías follar con todos!…

 

ANTONELLA: ¡Wow!… ¡¿Una orgía?!… ¡¿Me quiere poner de actriz porno? vecino!

 

AGAPITO: ¡Y a tu hermanita también!

 

ANTONELLA: ¡Yupi!… ¡Bueno! ¡Sale y vale! ¡Llévenos a su vivienda, papi!… ¡Pero rápido que estoy que no aguanto las ganas de que me monten y me pongan panzona!… ¡Estoy ovulando!… ¡Quiero hombres, vergas y semen a montones!…

 

AGAPITO: ¡Uuff!… ¡Genial, putita pereirana!… ¡Uf!… ¡Dejarte en embarazo!… ¡Wow!… ¡Vamos, putilla!… ¡Pero chúpale el pipi a papi un poco mientras conduce, mi vida!…

 

ANTONELLA: ¡Vale! ¡Quite a la tonta de la Niki de ahí ¿o acaso cómo se lo voy a mamar?!

 

AGAPITO: ¡Espera me vengo dentro de la putita de tu hermanita!… ¡Voy a preñarla!… Jejeje…

 

ANTONELLA: ¡Bien pueda, don Agapito!… ¡Embarace a esa perra y luego se lo mamo!

 

 

 

El hombre se vino dentro de la cuquita de la buena Nikita, a ella ya se le habían desbaratado sus colitas de pelo por el ajetreo tan intenso que el hombre le imprimió a su chochita quedando con el cabello suelto y alborotado.

Agapito lanzó gritos y palabrotas de gozo. Luego quitó a la pequeña de encima suyo, Antonella la pasó al otro lado y, habiendo hecho espacio, rápidamente se agachó para chuparle desesperadamente la pinga al depravado demostrando muchísimo gusto. Él empezó a conducir su destartalado vehículo rumbo a su casa.

Luego de unos minutos el hombre inundó la boquita de la arrecha Antonella con su espesa leche, a la niña le fascinó y se lo tomó, y pronto llegaron a la casa del horrible hombre, la cual quedaba en una zona boscosa, era una finca más o menos grande.

La niña no dejaba de hablarle entusiasmadamente al hombre sobre su carrera como emergente actriz porno infantil, y tan pronto se bajaron del campero una manada de perros llegaron a recibirlos. El hombre les dio instrucciones para que ellos no atacaran al par de niñas. Antonella se bajó y ayudó a poner en pie y a caminar a su hermanita Niki, juntas estaban completamente desnudas.

 

 

CONTINUARÁ…

 

ESCRITO POR SIREMIS.