EL JOVEN QUE SEDUJO A MI ESPOSA

Somos una familia conformada por mi esposa que tiene cuarenta y siete años, ella como buena deportista se mantiene en forma, tuvo su primer embarazo cuando apenas iba a cumplir veinte años, ahora nuestros hijos tienen: uno de veinticuatro y el otro de veintisiete..
Somos una familia conformada por mi esposa que tiene cuarenta y siete años, ella como buena deportista se mantiene en forma, tuvo su primer embarazo cuando apenas iba a cumplir veinte años, ahora nuestros hijos tienen: uno de veinticuatro y el otro de veintisiete. Este último, hace un año se casó y en su fiesta de matrimonio note mucha cercanía de mi esposa con el hermano de la novia, cuñado de mi hijo.

Él se llama Julián tiene treinta años, es bastante atractivo y durante el último año que hemos tenido cercanía con la familia de la novia, ahora esposa, me enteré que a Julián le fascinan las mujeres mayores sin importar si son solteras o casadas y dentro de ese círculo creo que incluyo a mi esposa, que gracias al deporte mantiene un cuerpo atractivo, además posee buen gusto para vestir, maquillarse, en fin, mantener una excelente presentación.

Ahora que escribo estas notas he efectuado una revisión de lo acontecido el día de la fiesta del matrimonio de nuestro hijo, Julián hacia la media noche, dedico mucho tiempo hablando y bailando con mi esposa, aprovechando que yo no soy bueno para el baile y a ella le encanta y lo hace muy bien.

La fiesta fue en un club fuera de la ciudad, rodeado de jardines existiendo la posibilidad que los invitados salieran a caminar, conversar y disfrutar del paisaje. Yo estaba muy entretenido con algunos conocidos que apetecen más conversar que bailar y dejan que sus esposas bailen y disfruten la orquesta.

A eso de las nueve de la noche, indague por mi esposa para ver cómo estaba y no la encontré en ninguno de los dos salones, le pregunte a una conocida nuestra si la había visto y me dijo… creo que salió a caminar para conocer el club que es muy bonito.

Yo pensé, que bueno, voy a aprovechar y también conozco el club. Sali a los jardines sin rumbo definido y veía personas caminando, hablando y riendo, pero no identificaba a mi esposa.

Me encontré frente a un caminito que se dirigía hacia un riachuelo y se me ocurrió buscarla por allí. En esta parte de los jardines prácticamente no había nadie por eso pensé en devolverme, pero cuando intenté hacerlo, me pareció ver a mi esposa, ya que estaba con un vestido amarillo que con las pocas lámparas del lugar me permitieron pensar que era ella. Camine tratando de identificarla, pero a veces se me perdía de vista y observe con ella un joven, que resulto ser Julián.

Al acercarme, como en esta zona prácticamente no había nadie más vi algo que me impacto y quede inmóvil sin saber qué hacer y fue que Julián estaba frente a mi esposa la tenía rodeada por la cintura con sus brazos, le hablaba y le daba besos en la mejilla, ella reía, quien sabe que le decía y de pronto el beso fue en la boca de mi esposa y como ella no lo rechazo, el beso continuó y las manos de Julián bajaron de la cintura a las nalgas de mi esposa, apretándola contra su cuerpo mientras duro el beso.

Luego él se tomó confianza y sus manos subieron a los senos de ella y este magreo duro al menos unos diez minutos, hasta que ella puso sus manos sobre el pecho de Julián, algo le dijo y tomaron camino de regreso, pero afortunadamente por otro sendero.

Yo entre al salón, no la vi, minutos después ella se acercó por mi espalda y cuando le pregunté dónde estaba, me dijo…estaba en el baño. Efectivamente debió ser así porque el labial de su boca estaba perfecto.

Durante la media hora siguiente antes de regresarnos a casa no los volví a ver juntos. En el regreso como nuestro otro hijo venia con su novia, ni modo de tocar el tema y al llegar a casa, me contuve y decidí pensar mejor las cosas antes de hacer un escándalo.

Traté de olvidar el tema, pero en reuniones posteriores el coqueteo de Julián con mi esposa continuó, lo cual para los demás quizás pasaba desapercibido, pero para mí era evidente.

Una noche estaba próximo a acostarme y sentí que sonó varias veces el celular de mi esposa y como ella estaba en el primer piso no se dio cuenta. Yo me acerque y note el nombre de Julián. Nunca lo había hecho, pero sentí el impulso y me decidí. Abrí el mensaje y al hacerlo aparecieron todos los anteriores con mensajes como… Hola nena ¿cómo vas? Me tienes abandonado, vi el mensaje anterior y era de tres días atrás.

Entonces comencé a darle reverso y encontré uno que decía… ¿ya te decidiste? Todos los días sueño contigo abrazándote, besándote y…. (puntos suspensivos, imagine lo que deseaba hacer con ella)

Mas atrás un mensaje similar y la respuesta de ella era… como se te ocurre, tú sabes que yo soy una mujer casada y él le respondió… tranquila que no soy celoso. Jajajaja

Moví hasta el primer mensaje que fue del día siguiente a la fiesta del matrimonio de nuestro hijo que decía… me fascinaron tus besos, deseo volver a verte pronto, tienes un cuerpo maravilloso. Y ella solo le contesto con caritas felices y gracias.

Pero pensando que de pronto me sorprendiera mi esposa, apagué el celular y lo puse donde ella lo había dejado.

Sin embargo, a pesar de lo que acaba de enterarme, en todo este tiempo ella no cambió para nada conmigo, seguía igual de cariñosa, por lo cual me preguntaba como logra hacer esto sin inmutarse y lo justifique pensando que a lo mejor lo considera solo un juego o lo hace simplemente para sentirse joven y atractiva.

Mas adelante nos invitaron a la celebración de un cumpleaños en la casa de Julián, mi esposa no pudo ir porque se había comprometido antes con su hermana, entonces cuando termino la reunión, a la salida Julián se acercó y me entregó un pequeño paquete y me dijo… como tu esposa no pudo venir mi mama le envía una prueba de la torta. Después me entere por un mensaje de Julián a mi esposa que él fue el de iniciativa de enviarle la torta y mi esposa le contesto muy agradecida y hasta le adjunto corazones y caritas felices. Él le correspondió con un corazón gigante que simulaba palpitar.

Esto me indicó que iba creciendo la atracción entre ellos y que Julián estaba deseando a mi esposa solo como diversión y ella le seguía el juego y le daba muestras de aceptación.

Lo que en un comienzo me produjo cierta rabia al sentir que mi esposa me estaba traicionando, con el paso de los días, nació en mí el deseo de ser voyeur y me comenzó a excitar imaginar sorprenderla follando con Julián.

Pensaba… ¿cuál será su reacción al sentir cosas nuevas con alguien joven, que parece ser más experimentado que yo? Y a partir de ese momento hice cosas para facilitarles la cercanía.

Seguí espiando su celular y noté que los mensajes de Julián iban subiendo de tono sobre temas íntimos. Le hacía constantemente preguntas de las que ella al comienzo era evasiva pero poco a poco fue logrando hacerle tomar confianza y en un mensaje  prolongado la fue llevando a excitarla hasta el punto que ella le dijo… Julián paremos, porque me estoy sintiendo muy excitada y no hay forma que me puedas calmar.

Y él le respondió… Acaríciate

Noooo, le respondió, nunca lo he hecho

Entonces con un vibrador

Noooo, menos, tampoco lo he hecho

¿O sea que solo lo has hecho con tu esposo?

Siiii, así es.

Hummmm, con ese cuerpo tan hermoso lo dudo, debe haber ocurrido algún desliz.

Noooo seguro, nunca hubo un desliz

¿Y cuándo lo vas a tener conmigo?

Y allí ella le corto diciendo… que pena me está llamando mi esposo, hablamos.

En los siguientes días Julián no paraba de insistirle en que se vieran, pero ella le respondía que era muy difícil.

Y él le pregunto… ¿O será que tu no quieres?

Si, pero debes considerar que soy una mujer casada.

Está bien, si en algún momento puedes avísame te cuento que yo estoy que me muero por estar contigo.

Los días pasaban y cuando llego la fecha del cumpleaños de Julián, sus padres, se habían ido de viaje, igual la hermana con mi hijo, de manera que él estaba solo en casa y mi esposa me comento la situación, yo le sugerí que lo invitáramos a cenar, ella enseguida acepto la idea y quedo de llamarlo para concretarlo.

Fuimos a un restaurante que escogió mi esposa para la celebración del cumpleaños de Julián, mi esposa y él estuvieron muy contentos, se lanzaban mutuas miradas cortejándose y como ellos estaban tan entretenidos no se dieron cuenta que por debajo de la mesa con mi celular yo tome fotos y no me sorprendió ver las piernas de los dos pegadas y en una de ellas estaba la mano de Julián sobre la pierna de mi esposa con la falda recogida.

Parte de la atracción que ellos tenían ese día era mi culpa porque le sugerí a mi esposa se pusiera una falda que en otras ocasiones se negó a usar porque era demasiado corta, pero esta vez acepto muy complacida.

Cuando salimos de la cena, Julián propuso fuéramos a su casa para ofrecernos un café y por supuesto mi esposa enseguida sin consultarme acepto. Al llegar, Julián nos invitó a pasar a la sala y allí dijo… Voy a preparar el café, yo me senté y mi esposa se ofreció a colaborarle a Julián. Los dos estaban en la cocina que es abierta, quedándome la vista al lado derecho y solo necesitaba girar la cabeza para verlos y en las veces que lo hice Julián parecía estar acariciando las nalgas de mi esposa y se me ocurrió decir que iba al baño.

 

Simulé entrar, pero lo único que hice fue hacer sonar el cierre de la puerta, para regresarme a observarlos y los encontré abrazados besándose apasionadamente, al tiempo que él acariciaba el cuerpo de mi esposa con el beneplácito de ella. Para mí fue evidente que mi esposa había aceptado entregar su cuerpo a Julián y ver esta escena debo confesar me excito y me produjo una erección.

 

Luego hice ruido simulando salir del baño para avisarles que regresaba. Mi esposa salió de la cocina y se sentó a mi lado mientras tanto Julián llevó los cafés a la sala.

Cuando estábamos disfrutando la bebida, Julián sentado frente a mi esposa observaba sus hermosas piernas gracias a su corta falta y seguramente algo más.

Allí estuvimos una media hora antes de seguir camino a casa y a la salida como Julián es ingeniero de sistemas, le comenté que tenía problemas con la instalación de un programa, por lo que le pregunté si tenía un tiempo para poderme apoyar. De inmediato, me respondió… con mucho gusto te puedo colaborar, tengo tiempo libre el lunes en las primeras horas de la tarde. Le comenté que posiblemente a esa hora estaría fuera, pero le dejaba la información y él siendo un experto sabría que hacer con la instalación.

Desde luego me dejas la información y con mucho gusto te apoyo.

Nos despedimos y mi esposa posiblemente quedó feliz al saber que el lunes estaría sola con él en casa. Ella probablemente no tuvo en cuenta que por razones de seguridad habíamos instalado años atrás tres cámaras de video. Una fuera de la casa y las otras dos cubrían la sala-comedor y nuestra habitación, considerando que allí está la caja fuerte.

Pasó el fin de semana, el lunes me fui a trabajar como lo hacía normalmente y en el fin de semana constaté que las cámaras estuvieran funcionando correctamente, enviando señal a mi computador y a mi celular.

Después del mediodía en mi oficina estuve atento sobre la señal de mi celular, además lo conecté a la energía para mantener full la batería, no quería perderme nada de este encuentro, y grabar lo que sucediera entre ellos.

A eso de las tres de la tarde llegó Julián diciendo que había deseado llegar antes, pero cosas de último momento lo demoraron en su empresa. Mi esposa le dijo, no importa, lo que vale es que ya estás aquí y a continuación su saludo fue muy afectuoso con beso en la boca, lo cual me hizo pensar que lo que estaba por suceder sería muy erótico.

Luego mi esposa llevó a Julián al estudio donde estaba una de las dos computadoras y pegada a ella una nota con la clave de entrada para que él pudiera instalar el programa.

Lo que siguió fue el proceso de instalación del programa que no demoró más de cinco minutos, mi intención era que se encontraran los dos solos en casa para ver qué pasaba.

Terminado mi encargo, Julián le dijo a mi esposa, listo ya quedo instalado el programa y apago la computadora.

Mi esposa le dijo… vamos a la sala y me dices que quieres que te ofrezca y él no se si en broma o en serio le dijo… si me das un wisky está bien y ella le respondió… ¿en serio quieres un tequila?

Si, él le contesto, es que quiero brindar por nuestro encuentro y espero que me acompañes tomándote uno conmigo.

Mi esposa trajo dos copas y la botella de tequila y la puso sobre la mesa de centro, él sirvió las dos copas y le entrego una a ella.

Él le dijo… salud, fondo blanco y los dos bebieron el contenido de sus copas.

Ella al pasar el licor dijo… Uuuffff estuvo fuerte

Y el él le respondió… No te preocupes, no hay nada que no puedan calmar mis besos y rodeándola por la cintura se inició un tremendo beso lujurioso acompañado de caricias mutuas, en especial las de él, recorriendo el cuerpo de ella, sus nalgas y sus senos. Pero esto apenas fui un pálido reflejo de lo que vendría luego.

Los deseos acumulados de Julián lo llevaron a soltar los botones de la blusa de mi esposa y una vez que lo logro, le soltó el sujetador, apareciendo libres sus senos.

Después de admirarlos, comenzó a darle besos y a chuparlos y yo sabía que esto a ella la excitaba demasiado y efectivamente la motivo para que bajara la mano, y comenzara a acariciar la verga de Julián por encima del pantalón, y luego que aumentó la excitación la deslizo por debajo hasta atraparla con su mano y era evidente que comenzó a masajeársela.

Él para facilitarle las cosas soltó el cierre de su pantalón y éste cayó al suelo y ella con mayor libertad se arrodillo frente a él. le bajó el bóxer y al tener la verga de Julián prácticamente a centímetros de su boca, él le insinuó que le diera sexo oral y ella acepto.

Durante muchos años de matrimonio nunca lo hicimos y ahora ella lo disfrutaba al límite, por momentos cerraba los ojos y cuando los abría su mirada se dirigía hacia Julián buscando su aprobación. Y él le decía… maravilloso eres increíble, ya te voy a compensar por lo que estás haciendo. Pasados cinco minutos él la detuvo y al levantarse mi esposa, ella lo tomó de la mano y para llevarlo a la habitación y allí los dos se desnudaron totalmente.

Lo que siguió fue que ella se acostó boca arriba y él separándole las piernas, metió su cabeza en medio de ellas para prodigarle una sesión de sexo oral que la llevó a disfrutar su primer orgasmo. Aun recuerdo ese momento en el que ella gemía a cada instante con mas intensidad, como nunca antes la escuche… aggghhh, aggghhh, aggghhh, aggghhh y de pronto le dijo … hummmm Juli que delicia, sabes hacerlo maravillosamente. Y el deteniéndose le respondió… te das cuenta de lo que te estabas perdiendo Y ella le replicó sí, sí, sí, pero continua. Los gemidos continuaron hasta cuando ella le dijo…ya, ya, ya, para, para, no puedo más y contorsionando su cuerpo termino quedándose inmóvil

En este proceso, los constantes gemidos de mi esposa y sus palabras sueltas pidiendo más y más, motivaron mi excitación al punto que note como mi verga se puso como un riel.

Mi impresión fue que él era un experto, porque la dejo recuperar y cuando creyó oportuno comenzó a deslizar su mano por los senos y la concha de mi esposa, quien estuvo deshaciéndose en elogios frente a sus habilidades eróticas.

A continuación, Julián se incorporó para acomodar su cuerpo en medio de las piernas de mi esposa y comenzó a besar y chupar sus senos, al tiempo que fue descendiendo su cuerpo sobre el de ella, hasta que se encontraron sus sexos cuando sus pelvis se pegaron.

En ese instante iniciaron un beso erótico que se fue intensificando cuando mi esposa deslizo su mano por en medio de los dos, tomo la verga de Julián y después de lubricarla en sus flujos la dejo justo a la entrada de su concha y lentamente ésta se fue perdiendo dentro de su cuerpo.

En ese momento sentí algo que no he sabido explicar, fueron segundos afortunadamente, porque luego vino la acción, mi esposa rodeo con sus piernas el cuerpo de Julián y él comenzó a follarla intensamente.

Ella reinició sus gemidos, que salían de su boca cada vez que Julián penetraba su concha. Pasaron varios minutos en que los dos se fueron excitando más y más hasta cuando él le propuso a ella que cambiaran de posición. Él se acostó bocarriba y ella se subió sobre él y en ese momento pude apreciar que la verga de Julián era de mayor tamaño en grosor y longitud frente a la mía. Y en esta posición gracias a la ubicación de la cámara pude ver perfectamente como la verga de Julián se iba perdiendo dentro de la concha de mi esposa, repitiéndose luego una y otra vez, con lo cual volvieron los gemidos de mi esposa quien en cada caída de su cuerpo sobre la verga de Julián disfrutaba la máxima penetración y así pronto los dos estaban en lo maximo de la excitación explotando cada uno a su manera, ella con su orgasmo y él llenando la concha de mi esposa con su semen. Al finalizar, se quedaron pegados e inmóviles hasta cuando él le dio un beso en la boca y le dijo… eres maravillosa, te he deseado desde el primer día que te conocí, pero la verdad veía muy difícil que llegara este momento. Gracias y volvió a besarla.

 

Ella le respondió… tenía mucho miedo de hacer esto, pero tú me gustas mucho físicamente, porque sentimentalmente siempre estará primero mi esposo. Además, yo sé que estos encuentros pronto terminaran, porque tu interés es solo atracción física pasajera.

Él no contesto nada, solo se rió. Y dicen que el que calla otorga

A escuchar esto quedé tranquilo porque entendí que todo era solo una aventura de mi esposa. Lo que siguió fueron unos encuentros en casa y otros fuera, que duraron más o menos tres meses mientras Julián calmo sus deseos y mi esposa también.

Pero al haber logrado este primer encuentro, Julián no estaba dispuesto a desperdiciar la oportunidad y volvió a acariciar a mi esposa hasta conseguir excitarla nuevamente para proponerle que se acomodara en cuatro y situándose él a la espalda de ella, comenzando a esgrimir su verga en medio de las nalgas de mi esposa para luego dirigirla a su concha que estaba suficientemente lubricada gracias a los flujos de ella y el semen de Julián, así que fue muy fácil la penetración y cuando lo logro en la medida que metía y sacaba su verga de la concha de mi esposa, le daba palmadas en las nalgas y le decía… ¿te gusta mi verga? Y ella respondió si, sígueme follando.

A continuación, Julián se recostó hacia adelante para apretarle un pezón al tiempo que su otra mano comenzó a motivarla en el clítoris. Con estas dos cosas y la penetración continua de su verga, logro llevarla a un orgasmo que jamás imagine, al punto que conociéndola como una mujer muy delicada, le escuche decir … Eso, eso, así, vamos cabron, rómpeme la concha con tu rica verga, sigue, sigue y si quieres, también fòllame el culo soy toda tuya, y un par de minutos después los dos estaban explotando.

Extenuados por el esfuerzo, se quedaron acostados bocarriba uno al lado del otro y al estar las piernas de mi esposa separadas comenzó a aflorar el semen que Julián le acababa de depositar en su concha. Lo que siguió fue que se despidieron y mi esposa se fue a bañar para borrar las huelas del encuentro. Hasta aqui el relato.