EL HIJO DEL PATRON Y MI ESPOSA
Mi nombre es Antonio y mi esposa Liliana, tenemos treinta y dos y treinta años respectivamente, trabajamos en una estancia, yo cuidando lo relacionado con el campo, siembras, fumigación, recolecta y demás, y mi esposa presta sus servicios en los quehaceres de la casa de campo.
Mi nombre es Antonio y mi esposa Liliana, tenemos treinta y dos y treinta años respectivamente, trabajamos en una estancia, yo cuidando lo relacionado con el campo, siembras, fumigación, recolecta y demás, y mi esposa presta sus servicios en los quehaceres de la casa de campo donde los patrones vienen por temporadas. Ellos son un matrimonio de unos cincuenta años, con dos hijos Mateo y Lucas de veintidós y veinte años respectivamente.
De cuando llegamos a trabajar hace cinco años hasta ahora, todo funcionaba muy normal, pero desde hace unos meses el hijo menor, que para cuando llegamos era un niño, ahora tiene veinte años y me he dado cuenta que cuando él cree que nadie lo observa se toma confianzas con mi esposa, acariciándole los senos o las nalgas y una vez incluso la abrazó y la beso en la boca. Mi esposa Liliana nunca me ha dicho nada de lo que ha sucedido con este joven, de esto me enteré al verlos a la distancia estando en mis tareas.
Días atrás, vino Lucas con unos amigos a pasar el fin de semana, hicieron una fiesta y se tomaron varias botellas de licor. Mi esposa Liliana, estuvo atendiéndolos en el día, preparándoles la comida y como a las nueve de la noche como continuaba en la casa de los patrones, fui a ver como estaba.
Los chicos que eran seis, estaban en una tremenda algarabía, bastante borrachos, pero en el salón donde se encontraban no vi a Lucas ni a Liliana, entonces di un rodeo a la casa mirando por las ventanas y en la habitación que observe luz encendida, me acerqué y allí estaba Lucas con mi esposa. Él la tenía recostada contra la pared y mientras la besaba en los labios le acariciaba las tetas y las nalgas por encima de la ropa.
Ella por momentos trataba de zafarse, pero él la volvía a detener fácilmente, gracias a que el esfuerzo de ella por salir no era muy evidente, además se reía de las cosas que él le decía al oído, lo que me dio a entender que no estaba muy en contra de su voluntad.
Mi esposa cuando vienen los patrones se viste con el uniforme de trabajo que es enterizo y tiene una cremallera al frente y debajo solo usa sujetador y panty.
Lucas bastante juguetón logró bajar el cierre del uniforme, de manera que enseguida quedo a la vista el cuerpo desnudo de Liliana cubierto solo como dije por el sujetador y el panty. A continuación, él saco las tetas de mi esposa del sujetador y comenzó a mamárselas, con la efusividad propia de un jovencito de su edad. En este momento ella estaba aceptando que Lucas manejara su cuerpo a su antojo, y luego le quito el panty y empezó a acariciar su concha mientras continuaba mamandole las tetas.
Lucas con sus caricias logro excitarla tanto que después cuando le pidió le mamara su verga, ella lo hizo sin ningún reparo, primero la recorrió con su lengua y al tomarse confianza la metió en su boca y a continuación comenzó a chuparla hasta que él se la empujo hasta la garganta, algo que los dos nunca habíamos hecho.
Comprendí que estos chicos con todos los medios de comunicación a la mano, desde muy jóvenes están enterados de todo lo que pueden hacer con una mujer.
Como un cornudo me quede observando como este chiquillo intentaba follarse a mi esposa y ella con su actitud pasiva lo aceptaba. Lucas la acostó, se acomodó en medio de sus piernas y comenzó a darle una sesión de sexo oral en su concha y ella al sentir placer retorcía su cuerpo en la medida que su excitación crecía, hasta cuando alcanzo su orgasmo.
Sobre lograr que mi esposa disfrute orgasmos no tengo mucha experiencia y varias veces sucede que me corro antes que ella alcance un orgasmo como el que estaba viendo.
Luego él se deslizo hacia arriba, volvió a mamarle las tetas y a continuación besos apasionados en la boca.
Al tiempo que esto sucedía Lucas se quitó la pantaloneta y su verga se acercó a la concha de Liliana y con poco esfuerzo comenzó la penetración hasta hundir totalmente su verga dentro de ella comenzando un mete y saca que fue creciendo en velocidad y fuerza durante varios minutos en los cuales ella se volvió a excitar y gemía aghhh, aghhh, aghhh, uhmmm, y le decía joven Lucas que rico, al tiempo que lo abrazaba contra ella, hasta que los dos alcanzaron el clímax y él se corrió dentro de ella.
Al terminar se quedaron pegados unos minutos recuperándose y al separarse empezó a fluir de la concha de mi esposa el semen que Lucas le acababa de dejar dentro.
Viendo lo acontecido, era claro que a mi esposa le había gustado que Lucas se la follara, y si eso era así, de seguro en cada nueva oportunidad que él visitara la estancia lo volvería a hacer. Efectivamente en el fin de semana siguiente Lucas volvió solo y Liliana lo estuvo atendiendo. El viernes en la noche cuando él llego no tuvieron tiempo de hacer nada porque yo estuve pendiente, pero el sábado en la mañana después que ella fue a prepararle el desayuno, estoy seguro que se la follo porque el mal genio que ella había mostrado durante la semana cambio totalmente.
Ese día al final de la tarde Liliana me dijo… voy a preparar la cena del joven Lucas ya vengo, pero como yo estaba alerta, minutos después que ella salió me acerque a la casa principal y aprovechando la obscuridad me ubique al lado de la ventana de la habitación donde dormía Lucas y me encontré que él estaba acostado vestido solo con una pantaloneta y Liliana se encontraba parada a los pies de la cama y cuando él le hizo la señal que se acercara, ella se sentó en el borde de la cama y Lucas aprovechando que Liliana vestía el uniforme deslizo su mano por debajo hasta alcanzar su concha y comenzó a acariciarla, luego me di cuenta que ella no tenía panty debajo, de manera que ella sabía a lo que iba.
A continuación, Liliana se inclinó sobre él y se besaron por varios minutos, y pronto ella bajo el cierre del uniforme, se subió sobre Lucas y su verga que ya estaba erecta, se perdió rápidamente dentro de la concha de mi esposa, que comenzó a moverse como una jinete y pronto los dos disfrutaron del placer, ella con su orgasmo y él corriéndose dentro de ella.
Lo que acababa de ver sería poco frente a lo que vendría más adelante. Como ya era una costumbre que Lucas visitara la estancia, a veces solo o con amigos, en una de las últimas visitas vino con un amigo, la verdad un joven de muy buena presencia y a Liliana al verlo se le iluminaron los ojos, saludándolo con una sonrisa coqueta de oreja a oreja, y el joven un poco mayor que Lucas al saludarla le dio un vistazo de arriba abajo y le dijo… ¿Como te llamas? Ella le respondió…Liliana, para servirle. Y el comento, Liliana, que bonito nombre tanto como la dueña y los tres rieron.
A continuación, Lucas y su amigo entraron a la casa y Liliana se fue a la cocina a prepararles la cena.
Poco tiempo había pasado desde que llegaron y ya cada uno tenía un vaso de licor y al cabo de un par de horas hablaban duro y reían con efusividad. Yo me retire de la casa, pero me quede a la distancia prestando atención a lo que sucediera.
Cuando Liliana se presentó a avisarles que ya estaba la cena, Lucas estando sentado le pidió que se acercara y cuando la tuvo a su lado, mientras le acariciaba las nalgas le dijo a su amigo… ¿Cierto que Liliana es muy bonita? Y el amigo le respondió… Total, es preciosa. Tenemos que hablar Lili. ¿Te tienes que ir a descansar pronto? Le pregunto Y ella muy coqueta le dijo… Voy a servirle la cena a mi esposo y luego vuelvo.
Ella como una mansa paloma vino a servirme la cena y después se retiró diciendo que iba a alistar los preparativos para el almuerzo del día siguiente para atender un pedido que el joven Lucas le había hecho.
La verdad, estaba muy confundido con lo que sucedía, ver que mi esposa se había vuelto el juguete sexual del joven Lucas, esto no me estaba gustando, pero no sabía qué hacer.
Si formaba un escándalo de pronto nos corrían del trabajo y la verdad el pago era bastante bueno, yo diría que el mejor de la región, además los patrones no eran muy exigentes. Además, me encontré por casualidad, buscando unas llaves en los cajones de la ropa de mi esposa, una caja metálica que al abrirla vi una cantidad de dinero que jamás yo le había dado a Liliana, y ella no tenía otra fuente de ingresos por trabajos adicionales, conclusión, el dinero debía provenir del joven Lucas que en cada fin de semana se lo daba.
Como la curiosidad me enloquecía, decidí acercarme a la casa de los patrones a vigilar a mi esposa y me encontré que el joven Lucas y su amigo estaban bastante alicorados y habían entrado a la habitación de él en compañía de Liliana. Observando por la ventana los vi hablar y ella con la mano parecía estarle diciendo a Lucas que no. Pero él se le acerco y comenzó a magrearla, dándole besos en la mejilla, en el cuello y su mano se deslizaba por sus nalgas.
Estaban en eso cuando el amigo de Lucas saco de su bolsillo un sobre que después confirme era dinero, con el que compraron la voluntad de Liliana y fue allí cuando comenzaron a desnudarse los tres.
Liliana en medio de los dos jovencitos recibía caricias por todo su cuerpo, mientras uno acariciaba sus senos el otro lo hacía en su concha o en sus nalgas, el caso es que no paraban de magrearla y se turnaban para besarla en la boca, en los senos y finalmente en su concha.
Las vergas de los dos jovencitos se mantenían erectas apuntando hacia el techo y no paraban de rozarlas contra la concha o el culo de Liliana. El primero en penetrarla fue el joven Lucas. Él se acostó en la cama y ella se subió sobre él clavándose inmediatamente su verga y a continuación el amigo se acomodó a espaldas de ella dirigiendo su verga hacia el culo de Liliana y ayudando la lubricación con saliva consiguió penetrarla. Cuando lo hizo, permanecieron inactivos por un par de minutos y luego empezaron a moverse y en poco tiempo los tres volaban de excitación, escuche gemir a mi esposa y resoplar al par de jóvenes que al alcanzar el límite se corrieron y quedaron inmóviles
Al separarse, me pareció que Liliana se quejaba de su culito, pero ellos le hicieron chistes y finalmente ella también rió. En ese fin de semana en individual o en conjunto, si no se follaron a Liliana unas cuatro o más veces cada uno, no creo que haya sido menos.
Viendo esto, el domingo en la tarde cuando ellos se fueron no dije nada, pero el lunes cuando yo me había calmado, al final de la tarde le propuse a Liliana algo inusual compartir unas copas de la botella de licor que habían dejado iniciada el joven Lucas y su amigo y cuando íbamos por la tercera copa, como en ella no es común consumir licor, pronto estaba eufórica, y pensé que era el momento de tocar el tema.
Y le dije: Yo sé que no soy un experto en hacerte disfrutar en la intimidad y por eso asumo la culpa que tu hayas estado follando con el joven Lucas, me he dado cuenta que él es un experto en hacerte disfrutar maravillosos orgasmos y te he visto tan excitada que hasta he sentido ganas de estar compartiendo contigo y con el joven Lucas, tal y como lo hiciste en este fin de semana con él y su amigo.
Creo que fue lo máximo para ti y para ellos. Por eso no te voy a prohibir que compartas con él esos momentos en que te hace sentir muy mujer, pero con lo que he aprendido observándolos, deseo hacerte pasar buenos momentos y ahora te propongo que nos desnudemos para hacerte gozar como nunca antes.
Nos desnudamos y comencé a besarla como lo había hecho el joven Lucas, estuve mamándole sus tetas, al tiempo que frotaba su clítoris y logre llevarla a un orgasmo que ella califico como el mejor que habíamos compartido. Luego ella misma me dijo… ahora te mereces disfrutar mi concha como te plazca y acostándose boca arriba, separo las piernas y me pidió me subiera sobre ella, para iniciar la mejor follada de todos los años de casados.
Al terminar nos abrazamos y ella me pidió perdón por haber permitido que el joven Lucas hubiera disfrutado de su intimidad, pero yo la anime diciéndole que al haber pasado lo que sabíamos, nuestra intimidad iba a mejorar muchísimo.
Entonces me pregunto… ¿Y ahora la próxima vez que venga el joven Lucas y quiera estar conmigo que le digo?
Le respondí… El que estes con él no va a cambiar los sentimientos que existen entre nosotros. ¿O me equivoco?
Noooo, para nada, yo siempre estaré contigo. Lo que paso fue solo físico, y pienso que el joven Lucas fue quien inicialmente me forzó, pero yo tuve la culpa de haber cedido, por culpa de mi inexperiencia ya que la única persona con la que había compartido intimidad había sido contigo.
Está bien, entonces no debes cambiar, pero si dile que no vuelva a invitar a sus amigos para estar contigo, porque cualquier día alguno de ellos puede hacer un comentario desafortunado y si yo me llegara a enterar se crearía una situación muy delicada, de lo cual tú no sabes como yo pudiera reaccionar.
Desde ese momento el joven Lucas viene folla con Liliana y yo me divierto viéndolos, después cuando ella regresa a casa estoy tan excitado que la pasamos de maravilla. No me preocupa lo que pase entre ellos porque sé que pronto al joven se le pasará el entusiasmo, pero nosotros seguiremos disfrutando del sexo que hemos aprendido.
Afortunadamente, el patrón ya me había facilitado un computador sencillo, pero suficiente para recibir sus correos con instrucciones sobre lo que debía hacer en la estancia, y a raíz de lo acontecido entre el joven Lucas y mi esposa me interese en visitar páginas de sexo encontrando ésta, que me ha servido mucho al poder leer relatos de casos similares al mío y comprender que actualmente en las relaciones de parejas, se acepta compartir la intimidad con terceros sin que se generen conflictos. Decidí relatar lo que me ha acontecido para compartirlo con ustedes como otros lo hicieron y que me ha servido mucho.
Esté relato está lleno de verdad. Si la mujer te ama, el sexo que tiene contigo es el real, lo que tenga con otros es solo un extra que puede hacernos aprender incluso a los hombres como es que se trata a una mujer en la cama. Buen relato sigue así.