El Incubo del Internado 16
El Internado empieza a celebrar la fiesta pagana, pero todo será solo el comienzo de un horror bastante erótico….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Saludos: como lo mencioné antes, este relato lo publiqué en otra pagina, y como fue borrado, quise compartirlo aquí, espero les guste, es más para Halloween, pero falta mucho para esa fiesta, así que ustedes comprenderán, nos vemos…
Capítulo 16
Extrañamente tendría un ligero sueño antes de despertar, en este me hallaba en una aula, como si fuera un estudiante, no sabía que pasaba, pero no me importó, estaba en clases con miss Holly, carajo, ella como de costumbre se lucía como pocas, era un cuerpo que todos querían empalar, veía muy formal con camisa y saco blancos, camisa azul, pero unos botones traviesos mostraban que enseñaba más de la cuenta, dejando fija mi vista en ese hermoso par de pechos redondos, que no podía resistir, así que ignorando todo, me levante a cogerlos, y la mujer me vio con asombro, pues la tome para apoyarla en el escritorio, donde la acosté con las piernas abiertas, que delicia tuve ante mis ojos, una tanga de color negro que apenas escondía sus preciosa entrada, la cual devoré antes de que mis manos tocaran esas redondas formas, que parecían emanar un aroma que me calentaba más, era extraño, aunque fuera un sueño, mis sentidos respondían, y tocaba aquellas formas con un gusto inesperado, lamiendo su vulva, sobando sus tetas, llegando al punto que saqué su ropa para tenerla completamente desnuda, excepto por unas zapatillas, que se acomodaron en mis hombros, mientras comenzaba a embestirla con todo el placer del mundo, entrando y saliendo de esa jugosa cueva, que me recibía, no sé qué pasaba, pero la maestra me miraba con ganas de mas, gimiendo de tal forma que parecía perdida en el gusto de tener un macho entre sus piernas, si aparte me jalaría para besarme apasionadamente, mientras nuestros sexos se fundían en un encuentro carnal que ideal, que no acabaría hasta que le llenara las entrañas con toda mi carga, momento cuando la fantasía soñada se acabó.
Era Viernes, cuando se realizaría el juego de la búsqueda, uno de los días más atareados para mí, el evento se repartía entre todos los niveles educativos, era una cosa muy grande, se acomodaban esferas de plástico de colores brillantes por todas partes para que las encontraran los alumnos, en ocasiones anteriores se escondían los premios pero como se llegaron a perder, se opto por cambiar a tiquets o boletos para canjearlos en las oficinas directivas, los primeros en entrar eran los pequeños, pero a ellos se les dejaban entre las decoraciones alrededor de su salón, entre lapidas de cartón y esqueletos, incluso se puso una maya oscura para hacerlo más tenebroso, esos arreglos los hicieron los maestros por suerte, luego les tocaban a los estudiantes de primaria, quienes también buscaban en el área alrededor de sus salones para que no se fueran a lastimar o en los jardines, los de secundaria, se les dejaba con ciertas temáticas, teniendo que ir a puestos donde estaban los maestros, hacían alguna prueba y se les daba a escoger, los más brutos salían muy mal, pero en el caso de preparatoria se les dejaba ir al área del bosque a buscar, siendo lo más emocionante, a mí me tocaba ir a vigilarlos a ellos, no faltaba que se pelearan por alguna esfera, en varias ocasiones tuve que detenerlos, por suerte como sabía dónde estaban (yo las escondí) pude parar varias veces los pleitos con una pequeña negociación, en la cual me lucía un poco, la verdad los hice sufrir porque me decían que antes, en otros eventos, para la 1 ya habían encontrado casi todos, pero ahora que los escondí yo, siendo las 12 no habían hallado ni la mitad.
Plis, guardia Jay, dígame donde están más esferas, o no somos amigos, vamos y le traigo a la Tea para que no esté solo – decía Simón suplicando por un poco de ayuda.
Mira, Simón, has visto el tronco caído ese al lado del muro – le dije apiadándome del chico.
No me digas que ahí – Simón emocionado casi lanzándose.
No, nunca eh pisado ese lado – me burle un poco deteniendo al chico.
Muchos al oírme se rieron antes de irse, pero en eso le empuje mientras le hacía una seña de 3 para que se fuera ahí mismo, el chico se hizo el disimulado antes de salir corriendo, en verdad varios muchachos se quedaban cerca para que les diera pistas, de hecho no faltó que Tea, Drew o Michelle fueran a pedirme de forma sugestiva una ayudita, ahí no me pude resistir mucho, la verdad es que a la primera le tengo “aprecio”, por no decir unas ganas de cogérmela cada vez que la veo, como se entrega completamente con tanta sensualidad, y sus gemidos me encantan, carajo, tengo debilidad por ella, mientras que a las otras 2 las tengo en la mira, lo saben bien, pero después se entregaran solitas, no hay que presionar las cosas, estaba en eso cuando llegaron a “apoyarme”, era la doña, quien venía lento pero seguro.
Trabajando duro – dijo la doña haciendo un esfuerzo.
Como debe ser, aunque saben que las escondí, así que no falta que me pregunten donde las deje, algo que tenga que advertirme – le dije puesto a su servicio.
Si, recoge un par, seguramente podrás cambiarlas por algunos favores más tardes, el año pasado el profe Snape se divirtió mucho, por eso ahora el ya no fue el encargado – dijo la doña enojada con ese maestro.
Cuénteme más, ya sabe que luego le invito una tarta con su café – le dije de buen humor, pues me gustaban ese tipo de historias.
Ha, suerte para ti ser joven y que a mí ya me vale decir estas cosas por vieja: el año pasado el encargado de todo esto fue el profesor “Snape”, pero fue demasiado lejos, ya debes saber que da “clases particulares” a las chicas, a las que les va mal y se ven bien, así recibe favores de ellas, pero en esa ocasión, mejor te explico, los premios se consiguen gracias a los patrocinios de muchos padres de familia, o negocios, como son de vastos recursos no faltan equipos de video, audio y que se yo, no sólo pelotas o juguetes, en esa ocasión a un padre se le ocurrió dejar una pantalla, muchos la querían, así que el idiota se aprovechó, guardó para sí mismo el boleto, sabiendo que podría hacer muchas cosas con él, su víctima fue una estudiante de primero, un poco pálida, flaca, pero muy linda, introvertida, la victima perfecta, los premios pueden ser reclamados durante los primeros 3 días, sino se volverán propiedad de la escuela, así que ahí aprovecho el profesor…
En ese momento vimos algo extraño, un movimiento, era el mismo mocoso fantasma de antes, este me miró sonriente y antes de poder hacer algo mi mente se nublo, escuchaba una voz, creo que era la doña contando algo, pero a mí me dejaba verlo, en un cuarto abandonado, el mismo donde varios maestros se cogen a las alumnas, estaba Snape con la chica, está realmente llamaba la atención, se veía triste y muy llorosa, el profesor la beso desesperadamente, primero los labios, ella era demasiado inocente, no sabía responder, sólo se ponía roja, dejándose hacer lo que el profesor quería, sin piedad le comenzó a sobar el busto, asustando a la chiquilla, quien se estremeció, no tardó en liberar sus nacientes tetas, que eran como 2 limoncitos, las cuales devoro desesperado, al tiempo que le iba dando un manoseo intenso, la niña soportaba, pero se veía que no lo disfrutaba, de pronto dejo sus manos sobre su falda, en el culo, el cual sobresalía más, se veía redondo y bonito, no tardó en meter sus dedos debajo, para ir jalando su panti, una muy infantil para su edad, enterró su cara para olerla, lo que termino excitándolo tanto que termino rompiendo la prenda, y al hacerlo bajo de nuevo su cabeza para devorar su vagina, ante eso la chica finalmente comenzó a gemir, colocando sus manos sobre la cabeza del profe, pero no sabía si quería sacarla de encima o enterrarla más en su intimidad, no sé cuánto duraron, pero si vi como ella se corrió abundante, aunque el Snape se tomó todos sus jugos, la chica apenas soportó eso, se veía desorientada, apenas y se mantenía en pie, por eso el maestro la tomó y le dejó sobre el escritorio, estaba bien lubricada por su orgasmo, así que no se lo pensó antes de metérsela, fue muy despiadado, ella gemía, pero su gesto era mezcla de placer con dolor, jugó con su cuerpo, lamio su pecho, la besuqueo hasta correrse, pero no contento con eso, se tomó una pastilla para seguir activo, sin embargo antes de continuar sacó algo de sus ropas, un vibrador, el cual introdujo en su culo casi forzándolo, así volvió a embestirla, en una doble penetración…
No supe bien cuantas veces se habría corrido, pero fui sacado de la ensoñación por la doña que me daba un buen empujón casi tumbándome, pareciera que vi todo lo que me conto, y eso se lo explique, creía que no la escuchaba, pero en ese momento le conté lo último del fantasma con forma de Niño, a lo que me respondió:
Mira Muchacho, ten cuidado con las esferas, si haces un trato no caigas tan bajo como el Snape, que la pobre chiquilla tuvo que dejar la escuela, una mancha en el historia de la escuela, el idiota ese por sus contactos no lo corrieron, pero nadie lo tiene en buena estima, la chica quedó traumada de por vida; por otra parte, el niño, te diré que tras hablarlo con la vieja cocinera, no la que conoces, sino la anterior, es madre de la actual, creemos saber lo que pasa, y te diré que no es tan preocupante, es una ligera amenaza, pero tendrás que hacer algo…
La doña me pidió que después le llevara por su recompensa, ahí me daría los detalles, pues en ese momento estábamos trabajando, que cosa, los chicos estaban realmente eufóricos, buscando las esferas, la verdad si me pase un poco ocultándolas, porque llegaron hasta la hora de la comida y apenas tuvieron un poco más de la mitad, por suerte ante el desafío se pusieron tercos a lograrlo, así que pude hablar con la doña, en eso pude notar que mi primo nos seguía, yo le invité un pastel a la vieja y otro para que se lo llevara, así como su café, mientras me comentaba, al parecer el fantasma del niño, si tenía cierta relevancia, siendo el alma del dueño original, tomaba esa forma para atraer a incautos, pero en realidad era un viejo, quería terminar el conjuro, más no lo podría hacer jamás, debía estar vivo, o eso me explicó la doña, noté que Pit desde la distancia escuchaba, y nosotros nos aprovechamos de ello así que dijo con cierta malicia la doña:
Nunca se dieron cuenta que necesitaban la semilla de un burro virgen para terminar el ritual, así que por eso fallarlo – dijo casi burlándose la mujer.
Ante eso mi primo se fue pensando que lo había descubierto, y la verdad yo me moría de risa por dentro, pero ya en serio me señaló que debía mantenerme despierto esta noche, porque el alma del viejo dueño intentaría algo, si fracasaba, como era lo más probable sería presa del incubo otra vez, aun así debía vigilarlo, porque haría alguna maldad y alguien saldría mal, ese era mi trabajo así que seguí adelante con mis actividades. Mientras estábamos ahí, se apareció miss Holly, quien como de costumbre se veía preciosa, usaba un sencillo vestido negro con medias de color, aparentando un poco el verse como bruja, pero al verme se ruborizo, incluso me pareció oler su fragancia de hembra en celo, cosa que me puso inquieto, además que me sonrió de forma picara, que ganas de haber probado algo, solo que la Doña no me dejó en paz y a ella le tocaban los niños de primaria en ese momento, carajo.
Una vez reanudada la búsqueda, me adentré en el bosque una vez más, vi como los chicos se metían por todas partes buscando los boletos, por mi parte saqué algunos que sabía los había guardado demasiado bien, digo un nido abandonado, un agujero de una cosa, entre excremento seco, sí, me pase un poco, pero sabría sacarle provecho, en su momento, continúe la vigilancia, faltando unos minutos de plano saqué las ultimas que estaban ocultas, esas no me las quedé, una se la regalé a Simón, quien sin duda me veía como un especie de hermano mayor, otra se la regalé a Tea, que me dio un beso en los labios mientras restregaba su pecho sobre mí, traía labial de cereza y yo unas ganas de cogérmela con fuerza, otras 2 se las di a Drew y Michelle, tenía que hacer méritos con esas 2 para disfrutarlas como quería, y las ultimas me las llevé en la mano a la vista, quería reírme un poco. Durante la entrega de premios los chicos estaban ansiosos, no faltaron cosas sencillas, pasteles o postres, algún balón, fueron los premios más abundantes, pero chaquetas de marca, playeras o camisas fueron mejores, incluso me sorprendí al ver que hubo una Tablet o un celular, eso me dejo con la boca abierta, una sorpresa divertida vi como sacaron películas o máscaras, incluso un disfraz de bebe gigante, una botarga de una cosa rara, y algo inesperado, aunque nadie lo vio extraño, empezaron a salir consoladores, disfraces eróticos, lencería de fantasía o películas para adultos, de hecho con esa última me vi como “ganador”, al sacar el numero les dije que lo había escondido a un lado del camino bajo hierba seca, nadie lo encontró, eso dio risa a todos, pero el premio de porno, era algo que ignoraba que fuera a ocurrir, de hecho comenzaron a ganarse los premios obscenos, recibiéndolos como si fuera lo más normal, incluso le pregunte a Brandy si sabía que alguna tienda erótica fuera patrocinador, pero ella me dijo que no, era muy extraño, hacían bromas con eso, supongo que solo en esta escuela lo seria, mi siguiente premio sería un juego de naipes, nada extraordinario, de hecho me dejaron quedarme con las cosas, al final quedaron 3 premios, los que tenía guardadas en mi bolsa, que cosas, un juego sadomasoquista con esposas para sesiones eróticas, un pastel enorme de chocolate y un disfraz oculto en una caja, no importaba, se podían pedir después, pero nadie parecía realmente interesado, así que el evento se daría por concluido, y muchos se hallaban contentos con los resultados, o eso pensé, una vez que todo estaba terminado, los chicos se retiraban a sus dormitorios o casas, fue que deseando ir por unas hamburguesas me topé con Tea.
Jay, tengo un problema, podrías ayudarme, Plis – decía Tea con su ya conocido todo coqueto de hablar que me ponía firme.
¿Qué ocurre Tea? – le respondí con toda calma, aunque me la estaba comiendo con la mirada.
Es que el disfraz que conseguí no me queda bien, y es aburrido, quien quiere ser un hada, sabes que, podríamos escaparnos para conseguir otro, luego te recompensaré con mi premio, plis Darling – dijo Tea planeando algo.
Es algo tarde, no creo que se pueda, pero – le decía algo sincero, aunque podría ser que planeaba algo distinto, pero no quería arriesgarme.
Reflexionando un poco las cosas, fui con Tea junto a la directora, a ella no le gustó mucho vernos juntos, lucia celosa, eso me gusto, pero al explicar la situación, pensó en el disfraz secreto, sólo que era necesario el tiquet, yo traía los 3, así que le entregué el necesario a la alumna, aunque a Kim no le gustó mucho la idea, aún así lo recibió, ella lo miró, el disfraz era lo que quería y se sonrió, con una lujuria que no se contenía, luego lo iba a disfrutar, y tras darnos las gracias se fue, la directora me dijo que donde había escondido los boletos en cuestión, al oír la respuesta por una parte se rio y por otra me quiso dar un regaño, el cual no se dio porque llegó Laila buscándola, en verdad que niña tan preciosa, ya quería irse, pero al ver el pastel sus ojitos brillaron, lo quería, pero no podían ser entregados más que al estudiante que llevara el boleto premiado, cosa que arreglé de inmediato, eso calmo a Kim, quien me lo agradeció, en ese momento saqué el celular y le dije que teníamos algo pendiente, ella se sonrió, también se mordió el labio, algo que me encanto, en verdad es un gusto tener una jefa que tenga ese lado tan erótico, deseosa de tener ese encuentro que tanto deseo, si me la hubiera cogido ahí, pero no era tiempo ni lugar. Por eso me retiré, aunque me llevé el juego con las esposas, al fin de cuentas nadie las pediría, después de eso me recosté en mi celda un rato, debía descansar para la noche, fue tanto así que se me olvido comprarme algo de cenar, por suerte al despertar, ya muy tarde, más de media noche por culpa de mis tripas, sólo tuve que salir a una tienda de autoservicio en la plaza (junto a la cafetería, motel y demás puestos de comida) por suerte era de esas de abiertas las 24 horas, una vez que comí algo me preparé para la nochecita que me esperaba, vigilé con las cámaras, en cuanto algo salía lo mandaba a la revista, sabía que tendría un excelente bono, pero ya era muy tarde así que salí a comprarme café, al volver, las cámaras estaban apagadas, era la hora, y lo agradecería, podría dormir un poco, así que salí preparado para lo que fuera, llevaba un arma, de postas pero lucia real, y revisé el lugar, cuál fue mi sorpresa al ver el carro de la directora aún en el estacionamiento como si nunca se hubiera ido, seguí revisando y no hallé nada en salones de prepa, secundaria o primaria, sólo quedaba el kínder que desde lejos se veía sólo, pero no así el árbol donde se hacían actividades, ahí había luces, no podía creerlo, algunos maniquíes se movían por si solos, como si estuvieran haciendo un ritual, encendían antorchas, pintaban algo en la tierra o realizaban movimientos que parecían alguna danza, además en un poste estaba la directora inconsciente, desvestida, de hecho lucia como si la hubieran atacado, su ropa estaba desgarrada en el suelo, de hecho algunos de esos muñecos la tenían sujetada, sus manos eran alzadas, sus piernas fueron separadas desde los muslos, quedando expuesta para ser penetrada en el acto, aunque ninguno de ellos tenía con que hacerlo aparte que estaban completamente quietos, mientras tanto vi algo más, los otros muñecos parecían estar haciendo algún ritual, velas negras, antorchas iluminando todo, símbolos en el piso, el esqueleto de un macho cabrío, pero lo que me dejó sorprendido fue ver a la pequeña Laila atada en medio, quedando totalmente expuesta igual que como estaba antes Lexy, siempre la vi como una niña, pero jamás con otros ojos, hasta ahora, uno de los maniquí le untaba alguna clase de líquido viscoso, haciéndola ver brillante, al irme acercando empezaba a oler su aroma, uno muy seductor, no sé qué era, pero deseaba estar ahí para hacer cosas impensables, no supe cuándo pero de repente el niño estaba a mi lado, apenas me di cuenta de su presencia, y no podía moverme, fracasé en grande, ese espectro se me adelanto, me detuvo antes de poder hacer nada.
Vi como la aparición infantil me dejo de lado para irse al lado de Laila, este era elevaba por las ramas del árbol, y el espectro cambio volviéndose un viejo de aspecto tétrico, con ojos completamente negros, la beso de forma desesperada, parecía meterle la lengua hasta la garganta, ella reaccionaba levemente, su cuerpo era consiente aunque ella misma no, supongo que era cosa del ritual, sólo podía ver, pero era frustrante, ni podía hacerme una paja y me dolia la verga al tenerla en el pantalón, después el viejo lamio los inexistentes pechos, estaba desesperado, y la niña reaccionaba con pequeños gemidos, su rostro era sublime, se ruborizaba, iba correspondiendo a las sensaciones de su cuerpito, al tiempo que esa cosa acariciaba con lujuria sus pequeñas formas, los pezones estirados, las piernitas torneadas, el culito abultado, mientras desprendía un olor tan sensual, ella estaba ahí indefensa, completamente expuesta, al tiempo que ese viejo y sucio espectro saciaba sus deseos carnales, parecía enterrarle los dedos en las nalguitas deseando abrirlas, mientras su lengua casi como un tentáculo entraba en laila, logrando que gimiera más fuerte, era una locura, acariciaba cada parte de su cuerpo, y creo que gracias a la sustancia ese espíritu la lograba tocar con libertad, en ese momento prestó especial atención en la parte baja, y empezó a jugar con su entrepierna, moviendo su botoncito de placer entre ese coñito abultado, fue tanta la actividad que ella lejos de correrse termino por orinarse, lo cual logró que los espectros se comenzaran a burlar, la orina calló por el suelo salpicando, una vez hecho eso, el viejo estaba listo para el acto principal, todos comenzaron a realizar un cantico, parecía que las almas de sus seguidores estaban ahí, mientras yo miraba como es que ese viejo fantasma comenzaba a introducir su miembro en la chiquilla, primero lo hizo con cuidado, pero cuando creyó tenerlo controlado lo metió todo de golpe, comenzando un frenético vaivén, parecía desesperado por hacerlo, la niña se agitaba completamente, y el movimiento feroz la hacían reaccionar, estaba en ¿trance? Pero eso fue lo que pensé, el viejo seguía violándola cuando sin ningún problema le beso nuevamente, mientras jugaba con todo su cuerpo, tratando de excitarla, pero ella dijo:
Viejo feo suéltame – dijo Laila despertando – mami ¿dónde estás?
Pero su madre no estaba ahí para ayudarla, no podía hacer nada, al voltear a ver a la madre seguía sujeta mientras los maniquís parecían sobar su cuerpo introduciéndola a un sueño erótico, porque gemía levemente, pobre Kim, mientras que la pequeña seguía siendo violada por el viejo fantasma, quien la hacía retorcerse de placer, no podía creerlo, en unos momentos la niña empezó a reaccionar como una mujer adulta, entregándose al sexo, hasta que finalmente se volvió a orinar, salpicándolo todo, pero al mismo tiempo el espectro se burló al correrse, o algo así.
En ese momento pude moverme, pero no sabía qué hacer, que podía esperar que ocurriera, y en ese momento se me ocurrió una idea, por suerte a veces soy muy observador, vi todo el cuadro mientras recordaba las palabras de la doña, así que me acerqué riendo al espectro y este me veía confundido así le dije:
Idiota, no lo sabes, necesitas semilla de burro virgen para el ritual, no veo donde está, pero eso no lo digo yo, sino una sabia anciana, por eso siempre fallas, además algo más importante, porque estas violando a la niña, si es un sacrificio deberías dejar que él incubo lo hiciera, no tú, hay si te contara todas las cosas que están mal nunca acabaría, por eso en el pasado fracasaste y ahora igual, es más mira que por la orina de la niña el símbolo se perdió…
El fantasma lucia con cara de estúpido, si bien antes me dijo la doña que era tonto, pero no pensé que tanto, este chillo de forma perturbadora, mientras se parecía quemar en llamas azules, me quede sólo en ese momento, pensé en dejar los maniquís como estaban parecían realmente aterradores para niños pequeños y mañana era su fiesta, así que aprovecharía, pero tenía que soltar a la directora y a su hija, por desgracia algo me falló…
Al ver a la chiquilla tan indefensa, y sentir su olor enviciado por el aceite, perdí concepto de moral, antes la había deseado y ahora también, vi su cuerpito, no lucia profanado, ni gota de sangre de su virginidad, no pude soportarlo al estar tan cerca, así que besé su entrepierna, su sabor era embriagador, ella nuevamente respondía, fui más delicado y saboreando su cuerpo fui subiendo hasta engancharme a sus tetillas, mientras me esforzaba por sentir cada centímetro de su piel, sin perder tiempo me había quitado casi toda la ropa, sólo mantenía parte de mi pantalón puesto, la abrazaba y acariciaba, finalmente la besé en los labios, fue como sentir una descarga, ella reaccionó y me miró, pero no hubo queja, por lo que continúe, sus ojos lucían opacos, seguramente seguía en trancé, aun así mi lujuria estaba encendida, no razonaba, su pequeño cuerpo tibio me parecía tan seductor, no pude resistirme, con mi verga arriba comencé a metérsela, pero no podía entrar, tuve que forzar un poco, pero al final entró sólo la cabeza, pero fue suficiente para rasgar su himen, aparte me apretó tanto que regresé a la normalidad, aún así empujaba levemente, como se sentía increíble esa sensación, ella volvió a reaccionar y me sonrió, se abrazó a mí y dijo:
Sigue papi, sigue, soy tu bebe –decía mientras se aferraba la pequeña Laila.
Eso me excitó bastante, y la abracé con fuerza acariciando su cuerpecito mientras sentía sus nalguitas, era algo indescriptible, su pequeña figura me era tan sensual en ese momento, sólo le entraba la punta pero sentía como si un rayo me partiera, sólo rozaba esa parte, no intente ir más adentro, no podía por su pequeño tamaño, finalmente me corrí dentro de ella, tanto que escurrió, casi me pierdo, fue algo demasiado intenso…
Después de unos momentos, sudaba como un cerdo, estaba fuera de sí, al final tuve que arreglar muchas cosas, me llevé a la niña a mi celda, luego fui por su madre para dejarlas juntas, recogí sus cosas, las dejé acostadas, era una visión muy sugestiva, madre e hijas en la misma cama desnudas, yo me quedé en un sillón en la sala comunitaria, por suerte conseguí la llave, no dormí mucho, sabía que desde ese día todo sería muy diferente, ojala no perdiera mi trabajo.
Muy sensual tierno y excitante