El Incubo del Internado 22
Jay Sigue aprendiendo cosas de aquella ciudad tan extraña, los responsables de tanta locura sexual se hacen presentes….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capítulo 22
El lunes siguiente llegué puntual a mis labores, quise pasar más tiempo con mis hermanas, así que no salieron, y por ende me las llevé a mi celda para cogerlas, fue delicioso meterles la verga hasta el fondo, mientras gemían, Tesi se entregaba directa mientras que Giby me ofrecía su conchita en la boca, la cual estaba muy jugosa, en un placer sin igual que me permitió sentir que mi poder sobre ellas se mantenía, aún así el siguiente lunes se me veía de mal humor, incluso Blacky se veía ansioso, no era para menos, con todo lo ocurrido en los últimos días, no estaba tranquilo, pero no podía hacer mucho, las reliquias se habían vuelto una prioridad, todos los alumnos llegaron, los recibía con un saludo cordial, Angie junto a Pit me saludaron, hasta mi primita se puso al lado del perro para acariciarlo, ya lo estaba entrenando bien, así que distinguía amigos de enemigos, en cuanto llegó Steve, con su clásica cara de pocos amigos le hice una señal, a Blacky y ladro asustándolo, yo sólo me le acerque para ver como estaba, se veía nervioso, y le dije:
Perdón, parece que te ve como enemigo, pero pierde cuidado, o te has portado mal – le dije con una cara que le aseguraba que sabía lo que hizo.
Lo vi con cierta malicia, y este se molestó, pero el hecho de sentirse descubierto y con evidencia no le dejó responder como quería, por lo que se fue de inmediato, siguieron llegando los alumnos, Drew y Michelle también lo hicieron, saludándome coquetas, parecía que querían algo, lástima que no fuera momento, pero también llegó Tea, quien me miraba con cierto gesto que me puso nervioso, era obvio que su abuelo ya le habría contado todo, ni sabía que tenía en la cabeza pero sabía que me gustaría, seguí mis actividades como de costumbre, o casi, a la hora del receso, vi a Tea en la entrada de la escuela, y con su melosa voz me dijo:
Guardia Jay, necesito comprar algo afuera, me abre la puerta – decía Tea con una sonrisa contenida mordiéndose el labio haciéndole ver más sexy.
Bien, pero voy contigo que compraré mi desayuno – respondí poniéndome a su lado.
Ambos salimos juntos, y ella hacía una sonrisilla malévola, una vez que dejamos la entrada y estábamos cruzando la calle me sujeto del brazo y me dijo coqueta:
Así que ya hablaste con mi abuelo y te acepto – dijo ilusionada.
Algo hay de eso – respondí inquieto.
Vamos cuéntame más, me dijo que le caíste bien, estaba tan feliz que no soltó a sus criadas en todo el fin de semana, estuvo con su juego de “Cesar”, fue insoportable – suplico melosa.
Hablamos, me quiere de sucesor, sabe que hemos hecho muchas “cosas” juntos, no me explico cómo, no sé que mas decirte – dije buscando ser serio por estar trabajando.
Bueno, parece que sacara provecho contigo o no te habría aceptado – dijo intuitiva Tea.
Ah, bueno, puede que sea porque su familia es muy vieja, con historia, encontré entre los premios perdidos de búsquedas pasadas, algunas antigüedades que le interesan – acerté a decirle.
Solo eso – dijo algo decepcionada.
Si, aunque parece que son cosas que buscan las otras 4 familias que mandan aquí – acerté a decir, explicándome mejor, no me había terminado de entender.
En eso Tea chilló sorprendida, me abrazó y beso apasionada, aunque por mi parte solo podía sentir sus pechos rosándome y logré tomar su redondo culo que me hacia calentarme, después me contaría como es que la relación esta tan mal por asuntos internos, pues siempre buscan como humillarse entre sí, ella no sabía muchos detalles acerca del culto infernal, pero sí que su familia era muy antigua, que junto con las otras había cierto pacto, pero nada evitaba los conflictos, sabía de cierta forma sobre las reliquias, que siempre las han estado buscando, aunque las veía más como antigüedades valiosas, tesoros perdidos, de hecho le fastidiaba que la familia de Steve por tener una se sintiera superior, ahora al saber que encontré 2 le serviría para molestarlo, de hecho la chica se veía lista para algo de acción, pero yo no podía seguirle el juego, por el momento, luego desquitaría, porque en verdad me tenía caliente, así que si acaso desayunamos juntos, y volvimos al internado, donde continué con mi trabajo, o casi, pues en su momento me interceptó la Doña.
Muchacho, me enteré que hablaste con el cierto viejo hace unos días ¿pasa algo? – dijo la doña.
No mucho, sin ofender, pero le va a decir a los de las otras familias ¿verdad? – le dije tranquilo.
La doña al oírme solo se burló un poco, y con un tono de voz algo malicioso me dijo:
Mira muchacho, aprovecha que estas joven, yo que soy vieja, tengo que usar todo lo que tengo para mantenerme, las familias aquí son terribles, el incubo es peor, pero si no ha sido expulsado, es porque hay quienes lo prefieren así, supongo que guardaste la reliquia como te sugerí ¿no?
Claro, pero supongo que tenía sus planes ¿o me equivoco? – dije más serio.
Sí, pero no te lo tomes a mal, sólo pensaba que podríamos venderlo al mejor postor, y así ambos salir ganando, de hecho otra de las familias quiere hablarte para ver tu precio – dijo mas comunicativa, aunque veía que también la señora era de cuidado.
De ¿quienes estamos hablando? – pregunté algo incomodo.
No sé si lo sepas pero Beni está comprometido con alguien importante – señaló la anciana.
Oh, los Lobos – acerté a decir recordando todo.
Al oírme decir eso la mujer se me quedo viendo asustada, trago saliva y hasta se alejó un poco.
¿Cómo sabes ese nombre? Jay – dijo nerviosa viéndome desconfiada.
Vi al líder de los Búhos el otro día y me dio una excelente oferta, de hecho me dio los nombres de todas las casas y sus sucesores, bueno casi – aclaré con calma para no levantar sospechas.
¿Qué te ofreció? Muchacho – dijo blanca de la impresión.
Eh, pues un lugar en la familia – no le dije más, porque la vi muy tensa, no quería ponerla en mi contra, aunque se veía demasiado seria.
Menuda suerte has tenido muchacho – dijo más calmada la doña.
Así va a ser difícil sacarte el muñeco del esclavo, el cual era el más difícil de conseguir – señaló la doña pensativa.
Y eso ¿Por qué? – me estaba haciendo el tonto.
Porque quien lo tenía era un viejo maestro, el cual sabemos que mató a muchos antes, ex militar, y fue puesto en prisión, pero como no se le pudo comprobar nada se le dejó libre, así que varias veces lo fueron a buscar para ver cuál era su precio, pero nada lo hizo ceder, incluso trataron de “convencerlo” de otra forma, no funcionó, de hecho se cargó a más de un matón, así que esperaban a que se volviera más viejo, pero las cosas no estaban funcionando porque el desgraciado se hizo más astuto, realmente era un problema, ahora lo tienes tú, seguro que muchos van a querer conseguirlo, así que piensa bien lo que harás, no creo que estar en esas familias sea buena idea, pero tenerlas de enemigas sería peor, yo te recomiendo que lo que encuentres se los vendas y listo, ir más adentro sería meterte al infierno.
Doña, puede que vaya directo ahí, se le olvida que terminé el ritual, aunque eso no se qué significa, eh imagino que usted tampoco – cuestioné recordándole mi situación.
Eso es verdad, sólo un miembro de las familias sabría qué pasa con el ritual, pero dudo que te digan libremente que ocurre, y de hacerlo pagaras un precio muy alto, ahora, quieres seguir con los Búhos o veras a los Lobos – cuestionó la doña inquieta.
No, creo que con los Lobos no quiero mantener trato, no directamente – dije sincero.
Algo me dice que no eres tan tonto como dices – dijo la mujer un poco inquieta.
Los días siguientes fueron tranquilos, la doña seguía viendo si no quería vender el muñeco a otras casas, yo seguí negándome, incluso vi que tanto Beni, Simón y hasta Steve no dejaban de rondar cerca de mí, sin duda el viejo fue listo en ponerme bajo aviso, aunque también pude notar como las chicas me seguían con la mirada, varias alumnas se exhibían de manera más excitante, me saludaban en poses sencillas, pero reveladoras, tenían accidentes dejándome ver tanto como podían, como cuando dicen mi nombre y veo a la chica en uniforme pero en posición dejándome ver una panti bien puesta, revelando la forma de su coño, otra vez me llaman, al voltear arriba desde mi ángulo veo otra vagina cubierta por una pieza de lencería sexy, un tercer llamado, ahora veo a una estudiante acostada en el pasto, se acomoda su calceta, pero se ve lista para ser cogida, aparte que la forma de sus pechos queda completamente expuesta, claro está que no soy de piedra, y muchas veces para desquitarme fui a ver a Kim cogiéndomela contra el escritorio, también fui con Holly, prácticamente violándola en el baño de maestros, o con miss Sage a quien le metí una flauta por el culo mientras se la metía por la vulva jugosa, era un maldito deleite poder disfrutar de esos cuerpos tan eróticos, me encantaba hacerlo, en verdad, pues no podía ir libremente a hablar con Tea, quien curiosamente no se hallaba por los lugares habituales.
Durante esa semana por las múltiples insinuaciones, estuve usando a Kim a mis anchas junto a las otras maestras, entraba a su despacho bajo cualquier excusa, o a los salones de clase, incluso les llevaba un café, pero con actitud dominante la tomaba para besarla, todas, pero en especial la directora se sometía a mí, cada día fue un verdadero deleite ver qué tipo de lencería usaba, blanca, negra, azul, eran los colores usuales, por ello les sacaba su ropa, las dejaba ya fuera sobre el escritorio o el sofá, contra la pared para abrir sus bellas piernas, aunque en ocasiones se oponía un poco, nunca tenía su total rechazo, así que terminaba enterrando mi estaca en un movimiento, con la cual empezaba nuestros encuentros, ellas lo gozaban desde el principio, nos besamos, mientras nos reconocíamos, en ocasiones estábamos acostados, otras veces íbamos sentados, ellas sobre mí, en una ocasión a Kim la apoyé contra la pared, pero siempre la sujetaba fuerte para embestirla, sintiendo su sexo devorar el mío, ponía mi boca cerca de su oído, olía su perfume mientras ella gemía entre besos, acariciaba su tersa piel para controlar el ritmo, era increíble, muchas veces terminamos sudorosos, en más de una ocasión la corrida de ella me empapó, yo recibí con gusto esas veces, al final, esa lujuria era tan placentera.
Aunque cabe decir que pocas veces teníamos tanta acción, así que me preguntó por que actuaba así, no supe responderle, pero quería, ella se disgustó un poco, sin embargo tampoco me exigió una palabra, era un viernes, las clases estaban por acabar, hacia mi revisión acompañado de Blacky, quien era consentido por todos los alumnos, yo vigilaba que no apareciera nadie sospechoso cuando alguien me habló:
Oye Guardia, tengo que hablar contigo – era Steve llegando prepotente.
Que se te ofrece alumno Steve – dije serio viéndole despectivo.
Mi abuelo quiere hablar contigo, al parecer tienes algo que le interesa – dijo tajante al ver mi actitud, no le gustaba ser menospreciado.
Oh, ya veo – respondí pensativo, detalle que no le gusto.
Me escuchaste, mañana ve a hablar con él – ordeno Steve prepotente.
Tenemos un problema, no puedo ir – dije serio sin doblegarme.
Eso no le cayó a Steve, seguramente estaba tratando de usar el medallón, o eso imagino porque no esperaba esa respuesta, aunque ignoro que era capaz de hacer con esa cosa, se notaba que quería golpearme, de hecho estaba por intentar hacerlo cuando alguien le detuvo.
Lo siento Stivi, pero Jay no puede ir porque mi abuelito ya lo había solicitado desde antes – decía Tea sonriente llegando a mi lado.
Tu abuelo – dijo Steve serio, se detuvo de su ataque.
Sip, desde la semana pasada se reunieron para confirmar y mañana nuevamente se van a reunir, verdad Jay – dijo juguetona mi chica.
Si, por eso no puedo ir – dije serio poniéndome de frente.
Oh, y supongo que tu vas a estar ahí – añadió Steve viéndole con interés.
No, son cosas de hombres, yo me voy a juntar con unas “amigas”, estaré en cosas de chicas – añadió melosa, como me gusta esta chica.
Steve no supo que decir, ese evento se alargó más de lo deseado pero fue así hasta que un carro enorme, hummer, llegó y subió a este, después llegó una limosina negra en la que se fue Tea, yo me quedé algo inquieto, mientras los estudiantes seguían saliendo, me miraron algo asustados, parece que las cosas más “mundanas” si eran apreciadas por ellos, de hecho hasta vi a Simón mirarme desde lejos, ah Beni acelerar en su coche después de que cambie miradas con él, sin duda algo estaba muy mal, y no podía escapar, me di cuenta que pese a lo que dijera la doña, de vender las reliquias sin meterme con las familias, era sólo una pobre ilusión, a fin de cuentas sabia muchas cosas, aparte que no le conté toda la verdad, ni siquiera imaginaba que tengo la botella de súcubos, la cual encontré por pura casualidad, era imposible escapar de esta maldita situación, el tema del incubo era más intenso, incluso involucraron a mis hermanas, tenía que elegir bando, no me quedaba de otra, así continúe con mi trabajo, estaba tan metido en este que no había mandado material a la revista en varios días, así que ellos me llamaron, para ver si seguía vivo, sin más les envié unos videos nuevos que tuve que revisar durante toda la tarde, cosa que agradecieron monetariamente, y sin más me fui a dormir.
Al día siguiente el aire estaba muy fresco, propio de invierno que se acercaba, escondí las reliquias donde sólo un loco militar buscaría, antes le tome fotos con mi celular, y partí para ver al abuelo de Tea, que cosas, había pasado un kilometro el internado cuando me tope con un carro negro que dio vuelta en “u” para llegar a mi lado, era el mismo chofer de la otra vez, venía por mí, y yo que pensaba ir caminando para meditar bien las cosas, pero no, fui más rápido de lo que quería, al llegar todo estaba como la ultima vez, el viejo me recibió con un atuendo más normal, pantalones y camisa, iba descalzo, y las criadas con mini trajes de sirvientas, que revelaban ligeros negros para sostener medias y zapatos de tacón, se veían muy apetecibles.
Muchacho, me enteré que otras casas quieren hablarte, sin duda esa doña sabe su juego – dijo el viejo – pero no has cedido ¿verdad?
Mire que aunque soy víctima de la lujuria, la disfruto pero con medida, no soy caso perdido, y su nieta vale bien la pena – dije muy serio.
Jay – dijo Tea saliendo de un escondite para abrazarme.
Iba vestida con botines, pantalones ajustados, blusa y chaqueta, me beso en los labios y se me quedó abrazada con un gesto encantador.
Bien dicho muchacho, aunque, veo que no traes las reliquias ¿Dónde están? – dijo impaciente el viejo viendo para todas partes.
Como si eso fuera señal Tea se soltó y se despidió, le dio un beso a su abuelo en la mejilla, otro a mí en los labios y salió por la puerta con un poco de prisa, ya solos volvió a preguntar por las reliquias, ahora lucia algo más enérgico, a lo que respondí:
Tranquilo, están escondidas, y si no pudieron encontrar ambas cosas antes, dudo que ahora lo hagan, pero quiero comprobar algo – dije y enseñé las fotos que traía.
Al viejo se le iluminaron los ojos, estaba algo seguro del muñeco del esclavo, pero no tanto de la botella de súcubos, ahora su gesto lo confirmaba, nuevamente le pedí las fotos de la otra vez, quería confirmar algo que mantuve en secreto, de hecho le tome fotos a las impresiones, el abuelo al verme se sonrió y me dijo ansioso:
¿Qué pasa muchacho? – parecía contener su alegría.
No estoy seguro, pero quería comprobar algunas cosas, el medallón por ejemplo ya lo vi en el cuello de Steve, no puedo decir nada del espejo, pero la daga, tengo mis dudas, por cierto, entonces si es la botella señor – cuestioné un poco inquieto.
Si, no creo equivocarme, pues yo la vi, pero el culto de los 50s la escondió, sin duda es la botella de Súcubos, que buen hallazgo, y dices que has visto la daga – decía con asombro el anciano.
Asentí con la cabeza, y sin más el viejo se soltó riendo a carcajadas, dejando ver cómo le faltaban dientes, dejando ver una malicia que no me gustaba nada pero antes le dije con gran seriedad:
Por cierto viejo, si no entregó las cosas es sentencia de muerte ¿verdad? Aunque parece que si lo hago con ustedes las otras familias irán tras de mi ¿no? Y lo que es peor, podrían desquitarse con mi familia, ya lo están haciendo – dije con severidad.
Si, tienes toda la razón, bueno casi, como ya te has metido con Tea, te tenemos cierta consideración, la verdad es que esa niña estaba muy consentida, era tan problemática, pero se ha enderezado desde que se enamoró de ti, por eso aunque no nos entregues las cosas no iremos tras de ti, a fin de cuentas, ella es mi sangre, deseo ver su sonrisa, por ello prefiero que estés de nuestra parte, pero por otro lado, si te nos unes, como mi sucesor, incluso tus hermanas serán protegidas, porque tenemos un pacto, no nos agredimos entre nosotros, por eso nos humillamos, peleamos de formas artísticas y todas las maneras que podemos encontrar no violentas, pero jamás a disparos o “accidentes”, no me digas que pensabas en vender las cosas al mejor postor – señalaba el viejo con calma.
Es idea de alguien más, pero me quedé con la duda – aclaré un poco inquieto.
Excelente, entonces – en eso me vio a los ojos el viejo y dijo – creo que te guardas algo, así que mejor no juego contigo, haré un fiesta por las fechas próximas, ven con tus hermanas, así entre los míos serás oficialmente prometido de Tea, ahí entrega las reliquias ante todos, así cerraremos el trato ¿te parece?
Me parece, no quisiera incomodar a mi tía en su casa, y necesito cuidar de mis hermanas – señalé más calmado.
Oh, tu tía, ella será un pequeño problema, su pareja es de otra facción – dijo el viejo sorprendiéndome un poco de esa verdad.
Pregunto: ¿Qué acaso todos aquí están relacionados? Señor – dije molesto por esas palabras.
Si, digo, todos cogen con todos, crees que no pasa eso seguido, siendo franco hasta Beni es tío de mi linda Tea, pero ninguno de los 2 lo sabe – dijo fastidiado el viejo.
Carajo, bien supongo que es todo así que me iré, entregó a ustedes el muñeco y la botella, es un trato – dije con cierto fastidio, pero sin ánimo de ofender.
Nada de eso, la otra vez en mi alegría te deje ir, ahora no – dijo el viejo más alegre.
Espero que no se refiera a lo que creo que dice – cuestioné nervioso viéndole desconfiado.
Las chicas nos esperan en la alberca – dijo triunfal invitándome a seguirle.
No era – suspiré tranquilo, no sabía que tan mañoso era el señor me asuste por nada.
El viejo contento se adelantó mientras lo seguía de cerca, no tanto, porque este se fue sacando la ropa en el proceso, lo hacía de forma tan natural que me sorprendió, cuando llegamos a la alberca, nuevamente en el edificio de aspecto griego las 3 criadas de antes estaban ahí, seguían vestidas, pero el viejo no tardó en irles sacando cada prenda, liberando sus deliciosos cuerpos, no sabía qué hacer, unirme a este, o ¿qué? pero en eso me vio y dijo:
Estas son mías, pero te traje unas a tu gusto – y señaló una esquina.
No lo podía creer, sentadas muy tranquilas en sillas playeras estaban Drew y Michelle, usaban sus uniformes de verano, estas al verme sonrieron con un gesto que me dio gusto, era mi día de suerte, por fin me iba a desquitar de las ganas que les tenía de darles su buena ración de carne, me acerqué muy confiado, deseando tener esos cuerpos entre mis manos, carajo, tendrían al menos 17 o 18 años, pero se veían con forma de infarto, sus tetas enormes, preciosas, apenas se perdían parte de su magnitud entre la tela que les cubría, pasaba lo mismo con sus muslos, realmente era un par suculento. Sin decir palabras primero Drew me beso, al principio fue tranquila, pero en unos segundos fue agarrando pasión, igual que yo, la sujete para saborear sus labios, mientras mis manos recorrían sus frondosas carnes adolecentes, pero sólo fue de momento, pues Michelle rápidamente tomó su lugar, para que continuara con ella, cereza y chicle, de esos sabores me llené en esos besos, cosa que me inspiro, pues al tener cerca a la rubia abrí su camisa a la fuerza, dejando a la vista sus enormes pechos con pezones rosas que desafiaban la gravedad de forma irresistible, los cuales comencé a besar, los saboree por largo rato, como si nunca hubiera probado algo tan sabroso, eran exquisitos, así mismo jugué con ellos, los acariciaba, sentía su tersa piel entre mis dedos o con la lengua, mientras terminaba de sacar su camisa, me daba cuenta que a ella no le gustaba usar sostén, cosa que era un deleite para mi, aparte que no lo necesitaba, al mismo tiempo sentí una sensación peculiar, mis pantalones bajaban, era la castaña quien liberaba mi miembro para comenzar a chuparlo, eso no es de mi gusto, culpa de mis viejas experiencias, pero sus labios se manejaban de tal forma, que realmente me puso tieso en poco tiempo, su lengua jugaba tan bien con mi miembro, sentía que querían sacarme el alma, que casi olvido todo, esas 2 hacían muy bien su trabajo, en ese momento Drew bajo para ayudar a su amiga, y mientras el viejo me dijo:
¿Qué te parece el servicio? – decía el anciano mientras empalaba con su estaca a una criada que sólo usaba unas medias de red.
Excelente – apenas pude decir mientras lo veía.
Cuando te nos unas podrás hacer esto seguido, elige a las putitas que quieras, así será más fácil, aunque ya sabíamos que tenias gusto por ambas – dijo burlón el viejo.
Yo no supe responder porque sentía que estaba por correrme, eso lo vieron ambas y en ese momento se detuvieron, Michelle se levantó, y deseaba sacarse la camisa, pero perdido en el deseo la acerque para arrancarle la suya, traía un sostén perlado, que se dispuso a quitarse, mientras yo le bajaba su falda, dejándome ver una tanga a juego, viéndola bien, era demasiado sexy aquella chica, y su cuerpo parecía invitarme al deseo, aunque debo decir que me costó trabajo sacarle la prenda, pues su área intima se hallaba muy humedad, le estaba gustando lo que pasa a la puta, una vez que cayó la prenda pude oler su aroma, estaba por chuparle, pero en ese momento Drew se acercó para que la terminara de desnudar, cosa que no tardé, también su falda cayó, dejando a la vista una prenda de bikini azul fuerte, la cual sólo tuve que soltar por los lados, dejando en la mira su grueso coño ligeramente afeitado poniendo énfasis en sus culos, los cuales se entregaban por completo, ambas hacían gestos por demás cargados de placer, les gustaba lo que les hacía, decían “delicioso” o gemían un poco, sin más empecé a besar sus intimidades metiendo la lengua hasta el fondo, tratando de cogerlas con mi boca, así logre sacarles sus primeros gemidos, sonaban tan bien, no sé cómo pero tras varios minutos degustando esas vulvas pasé a quedarme sobra el camastro.
Era el momento, iba a disfrutar de ambas colegialas, y nada lo detendría, primero cayó sobre mi estaca Michelle, ella misma se coloco, era exquisito ver a una chica con ese cuerpo de infarto acomodarse mi verga en su cueva, completamente abierta, usando nada más que calcetas y zapatillas, mientras con cada respiración sus pechos subían y bajaban, quería agarrarlas, pero en ese momento Drew comenzó a besarme con lujuria, restregando sus pechos contra mis pectorales, justo al tiempo que su amiga se dejaba caer para recibir todo mi miembro dentro suyo, que sensación, la presión y humedad de la chica eran indescriptibles, por eso deseaba cogérmela desde hace tiempo, ahora mi deseo se cumplía, la castaña se movía con un ritmo cadencioso, aunque no podía prestarle la atención que debería, pues casi no me dejaba respirar la preciosa rubia, quien jugaba con mi lengua, pero aparte tocaba sus pechos a mis anchas, sintiendo cada centímetro de su fragante piel, estos eran grandes y su forma perfecta, entraba en mi mano, disfrutaba completamente de las 2 chicas, aunque no esperaba hacerlo ese día o siquiera cuando.
Mientras tanto el viejo no se quedaba atrás, este también disfrutaba de las 2 criadas, todas eran rubias de cuerpo seductor, de cara preciosa, apenas se diferenciaban, pues eran casi de la estatura, y los cuerpos eran de completo delirio sexual, ellas solo usaban en ese momento sus medias negras con sexys tacones, resaltando con lo clara de su piel, disfrutaba de penetrar a una, también sentado en su silla playera, mientras subía y bajaba la mujer, las otras esperaban su turno, este se tomaba su tiempo, disfrutando de cada centímetro que salía y entraba a su interior, como le daba la espalda al viejo sus manos se apoderaban de sus pechos, apretándoles de tal manera que era estimulante, la sirvienta gemía tranquila, como si eso ya fuera común, pero no desagradable, disfrutaban demasiado cada segundo, de repente un cambio en el ritmo indicaba que el viejo estaba listo, no tardaría en correrse, las tetas de la mujer se agitaban de forma rítmica y acelerada, pero se detuvieron cuando pudo sentir claramente como el viejo se vaciaba dentro de ella, sacándole en su última estocada un genuino orgasmo, tan placentero que por ello la mujer servía devotamente a su amo, mirándole con un cariño mezclado con deseo que no esperaba, pero no tuvo tiempo para relajarse, otra la retiraba para que la segunda tomara su lugar esta se acurrucaba al lado besando al anciano que correspondía a su cariño, por alguna razón el miembro de este seguía listo, y ella sin problemas abrió su entrepierna para dejarle entrar, haciendo un pequeño quejido para soportar la invasión, pues aunque este se introdujo fácilmente, pues la nueva criada estaba muy húmeda por ver como usaba a su compañera, el miembro no era tan pequeño como para ser tomado a menos, así continuaron en su cogida, en esa posición se acariciarían mutuamente, disfrutando cada centímetro, en especial él, pero gradualmente el viejo seguiría con la otra quien se sentaría de frente dejándole que mamara sus tetas, no había muchos movimientos o poses, en verdad todo era lento y placentero, como si alargaran el éxtasis de forma casi hipnótica, pues las nalgas de ella se movían de tal forma que cualquiera se perdía haciendo un sonido como el de un aplauso, al terminar, la mujer se quito dejándole al anciano respirar tranquilo, este por su parte miró para ver como seguía su sucesor.
Por mi parte, no sabía cuántas veces me había corrido hasta ahora, pero al menos fueron 2 dentro de Michelle y buscaba la segunda con la rubia, mientras la castaña se quedaba a mi lado besándome, dejándome ver que su mirada había cambiado, ahora me veía distinto, como si una lujuria o cariño, algo que no podía comprender gobernara su mente, sin embargo en ese momento Drew se acostaba en el camastro, junte sus piernas las puse contra mi pecho, y así sentado comencé a penetrarla, no era un movimiento muy sencillo, pero quería alargar el placer que estaba sintiendo sus redondos muslos acariciando mi estaca era un deleite total, un verdadero gusto, de esta forma podía sentir sus carnes de una manera que siempre soñé, la verdad los fantaseaba desde que la vi, cada penetración era lenta pero muy intensa, tan delicioso, metía y sacaba, al tiempo que mi lengua jugaba con la de Michelle, quien en veces acariciaba el pecho de su amiga, como buscando calentarme más, lo que no era posible porque estaba por estallar, de hecho todo eso me tenía poseído por el deseo, quería continuar así por siempre, pero era imposible, por lo cual debía marcarlas como mías, así que seguí embistiéndola, agitando más las tetas que eran acariciadas sensualmente, con mi brazo derecho mantuve sus piernas abrazadas, pero con la izquierda sujeté a la otra casi enterrando sus preciosas tetas contra mí, entre gemidos descargué mi última carga, no sé cómo pero soltaba mucho, eran 4 corridas seguidas, en serio me sentí satisfecho, de momento,
En ese instante me separé mientras veía al viejo sonriente, fumaba un puro y me dijo:
Te lo recuerdo, si te unes a nosotros podrás seguir disfrutando de esto, claro que mi nieta será la prioridad, pero ella seguro espera algo así de ti – dijo el viejo confiado.
Ya dije que me uniría – respondí sin más que objetar.
Ellas son parte de las familias que siguen a los nuestros, así que cuando quieras puedes gozarlas – se burlo el viejo malicioso.
Tomaré nota – y mire a ambas chicas que permanecían a mi lado.
Después de eso me vestí, pensé en volver pero antes el viejo me entregó una pequeña medalla con un Búho, su insignia, me explicó que todos los miembros de las familias tenían cierto emblema referente a sus casas, estos habían salido porque en las reuniones que tenían usaban unas mascaras para ocultarse, quedé de entregar las cosas después, en la fiesta que harían, en verdad no sabía que estaba haciendo, todo se había vuelto en algo muy complejo, y no estaba seguro de hasta donde llegaría toda esa locura.
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