El Incubo del Internado 19
Nuevos secretos se van revelando y el morbo que gira en torno al incubo se incrementa, ¿quien será la siguiente presa?.
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capítulo 19
Un nuevo día, una nueva jornada laboral, tras una noche donde acabe soñando con una buena sesión de sexo con mis Holly, en que abusaba de ella en medio de la clase, donde la ponía contra el escritorio, penetrándola hasta llenarle el coño de leche, dejándola perdida pidiendo más, luego me despertaba y acudía a realizar mis rondines como vigilante, ya era una rutina, visitaba a mis hermanas, Giby me saludaba cariñosa con un besito casi rosándome el labio, igual que Angie, luego iba con Tesi, quien en su momento aprovechaba una oportunidad para darme un beso de lengua, me daba cuenta, ella ya había sido tomada por la influencia del incubo, de la misma forma pasaba con lexy, quien se acercaba celosa una vez que mi hermana se iba, dándome otro beso profundo, no se podía hacer mucho más, aparte notaba por las cámaras que algo les pasaba, a todas, ya no eran profanadas por sus vulvas, pero era como si todas las noches bebieran algo que les daba el incubo, maldición. Las clases estaban por comenzar, una vez que iniciaban, no faltaban las escenas donde podía ver pantis o incluso tetas, ya no ocultas por camisa o sostén, parecía extraño, pero veía a Drew o a Michelle exhibiendo sus hermosos cuerpos para que las vieran, aunque estuvieran en clase, o con alguna excusa salía Tea, y en una oportunidad se besuqueaba conmigo, sin duda a esa ya la tenía perdida por mí, a través de las ventanas, veía a maestras como la Amber exhibiéndose frente a sus alumnos (secundaria), y en el salón de Beni, notaba al pobre hombre siendo objeto de la seducción infantil de sus alumnas (primaria), en clases de educación física el gorila manoseaba cuanto podía a las chicas, o el snape era severo con las notas para chantajear, Holly me miraba con una mezcla de emociones, inquieta, pues parecía que seguía soñando con que la cogía, hacía algunos gestos fugaces que me indicaban su emoción sexual, y por su parte Sage, se veía inquieta, y se concentraba mucho viendo a los niños tocar las flautas, seguramente estas 2 en cuanto no aguantaran, casi podía oler su vulva humedecer, irían a coger conmigo, eso lo disfrutaba, por mi parte realmente era difícil no estar erecto en esa escuela, así que iba a visitar a la Doña, quien al verme se sonreía, siempre me sacaba algo (esa vez llevaba unos pastelillos y un par de cafés).
Muchacho, ya te habías tardado – dijo la doña con su tono característico de voz, estaba de buenas.
Lo siento, pero es que sigo trabajando, aun no soy caso perdido – le dije tranquilo.
Lo sé, por eso aún te hablo, vienes por lo de ayer ¿no? Pero antes dime, paso algo más – cuestionó la doña tan sabia como podía.
Sí, pero no hice nada, hasta tuve suerte, porque la afectada fue la maestra Sonja de teatro – respondí calmado haciéndome el inocente.
Oh, no le has hecho nada – dijo confundida la señora viéndome dudosa.
A esa no, y prefiero no jugármela, dicen que tiene mal carácter – respondí sincero.
Sí, bueno, ha tenido mala suerte con sus parejas, entonces que paso – dijo la doña confundida.
En vez de decirle algo, le enseñé las fotos del celular, por un momento creí que se sorprendería pero no fue así, sólo las miró y añadió:
Como lo imaginé, el incubo esta desatado, no es algo extraño, siempre pasa por estas fechas, aunque en realidad hay otra cosa que me preocupa, parece que volvieron, pero mejor déjame revisar, prefiero no decir tonterías – dijo la doña suspirando resignada.
¿Doña? Explíquese por favor, que no soy tan listo y me saca adivinanzas – alegué inquieto.
Calmado, lo que pasa es que hablando con otros que saben y verifiqué lo de la fiesta, desde hace unos días estoy con la duda, pues algunos alumnos comenzaron a hablar, veras había algunos objetos en la escuela, pertenecientes de las sectas que hicieron los pactos, artefactos cargados de malas vibras, estaban malditos, y te imaginaras a donde van las cosas en esta escuela – era una pregunta retórica.
Más razones para coger sin remedio – respondí perspicaz ante la idea.
Exacto, aunque debo reconocer que en veces es divertido, antes encontraron formas retorcidas para conseguir el placer a través de la sumisión sexual, mira hace años cuando la gente hablaba no a través de los celulares, cuando habían leyendas urbanas, esta escuela contaba con 6, y creo que uno se presentó en la fiesta de los mozalbetes esos, y como te imaginaras sucedieron muchas cosas sin que el incubo estuviera presente, esto es un enorme problema, así que dime ¿puedes ayudar? O te acobardas – dijo la doña retadora.
Carajo, no más no me diga que la mesa esta maldita, pero sabe que ayudo en lo que pueda, es acaso un altar o algo así.
No muchacho, si hubo un altar de sacrificios pero fue destrozado a martillazos hace años aparte que solo era piedra, mira como veo que no sabes nada te cuento, aparte que algunos podrían seguir aquí, uno era el espejo invertido, dicen que si te reflejas en el haces lo opuesto a tu personalidad, debería sacar tu lado perverso, o algo así ¿Dónde crees que esta? – dijo la doña.
No tengo idea – le respondí sin dudar.
Roto y en la basura, espero, bueno creo que por ahí queda un pedazo o 2, así que cuidado, también está la botella de jugos de la súcubo, pero imagino alguien se la llevó, un maestro y la verdad todo eso es muy confuso, muchos tutores se pelearon por esas cosas años, por lo que tampoco cuenta, aunque vi a cierto bastardo el otro día, como sea era un tremendo afrodisiaco – me reveló la vieja nerviosa.
No era un incubo, o acaso también querían atraer a una súcubo – pregunte confundido.
Si, durante el movimiento feminista de los 50s quisieron traer una súcubo y las cosas no salieron, ahora veamos ¿Qué más? Esta memoria de anciana me va a matar, ah si el muñeco del esclavo, traído por un brujo, alumno de intercambio hace años, los 90s, ese sigue perdido ahora te imaginarás para que sirve, si lo tienes puedes ordenarle a quien quieras cualquier cosa, claro necesitas algo de la persona, también hay un medallón y una daga, pero ambas ignoro su ubicación, tengo que preguntar, por el momento tú sabrás, con la botella tengo mis dudas si permanece aquí, el muñeco ¿voudo? esta extraviado en esta escuela, te diré que esa cosa esta fea es de cuero con costura negras, ah cierto si los encuentras no hagas estupideces – me ordeno la vieja, y lo agradecí, porque estas cosas no las hubiera encontrado en internet.
En ese momento pensé que la doña me diría algo más, pero creo que se arrepintió, de todas maneras tendría que buscar esas cosas, si es que seguían aquí, y para colmo ni una pista de donde hallarlas, aparte que me faltaban por saber, algunas como la daga junto al medallón, el espejo eran viejos, piezas del ritual que invocaron al demonio, así que me hacía una idea, mientras que la botella o muñeco eran más nuevos, aparte de la historia propia, de momento no debía dejar que nadie se diera cuenta, así que continúe con mis actividades, pero me tenía que aceptar que en esa escuela el misticismo era natural y tendría que buscar “tesoros” o algo raro iba pasar. Mi rutina, así volví para la comida, donde quedé entre mis hermanas, ellas disfrutaban de la convivencia, mientras cambiábamos miradas confidentes, sólo nosotros sabíamos que pasaba, o casi, pero lexy no estaba, al parecer sus padres fueron a buscarla, así mismo Angie se había ido con mi tía, aunque Tammy y Sally nos acompañaron haciendo gala de su picardía general, con ambas tenía un pequeño juego erótico, siempre hallaban la forma de calentarme dejándose ver de más, había rozones con sus culitos y mi verga, sus actitudes eran algo llamativas, pero nunca alcanzaba a hacerles nada, siempre aparecía alguien, o se escapaban entre risas, sin duda me tenían algo frustrado, pero me las iba a terminar cogiendo de una forma u otra, iban a ser mías.
Después seguía vigilando, me pasaba a ver las cámaras, o iba a la biblioteca, donde si podía le daba su gusto a Brandy, quien pese a seguirse quejando no intentaba pararme, de hecho lo estaba disfrutando, siempre la toqueteaba a mi gusto, agarraba sus pequeñas tetas o masajeaba sus muslos, la sometía entre mis embestidas, haciéndola gemir muy rico incluso le abría las piernas con los brazos, dejándome ver con mayor fuerza, para hacerle saber quién mandaba, cuando algo nos interrumpió, era otra maestra, no una belleza como muchas, más bien una señora mayor nada agraciada, con varios kilos de más (que no hable de estas no significa que no haya ahí, pero son raras) daba clases a los más chicos, al parecer también tenían cosas que tirar, de un pequeño cuarto con materiales didácticos, así que deseaba que fuera para sacarlos, yo acepté con gusto mientras maldecía mi mala fortuna, me interrumpieron por basura, ya ni quejarse es bueno, así que fui, tal vez con suerte encontraría algo de las reliquias, que suerte tan rara tengo, en efecto había muchas cosas, incluso un pedazo de espejo roto, todo eso me lo llevé, esperando hallar entre eso algo de los objetos temidos, pero al final no halle ningún medallón, el vidrio era común, y aunque vi muchos peluches ninguno era de brujería, sólo quedaban papeles por tirar, aunque revisé antes si pudiera encontrar algo interesante y ahí la suerte me sonrió, pues hallé “un mapa del tesoro” pero aunque suene ridículo, así era al parecer un muchachito había encontrado y escondido el muñeco esclavo hace años, así que dejó una forma de hallarlo, repito vaya mi suerte, el “mapa” era terrible, dibujos con crayones de un niño de preescolar que se perdían en su falta de forma, luego tendría que revisar las áreas cercanas, por fortuna ese tipo de cosas se me daban bien, así que salí a echar un vistazo, aunque ya era algo tarde, poco tiempo tuve, además el mapa era viejo, gastado, pude reconocer algunas señas, un tronco partido, una piedra enorme, pero algunas cosas eran muy diferentes, no encontré el muñeco, aunque hallé un par de premios perdidos, una pelota de baloncesto que estaba echada a perder y un juego de lencería fina, tal vez eso podría usarlo con alguien después, tenía idea de a quien dejárselo, volví antes de la cena, pero no fui al comedor, pues era para los alumnos del internado, no debía ir a comer con ellos, porque era un miembro del cuerpo laboral, por eso evitaba buscarme problemas por eso salía, si acaso iba a visitar con algún postre a mis hermanas, por lo cual nadie podía quejarse, o así era la rutina, cuando al volver me topé con un carro que desconocía, no era nada elegante, y de este salió un sujeto alto, delgado con un bigotillo extraño, bien arreglado, me saludo antes de preguntar por el internado, a lo cual le dije que era el que tenía en frente, después me dijo:
Oiga joven, usted sabe algo del gimnasio que piensan construir – dijo el hombre revisando el lugar.
Sólo rumores, nada en especial, mejor venga en la mañana, la directora esta de 9 a 3, ella le puede informar bien – dije con toda la calma.
Muy amable, es que soy ingeniero, vengo por el trabajo y estaba por el área, quisiera ver ¿Dónde se suponía que podía estar? Para dar una buena propuesta.
Ante las palabras que dijo el hombre me quedé más calmado y haciendo memoria, le apunté a un camino de terracería que se perdía entre la maleza, no estaba muy oscuro todavía, pero el hombre me pidió ayuda, no era muy valiente, así que fui con él para inspeccionar, no pude negarme, sólo fuimos a ver, al parecer los dueños de la escuela habían comprado un terreno muy grande hace poco para construir un gimnasio moderno, no me importaba, sólo revisamos el área, al parecer ya tenía rastros de proyectos anteriores, una vez termino sus observaciones y tomó notas nos fuimos. apenas volví con mis hermanas llevándoles pudin de chocolate a cada una, ellas me querían agradecer de forma coqueta pero una encargada estaba pendiente, así que sólo me contente con sus sonrisas y besos en la mejilla, ganándome envidias de más de uno, todo era normal, después me fui a mi celda donde revisé las cámaras, mandé un par de filmaciones, una sombra y algunos objetos que se movían, esto ya no me sorprendía, pero a los dueños del blog les encantaba, así que me daban una buena suma, parecía que tener novedades constantes les funcionaba, así terminaba un día más en mi estadía en el internado, si acaso mire un poco a mis hermanas, quienes parecían como de costumbre recibir la visita del incubo, para mamar aquel falo demoniaco, bebiendo de este para seguir siendo seductoras, aunque al ver que pasaban con Sary y Tamy, ellas curiosamente parecían sobarse sus cuerpos, como si estuvieran atrapadas en una ensoñación donde las estuvieran cogiendo salvajemente, siendo un espectáculo, 2 nenas hermosas sobándose sus cuerpos, casi desnudos ante mi mirada espía, wow, y esto era sólo un día más en el internado.
A la mañana siguiente, nuevamente había soñado con sexo, tenía una dolorosa erección, y ganas de cogerme a una maestra, pues siempre al cerrar los ojos veía sus coños o tetas a mi alcance, dejando libre su olor tan seductor, era una locura, quería ir a hacer una orgia con todas, pero eso era imposible, así que volviendo a mi rutina, despertar lavarme e ir a ver a mis hermanas, quienes me miraban con una mezcla de ternura con deseos, algunos coqueteos de su parte, cada vez besan mejor, y de sus amigas que no podían faltar, debo admitir cada día me gustaban más sus uniformes tan coquetos, con faldas más cortas, casi presumiendo sus piernas, también gracias a mi altura lograba ver sus tetillas, casi pidiéndome que hiciera algo con ellas indebido, carajo, era lo normal. Pero hoy habría un cambio, el hombre de ayer estaba a primera hora listo para hablar con la directora, sin embargo a su lado estaba una mujer bastante bella, de piel clara, cabello negro, facciones sensuales, labios grueso, de aquellos que invitan a besarlos, una mirada coqueta, un cuerpo sensual, con senos como manzanas, redondos, cintura estrecha y unas caderas firmes, fui a recibirlo pues no podía entrar sin permiso, el hombre me reconoció de inmediato, así que entre saludos lo llevé a la oficina de la directora, donde tuvieron una charla de negocios, pero se nota que el tipo no era tonto, más de una vez le coqueteo a Kim, pero esta no reaccionó, dudo si por sus malas experiencias o porque al tenerme a su lado una relación le sobraba, aparte que este sujeto no tenía atractivo frente a mí, en su momento el hombre le pidió a su asistente, la sexy mujer que fuera a revisar el lugar, para hacer una medición satelital, creo que se estaba haciendo el importante, pero necesitaba llevar el GPS al terreno, así que la mujer y yo fuimos al área de construcción, para que lo hiciera mientras este tipo le explicaba con Kim su proyecto de trabajo. Fue una marcha amena, la mujer como iba más vestida para una oficina tenía muchos problemas caminando en tierra, aparte que usaba tacones que resaltaban sus piernas, y su conjunto de falda con saco color negro la hacían ver realmente atractiva, aparte que su culo sobresalía, además que se notaba que usaba una tanga, pues no se marcaba nada, pero llegó el momento en que no podía avanzar, unas piedras lo imposibilitaban.
¿Quiere que vaya y deje el aparato? Conozco mejor el área, señorita – me ofrecí amable.
Sería de mucha ayuda, no puedo avanzar más – dijo ella algo fastidiada.
Sí, no está vestida para este tipo de trabajo – dije con calma viéndola de pies a cabeza, pero lejos de incomodarla, ella me sonrió para dejarme el mecanismo digital.
Fui a dejar el aparato, que previamente lo había prendido, me señaló que lo ubicara en medio del área de construcción, cosa que hice sin problemas, recorrí ese terreno sin problemas, yo usaba botines de trabajo, así que pude llegar en minutos, luego lo ubique donde suponía el lugar, y lo dejé fijo sobre, tenía que esperar a que hiciera la señal y no sé qué tantos demonios dijo, pero antes escuché un grito de la mujer, eso me hizo volver, casi no me tomó tiempo, cuando llegué la secretaria estaba aterrada en el suelo por algo que parecía ocultarse en un arbusto, sabía que no había nada peligroso en el área, pero si acaso tal vez una serpiente, llegué a revisar y vaya mi sorpresa, era un zorro, que al verme salió corriendo, creo que solo estaba de paso.
Está bien – dije pero más como afirmación que como pregunta.
Si, lo estoy – respondió calmándose del susto.
La miraba, el sonido debió asustarla y tratando de moverse tropezó, ahora estaba en el suelo, podía ver su tanga de color rojo con encaje negro, apenas cubriendo un gordo coño, la ayudé a levantarse, aprovechando una piedra la apoyé para que se sentará ahí y se dio una curiosa conversación.
Oye puedo preguntarte algo – me dijo con un tonito de voz llamativo.
Lo que desee, ¿señorita? – pregunté un poco curioso.
Sheila, dime la directora está casada ¿no? – me decía con mucha calma.
Bueno, de hecho es divorciada y paso por un mal momento, ¿Por qué pregunta? – cuestioné.
Ah, mi jefe seguramente me pidió que hiciera la medición esa para quedarse solo con ella, parecerá un bobo, y lo es, pero seguramente ahora ha de estarle coqueteando a tu jefa, mientras a mí me deja este tipo de trabajos, cuando sabe que yo debería estar hablando, para eso me contrató, pero si una mujer es con quien tiene que negociar el salido ese me hace a un lado – dijo Sheila molesta, cruzando la pierna, dejándome ver nuevamente su coño.
Pues no creo que eso pase, la directora tiene en mala imagen a los hombres, o a casi todos, yo me porto bien, casi – dije juguetón marcando músculos.
¿Casi? Dime ¿Qué tan malo eres? – pregunto Sheila con una voz picara.
¿Qué tan malo quieres que sea? – dije viendo para donde iba la cosa.
Pues, tenemos tiempo, seguramente el jefe aunque tonto es astuto, por no decir que es muy mañoso y debe ya estar coqueteando con tu jefa, igual se la está cogiendo en este momento, así que tenemos tiempo, la verdad es que no estás nada mal, ¿gimnasio? – pregunto Sheila viéndome.
Mejor, milicia – dije mientras me acercaba más a ella viéndola con gusto.
Ya no hubo que decir nada, fui a besarla, ella sabía a dónde quería llegar, seguramente esperaba una oportunidad desde que vio la situación, porque tenía iniciativa, me beso con pasión, jugando con nuestras lenguas, carajo, tenía una técnica bastante buena, era una locura, eso mientras me abría la camisa para sentir mi pecho con sus delicadas manos, mientras por mi parte la levanté desde su piernas abriéndolas para colocarlas a mi alrededor, sentía su fina piel, y sin perder tiempo, coloqué su coño sobre mi verga, que estaba tiesa debajo del pantalón, ella se sujetaba a mí, pero con maestría me sacó la camisa, casi sin darme cuenta también se sacó su abrigo junto a la blusa, no traía sostén, así que sus pezones chocaron contra mi pecho, yo le acariciaba sus muslos, de tal manera que ligeramente tentaba su vulva la cual se frotaba contra mi entrepierna, logrando masturbarnos levemente, ella entre jadeos me decía.
Que malo eres, sigue así – y volvía a besarme con pasión, quedando unidos por la saliva.
La verdad ya me estaba doliendo la verga, así que con una mano la sujeté de la cintura mientras con la otra me abría los pantalones, tenía que hacerlo rápido, sentía como si debiera metérsela o me correría en cualquier instante, y así lo hice, no supe cómo pero logre sacarla y metérsela, con parte de su tanga.
Cálmate, y hazlo bien – decía extasiada la mujer como si estuviera planeando algo, viéndose en su cara una lujuria especial.
Menos excitado la baje y la puse contra un árbol, ya ahí le saqué la falda con su tanga y levante su pierna para penetrarla tranquilamente, disfrutando del contacto, la fui metiendo lentamente, y su vagina me recibió tan bien como si fuera hecha para mí, abriendo sus pliegues, que soltaban una humedad deliciosa, casi escurriendo, ahora en un rítmico vaivén la fui cogiendo, mientras ella me volvía a besar, jugando con nuestras lenguas una vez más, acariciaba sus nalgas y en cada oportunidad chupaba sus pechos, ella gemía sin miedo de ser descubierta, parecía querer ser descubierta, pero estábamos a medio kilómetro de la carretera, por un camino al que nadie miraba, así que nos hallábamos solos en el bosque cogiendo a la vista de cualquier curioso, lo que no excitaba más, mis envestidas la sacudían con fuerza, en su momento me encajo las uñas en mi espalda, así que hice lo mismo pero en sus nalgas, abriendo un poco su concha que soltó muchos jugos, realmente estaba excitada.
AH, así cariño, que bien lo haces – dijo Sheila mientras aceleraba el ritmo de su cadera.
Así te gusta, eres una perra verdad – le dije sin pensarlo.
Si, y ahora soy tu perra – decía cachonda la mujer antes de besarme.
La comencé a envestir más fuerte, pero lento, para que gimiera con más fuerza, logrando que se prendiera, restregando sus tetas sobre mis pectorales, haciéndome sentir sus deliciosas piernas, además de su aroma seductor, y añadió.
Sin duda, eres mejor que mi jefe, ya me relamía los labios cuando te vi en la entrada – me decía antes de lamerme el cuello.
Desde ahí, bien, porque quería cogerte también – le confesé mientras seguía metiéndosela.
Pues sigue así, nene, cógeme bien fuerte – me pedía de una manera que me hizo hervir.
Comencé a incrementar la velocidad, y ella me volvió a besar, pero aparte comenzó a mover la cadera de tal forma que se hacía más intensa la cogida, como si con sus labios masajeara mi verga, esta mujer era una puta profesional, seguro el tipo conseguía muchos contratos gracias a ese coño, así que la seguí follando hasta correrme, fue algo increíble, exploté inundándole su vulva, que comenzó a chorrear sus jugos con mi leche, luego me solté por el intensa corrida, pero ella sin perder tiempo se acercó a mí y comenzó a chupármela, que juego de lengua, me acariciaba cada parte de mi barra de carne, saboreándola como si fuera un manjar, nunca me han gustado las mamadas, pero ella parecía querer sacarme todo el jugo que me pudiera quedar, era una locura, estaba perdiendo el sentido, pero cuando iba a correrme por segunda vez algo me movió y la agarré de la nuca para que se bebiera todo, nuevamente me corrí de forma abundante, ella se tragó todo, y aun se lamio los labios de forma sensual mostrándome su boca, luego se levantó tomando su ropa, quería vestirse pero en eso, viendo su culo, no pude contenerme y me acerque a ella, antes que pudiera reaccionar se lo metí de golpe, estaba muy estrecha.
¿Qué haces? – dijo alarmada pero sin detenerme.
Soy muy malo – dije mientras me fijaba bien y evitaba que se escapara.
Y volví a embestirla, ella estaba algo alarmada, creo que el tiempo no era nuestro aliado, pero no pude contenerme, se la metí con fuerza, iba a replicar pero ese impacto la desconcertó, gimió de forma agobiada, empecé a metérsela con todo lo que me quedaba, ya me había corrido así que no dure mucho, disfruté realmente el clavársela a ese rico culo, moviéndole sus redondas tetas, agitándola de nuevo, revolviendo su interior, pero pronto acabe, me vine casi en seco pero ella volvió a hacerlo, tuvo una nueva corrida que empapó sus piernas, su gesto se descompuso, aquel orgasmo fue forzado, casi la viole, sin embargo fue tan intenso que ella si perdió un poco la conciencia, respiró cansada, casi por inercia se movió, apenas y pudo vestirse, al final la tuve que ayudarle a salir de ahí (claro antes fui por el aparato GPS).
Al volver fuimos a la tienda de autoservicio, quería algo de beber, yo invite, creo que se quejó sólo por inercia porque no se veía muy molesta, si acaso sorprendida, de hecho en la tienda se le veía algo repuesta, pero su jefe la esperaba muy enojado, se fueron casi de inmediato, y por si las dudas fui al lado de la directora, ella tampoco se veía muy contenta, así que charlamos.
Entonces ¿paso algo miss kim? – pregunte calmado imaginando lo ocurrido.
No es que te importe, perdón Jay, es solo que el tipo es desagradable – dijo kim alterada.
Se propaso con usted ¿verdad? – indagué viéndola un poco.
¿Cómo lo supiste? – dijo alarmada revisándose un poco.
La secretaria me contó sus malas mañas, por eso nos sacó de la oficina, ¿puedo hacer algo por usted miss kim? – dije haciendo un juego caballeroso.
Podrías tráeme una dona, quiero sacarme el mal sabor de la boca, de las mismas que le llevas a la doña – dijo kim viéndome juguetona.
Delo por hecho, voy vuelvo – dije caballeroso y me dispuse a salir.
Y antes de irme alcancé a oírla decir: si no fueras tan joven; eso me alegró, sin duda tenía a la directora en mis manos, no sabía si volvería a ver a Sheila, pero no me importaba, fui por el encargo y de paso le entregué un café, después volví a mis actividades cotidianas, revisando el área, en especial buscando los premios perdidos, en eso recordé el mapa del niño, era tan confuso como lo podía ser algo dibujado por una criatura de 5 años, pero no supe a quién agradecerle un poco de suerte, pues unos borrones que estaban pintados los entendí al ver un poco de escombros, de una vieja remodelación, bajo esta encontré un pequeño baúl, ignoraba como es que el niño lo consiguió, pero lo abrí, más lejos de hallar lo que buscaba, sólo encontré 2 sobres guardados, uno era un premio perdido y el otro una carta que de inmediato leí, al parecer alguien más había encontrado el muñeco antes, maldita sea mi suerte, después de eso volví con la directora para darle aviso de los premios descubiertos, la pelota echada a perder y el sobre, Kim lo revisó y se sorprendió, por el contenido, tanto que me pidió que me hiciera cargo, era un vale para un cachorro de una prestigiosa tienda de mascotas, ella llamaría antes para arreglar la situación con el dueño, pues decía que un perro guardián podría ser útil, quizás un animal calmaría muchas cosas ahí, yo tenía mis malditas dudas, un can en la escuela podría significar zoofilia, de todas manera me tendría que encargar del asunto.
Tuve que esperar hasta el fin de semana, y la verdad no estuvo tan mal, pues empecé a tener acercamientos con la maestra Holly, o con Sage, pero sería la primera tan candente como para amanecer a mi lado, después de una buena noche de sexo, que en serio como disfrutaba de poder cogérmela a mis anchas, ver sus tetas moverse de manera cadenciosa, su vulva absorber mis jugos, finalmente despertar con su cuerpo a un lado, algo estaba pasando pero no me importaba, pues sentir aquel cuerpo entregarse, incluso metiéndose mi estaca en su cueva, era un sueño hecho realidad. Una vez en mis días libres, llevé a mis hermanas con mi tía, necesitaban salir del ambiente del internado, aunque volverían el siguiente lunes, por mi parte fui al centro comercial, para revisar el cupón, pero un viento helado me hizo pensar que tanto Giby como Tesi necesitarían ropa más abrigadora, así que me fui a revisar las tiendas, en especial aquella que tanto les gusta, no sé bien porque lo hice, seguramente cerraría en invierno, imagine, pero aún así fui sólo, como de costumbre el pasillo estaba abandonado, y las tiendas de temporada cerradas, si acaso una con juguetes de exportación comenzaba a abrir y otra con repostería cuyo dueño se veía sospechoso, este aún así me hizo una seña de saludo y se la devolví, a lo cual me sonrió de forma extraña, seguí adelante y llegué a “conejitas”, ahora ni estaba la tipa de mala cara o el marica, por el contrario se veía un viejo que me saludo rápidamente antes de regresarse al cuarto de cámaras, contrario a lo que pensaba había un par de sudaderas ligeras, unas mayas, leggins, todo se veía muy bien, por ello tomé un par de cosas que dejaría en sus cuartos como regalo, pero también pensé que necesitarían otras cosas, más íntimas, así que me fui a la sección oculta, estaba algo oscura, por un instante se me hizo raro, pero no me importó, seguí adelante cuando note entre los pasillo algo que no pude ignorar.
Era una chiquilla de unos 14 años, parecía que estaba sola, era clarita y de larga cabellera rubia, con una bonita figura, poco desarrollada pero con formas que excitaban, aparte traía una blusa muy ajustada a juego con un leggin, ahí estaba en un rincón apartado de toda la tienda, acariciándose, parecía confundida, pero sus manos se tocaban ansiosas, con una acariciaba su pecho, la otra que había escabullido entre sus ropas tocaba su entrepierna, frotándose con prisa, mientras jadeaba, pero decía:
¿Por qué hago esto?
Pero no podía detenerse, al parecer sus dedos se metieron en su vagina por alguna fuerza fuera de su control, logrando un leve gritito de placer que volvía la escena más erótica, dejándome ver sus labios carnosos, pintados con rosa, en eso su mano levantó su playera dejando ver un par de pequeños y sensuales pechos que comenzó a amasar o pellizcar, moviéndolo de una forma algo salvaje para la pobre criatura que se quedaba asustada.
Por favor que nadie me vea…
Dijo mientras su mano bajaba sus leggins dejando a mi vista unos muslos blancos y un pequeño calzón de algodón muy pegado a su cuerpo, el cual calló dejando ver una pubis con una ligera pelusilla rubia igual que una vulva de aspecto rosado, después comenzó la verdadera faena, pues con una sensualidad inesperada metía primero un dedo, pero no tardo en meter el segundo y hasta un tercero, en un movimiento agresivo, sus mejillas se sonrojaron, empezaba a gemir, logrando que escurrieran sus jugos hasta sus rodillas, donde quedó su leggin, estaba apoyada a una columna con un espejo, desde ahí ve veía levemente su culito redondo, el cual también se empapo, mientras su gemidos eran ahogados por ella misma, se estaba conteniendo, pero no podía evitar el placer, siguió con sus movimientos, y el aire se llenó con su olor, no se detuvo hasta que termino por correrse, y al hacerlo cayó de culo dejando que sus jugos se esparcieran por el suelo como si se hubiera orinado, la niña quedó temblorosa respirando agitada.
Me convertiré en una puta…
Dijo la chiquilla sollozando, dejando a la vista su delicado cuerpo, que olía a sexo duro, por mi parte decidí retirarme, si acaso tomé un shampo y una crema, pero me moví sin hacer ruido, salí de la sección justo cuando el viejo se asomaba fuera de la oficina, chocando conmigo, ahí pude notar es que se le cayó algo que no me fije y aparte pude notar algo extraño, este anciano se encontraba en forma, reuní mis cosas, quería que me cobrara, pero estaba algo nervioso, yo me mantuve en calma, pague en efectivo, pero al verlo tan nervioso dije:
¿Pasa algo? – le dije como si me preocupara.
No, es sólo que me parece raro ver a un joven aquí – dijo nervioso el viejo.
Bueno a mis hermanitas les gusta la tienda y decidí comprarles algo como sorpresa – respondí con toda naturalidad.
Y tus padres – dijo sorprendido el viejo.
No tenemos, larga historia – dije cortante como si fuera ofensa.
Así que pagué y me disponía a irme cuando entro una señora de esas todas estiradas por cirugías tratando de verse jóvenes, vistiendo a la moda, el viejo se quedó asustado y fue a atenderla, esta preguntó por su hija, seguramente era la madre de la chiquilla, esta desde dentro en cuanto escuchó a su progenitora la llamó, así que se retiró seguida por el viejo nervioso, yo estaba por irme cuando antes miré de reojo lo que creí que se le cayó al anciano, no podía creerlo, pero por si las dudas decidí tomarlo, a fin de cuentas ¿Qué hacia un muñeco viejo y feo ahí? Era tétrico, demasiado, y la verdad se me hizo bastante sospechoso, pero esa cosa casi parecía llamarme, como si su presencia fuera por alguna razón…
PD: no se si recuerden, o les halla tocado ver el canal de Film Zone, en estos salían películas de eróticas que salían después de media noche, donde se veían historias como el Click o Sex Files, de ahí viene esta historia, aparte de un viejo relato de esta misma pagina que nunca finalizó, pero al contrario de esa, esta la pretendo acabar, espero la disfruten, aunque se nota que es un poco diferente a las demás…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!