El día que mi ayudante de cátedra me entregó su virginidad total
Nuria es una chica de nacionalidad chilena. Yo doy cátedra en la Universidad de Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. A mis 28 años ya hace cuatro que ejerzo como profesor en esta Universidad. .
Me llaman Miky, por Miguel. Como dije hace un par de años que soy profesor universitario en la materia de Termodinámica y fluidos especiales. Nuria está en su segundo año de ingeniería, y es una estudiante muy avanzada. Sus notas son excelentes al igual que su presencia. Es una latina de labios gruesos, con una mezcla de Italiano y Polinesio, por lo que sus rasgos son medio orientales. Lo que me atrajo siempre mucho. Lo raro es el color de sus ojos, son color ámbar, medio amarillo medio ocre suave. Muy llamativos. Pero convengamos que tiene otros atributos muy llamativos, como por ejemplo su cuerpo curvilíneo, delgado pero amplio. Sus pechos sin ser grandes están bien proporcionados, y su cola alta, muy firme. A sus 20 años esta mujercita tiene a media clase alzada como nieto primerizo. Creo que hasta varias mujeres se pondrían contentas de compartir su espacio en la cama.
Todo comenzó cuando llegó la semana del «Día del petróleo». Mendoza fue una de las provincias petroleras de mi país, con lo que se le da mucha importancia a este día festivo, y se preparan trabajos variados para que los alumnos y futuros ingenieros muestren su capacidad. Se hace una feria y se presentan trabajos diferentes. Una hermosa experiencia. Principalmente para el alumnado, ya que se premia a los tres mejores trabajos de cada especialidad. Y Nuria estaba decidida a ganar el primer premio este año. Por lo que trabajaba a destajo, pero llegó un momento en que se encontró trabada en su desarrollo y decidió buscar ayuda. Una tarde vino y me planteó que necesitaba mi ayuda para continuar. Que era muy importante para ella y que estaba totalmente abocada a lograrlo. Yo simplemente le dije que no había problema, que la apadrinaría y que juntos terminaríamos su trabajo. A lo que mi ayudante de cátedra agradeció con una tremenda sonrisa. Al otro día, apenas ingresamos a la cátedra se me acerca la chilenita y me dice que si podemos al terminar el horario de cursado, encontrarnos para que me presente lo echo hasta el momento y ver como seguimos con su proyecto. La verdad es que no es fácil encontrar donde estudiar con tranquilidad, sin ser molestados. No se me ocurría ningún espacio con esas cualidades a lo que Nuria me dice que no podemos estudiar en su departamento ya que su compañera, está ella estudiando con un grupito de amigas. Yo sin tener extrañas intenciones le ofrezco ir a mi departamento, ya que vivo solo, estoy cerca de la universidad y allí tendremos todo lo necesario, principalmente tranquilidad. Aceptó inmediatamente y con una gran sonrisa me da un beso en la mejilla y me agradece la posibilidad y la ayuda.
Todo el día me estuvo dando vueltas por la cabeza la Chilenita. Y su actitud al aceptar que estudiáramos en mi depto. No se cohibió para nada. Es más creo que le agradó mucho la idea. Pero bueno, se trataba de ayudar en un proyecto estudiantil. No por eso dejaba de observar que Nuria está muy buena, y que no me desagradaría tener algo con Ella. Llegó el final del horario de cursado y nos encontramos en el hall del edificio universitario, caminamos juntos las cuatro cuadras que hay hasta mi departamento. Ingresamos al ascensor y pude observar que mi ayudante estaba algo sonrojada. Y cuando creía que yo no la miraba, era ella la que me observaba de reojo. Bajamos en el sexto piso, ingresamos al depto y mi compañera observaba el departamento con admiración. Convengamos que mi familia es pudiente, compraron este inmueble con visión de futuro. Y estuvieron acertados. Tiene una superficie de 135m2, con vista a la montaña y a lo lejos se ven los picos nevados. Nos acomodamos y le ofrecí beber algo. Prefirió tomar café. Puse la cafetera automática y comenzamos a organizarnos como íbamos a continuar con el proyecto. Ella primero me explicó de qué se trataba, luego me presentó todo su material y llegamos a la parte en donde su conocimiento no alcanzaba para continuar. Debo decir que su proyecto es ambicioso pero está muy bien encaminado, si no gana estará entre los tres mejores trabajos. Estuvo listo el café, merendamos y continuamos preparando material. Yo explicaba y ella muy atentamente seguía mis conceptos, luego los repetía. Es una alumna brillante. Con una gran capacidad de concentración y memoria. Estuvimos por cuatro horas. Al fin del día ya cansados ambos, la acompañé hasta la parada de taxis, y se fue rumbo a su casa. Al regresar a mi lugar, en el aire había quedado su aroma, su perfume. Me sentí solo, me hubiera gustado que se quedase.
Por tres días consecutivos tuvimos la misma rutina, finalmente su proyecto estaba terminado, quedaban dos días para su presentación, Nuria hervía de ansiedad. Yo lograba calmarla de a ratos. Pero a medida que se acercaba el evento más ansiosa se ponía. Finalmente me contagió su estado y hasta yo estaba nervioso esperando su momento. Llegó el día de la presentación, lo hizo de maravillas, la verdad es que su trabajo era el mejor de los presentados, no solo en su especialidad, «Termodinámica asistida en la Industria Petrolera» si no que era uno de los dos mejores de todos los trabajos. Y finalmente el jurado emitió su voto y Nuria se hizo acreedora al primer premio de la especialidad y al primer premio del evento en general. La chilenita estaba loca de alegría. No dejaba de agradecerme. A tal extremo que su alegría, contagiosa, también tenía una gran parte de contacto físico. Venía me abrazaba, me tomaba del brazo, o de la mano, se aproximaba a mi y se apoyaba en mi costado. Todo eso Ella lo hacía sin conciencia de que me estaba provocando una excitación tremenda. Yo podía sentir el calor de su cuerpo, su perfume invadía mis fosas nasales, hasta te diría que sus feromonas ya atacaban mis sentidos.
Finalizado el acto de entrega de premios, vino la cena, se comió muy bien y se tomó muy bien. Para esto Nuria no se despegó de mí en todo el evento y tampoco para la cena. Parecíamos una pareja de novios en una salida a divertirse. Un par de veces la chilenita posó su mano en mi pierna por debajo del mantel. Yo ya tenía la verga dura como un riel de ferrocarril, en una de esas tocatas puso su mano directamente sobre mi pene, se dio cuenta y en vez de retirarla, lo apretó por sobre la tela del pantalón, y como que sopesó su tamaño, sonriendo da vuelta su cabeza, me guiña un ojo y lanza la carcajada. Por lo que aprecié, ya el vino blanco dulce estaba haciendo su efecto. Se reía más a menudo, se la veía más lanzada, más suelta. Llegó el momento en que una banda de músicos armó sus instrumentos y comenzó la música y a bailar. Convengamos que no lo hago tan mal, me defiendo bastante bien. Salimos a bailar y mi compañera enfundada en su vestido color borravino pegado al cuerpo estaba espléndida. Sus curvas llaman la atención del 90 por ciento de las personas en el salón. Me puse un poquito celoso, ya que todos los varones no le sacaban los ojos de encima. Ella no les daba corte, estaba enfocada solamente en mí. Bailamos por un rato, volvimos a nuestra mesa y ella volvió a beber un par de copas de vino. Para ese momento ya estaba algo achispada. De pronto se acerca a mi cara y muy despacito me invita a irnos a mi departamento. Y me da un besito en la mejilla. Tomamos nuestros abrigos, nos subimos a mi camioneta y raudamente antes de que se arrepintiera la llevé a mi cubículo. Cuando entramos en el ascensor, se da vuelta me echa los brazos al cuello y me da un tremendo beso de lengua, y se refregaba contra mi verga como una poseída. Obvio que yo no me quedé atrás. Entramos a mi depto. y fuimos derecho a mi dormitorio, nos besábamos con furia, el deseo invadía la habitación. Comenzamos a desvestirnos uno al otro, al sacarle su vestido, pude observar por fin ese hermoso cuerpo, yo tampoco estoy mal. Hago mucho deporte, estoy flaco y musculoso. Al quedarse ella en ropa interior se va al baño a lavar, yo aprovecho a destapar un champagne exclusivo que guardo en la nevera para estas ocasiones, y la espero tirado en la cama ya desnudo con la verga en ristre. Mis 20x6cms se hacen notar en la penumbra. Sobre la mesita de luz una caja de condones y un tubo de gel lubricante. Todo preparado. Nuria se acerca envuelta en mi bata de baño, al llegar a la cama se saca la bata y me ofrece una visión magnífica de sus pechos desnudos, su pubis depilado, su vientre plano y sus ganas de sexo alborotada. Le invito una copa de burbujas, la toma y la bebe de un solo trago. Debo confesar que cuando nos subimos a la camioneta, me tome una celeste de 100mg. Con lo que mi bate de carne ya estaba repleto de sangre y a punto. La Chilenita se acostó a mi lado, se acurrucó junto a mi y me besa suavemente, entonces me confiesa que si bien ha tenido novios, con ninguno tuvo sexo, que es completamente virgen. Si a tenido sexo oral, pero nada más. Mi sorpresa fue grande. Tremenda mujercita y nadie se la cogió todavía, y yo debía ser quien le rompiera sus virgos. Bueno entonces mano a la obra, digamos mejor, pija a la obra.
Comenzamos a besarnos, yo acariciaba sus pechos, su vientre hasta llegar a su pubis, para mi sorpresa ya estaba lubricando, sus labios vaginales estaban babosos, metí mi dedo mayor en medio de sus gorditos labios y encontré su clítoris ya erecto y duro, al tocárselo gimió. Comencé a estimularla manualmente, ella se animó y tomó mi verga por el tronco y también me masturbaba. Me atreví a más, me hinqué entre sus piernas abiertas y me adueñé de su conchita con mi boca y mis dedos, también su culo sufrió el embate de mis dedos y la lengua. Ella gemía y suspiraba fuerte, en un momento comenzó a tiritar y de repente la boca se me llenó de flujo vaginal, había acabado. La dejé un momento respirar y que se calmara, al recostarme yo con la cabeza en la almohada, fue ella quien se atrevió a bajarse hasta mi pubis, y tomando mi badajo por el tronco, se metió la cabeza y un pedazo de verga a la boca, era virgen pero no dela boca, doy fe. Chupaba y mamaba de primera. Pronto me tuvo al borde de acabar, se lo comenté y no me hizo caso, al contrario se metía la verga hasta la garganta y allí deposité la leche de mi primer acabada esa noche. Dejo la pija impecable a los lenguetazos. Sonriendo por la tarea cumplida se hizo hasta mí y nos besamos. Nos tomamos un par de copas del burbujeante vino y recomenzamos la sesión. Yo seguía con la pija dura por la pepa que me había tomado. Tenía para aguantar un largo rato. Volvimos a tocarnos pero esta vez yo ya estaba decidido a quedarme con su virginidad, le pregunté si estaba dispuesta y afirmó que sí. Unté mi verga con algo de gel para ayudar a la penetración y le chupe la concha otro ratito, pronto estaba lista y deseosa de que la cogiera. No me hice rogar, simplemente tomé mi tripa por el tronco, se la presenté en medio de sus labios vaginales y lentamente comencé la penetración, es algo estrecha, por lo que gime y me pide que se la m eta despacito, le hago caso y voy más lento hasta que llego a su himen. Ya no hay vuelta atrás, simplemente pecho y se la entierro hasta el fondo, gime fuerte y llora un poquito pero pronto se acostumbra al tamaño del agresor y comienza a participar del coito. Enseguida entra en ritmo, la verdad que es un lujo tomar una conchita así, estrecha y bien lubricada. Pronto estamos cogiendo desenfrenadamente. Así logra otro orgasmo, con la verga hundida hasta su útero. Pero no se detiene, va en busca de otro más, nos giramos en la cama sin sacarle la tripa de adentro y queda a caballito de mi, pronto se pone a cabalgar desaforadamente, y encuentra en el camino su tercer orgasmo. Recién allí se tranquiliza. Se baja de mi, yo voy ahora por su culo. Con el pretexto de masajearla ahora que está boca abajo, me subo sobre sus piernas y mi pija queda justo entre sus nalgas, con la punta justo enfrentada a su ano. Se lo ve estrecho, habrá que tener paciencia para invadirlo. Tomo gel y lubrico bien mi tripa, pongo gel entre sus nalgas. No es tonta, sabe lo que se le viene, pero está dispuesta. Y me lo hace saber abriendo las piernas para que desde atrás, invada su concha con mi palo. Se la entierro hasta los testículos, ella vuelve a gemir fuerte, goza del sexo. Mientras meto dos dedos en su ano, lubrico y dilato su esfínter, luego de un ratito meto un tercer dedo, su ano está bien dilatado y suave, y sin mediar palabra alguna, saco mi verga de su concha, la posiciono bien en su arito y lo penetro suavemente, la cabeza costó un poquito entrar, pero ella ayuda aflojando bien las nalgas, no se resiste, lo goza, eso hace que pronto toda mi verga esté incrustada entre sus nalgas, su culo aprieta suavemente, es un túnel aterciopelado que late y pulsa como un volcán, pronto estoy al borde de llenarle el culo de semen. Se lo digo y ella aprieta más su culo con lo que sin poder controlarme comienzo a acabar con potentes chorros. Ella siente mis fluidos llenar su culo y se estira como una gata. Espero que mi tronco se ablande y se lo saco. Nuria se da vuelta y me abraza, y comenta, Profe, este es el mejor premio que he recibido esta noche. Y así nos dormimos, abrazados.
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