El Médico y las Niñas Cap. V.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Ya, que esta vez pasan cositas muy morbosas, que aceleran la mentalidad de cualquiera que lea este relato, ya le pedí a mi amigo, que antes de salir de Italia rumbo a México, pasé, por el Vaticano a visitar, aunque sea al camarlengo de esa sede, y le pida, lo excomulgue de estos pecaditos mundanos, ja, ja, ja, pero dice que mejor aquí en México se irá a confesar con el Padre Ramón, ese personaje de un programa nocturno de una televisora mexicana, ¡qué C . . . . .!, mejor se lo dejamos de tarea, ya que no creo que lo haga, continuo:
Bien, después de ir a comer y de shopping, como ahora se estila decir, aquí en México, regresaron a la modesta casa Sandrita y el médico, él había notado desde que salieron, hasta que regresaron que la princesita caminaba como, con alguna molestia, pero no decía nada, en eso Sandrita se sentó al lado del médico a ver tv, pero él, se la subió a sus piernas y le acariciaba sus piernitas y de a poco iba subiendo su mano, hasta llegar a posarla en esa puchita infantil, y la pequeña saltó de sus piernas y le dijo, ¡noo!, me duele, ¡ya vez lo que me hiciste anoche!, me anda ardiendo mi puchita, eres malo, me lastimaste, y el médico le dijo, ¡y porque no me dijiste que tenías molestias, tonta! Te hubiera dado algo para esa “molestia”, y comenzó un diálogo entre los dos:
S.- es que ¡me dio pena decirte!, ya vez que ya íbamos de salida y pues al caminar sentí un ardor como chile piquín, pero me aguanté,
M.- bueno haber muéstrame, espera, aquí no, mejor vamos al consultorio, ya que te voy a abrir las piernitas, para verte con la lámpara, y así veré si te pongo algo, vamos,
S.- sí, vamos, pero llévame cargando, ¡me duele y me arde, para caminar!,
M.- ok, la cargué y la lleve y la instalé en la mesa de exploración, y ajusté las pierneras, para que recargara sus extremidades inferiores, me puse guantes, y un poco de gel de exploración y procedí a abrir sus labiecitos vaginales, pues todo estaba bien, inflamación leve, rozadura en sus paredes, irritación de labios inferiores, himen intacto, nada de que alertarse,
S.- me arde para hacer pipí, en el restaurant fui y ya vez que me tardé un poco, ¡hasta las lágrimas me salieron del ardor!, uff,
M.- ya amor, no pasa nada, ya te vi, es solo una pequeña irritación, aquí tenemos este tubo de ungüento, te lo voy a poner y aunque hagas pipí al rato y después de que te seques bien, te la vuelves a poner y ya mañana domingo ya estarás bien, ¡vámonos a arriba!, y me la lleve cargando a su camita,
S.- ay, ay, me sigue molestando, ya me voy a dormir mejor, ya mañana amaneceré bien, ¿verdad?,
M.- si mi princesita, mañana tu puchita ya estará más que bien, ya que te llevaré a la feria, para subirte a los caballitos, ¿quieres?,
S.- aja, sí, ¿ noooo ?, así como estoy me va a lastimar el asiento ya vez que hay que ¿montarse y me va a doler?,
M.- bueno pues a otro juego, que te parece la rueda de la fortuna, el remolino, o los carros chocadores, sí quieres invita a Luisita, ya vez que vive a dos cuadras de aquí, para que te diviertas con ella, ¿te gustaría?,
S.- sií, sí quiero que me lleves, así tú nos cuidas, mañana me voy temprano a decirle que se venga para acá,
Llegó el domingo por la mañana, mientras el médico veía su partido dominical de futbol, Sandrita se fue a invitar a luisa y como a los 30 minutos, ya estaba de regreso Sandrita y Luisita listas, para irnos a la feria, les dije que esperaran ya que quería ver el partido completo, mientras las chiquitinas se fueron a tomarse unas chocolatadas y cereal, en lo que terminaba el futbol.
Todo en la feria resulto mucha alegría para los tres, subían a un juego y a otro, el malestar de Sandrita ya había quedado en el pasado, ni se acordaba, hasta que llegó la noche, y pasamos a dejar a Luisita a su casa y de ahí a dormir, ya el lunes las actividades comenzaban como era rutinario, Sandrita a la escuela y el médico a su consulta, todo transcurría con normalidad, hasta que de regreso de la escuela, Sandrita llegó con Luisita y otra niñita, que al pasar la vi de reojo, bajita de estatura y con corte de cabello, como asiática, en eso suena el interfono y era mi princesita, que me avisaba que ya había llegado y que iba a hacer una tarea, para un mural, pero ahora era entre tres, y que estaba con ella Luisita y otra compañerita de ella que se llama Karlita, y que al rato me la presentaría, cuando subiera, después de la consulta.
Ya una vez terminada mi consulta me fui a ver que hacían esa tercia de doncellitas, ya que escuchaba mucho alboroto de música y risitas de las tres, en eso entro y saludo, ¡hola!, ¿qué hacen mis pequeñas traviesas?, y mi Sandrita corre como siempre a abrazarme y besarme, le revierto sus besitos en su mejilla y les digo, que ya vamos a comer, que había pedido y que no tardaban en traernos, me fui a lavar mis manos y al salir, ya estaba la comida en el comedor, lista, les dije que se sentaran y así lo hicieron, en ese momento mi Sandrita me presentó a su compañera que no conocía, la saludé y le dije, hola que linda estás, que lindos ojos, siéntate a comer con nosotros, y se sentó al frente de donde estaba yo, en la comida pláticas, sin nada de importancia, uno que otro chiste y lo de la feria del domingo, bueno terminamos de comer y me fui a asear mi boca, y manos, y al salir del baño, veo a Karlita de espaldas, ya que estaba deteniendo un papel grande, que las otras le estaban dibujando algo, ¡no me van a creer!, pero que hermosa cola se cargaba esa niña, era bajita de estatura, de diez para once añitos, de piel clara, pero unas nalgas bien frondosas, hasta se le respingaba la faldita escolar y se le veían sus muslitos arriba de lo normal, ¡qué niña, qué niña!, bueno me la imaginé desnudita y así paradita que hasta me llegó una erección nada más de verla por detrás.
Para quitarme esos pensamientos me senté en la salita, en donde ellas trabajaban, pero de reojo la observaba, ya que sus movimientos de ir y venir me llamaban la atención, por su caminar, tan sensual, ya que paso que daba una nalguita subía y otra bajaba muy puntudas y unos pechos más desarrollados que los de Luisita, en eso estaba pensando, como en la luna, cuando me dice mi Sandrita, que tienen que ir a comprar material, para el mural, y que irían a la avenida, como a 20 minutos de ahí, y que Karlita se iba a quedar a adelantar el trabajo, ya que si no, ¡no les daría tiempo de acabarlo!, ya que era para mañana y contaba para la calificación de sus exámenes, entonces les dije que se fueran con cuidado y que no se preocuparan, ya que hoy no abriría por la tarde el consultorio, porque lo iban a fumigar, y así fue, ya que había contratado un servicio de fumigación, porqué había mucha hormiga y una que otra cucaracha, y que me iba a quedar descansando y viendo a Karlita que se apurará con el trabajo, las chiquillas se fueron y Karlita empezó a dibujar en ese papel grande en la mesa del comedor, pero de donde estaba la observaba que se estiraba, y se agachaba hacia adelante, y se le veía hasta el elástico de su prenda interior, de un color rosita, y entre más se agachaba y estiraba, para dibujar, más se le alzaba su faldita, bueno me di valor, y me fui a hablarle y le dije nerviosamente ¿Karlitaa,, puedes tu solita hacerlo, si quieres te ayudo un poco?, mira en la pared es más fácil que dibujes, así no te estiras, ¿yo te lo sostengo el papel y tu dibujas, ¿quieres?, y comienza un diálogo, entre los dos:
K.- bueno, pero usted lo sostiene con las dos manos y yo le voy dibujando unas casitas y unos árboles, pero tiene que estar derecho, ya que si no, salé chueco,
M.- muy bien Karlita, haber yo lo tomó así y lo pego de la pared y tú te pones a dibujar, haber dime hay esta derecho, o lo hago a un lado, ¿dime?,
K.- más abajo, ya que soy chaparra y no le voy a llegar, para dibujar el camino desde arriba, bájelo, más, ahí, ¡ahí está bien!,
M.- bueno empieza, y yo sostenía con las dos manos pegadas a la pared ese pliego de papel y ella comenzaba a dibujar, pero tenía que pasar debajo de mis brazos, ya que hacía como un túnel mi cuerpo recargado de mis brazos a la pared, pero siempre que pasaba me rozaba, ya sea con un brazo o con sus caderas me las pasaba untando en mi paquete, que estaba como roca de duro,
K.- así, no lo vaya a soltar tengo que dibujar, ya que donde está usted parado, ¡me voy a meter debajo de sus brazos!, ¿no se vaya a mover?,
M.- no, tú dibuja con calma, yo estoy cómodo en esta posición, metete debajo de mí y has lo que tengas que hacer, con calma y bien hecho eh,
K.- sí, sino se enoja la luisa, ya que ella compró este pliego de papel, Sandra las pinturas y yo el dibujo que estoy pasando en grande, ¿pero, como que no le llego?,
M.- haber, sostén aquí, voy a traer un banquito al consultorio, espera, bajé antes de que llegaran los de la fumigada, lo tomé y me subí con Karlita, que estaba sosteniendo ese papel con las manos en alto, ¡¡¡ qué buen perfil de niña, se le veía unas nalguitas bien sensuales, para su edad !!!,
K.- oiga doctor, hay que subir más el papel ya que abajo no puedo dibujar, porque me tengo que agachar y así no puedo,
M.- no hay problema, haber súbete al banco, para ver qué altura alcanzas y así no te fuerces y la vi que quedo a la altura de mis ojos, entonces subí el papel y me ubique a su espalda en la posición anterior abriendo los brazos y haciendo túnel con la pared, mientras Karlita se esmeraba en dibujar,
K.- aja, así, ¡si voy a poder ya estoy bien parada y le alcanzo hasta arriba!, no lo vaya a soltar, que ya estoy dibujando,
M.- no, Karlita, hazlo con cuidado y despacio, yo desde atrás de ti, te voy diciendo si vas bien, mientras mi vista observaba su culito, a escasos centímetros de mi bragueta, bueno de la sensación, sentía palpitaciones como un adolecente, y le escuchaba su vocecita, como metálica, me estaba perdiendo en un mar de sensaciones, como jamás me hubiese imaginado, con sus movimientos de Karlita y encima del banco, pegó su rico traserito en mi paquete, como unos 5 segundos, no lo podía creer, era una oleada de excitación que me venía, y en eso se agacho y su raya de la cola, fue a posarse exactamente, en mi erecto miembro,
K.- y la pequeña Karla, me pregunta, ¿irá bien el caminito o lo hago más amplio?,
M.- nervioso, como nunca antes, le conteste, ¿vuelveloo, a hacer, lo veo, muy angosto, comienza de nuevo?, estaba pegada de sus nalgas en mi miembro y el calor de su culito lo sentía que traspasaba mi pantalón, muy exquisito,
K.- aja, le voy a ampliar, más, pero tengo que borrarlo, uff, y tan bien que iba saliendo, mmm, bueno, no me queda de otra, que volver a empezar, ¡voy a borrarlo!,
M.- sií, ¡es lo mejor, haacerlo de nuevo!, bórralo, y la chiquilla comenzó a borrar y pues con sus movimientos de hacerlo con la mano al papel en la pared, y sus movimientos de borrar, movía ese culito tan rico, pegado a mi miembro, que sin moverme yo, me estaba mandando a sentir oleadas y oleadas de placer, en eso voltea su rostro y ve hacía abajo, que le estaba poniendo mi paquete, entre esas nalguitas calientitas, y me dice,
K.- ah, ¿le gusta mi colita, verdad?, desde hace rato siento que me pica con su pene, en medio de mis nalgas, mi maestro de educación física, también se me repega de atrás, para hacer ejercicios y le pasa lo mismo, me talla un rato y se le para, como a usted, ¿que sienten con mis nalgas?, son de niña, aún,
M.- en eso solté el papel de la pared de una mano y le rodee su cintura y la pegué más a mi paquete, la tela de su faldita se prestaba a encajar entre esos cachetes traseros mi miembro más pegado a su anito, me estaba masturbando en esa colita apetitosa y carnudita de Karlita,
K.- dígame doctor, que tiene mi colita, porque me la andan chuleando mucho en la calle, y en los camiones cuando voy parada, nunca falta un hombre que se me repegue o me la acaricie de pasada,
M.- bueno, es que la tienes muy bien hechecita, grandecita y paradita, pareces una jovencita en miniatura, estas en pocas palabras ¡muy buena!,
K.- ah, y a usted le gustó, ¿verdad?, hace rato lo vi, que se me quedaba viendo a mi cola,
M.- pues la verdad desde que te vi, hace rato, me turbe eres muy hermosa de cara, de cuerpo y eso que eres una niña, de casi once años, y ya dejas babeando a muchos, incluyéndome a mí,
K.- hoy me voy a quedar aquí con Sandra, ya pedí permiso en mi casa, si quiere después de que se duerma ella, lo visito en su recamara, para preguntarle unas cositas, ¿puedo?,
M.- Sí, claro que sí, ¿es más dónde vas a dormir?, ya que la cama de Sandrita es individual y no creo que quepan las dos,
k.- bueno, te veo cuando se haya dormido “tu princesita” y pues me quedo en el mueble de la sala, pero después de hablar contigo, zaz,
M.- bueno, mi cama es de dos plazas, te incomodaría sí la compartimos tú y yo esta noche y ponemos el despertador una hora antes, para que te pasas a la cama de Sandrita, y que vea que te quedaste con ella, ¿quieres, te gustaría?
K.- no sé, puede ser, tal vez, deja pensarlo, pero yo creo que sí, ya que Sandra es muy envidiosa con sus cosas y me vaya a mandar al piso a dormir, pero si eso me hace, me voy al mueble, o ¿. . . . . . . .?,
M.- bueno, para esa colita, me gusta sentirla, antes de que lleguen Sandrita y Luisita, álzala, eso, así, pégala bien, eso, más, así, así,
K.- ay me picas mi rabito, tienes el pene muy duro, ayy, ahh, mejor al rato, ya no, ¡ya no dilatan en llegar!, y nos van a ver, espera, espera, ya, yaa, nos van a cachar, ya, yaa,
M.- ok, al rato te espero en mi recamara, no vayas a hacer ruido, te vienes descalza y te metes con cuidado, te dejo la luz prendida, y cierras la puerta despacito, hay te espero,
K.- sí, tu tranquilo, que yo violenta, deja en mis manos eso, en mi casa me paso con mi tío de vez en cuando a su cuarto y nadie nota nada, a la mañana ya estoy como angelito en mi camita durmiendo, y ni en cuenta de que sospechen nada, mi mami se va a trabajar en las noches y nos quedamos mi padrastro, mi tío y mis hermanos, y no notan nada de que duermo con mi tío,
M.- oye que interesante eso, ¿y que haces con tu tío en su cama?, que te hace, ya que estás muy despierta, para tu edad, ¿cuéntame?,
K.- a, pues me hace lo que me hiciste, me abraza por atrás y se arrima a mi cola y se le pone su pene duro, y me mueve un rato en mis nalguitas, hasta que dice que se va al cielo y me orina la rajada de mi colita, me limpia y yo me subo mi pantaleta y él se queda bien dormido, y al rato me pasó a mi cama y no pasa nada,
M.- y que más te hace tu tío, ya te metió el pene en tu cosita o en tu colita, ¿cuéntamelo todo?, ya me intrigaste,
K.- bueno la primera noche, que estuve con él, me dijo que se sentía mal y que le dolía su panza, y que le diera un masaje con mis manos, estábamos solos, ya que mis hermanos y mi padrastro se fueron al rancho de mi abuela y mi mamá se fue a trabajar, y me hizo montarme en su pansota y que le hiciera caballito, ya que así, él se sentiría bien, y pues me dí a darle saltos encima, pero poco a poco me iba bajando, hasta que mi chepita se la puso encima de su palo y en lugar de hacerme saltar, me tallaba bien duro, hasta que soltó esos meados olorosos a cloro,
M.- entonces tú, si sabes de estas cosas del sexo, ya que tu tío se encargó de despertarte, pues, no digo mal hecho, pero si mala onda, así no se debe de despertar a una hermosura como tú, mejor ya no hablemos de eso, apúrate con el trabajo de la escuela y en la noche te explicaré muchas cositas y tú me dirás más, hasta al rato,
K.- Sí, te veo en secreto, al ratio,
Mientras el médico se fue a ver lo de la fumigada de su consultorio y espero a las personas que iban a hacer la limpieza del mismo, y ahí se pasó unas tres horas, hasta que todo quedó en orden y limpio, para el otro día, se fue a dar un baño, y se fue a despedir de Sandrita y recomendarle a Karlita de que le diera espacio en su camita esta noche, a las dos les dio un beso y se retiró a su habitación.
Como a la hora, escucho que la puerta de su recamara se abría y hacia su aparición la nalgona de Karlita, que sólo iba con un bóxer y una camisetita de dormir, descalza y sin hacer ruido, se subió a la cama del médico, y solita se le acomodó dándole la espalda a él y le paró sus bellas nalgas al paquete de él, y platicaron en voz baja, unos pocos minutos,
M.- Karlita, ¿desde cuándo te gusta acercarte así, a nosotros los hombres?
K.- pues no sé, pero desde lo de mi tío que me hacía, ha de tener un año, pero no con cualquiera me dejo tocar, sólo mi tío, mi profesor de física, un maestro que me ayuda con mis calificaciones y uno de los conserjes de la escuela, ah y ahora tú, ya que me gustó, que me hayas tomado ocupada haciendo la tarea de dibujo,
M.- y que te hacen esos señores que me dices, y la acerque bien pegada a mi paquete, a modo de que sintiera mi masculinidad, haber platícamelo,
K.- aja, sí mira mi tío ya te dije me hace montarlo y él me mueve encima de su pene de hombre, hasta que tira, la leche, me baja de él y eso es todo y me da $20.00, cada que me dejo hacer esas cositas privadas, bueno así dice que lo diga,
M.- ¿y tu profesor de educación física, también te hace eso?, o como te hace,
K.- ah, el profe, bueno me da clases a mi sola, en un salón, ya que dice que no quiere que me vean los demás niños, ya que les alborotó sus hormonas, ya que se me meten los shorts entre mis nalgas y dice que me hacen ver muy erótica, por eso me lleva a un salón y ahí me da la clase a mi sola, pero me sube a una banquita como del tamaño de tu banco que me pusiste hace rato y todo el tiempo que dura la clase, se me pone atrás y pues siento que me pone su pene, bien parado y me mueve mucho, para adelante y para atrás, hasta que lo escucho muy agitado y le palpita su coso entre mis nalguitas, me suelta y se va, y me deja sola, al rato regresa y me da una nalgadita y me dice que ya es todo y ya me voy a mi salón, a mis otras clases,
M.- buen maestro, eh, muy buen maestro, no cabe duda que los traes locos por tus hermosas y paraditas nalguitas, ¡ven arrímate más a mí, ya me estás excitando de oírte, pega tu culito a mi pene, anda, pero sígueme contando,
K.- bueno, mi maestro de matemáticas es un señor ya grande de edad, yo soy muy burra para las mate, pero el maestro me da clases en su casa, los sábados desde las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche, me da 2 horas de clase y dos de otras clasecitas, ya que me lleva a una ventana de un balcón que tiene una vista panorámica, ya que vive en un edificio muy alto y él es dueño del último de arriba y pone un telescopio y me enseña, a manejarlo y hasta ver las estrellas al anochecer, me sube a una sillita chica de pie y el mueve el aparato desde atrás de mí, y yo voy viendo lo que pasa en el cielo, pero como siempre se me pega de atrás y me abraza de mi cintura y hay está sobándome su pene en mi cola hasta que se orina en su ropa y hay me deja, se va y regresa y se me vuelve a poner y a darme de tallones, otra vez hasta que se cansa y me dice ya vete Karla, ya estas aprobada esta semana, ya veremos la próxima si vienes o no, yo te digo,
M.- también, es muy buen maestro, no cabe duda, y que sientes cuando te hacen esas cosas, te mojas de tu cosita o que te pasa, ya que eso, no me has dicho lo que tú sientes, ¡cuéntame!,
K.- pues, sí me mojo, ya que mis calzones después de lo que me hacen están bien húmedos de en medio de mis piernas y babosos de algo como una cosa transparente y muy resbalosa, ya que la he sentido con mis dedos,
M.- sí me imagino, pero que te hace ese conserje, que me dijiste, ¡platícame!
K.- aja, pues mira, ese señor es uno de los que hacen el aseo de la escuela, y a veces me da que una paleta o dulces, me invita a veces un helado, bueno a veces me invita a desayunar en su bodeguita, ya que hay se calienta lo que le pone su esposa de comida, es que una ocasión me caí jugando en el patio y me pegué en mi rodilla bien fuerte y no podía dar un paso, él me llevo cargando a la dirección, pero cómo había junta de maestros no me pudo meter y me llevó a su bodeguita, me acostó un unos cartones y me sobó mi piernita, me puso mucho alcohol y me la vendó, y me ayudó a parar, pero mi pierna no me sostenía, me dolía mucho, él es un poco más alto que yo, o sea chaparro, entonces se puso atrás de mí y me rodeo mi cintura con sus dos brazos y me hacía dar pasos, pero me sobaba su verga, bueno así dice mi tío, que se llama “verga”, bueno así me traía de un lado a otro en un pasillito de su bodega, en una de esas bajó su mano y me agarró de mi chepita y así me traía, me pasaba su manota y a la vez me subía mi faldita de la parte de adelante, y uno de sus dedos me lo pasaba en mi ranurita de arriba para abajo y la verdad me daba como escalofríos, pero sentía unas como cosquillitas muy bonitas hasta que sentí, como que me orinaba, pero no me salía nada, hasta que me sentó en una reja que estaba ahí y me dijo que iría a ver si ya me podían atender en la dirección, mientras me revise mi chepita, y tenía esa babosidad que mojaba mi calzoncito, ¡tú crees!,
M.- no, pues si has tenido una que otra experiencia, con personas adultas y ahora que sientes estar aquí pegadita a mí, ¿te gusta sentir mi pene en tu cola, verdad?, que te lo talle,
K.- pues. No sé, pero siento algo aquí, toca, es como algo raro que no sé qué es, pero me gusta, además me siento ya mojada de mi chepita,
M.- ¿tienes sueño?, o quieres aprender algo muy rico, ya que me siento excitado por lo que me dijiste, y que te pasa, y pues me gustaría intentar algo distinto, ¿te dejarías?, un ratito chiquito,
K.- bueno, pero sólo un ratito, ¿qué me vas a enseñar?, ok, me ayudas a aprender y nos dormimos, sí,
M.- Bueno, voltéate de frente a mí, eso así, haber álzate te voy a quitar tu calzoncito, eso, sácatelo de las piernas, bien, a ver abre tus piernitas, eso es, vas a sentir mi dedo en esa rajadita, ¿sientes cómo pasó mi dedo?, estás mojadita ábrete bien, eso es, así, ¿te está gustando, verdad?,
K.- ajaa, sí, sií, ese dedo me hace cosquillas muy raras, sigue, sigue,
M.- tienes tu rajita grandecita, y siento tu botón muy grandecito, y muy mojadito, voy a verte tu cosita, aquí tengo una lámpara de emergencia, haber abre esas piernotas, eso es, ¡¡¡ oye pareces mujer, que hermosa está tu vaginita, de buen tamaño parece como de una jovencita quinceañera, te voy a dar besitos ahí, mmm, que ricos esos jugos que sueltas, mmm, te los voy a chupar, mmm, ¿te gusta mi lengua en tu chepita, verdad?, mmm, mmm, mmm,
K.- ay sí me haces bien con la boca, ayy, ayyy, ahh, ahhh, ahhhh, ¡nunca me había hecho mi tío, eso! bésamela mass, masss, ahh, así, asiiii, ahhhh, ahhhhhhh,
M.- que ricos pechos mmm, mmm, una buena chupada de tetas le daba, y me le fui subiendo, hasta estar entre sus piernotas, y con mi mano le fui dirigiendo mi aparato masculino y se lo pasaba de arriba abajo varias veces a su vaginita, en eso encontré su orificio frontal y se lo acomodé en esa puertita, mientras más le besaba su cuello, tetitas y en unos instantes comencé la penetración despacio, por la cantidad de lubricación de Karlita, mi pene fue entrando de a poco, y me movía un poco para atrás y otra vez le metía y así varías, veces,
K.- ahhh, ahhhh, ayy, ayyy, que me estás haciendoooo, ahhhh que bien sientooo, ahhhhh, ayy, ayyyyyy, ahhhhhh, ahhhhhh, me siento orinarrrr, ahhhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh
M.- bueno, seguí metiendo de a poco, hasta que sentí que no había impedimento para entrar completo en Karlita y pues me decidí, y hay voy, más adentro ahh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhh, y más adentro, por fin recargue mi pelvis en la suya, ya estaba penetrada bien adentro por mí, ahhh, Karlita que rica estas, y me movía muy suave y delicadamente dentro de Karlita,
K.- ahhhhhhh, ayyyyyyyyyyyyy, me lo metiste, nooo, noooo, ahhhhhh, ayyyyyyyyyy, me lo metisteee todoooooooooooooo, ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que bien se sienteeeeeeeee, ahhhhhh, ahhhhhhhhhh, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, me lastimaaa, me lastimaaaa, lo tienes bien esponjadooo, gordooo uyyy ahhhhhhhhhhh,
M.- me empecé a retirar, hasta dejar el glande dentro y volví a empujar a fondo muy suave, varias veces, y sus fluidos se venían en el tallo de mi pene en cada penetración, al salir y entrar varías veces de una manera muy calmada y delicada Karlita alcanzó un largo orgasmito que su voz delató lo que estaba experimentando con algunas palabras groseras, pero bellas para esa ocasión, así;
K.- ahhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, me hagoooooo, me hagooooooooooo, ahhhhhhhhh hijo de tu p . . . m . . . ., me estoy mian. . ayyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyy, uyyyyyyyy, ahhhhhhh me estoy orinandooooooooooooooo, cab . . . de mier . ., ya me hiceee, ya me hiceeeeee, hijo de la chin. . . ., ya me mieeee, todaaaaa, hijo de su p. . . m. . . ., yaaaa, yaaa, yaaaaaaa,
M.- ya calmada haciendo su cabeza de un lado a otro, le pregunte, ya estás tranquila, ahh, ahh, ahh, ya te pasó tu orinada, ahhhh, ahhhhh, ahhhhhhhhh, te voy a dar algo calientito hay dentro ahhhh, ahhhhhhhh, lo vas a sentir, ahhhh, ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, mmm
K.- ya noo, ya nooo, ya sácamelo, ya noo quierooooooooo, yaa noo quierooooooooo, dueleeee, dueleeeeeee, ya, ya, ayy, ayyy, ayyyyyyy, ahhhh, ahhhhh, ajj, ajjjjj, ayyy, ahhhh,
M.- en eso de sus gemidos, me quede quieto y ella también y por estar metido en esa caliente vaginita, nada más hice un pequeño movimiento de cadera encima y metido en Karlita, y una venida abundante fue a dar dentro de la chiquilla, espasmo tras espasmo vertí en la chiquilla, una copiosa cantidad de esperma, ahh, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, mmmmmmm, ahhhhh, ahhhh, ahhhhhhhhh,
K.- yaa, sácalo, yaa, te orinaste dentro de mí, sentí caliente hasta mi pancita, ahh, ahhhh, ya por favor sácame tu verga, ya no quierooo, ya nooo, me esta lastimandoooooooooo,
M.- bueno comencé a retirarme poco a poco, hasta que por fin me salí de Karlita, agitada y temblorosa me ofreció un beso de boca al cual yo le correspondí la abracé unos minutos y fui al baño por una toalla y papel higiénico y la limpie, se dio la vuelta boca abajo y se quedó dormida, casi al instante.
Me voltee hacia ella, la abracé de su espalda y le puse mi pierna encima de las suyas, pero le hacía presión a modo, que sus nalguitas se alzaran más hacía su cadera y, vaya que lindas y eróticas montañas de carne, se le veían así, mi mano, no abarcaba una ya que se le hacían pico en la curvatura de la cima de cada nalga, me excite de sentir esas pulposas carnes, hasta mi pene lo hice descansar encima de esa cola, pero ya no intente nada, me quede pensando, en. . .
¿Cómo era posible que Karlita de casi once, ya no era virgen?, ¿su vaginita, era como la de una jovencita de unos quince o dieciséis años?, ¿Quién la penetró antes de mí, o quiénes?, ¿sería su tío, el maestro de educación física, el maestro de matemáticas, el conserje, el chamaco ese que la nalguea?, así me hacía mis preguntas, y me dije a mí mismo, ¿voy a hablar con ella, para que me diga que pasa a su alrededor y porqué tan despierta, y esas palabras groseras que dice?, hasta que concilie el sueño.
Que historia de mi amigo, el Dr. Mangual., escucharlo es una cosa y relatárselo es otra, no sé ustedes mis amigos de comunidad, pero el morbo que se vive en la lectura, hace a uno revolucionarse hormonalmente y que nuestras gónadas expulsen grandes cantidades de fluidos masculinos en nosotros los hombres y en las damas pues ya se imaginaran, ya que el morbo que se vive raya en un erotismo sumamente exquisito, de calidad y llena nuestras mentes de imágenes, que casi son reales, cómo si uno mismo, las estuviera viviendo en el instante exacto de leer, ¡ya paro este capítulo!, quede exhausto, por esta vez, trataré de poner mi mente en blanco ya que, hay que estar listo, para continuar mi enriquecimiento profesional aquí en Italia, saludos, comenten y califiquen, un saludo respetuoso de SEXIGALENO, hasta pronto, con el episodio VI, no se lo pueden perder, ya que la plática de Karlita y el médico es extremadamente morbosa y aparece una bella niña, más en la vida de este amigo, ahora los protagonistas son: el médico en primer plano, Sandrita, luisita, Karlita y Normita una niña hondureña que estudia con las demás en esa escuela de educación primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . ?
La leo y la leo y siempre me excito muy buenos relatos.