El día de mi cumpleaños
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto me pasó hace 14 años, fue en el 2001, en ese entonces yo cursaba mi último año de prepa, que a la vez era un martirio para mí, ya que los compañeros se burlaban de mí por ser la fea del salón. Era el día de mi cumpleaños número 18, actualmente tengo 32, ese día fue el más bonito de mi vida pero a la vez fue muy fuerte porque un compañero y yo terminamos llorando por lo que pasó.
Les cuento:
Era viernes, en la escuela publicaron a los cumpleañeros del mes, yo incluida, pero nadie se dio cuenta de eso porque para los demás, yo era invisible y también era “Ugly Carmen”.
Hasta que vi a Ramón y a su mejor amigo Rulo ver la lista, Ramón en ese entonces me gustaba mucho pero yo nunca le interesé, eso me entristecía porque más me confirmaba que nadie saldría conmigo por mi defecto de fea, como todos me llamaban. No quise seguir viendo pero alcancé a ver a lo lejos que Ramón señalaba con su dedo índice mi nombre en la lista, y estaba diciéndole algo a su amigo, pero como les digo, no quise ver más.
Ramón tenía los 18 años, era alto, de pelo lacio y castaño oscuro; delgado y era el más guapo del salón. En cambio Rulo apenas cumpliría los 18 en agosto; Rulo es de piel clara, ojos claritos, cabello castaño claro, delgado y usaba gafas. Los dos eran mejores amigos pero eran muy diferentes y muy pronto me daría cuenta de eso.
Mi cumpleaños cayó el sábado, mis padres no iban a estar en casa, ellos se la pasaban viajando por su trabajo y yo siempre me quedaba sola en casa, me mandaban dinero para pagar los servicios de la casa, cosas de la escuela, materiales y alguno que otro libro que me pedían, pero no era lo mismo. Siempre me sentía sola, y el día de mi cumpleaños, como siempre lo iba a pasar otra vez sola, pero eso cambió a las 2 de la tarde; el timbre de mi casa sonó, me sorprendió escuchar el timbre porque nunca recibo visitas, hasta que abro la puerta, ¡vaya sorpresa! Eran Ramón y Rulo que llegaron con un pastel de chocolate para “celebrar mi cumpleaños”. Me quedé muy sorprendida cuando los vi:
Ramón: -Hola Carmen! ¿Cómo estás? Perdona nuestro atrevimiento pero mi amigo Rulo y yo venimos a celebrar contigo tu cumple, así que, déjanos pasar…..
Yo no pude decir ni media palabra, pero me llamó mucho la atención que vi a Rulo muy contento y sonreír amablemente, él me dio mi abrazo de cumpleaños y un regalito que me encantó muchisisimo, era un cd con todos los éxitos de Los Beatles. ¿Cómo supo Rulo sobre mi gusto por la música de Los Beatles?
El caso es que yo estaba muy emocionada que puse el disco en el estéreo, Ramón como que no puso una buena cara cuando puse el disco, pero Rulo estaba muy divertido, ya que a él le gusta mucho oír a Los Beatles.
Rulo fue muy amable y atento conmigo, Ramón no tanto, pero no me importó porque Rulo y yo terminábamos cantando las canciones del cd, cosa que a Ramón, pronto le disgustó, eso lo pude notar. Eran las 3 de la tarde, se le ocurre a Rulo pedir una pizza, me dio la oportunidad de escoger de que quería la pizza, a mí siempre me gustó la pizza de champiñones. Le presté el teléfono de la casa a Rulo para que la ordenara, después, los tres fuimos a la tienda a comprar un refresco y botanas, llegamos a la casa, la música seguía sonando, esperamos la pizza y platicamos un buen rato; Ramón me hacía preguntas muy incomodas como: ¿Por qué no tenía novio? ¿Por qué no me arreglaba? Y ¿Por qué no tenía amigos y no me llevaba con nadie? Rulo trata de callarlo porque vio que esas preguntas me estaban incomodando mucho, cuando él expresa:
Rulo: -Venimos a festejar el cumpleaños de Carmen, no a interrogarla con preguntas fuera de lugar, es sábado, olvídate de la escuela por un rato ¿quieres?
Ramón: -Ok está bien, sólo quería saber.
Me tranquilizó mucho cuando Rulo paró en seco a su amigo, hasta que se escuchó el claxon de una moto, era el repartidor que vino a dejar nuestra pizza, Rulo pagó la pizza y nos metimos para empezar a convivir. Pizzas van, vasos de refresco vienen, dieron las 5 pm cuando llegó el momento de partir el pastel, me cantaron las mañanitas y soplé las velitas de mi pastel, Rulo y yo estábamos muy contentos, pero veo que poco a poco, Ramón se empieza a aburrir. Comimos nuestro pastel, Los Beatles seguían cantando, Rulo y yo cantábamos todas las canciones, cuando de repente:
Ramón: -Estoy harto de escuchar a Los Beatles, estoy harto de John Lennon, McCartney, estoy aburriiidooooooo, ¿será que pueden dejar de cantar por un buen rato?
Rulo: -¡veamos que dice nuestra reina!
Ramón: -¿reina?
Rulo: -¡sí! Nuestra reina, hoy es su cumpleaños y hoy somos sus esclavos, así que, ¿Qué desea la reina que hagamos hoy?
Yo: -No se Rulo, no sé qué decir.
Yo ya estaba muy nerviosa y el ambiente se estaba poniendo más tenso y violento, cuando de repente veo a Ramón haciéndome una cara de enojo que a mí me asustó, pero también vi que me miraba de arriba hacia abajo, eso más me asustó, Rulo ya estaba sacado de onda por la actitud de su amigo, cuando de pronto:
Ramón: -Yo sí sé que desea la reina que hagamos hoy compañero esclavo.
Rulo: -¿Qué es?
De repente, Ramón me acaricia la cara y me empieza a besar, yo trato de alejarme pero él me acerca y sigue besándome.
Ramón: -¿Eso quiere la reina que hagamos hoy?, ¿eso desea su majestad?
Rulo se quedó callado por un buen rato, mientras Ramón me seguía besando. Yo no pude resistir más y terminé por corresponder a sus besos, sentí tan rico que empecé a gemir.
Ramón: -Esclavo Rulo, parece que a la reina le gusta lo que le hago, escucha como grita de placer.
Ramón y yo seguimos besándonos y acariciándonos, Rulo se queda callado y atónito por lo que estaba presenciando.
Ramón: -Que… ¿no piensas complacer a la reina hoy? ¿Acaso no estás caliente? Vamos esclavo, acércate.
Ramón se empieza a quitar la playera que traía puesta, me empieza a acariciar mis pechos, cuando de repente siento a Rulo agarrarme por la cintura y me empieza a besar el cuello, él me dice al oído:
Rulo: -Reina, yo no quería hacerle eso pero ya no puedo más.
Me siento rara a la vez porque dos hombres me estaban tocando, pero eso se me olvida cuando Rulo me voltea y me besa tan fuerte, que también correspondí a su beso. Él se quita su playera y de paso me quitó la blusa, mientras Ramón me quita la falda y me acaricia las nalgas. Miro hacia abajo y veo que el miembro de Rulo ya estaba bien parado, eso me prende y le desabrocho el pantalón, él se lo termina de quitar y queda en bóxer, le empiezo a acariciar su pene y le bajo el bóxer, lo que veo pronto me empieza a gustar que me atreví a hacerle sexo oral a Rulo, a él le gustaba lo que yo le hacía, tanto que empieza gemir del placer, cuando de pronto Ramón me jala del pelo, me hace parar, me voltea y me ordena que también le haga lo mismo que a Rulo. Yo obedezco, le bajo el pantalón y su bóxer y empiezo a chuparle, Rulo me acaricia el pelo y me pide que me acomode en el sofá, me acomodo en cuatro, Ramón se queda parado mientras que rulo me empieza a tocar mi vagina con sus dedos, me acaricia el clítoris y se agacha para hacerme sexo oral.
Siento riquísimo cuando Rulo me come mi vagina, me mete un dedo y sigue chupando a más no poder, yo mientras le hago sexo oral a Ramón, los dos eran delgados y tenían cuerpo atlético, cuando me detengo a verlos desnudos a los dos me excita mucho más:
Ramón: -A la reina le gustó vernos desnudos. Propongo que cambiemos ahora.
Ahora le tocaba a Rulo que yo le hiciera el sexo oral y a Ramón lamer mi vagina. A Rulo le encanta como se lo hago, se calienta cada vez más, entre más le chupaba, el más gritaba de placer.
Rulo: -Tiene usted una boquita deliciosa reina…. Mmm que rico, sabroso.
Luego de hacernos sexo oral, Ramón me acuesta en el piso, se pone un condón y me penetra, sentí un dolor muy fuerte porque me lo metió de trancazo que no fue muy cuidadoso, se encontraba muy caliente y creo que ya deseaba penetrarme. Ramón se mueve más y más, a mí me seguía doliendo más y más, le grité a Ramón que me dolía mucho y que parara, pero él no me hiso caso, me pidió que me callara y siguió dándome más. El dolor pronto se convirtió en placer cuando de repente, Ramón se corre y saca su pene de mi vagina.
Ramón: -Te toca compañero.
Ahora le tocaba a Rulo darme con todo, pero, a diferencia de Ramón, Rulo fue más cuidadoso al penetrarme, me dijo palabras bonitas que poco a poco sentí como me entregaba a él.
Rulo: -Mi reina, te voy a dar mi segundo regalo, sólo siénteme y te gustará, chiquita…. Mmmmm
Rulo me penetró muy suavemente y también, suavemente se movió y yo sentí muy riquísimo cuando él me lo hiso; me abrió las piernas suavemente para no lastimarme yo gemía y él gemía, de repente me tocó mi clítoris y sentí mucho más placer. Tanto que le grité:
Yo: Vamos amor, me gusta como lo haces, que rico lo haces… huuuyyy… hazlo bebé.
Eso lo prendió mucho más que se movió tan fuerte y siguió acariciando mi clítoris, yo seguía gritando de placer, pero cada vez mis gritos eran más fuertes. Rulo se excita mucho más cuando de pronto, tuve un fuerte orgasmo y me vine. Él al escuchar mis gritos de orgasmo, se mueve más fuerte, más fuerte, más fuerte, hasta que él también llega al orgasmo y se corre. Rulo no paró de gritar hasta que se cansa, retira su pene de mi vagina y; veo su cara y noté un reflejo de tristeza, tanto que se levantó, se fue al baño y tardo un buen en salir.
Yo me fui a lavar al baño de la recamara de mis padres, luego llega Ramón diciendo:
Ramón: -¿Me dejas usar este baño? Porque Rulo no sé qué tiene y no me deja entrar, es más, no me responde.
Nos bañamos juntos pero yo sentí a Ramón muy indiferente conmigo, tanto que no me dirigió la palabra en el baño. Le presté una toalla para que se secara, se vistió lo más rápido que pudo y fue al otro baño para apurar a Rulo, pero él no le contestó; Ramón enojado le grita:
Ramón: -¡Ok! Está bien. Ya me voy, estoy fastidiado de todo esto, parece que la ugly Carmen se divirtió más contigo que conmigo. ¡Ok! Quédate con la fea toda la noche si quieres, yo me largo de aquí.
Ramón azotó la puerta y salió muy disparado de mi casa. No le importó que yo lo haya escuchado todo lo que le gritó a su amigo. Toqué la puerta del baño, Rulo me abrió, ya estaba bañado y completamente limpio pero, vi sus ojos y noté que había llorado. Cuando le pregunto:
Yo: -¿Qué tienes Rulo? ¿Por qué lloras?
Rulo: -Me siento muy mal Carmen, siento que Ramón y yo abusamos de ti y de tu falta de cariño, te vimos tan sola que quisimos venir hoy a tu casa para celebrar tu cumpleaños, como sabíamos que nadie se acordaría, quisimos darte la sorpresa pero las cosas cambiaron cuando vi a Ramón besarte, al principio yo no quería, traté de evitar que ramón te siguiera besando pero no me pude controlar y terminé acostándome contigo yo también. Carmen perdóname por favor, yo no soy así con las mujeres, no me gusta utilizarlas, YO NO SOY UN BARBAJAAAAN….. Carmen por favor perdóname….
Al ver a Rulo llorar y gritar que no era un barbaján, yo también terminé rompiendo en llanto y le dije:
Yo: -¿sabes algo Rulo? Yo estaba enamorada de Ramón, él era un sueño para mí hasta el día de hoy. Descubrí que no era lo que yo pensaba, tanto que él, no sé, me sentí utilizada. La verdad no lo disfruté cuando él me penetró, es más, hasta llegué a sentir que no le importaba mi satisfacción, pero contigo fue diferente, yo sentí muchas cosas contigo, me trataste muy bien y… Me diste el regalo más hermoso que una mujer fea puede recibir de un joven tan lindo y tierno como tú el día de su cumpleaños. No llores ni te sientas mal, piensa que me diste tu mejor regalo, aparte del cd de Los Beatles, nunca imaginé que el mejor amigo de Ramón me hiciera muy feliz y… Créeme, estoy muy agradecida con la vida por haberme dado la oportunidad de conocerte y que tú me conocieras. ¡Gracias Rulo!
Rulo y yo nos abrazamos y lloramos juntos por un buen rato, dieron las 9 de la noche, él me ayudó a recoger la casa, lavó los trastes que usamos, se quedó conmigo un buen rato y a las 10:30 se fue a su casa. Él se despidió de mí con un beso en mi mejilla y me susurró suavemente al oído:
Rulo: -Fue un placer ser tu esclavo, ¡mi reina! ¡Feliz Cumpleaños!
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