El incesto en la vida de mi hija mi vida parte 5
Hola de nuevo, continuo con mis relatos, hoy les contaré como en una noche de películas con mis primos mi papi me penetra..
Esta historia sucede cuando yo tenía alrededor de 8-9 años.
Era un fin de semana, mi mamá había invitado a mis primos a casa para que estuviéramos todos juntos un una pijamada. Mi padre los fue a buscar desde antes del mediodía, estuvimos divirtiéndonos toda la tarde, con toda clase de juegos y comiendo golosinas que nos habían comprado para la ocasión.
He de recordar que mi familia es numerosa, como les había dicho somos 10 primos. Ya entrada la noche, nos reunimos en la sala y escogimos una película para ver, todos tirados en tres colchones que mi padre dispuso en la sala.
Al rato de estar los 10 primos solos, ya que mis padres se habían ido para su cuarto, mi papá salió y nos preguntó si queríamos que nos hiciera unos sándwich, a lo que todos en coro respondimos que sí.
Acto seguido pasó literalmente por encima de nosotros y fue a la cocina a preparar los sándwich.
Al terminar los trajo acompañados de un chocolate caliente y cominos despacio ya que estábamos muy atentos a la película.
Él espero que termináramos para recoger los platos y vasos e ir a lavarlos.
En lo que había esperado que comiéramos se había sentado en la parte de atrás de la sala en su mecedora favorita, y se interesó por la película a tal punto que al regresar de la cocina se quedó a terminar de verla.
Cuando me di cuenta de que se había quedado allí, me levanté del colchón y me fui para sus piernas, sin intención de hacer nada, solo porque me agradaba mucho estar en su regazo. Él usa una pijama corta, ancha y de tela suave, y no se pone interior. Yo por mi lado, tenía un short igual pero mas ajustado y una camisilla de tiritas que dejaban al descubierto parte de mi torso.
Luego de un rato, con el movimiento normal de estarme acomodando en sus piernas para no cansarme en una sola posición, a él se le comenzó a parar su verga, empecé a sentir como le crecía y como le palpitaba. Ya sintiendo eso, me acomodé para que so miembro se metiera entre mis nalgas y comencé a mover lentamente mi cintura.
Su reacción fue inmediata, me puso las manos en la cintura y me haló fuerte hacía su verga, que ya se le comenzaba a salir por un lado de su pijama, así que sentía en mis piernas su roce y lo baboso que ya estaba. Eso era algo que me excitaba demasiado, pero no me atrevía a continuar ya que estábamos todos allí reunidos.
Sin embargo él no se aguantó, y con una de sus manos me comenzó a acariciar mi vagina, yo cerré las piernas para que no siguiera y le mire haciendo señas que todos estaban allí. Le dio igual y me dio un beso en mis labios, poniendo su otra mano en mis pechitos de niña y empezando a acariciar mis pezoncitos.
Me acomodo aún más en su pene y se comenzó a mover suavemente, sentí muy rico su roce en mi culo y sus caricias en mi vagina y téticas.
Con agilidad corrió mi pijama a un lado, y como ya me conoce y sabe lo abundante que me mojo, metió su dedo grande en mi conchita, acto que me hizo soltar un suspiro, y que hizo reaccionar a mi prima mayor que se giro para preguntar que tenía.
Sin darle importancia a su pregunta le dije que nada y ella continúo mirando la película mientras mi papi y yo nos divertíamos a sus espaldas.
Luego de un rato de caricias abrí mis piernas y pasé mi mano derecha para acariciar esa verga dura y jugosa que siempre me ha vuelto loca. La tenía durísima ya que mi peso la presionaba hacia abajo, sentía como le latía y como le salía cada vez mas babita. Pasé mis dedos por el huequito de su verga, tomé mucha babita y los llevé a mi boca. Esa babita es la sensación mas grande y placentera que he podido sentir. Me encanta su sabor entre salado y ácido, y me gusta mucho su textura babosa.
En esa situación estuvimos un rato muy largo. Por lo que nos calentamos tanto, que sincronizamos nuestras mentes, y cuando sentí que él elevó un poco su cintura y metió una mano a su pijama, entendí que me la iba a meter, e inmediatamente abrí aun mas mis piernas y corrí a un lado mi pijama con una mano, mientras que con la otra dirigía su cabeza a la entrada de mi vagina.
El suspiro no se hizo esperar, y esta vez fue mas fuerte, a lo que nuevamente mi prima pregunto ya en voz mas alta, que qué me ocurría, por suerte los demás la mandaron a callar en coro y ella se volvió a voltear a ver para la tele.
Ese vez, la sensación de la verga de mi padre entrando en mi vagina fue indescriptible, creo que el estar en la posición de sentada y no poder acomodarme libremente por miedo a ser descubierta, hizo que el roce de su verga con mi concha fuera mas estrecha, podía sentir centímetro a centímetro su miembro, pude sentir cuando su cabeza pasó por la estrada haciendo un toque en mi interior parecido al tronar de un dedo. Los suspiros no se hicieron esperar, pero esta vez los pude controlar sin que nadie se diera cuenta.
Luego de que la mitad de su verga se depositara en mí, me recline hacia adelante para permitir el movimiento de culeo y gozar de lo que tanto nos gusta.
Él por su parte, se entretenía besando mi cuello, acariciando mis téticas y estimulando mi botoncito, que para ese momento lo tenía bien rígido por la cogida que me estaba dando.
Esa vez tuvimos el mayor de los orgasmos, tanto así que a partir de esa noche se convirtió en la posición favorita de los dos, y aprovechábamos cualquier momento para disfrutar de la que ahora también era mi silla favorita.
Les diré que esa vez fue tanta su leche, que él se vio obligado a quitarse la camisilla simulando calor para limpiar mi conchita, su verga, la silla y el piso.
Una vez acabada la película, nos dispusimos a dormir allí mismo en la sala, mi padre se despidió de todos y se regresó a su cuarto.
Pasado un poco tiempo, veo que mi prima, de las que les hablé en el relato anterior, se acercó a mi y me dijo al oído
Prima: Son ideas mías, o estabas haciendo algo con mi tío?
Lau: Ayyyyyy, deja de pensar estupideces…. Mi padre es incapaz de hacerme algo así. No es tan enfermo como el tuyo. Duerme y no preguntes bobadas.
Sabroso