El hijo de mi yerno 2

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
«Hay cariño, eres todo un hombre, como me haz echo disfrutar así como me haz follado», le dije toda mimosa, pasando mis pies por sus piernas, restregando mis tetas por sus brazos y su pecho, «mmmmm, como me vas a hacer disfrutar con tu polla», le dije pasando mi mano por su polla todavía humeda de leche.
«Si Marga, quiero que me enseñes», me dijo metiendo uno de mis pezones en su boca, «que delicia, así, chupa mis tetas que eso me hace poner muy cachonda», le dije acariciando su cabeza y disfrutando de su boca chupando mi pezón.

«Sigue besando ni cuerpo cariño», le dije poniéndome boca arriba, cogí una de sus manos y le llevé a mi coño, sintiendo como movía su mano y metía un dedo dentro y me iba besando, haciendo que mis gemidos sean mas fuertes.

Fui acomodando su cabeza entre mis piernas, abriendo los labios de mi coño, le dije como lamer y chupar mi clítoris, como lamer la parte interna de mi coño, le pedí que meta sus dedos en mi culo, sintiendo como al ir metiendo los dedos en mi ano, salía la leche que Fernando hacía unos minutos había.
dejado dentro.
El yogurin aprendía muy rápido, me hacía retorcer en la cama de placer.
chupando mi coño.
Sentía su polla dura de nuevo rozar mis piernas.

Mis amigas tuvieron razón, si bien no tienen experiencia siempre tienen la polla dura.
«Si Fernando, así, sigue chupando así mi coño y no dejes de mover tus dedos dentro de mi culo», le decía entre ayes de placer.
No podía dejar de retorcer mi cuerpo de tanto placer.
Yo se que estoy buena, me encanta follar, pero a mis 52 años tener varios orgasmos en el mismo día y tan seguidos me cuesta mucho.
«Ven mi niño, sube sobre mí», le dije haciendo que Fernando se suba sobre mi, acomodandose entre mis piernas y con mi mano volví a acomodar su polla contra mi coño, gritando de placer cuando siento como la vuelve a meter toda.

Lo envolví con mis piernas, moviendo mis caderas, «haaaaa, como siento tu polla moverse dentro mío, como me.
gusta», le decía buscando su boca para besarlo.

Nos besamos metiendo nuestras lenguas en la boca del otro.
«Chupa mis tetas», le decia sin dejar de gemir y tenía los ojos cerrados, disfrutando, y mas disfrutaba sintiendo como Fernando me follaba y me chupaba los pezones.
«Te gusta follar mi culo?», le dije sin poder dejar de gemir, «si, me gusta», me dijo Fernando, «deja que me de la vuelta», le dije dejando de atenazarlo con mis piernas.

Fernando saca su polla de mi coño, y yo me puse en cuatro patas abriendo mis nalgas lo mas que pude, ofreciéndole mi ano, dejando mi ojete a la vista de él.
«Metela fuerte, de una sola vez», le dije ayudando con una de mis manos a que acomode su polla contra mi ojete, abriendo una de mis nalgas con la otra.
Juro por mi hija, que mordi las sábanas cuando Fernando me la metió toda de una sola vez, fue tanto el placer que sentí al sentir su polla entrar así, con tanta fuerza, «haaaaaaaa», dije de placer al tenerla toda dentro de mi culo.
«Sacala y vuelve a meterla fuerte», le pedí abriendo bien mis nalgas.
A cada embestida que me daba Fernando, gritaba de placer y escuchaba como salía el aire de mis intestinos como si fueran pedos.

Mis tetas iban para adelante y para atrás a medida que Fernando me follaba el culo, «no pares cariño, sigue machacando mi ojete así que me encanta», le gritaba disfrutando como me follaba fuerte el culo, escuchar mis nalgas chocar.
contra su cuerpo, el sonido que hacían, escuchar como me pedorraba con su polla entrando y saliendo de mi ojete, «me estas matando», le grite, disfrutando como hacía mucho que no disfrutaba follando.

Le pedi que se corra, me ardia el ano de tanto follar.
Fernando me empezó a follar mas rápido, hasta que escuchando ese inconfundible gemido, metió su polla lo más adentro de mi culo que pudo y me volvió a llenar los intestinos con su leche.

Estaba muerta, de quemaba el ojete, pero estaba tan satisfecha de haber follado, Fernando a pesar de ser casi un niño me había follado tan bien, que me va a encantar seguir follando con él