El Director
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace cinco años me encontraba comprometida y a punto de casarme con mi unico novio desde la adolescencia, luego de más de diez años de relación formal que generaba lazos de amistad y un vinculo muy estrecho entre ambas familias.
Me sentía muy feliz en lo personal, al igual que toda mi familia, creciendo en mi carrera profesional que había dado un salto importantisimo meses antes con mi ingreso a la prestigiosa compañia.
Un mes y pocos días antes del ansiado casamiento, la empresa decidio enviarme a un importante evento internacional en Estados Unidos, fundamental en el proceso de trainning, capacitación y adquisición de experiencia para mi carrera profesional. El futuro asomaba ideal y perfecto para lo que habia sido educada. Mi vida se encaminaba de la única manera que la imaginaba.
La suite del cinco estrellas de Seattle que me habian asignado era imponente como todo en ese hotel de lujo, epicentro de la convencion internacional a la que asistía. Recostada en la cama, que parecía hecha a medida de algún jeque y su harem por sus exageradas dimensiones, no lograba relajarme a pesar de la falta de sueño por el largo vuelo. Ya habia hablado con mi familia y mi novio para contarles que había llegado bien, de la magnificencia del hotel y que tenía el resto del día libre para descansar y reponerme. Estaba exhausta intentando bajar los decibeles, mirando el cielo gris a traves del gran ventanal impregnado de miles de gotas que se iban uniendo en variadas informes para caer y dejarle lugar a otras que producia la copiosa lluvia perenne, pero la ansiedad no dejaba lugar al descanso. A pesar de la seguridad que me brindaban mi formación, mi madurez yde lo bien que me sentia con mi vida, por primera vez me sentía sola. Una sensación desconocida que me dejaba expuesta solamente como una muy joven y vulnerable mujer.
Un chillido desconocido me despertó. Confusa busque instintivamente el cuerpo de mi novio a mi lado. Varias horas de sueño muy profundo y despertar abruptamente sola en un ambito desconocido generaron una angustia que no me dejaba aun despues de reaccionar y despertar a la realidad. Decidí que una ducha y un buen baño me repondrían totalmente y me levanté de un salto. Faltaba una hora y media para el primer compromiso, suficiente para quedar perfecta.
Había traído preparado y planificado al detalle el vestuario justo y acorde para cada uno de las cinco jornadas del evento. Elegido minuciosamente para brindar una imagen de mujer seria y profesional. Y fundamentalmente para que disimulara mi natural aspecto adolescente, algo que todas las mujeres me envidiaban y del que yo renegaba. Me disgustaba que mi apariencia asemejara mas a una modelo que a lo que verdaderamente era y sentía. Desde muy chica las agencias de modelos intentaban captarme. Insistian año tras año con todo tipo de tentadoras propuestas que rechazaba sistematicamente. Era un mundo totalmente antagónico a lo que yo deseaba para mi vida.
El descanso y el baño reparador obraron milagrosamente. Mi rostro estaba radiante, mi cuerpo lleno de energia nueva, renovada, vital. Sin embargo tenía esa sensación extraña de ansiedad y nerviosismo que no llegaba a adjudicarselo plenamente a lo que estaba viviendo. Estaba a minutos del cocktail y la cena que abrían la convención. Evento social y protocolar que servía de presentación del programa y de disertantes, pero más que nada para sociabilizar, romper el hielo, generar clima distentido entre los participantes, hombres y mujeres de distintos lugares del mundo. Para la mayoria , junto con el cierre, lo mejor del encuentro, para mí, lo menos atractivo. Allí conocería a los participantes de mi compañia. Seis colegas que ocupaban mi misma posición como ejecutivos junior en otras seis filiales, tres de europa, dos de asia y una de america del norte. Y quien más expectativa me generaba conocer, el lider de nuestra representación y uno de los mejores ejecutivos a nivel mundial, uno de los VP de la compañía y Director regional de America, a cargo y responsable de toda la operación continental y de quien se decia poseia habilidad unica para diseñar las estrategias mas novedosas y sorprendentes, además de candidato natural a ser el próximo Presidente de la Corporación. Pensaba aprovechar al máximo el privilegio de poder estar cinco jornadas completas con semejante exponente.
No podía creer que teniendo todo tan planificado me sintiera tan insegura y dubitativa. No era nada normal en mi tener esa sensación tan extraña. La imagen que me devolvía el espejo frente al que me había vestido no me convencía. El sencillo vestido negro que había elegido previamente con tanta seguridad como justo para esa noche, me resultaba inapropiado. Era de diseñoexclusivo pero sencillo, de excelente tela delicada que acompañaba bien mi cuerpo.. No era ni demasiado corto ni escotado. Sí desnudaba mi espalda pero la cubria con un chall que conjugaba genial. Collar en plata con apenas toques de brillante, brazalete y pulsera haciendo juego y mi alianza de compromiso combinada en oro blanco y platino, como delicados accesorios. Medias negras y zapatos de noche completaban. Ya habia usado el conjunto en una ocasión. Lo que aquella vez me identificaba perfectamente, lo estaba sintiendo como demasiado sexy.
Pedí a recepción que me enviaran urgente un asistente para maquillaje y peinado, pensando que quizas un cambio en el cabello me daría otra impresión. Con el vestido nada podía hacer igualmente no cesaba de tocarlo y acomodarmelo posando frente al espejo. El reloj me indicaba que veinte minutos eran mi límite cuando llamaron. Una muy joven y bella mujer negra con acento caribeño, vestida absolutamente de blanco con dos maletines rígidos en sus manos ingresaba a la suite saludandome educadamente primero para comenzar a cantar moviendo su cuerpo al compás mientras dejaba sus cosas sobre el dressoir siempre sin quitarme su vista que me recorria de arriba a abajo y de abajo a arriba. Me tomó por los brazos apenas debajo de los hombros alejandome de la pared ubicandome suavemente frente a los espejos. Giraba alrededor mio sin dejar de hacer su musica, bailando, sus manos daban suaves golpeteos a mi cabello y me iba diciendo en forma de canción que nada podía hacer ella ante tanta belleza y perfeccion , que debía irse antes de cometer el pecado mortal de arruinar tal maravilla celestial que solo el Señor podia crear. La alegria, la simpatía, la energía positiva que irradiaba esa mujer magicamente exorcisaron de mi todo malestar. Me nutrio y contagio tanto que no paraba de reír agradeciendole, abrazandola y dandole un cariñoso y agradecido beso en su mejilla. Cuando intente darle dinero se puso simpáticamente seria, me retó y me pidió por favor, uniendo sus manos debajo de la barbilla rogando, solo una foto autografiada.
Soltando carcajadas le explicaba que estaba allí por la convención, que pertenecía a una multinacional tratando de convencerla que no era modelo, ni actriz, ni nada parecido. Ella ponía en trompa sus labios, fruncía el ceño y negaba con su cabeza mientras sacaba de uno de sus maletines un lapiz delineador y un pintalabios. Me ordenó que me sentara y con el lapiz retocaba mis ojos. Subió un tono el color de mis labios, acomodó mi cabello y finalmente acomodó el vestido haciendolo lucir un poco mas escotado. Cuando sonó el telefono le pedi que me esperara. La voz del conserje anunciaba que el Director ya estaba esperandonos. Coloque apenas dos gotas de perfume debajo de mis orejas y una en la parte interior de cada muñeca. Tome el pequeñísimo sobre de fiesta plateado mientras ella me acomodaba el chall en la última mirada al espejo. Le pedí que me acompañara y salimos juntas. Me sentía exultante, femeninamente bella, tan mujer como nunca antes. Algo de esa energía sensual de las mujeres negras me acompañaba definitivamente.
Con la mirada fija en la recepcion de entrada al salón de fiestas transitaba sonriendo esos treinta o cuarenta metros atravesando el gran lobby del Hotel, sintiendo como poco a poco me convertia en la atraccion de todas las miradas. Lo que durante toda mi vida habia evitado sorpresivamente lo disfrutaba. Tanto, que intencionalmente cadenciaba aún más mis movimientos haciendolos más y más sensuales..Mi andar era decidido pero suave, con hombros y caderas acompañando cada paso con movimientos remarcados, acompasados. Con un estudiado movimiento de brazos y hombros desnude mi espalda dejando caer el chall para que colgara de mi desprejuiciado. La sensualidad iba dejando su lugar a toda mi sexualidad siempre ahogada, negada de libertad, que surgia virgen, liberada desde la profundidad de mi nuevo ser. Los ferreos y ancestrales mandatos luchaban por imponer sus represores pensamientos pero el gozo y el placer, como nuevos conquistadores liberaban paso a paso cada molécula ocupada, anunciando el comienzo de una nueva vida que inexorablemente sería vivida.
El recepcionista frente a a quien detuve mi marcha me miraba casi tembloroso. Indudablemente le causaba un impacto intimidatorio que tambien disfrutaba. Timidamente me indicaba que la fiesta que buscaba era en el ultimo piso señalandome los ascensores. Acentuando mas mi mirada fijamente en sus ojos acerque mi boca a su oído y le susurre mi nombre y el de mi compañía. Su rostro se encendió de verguenza enrojecida, su boca se llenaba de disculpas tartamudas que no cesaban. Le agradecí dibujando un beso con los labios y sin que terminara su ensayo de indicación me sumergí dentro del salón.
Disfrutaba tanto el placer que estaba descubriendo que no permiti que surgiera cuestionamiento interno alguno. Me sentía nueva, libre, otra. Que se liberaba una esencial parte de mi que me completaba. Todo lo que había vivido hasta entonces, toda mi vida conocida quedaba atrás como si la hubiera vivido insuficientemente. No era arrepentimiento, para nada. Había realizado todo lo que quería pero evidentemente algo faltaba. Alli parada dentro del salón, observando todo, notando como me miraban indisimulblemente todos los que me advertían estaba totalmente segura y decidida como nunca antes a descubrir y vivir plenamente todos los placeres que la vida me ofreciere.
Un backlight con el logo de mi compañia señalaba mi destino al otro lado del salón. Exageré aún más mi andar antes ensayado saludando a todos a mi paso, acentuando la mirada en los hombres y haciendolo mas casual y rápido con las mujeres. Me divertia con los gestos que ensayaban ellos. Alguno que dibujaba con la boca una O de sorpresa, otro que abria bien grande los ojos, la mayoría enmudecia y me seguía con la mirada. Solo dos me demostraron una fuerte personalidad intentando algo mas, siendo más osados. Uno muy buen mozo con toda la pinta de italiano que con dos señas me avisó que luego sería de él y otro muy feo pero impactante, se paró frente mío tomo mi mano y apenas la roso con sus labios y con una vos que hacia vibrar se presento y manifesto que estaba muy impactado. Todo hecho de manera tan masculina que logró por un instante perdiera el eje y el dominio de la situación. En las mujeres el efecto era opuesto, naturalmente. Solo algunas retribuian el saludo y ofrecían una sonrisa sincera. Me estaba encantando acaparar la atención, no pasar nada desapercibida. No lo iba a desaprovechar.
Nos presentamos muy amable y cordialmente. Cuatro hombres y una mujer colegas de mi compañia que ya estaban. Faltaba tan solo uno y el Director. Ellos todavía no lograban despojarse de una imagen universitaria. Se percibía un ligero nerviosismo de inexpertos pero tambien denotaban inteligencia. Sin dudas eran nerds. La mujer aparentaba algunos años más que ellos y su caracteristica notable era una ausencia absoluta de femineidad. Durante algunos minutos la charla fue de rigor. De donde eramos, los estudios cursados, nuestras familias. Todos coincidieron en que les parecía mucho más joven y que en otro ambito jamas me imaginarían ejecutiva de una corporación, además timidamente dieron a entender lo poco comun de mi belleza.
No había terminado de preguntar por el Director en el momento que la srta me señala a una pareja. Uno de los chicos con jocosa malicia me comenta casi al oído que la francesa no perdia el tiempo. El representante que faltaba era otra mujer de la filial francesa que se acercaba lentamente caminando junto a nuestro Director.
Me detuve a observarlos atentamente, beneficiandome del silencio expectante generado ante la inminente llegada. Estaba realmente sorprendida. El Director era totalmente lo opuesto a la imagen que me habia creado de él. Mucho más joven, no parecía llegar a los 40 años. Extremadamente atractivo, lucía impecablemente vestido, traje y camisa bien a la moda y de finisima confección. Alto, bronceado, excelente y atlética figura. Se destacaba sobresaliendo del resto notablemente. Era el único hombre que no llevaba corbata y su camisa impecable estaba desabrochada algún botón más de lo aconsejable exhibiendo deliveradamente una porción generosa de su también bronceado tórax.
El cabello castaño claro caía natural y juvenil, con el largo justo que le daba un toque salvaje y deportivo: Su rostro marcadamente masculino destacandose su boca que dibujaba casi permanentemente una sonrisa perfecta. Al acercarse más pude también distinguir lo que a ese ya impactante hombre lo terminaba de definir. Sus ojos y esa mirada lo convertian en un arma letal para cualquier presa que pusiera bajo su mira.
La francesa era tan joven como yo. La vestimenta casual, descuidada e inapropiada para el evento no lograban ocutar su belleza naturalmente angelical. Era hermosísima. Sus ojos, su expresión y todo su cuerpo mostraban sin disimulo que se encontraba totalmente seducida y entregada a ese hombre que la acompañaba, lo que confirmaba lo que ya empezaba a sentir a la distancia. El poder de seducción del Director era inimaginablemente irresistible.
Ya no quería ni podía dejar de mirarlo. Deseaba lucir y transmitirle toda la sensualidad que despertaba. Cuando por fin su mirada se poso en la mía senti que todo el deseo que se apoderaba de mi se disparaba por mis ojos y hacía que él se acercara decidida e intensamente hacia mí. Sin dejar de mirarme, tomandome una mano que acariciaba sutilmente con sus dedos, me paralizó diciendome en un perfecto castellano reconocible y familiar que era imposible que yo vinera de otro lugar que no fuera Buenos Aires.
Unicamente el ámbito que nos rodeaba podía milagrosamente ponerle freno al deseo que nos unía y atrapaba. Forzosamente pero sin separarnos mucho del estrecho límite que la cordura apenas mantenía comenzamos a dialogar manteniendo firmes nuestras ya lujuriosas miradas. Con sorpresa y tratandolo de vos sin que no me importara nada haber perdido la formalidad le dije que creia que era ingles y que así se lo conocia. Afirmó haber nacido en Londres , que se crio desde los tres años en buenos Aires donde creció, se educó y formó, lo que indefectiblemente lo convertía en porteño. Condición que el también elegía y adoptaba para siempre. A la atracción y el deseo fisico que sentíamos se le sumaba un condimento de complicidad que no hacía mas que confirmar que la situación era totalmente irreversible.
Coordinadamente las luces del salón aumentaron su intensidad, lamusica ochentosa muto a instrumental de bajísimos decibeles. Tomo forma un escenario que parecía inexistente y la voz de un locutor silenciaba totalmente el auditorio dando la bienvenida y anunciando el comienzo ddejee la Convención. Me abrazó levemente, cerre los ojos y me entregue a sentir su boca en mi mejilla. Mi mano era depositaria de lo que parecía una tarjeta plastica. Escuche un susurro que hacia también mia su suite y una despedida que incluía un pronto reencuentro. Con la excitación a flor de piel, el corazón bombeante de deseo y los fluidos de mi sexo humedeciendo mi intimidad, permanecí así inmovil mi rando su creciente lejanía. A medio transitar la francesa freno abrutamente su partida haciendolo perder el horizonte. Sonreian casi abrazandose. Antes de retomar su destino senti que ese beso entre sus bocas también era mío.
Todo lo que sucedía fuera de mi eran flashes, apenas audibles fragmentos de realidad que nada importaban. Abstraída en mi mundo de deseo y fantasía ansiaba su pronto sentir que materializara en mi cuerpo el infinito placer que mi mente creaba. Imaginaba miles e infinitas formas que nuestros cuerpos gozaban. Alternativamente y espectante tambien a el con ella disfrutaba. Esta nueva vida de placeres desconocidos por prohibidos se gestaba desde adentro, fluyendo libremente a cumplir con el sueño de esta mujer fragmentada, decididamente segura a ser plena y completada.
Su voz potenciada me atravesó suspendiendo mi letargo. Estaba en el escenario seduciendo a todos con seguras y decididas palabras llenas de conocimiento. Todos lo admiraban. La belleza cautivante de la francesa se acercabea corporea juntando su mano con la mía, acariciandome. Me dejaba saber que su deseo era el mío. Descubri que tambien la deseaba dejando libre una nueva sensación nunca soñada. Los aplausos del auditorio presagiaban que se acercaba el momento de la explosion que como hembra necesitaba.
Ella salio disparada hacia el escenario. Intenté seguirla con la vista pero la perdi entre el enjambre de gente que que se agolpaba, Estaba ansiosa, solitaria en el fondo del salón sin saber que hacer. De pronto El Director me tomó por detras. Silencio el sonido que estaba por emitir y me arrastro firme pero sigilosamente. Nadie pudo vernos cuando entramos al ascensor.
Entregada al deseo sentí sus manos acariciando mi rostro. Su boca me regalaba palabras de deseo. Yo le devolvia jadeos y miradas de ruego. Comenzamos a unirnos en un beso hambriento. Nuestros cuerpos se fregaban. Las manos recorrian caricias salvajes buscando los sexos. Los dedos de sus mas rapidas manos me penetraron creando un aullido de placer que potenciaba salvajemente aun más el deseo. Desesperante la atraccion incontenible se confundia en miles de movimientos torpes que tanto deseo inutilizaba. La puerta del ascensor abriendose terminaba un camino. Corriendo, sudorosos, desencajados entramos a la suite. Un camino nuevo y desconocido se abría para mi dispuesta a recorrerlo. ASÍ caíamos juntos desnudos sobre la cama.
Abrio totalmente mis piernas preparando su bestial embestida.Mis manos lo tomaron violentamente y clavandole las uñas en su espalda presionaba con todas mis fuerzas atrayendolo para sentirlo definitivamente.En un solo y brutal movimiento ingreso toda su pija dentro mio incendiando de lleno mi concha. El tope violento de su glande contra mi fondo lo paralizó pujante como forzando seguir el recorrido que destruyera mis entrañas. Mis piernas abiertas flotaban en el aire, mi cadera elevada dejaba mi cuerpo elevado casi en posicion vertical, Mi cuello y apenas los hombros me sostenian aguantando la presion inmovil y pujante. Mi boca totalmente abierta dibujaba un sonido sordo detenido y ahogado, fiel expresion de estar detenida en ese instante tan placentero que anuncia la explosion de placer inminente pero que todavia no es. Estabamos detenidos en el tiempo. Nuestros rostros reflejaban un placer desesperante, como si eternizaramos ese momento para aumentar infinitamente la presión que torne la explosión inminente en unica, inconmensurable y letal.
Al sentir el contacto de mi cuerpo sobre la cama todo se transformo en un infierno de placer. Apenas su pija comenzo a moverse cojiendo mi concha solté todo el aliento contenido en un grito demencialmente desgarrador y potente queresultaba ser apenas una minima expresión del placer que mi concha experimentaba por primera vez en un orgasmo animal, potente, interminable y unico que recorria todo mi cuerpo contorsionandolo, haciendo que fuera todo un temblor de placer inimaginado. El gritaba como un macho alpha diciendome que me llenaba, toda con su leche convirtiendome en su hembra. Cuando sus borbotones de nectarexplotaban contra las paredes de mi concha, llenaban mi utero y me desbordaban sus cálidos chorros intermitentes, nos unimos en un solo grito final que sellaba la fusión de nuestros cuerpos en una unica comunion.
Aturdida, casi desmayada, todavia temblando y no pudiendo dar credito a la experiencia recien vivida, lo busque a el con la mirada. Rebufaba jadeante totalmente inmovil. Su pecho subia y bajaba al ritmo de una respiración todavia vio lenta y agitada. Nos miramos. Intento decirme algo que salio como un halo de ultimo aliento entrecortado. Crei entender exactamente lo mismo que yo pensaba. Increible…Increible!
Le pedi por enesima vez que me coja. No podiamos parar de cojernos. Apenas nos reponiamos comenzabamos nuevamente como si fuera la primera vez, probando infinitas maneras. Ahora me tenia en cuatro como su perra y me cojia por detras tirandome del pelo. Gritabamos. Cuando empece a gritar sin parar que me diera mas y mas alzando la vista, pude ver que la puerta de entrada a la suite se abria. Sin dejar de pedirle mas vi como la francesa se acercaba mirando extasiada y desnudandose. Cuendo se paro frente a mi ofreciendome su concha acercandola a mi boca saque desesperadamente la lengua…. comence a acabar nuevamente sin parar….
Continuara
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