El Médico y las Niñas Cap. VI.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Después de esa noche de placer, que se dio, por el médico y Karlita, sonó el despertador y él volteó, para hablarle a la nena, pero ya no estaba en la cama, se levantó y fue a ver a la recamará de Sandrita y hay estaba dormida esa niña-mujercita, a un lado de su princesita, como aún era temprano, se regresó a su recamara y adelanto la alarma una hora más, y se volvió a dormir, y se suceden otras situaciones que a continuación detallaré, las niñas se levantan se bañan, se arreglan, para irse a la escuela, toman un pequeño desayuno a base fruta y cereal y se despiden del médico y se van, y como a los veinte minutos, ¡regresó Karlita!, ya el médico estaba por meterse a bañar, y le dice, ¿Qué no tuvieron clases?, sí, pero pedí permiso, ya que dije a mi maestra, qué me sentía mal, y en lugar de irme a mi casa, pues me vine para acá, y ¿eso, porqué, te pasa algo?, es que me están bajando sus mocos y ya se me ensució mi bóxer y me vine a lavarlo, para ponérmelo al rato, que me vaya a mi casa. . .
Pero y Sandrita que te dijo, nada me pidió que pasará aquí, para que me revisarás del dolor de panza, que dije a la maestra que tenía, ah, pero no te duele, verdad, no, sólo lo que te dije, ah, bueno, que talla eres de bóxer, antes de que abra el consultorio te compro uno del mismo color, mientras te das una aseada y regreso, y se dio un pequeño diálogo, así:
K.- ¿pero ya me bañé, antes de irme a la escuela?,
M.- sí, te vi que saliste muy arregladita y perfumadita, pero debes de asearte íntimamente con un líquido,
K.- sí, ya sé, de los que usa mi mamá, con un bote que cuelga de un clavo y se pone una tripa a su chepa y le sale una agua rosada,
M.- ándale, pero aquí no hay dé ese tanque irrigador, aquí será con una perilla, voy por ella a una farmacia y tu bóxer nuevo, mientras ponte a ver la tv, por cierto de que talla te traigo el bóxer,
K.- ah, pues de niña es grande y de mujer es mediano, mira el color es rosa bajito o palo de rosa, liso, sin nada de flores o muñecos,
M.- ok, no te preocupes, regreso, no abras a nadie,
K.- no, voy a la recamara de “tu princesa”, hay veo la tv de ella,
El médico salió y en ese momento un taxi pasaba y pidió lo llevara a X farmacia, lo llevó y de ahí se fue a un centro comercial y se fue directo al área de niñas, en el cual lo atendió una chica y le pidió la prenda, como le dijo Karlita, pero el color no lo tenían en ese momento, y fue al área de damas y lo mismo lo atendió otra chica, y pidió pero ahora pidió para mujer en la talla sugerida por Karlita, y efectivamente si había, y del color, así que pidió otros más de la misma talla y de diversos colores, pasó a caja, pagó y con la misma se retiró en taxi de vuelta.
M.- entró como de rayo a la planta alta, y vio a Karlita acostada en la camita de su princesita y le dijo, ya estoy de vuelta, mira, te traje varios de la talla de mujer, como me dijiste, chécalos, ahí viene uno igual al que traes puesto,
K.- sacó de la bolsa las prendas, las vio y le dijo, ¿y para que compraste tantas, nada más era esta rosada?, pero están bonitos todos los colores, ¡uy son de buena marca!,
M.- pues que bien que te hayan gustado, ya que me gusta verte en bóxer ¿y a lo mejor me los modelas?, para mí, ¿quieres?,
K.- uff, sí claro, pero otro día, ya mero te vas a tu consulta, ¿no?,
M.- sí en veinte minutos abro, apenas da tiempo de que te explique cómo debes asearte.
K.-si quieres pido permiso a mi mami, y me quedo hoy otra vez con Sandra, y en la noche te enseño como se me ven, es más me traigo unas zapatillas de las que usa mi ella, para trabajar, ¡ya se andar con esas de tacón!,
M.- oye que bien, me parece buena idea, vente vamos a la regadera, para enseñarte a lavarte por dentro,
K.- si, me quiero estrenar ¿*?, bueno el que me digas de estos ocho, ¡me lo pongo! y los demás los guardas, no quiero que los vea Sandra, ya ves que es muy envidiosa,
M.- bueno, me gusta este azul cielo, ¡este ponte!, pero antes vamos a que te laves, para que no lo ensucies,
K.- sí, pero los guardas bien, y voy a lavar este sucio en el lavabo, y lo pongo a secar, para que me lo guardes en la bolsa con los nuevos,
Ya una vez que ayudó a la pequeña Karlita a asearse, la dejó que se secara y se vistiera y se fue a su consulta, y en eso le llama por el interfono y le dice, oye daddy ya me voy, antes de que llegue Sandra, ya puse mi bóxer en el primer cajón de tu cómoda, lo guardas con los otros, al rato me regreso, mua, mua, te quiero daddy, el médico le contestó bueno te cuidas, es más te vienes a comer con nosotros, también te mando besitos, bye.
El tiempo transcurrió normalmente, hasta que llegó Sandrita acompañada de luisita y otra niña morenita oscura y de ojos verdes, de cabello rizado a media espalda y se subieron a la planta alta, como siempre Sandrita se reporta de su llegada y le dice, que no hay tarea hoy, que van a ver unas peli’s, piratas que compraron en un tianguis cerca de la escuela, y le dice el médico, que sí, que al rato las quería ver él también, y colgaron, llegó la hora de cerrar y el médico como de costumbre subió a comer, pero se quedó en las escaleras, ya que escuchó como gemidos de mujer y se sorprendió y se quedó un poco más, a escuchar, y más gemidos y palabras en inglés de gente excitada y haciendo sexo, ya que se oían, pero no se escuchaban las chiquillas, pues se quitó los zapatos y entró en silenció y las sorprendió, viendo una xxx, de esas extremas, cada chamaca se les veía la cara de estar embobadas viendo y las manitas de cada una, en sus vaginitas frotándoselas, y pregunte ¿Qué hacen mis muñequitas? Haciéndome el desentendido y entre palabras entrecortadas, mi princesita, me contesto, e, ess, que esta peli salió equivocada y la pusimos, pero , pero, pero, la vamos a llevar a que nos las cambien, no es la que queríamos ver, y dije, mmm, muy bien pues cambia esa película por otra de las que traen, ya que esa que ven, es para gente adulta y ustedes son niñas, lo que han visto, en pocos años ustedes ya las podrán ver, pero ahora y por el momento, no.
Vamos a comer, Sandra pon la mesa, niñas siéntense vamos a comer unos tamales de elote que me trajeron en la mañana, los voy a calentar en el micro, mientras sirvan la bebida, ah, luisa pon otra película que no sea esa, ya mañana la cambian, y esta hermosura de niña, quien es, que ojos tan cautivadores tienes, y que cabello tan anillado, ¿son caireles naturales?, como te llamas, y la niña la sentí excitada por lo que estaba viendo, pero a la vez nerviosa, me llamo Norma y soy compañera de la escuela de Sandra y de luisa, y vivo a la vuelta de aquí de su casa, ah, qué bien Normita, pues espero no te moleste lo que te voy a decir, pareces una barby, delgadita pero muy hermosa, siéntate, vamos a comer, aquí comen todos, o nadie come, degustaron esos aromáticos tamales y de postre un pay de frutas, en eso corría la otra película del “rey león”, y de momento, se corta y entran escenas de comerciales de otros países y de momento escenas de sexo con menores, y me quedé con el tenedor en la mano y todas ellas incluyéndome yo, volteamos a ver las escenas de un tipo gordo forzando la penetración a una bebé, como de 5 años, y las chiquillas hasta los tamales dejaron en los platos.
No me molesté, pero como que no se vale, de que los que hacen esas películas piratas las empaquen y etiqueten, para niños, entonces me paré y fui a apagar el dvd y la tv, y comimos en silencio los cuatro, nada más veía ojitos que me observaban, pero ellas no tenían la culpa, y tuve que romper ese silencio, así:
M.- Sandrita, ¿dónde compraron esa películas?
S.- pues, en el tianguis que esta por la escuela, a un señor que pasó vendiendo, y como las daba de a 3 x 25.=, pues las compré, ya que no tenemos tarea y pues dije vamos a verlas,
M.- a ver Luisita, tráeme las películas, para ver las envolturas, ¡ah, pues aquí dice, escuchen, con letra pequeña “para adultos”, la otra dice sex-xtrem y esta dice, xxx-dulces ninfas, pues ya ni se molesten en ir a buscar a ese vendedor, estas las voy a guardar con llave, toma Sandra, mañana, compras las mismas, pero fíjate, que no digan lo que escucharon que dije, no te pongas triste, mañana te compras las de niños y se vienen a la salida a verlas, para que pida pizza para todos y un pastel, pero no hagas pucheros, que no es tu culpa, ya, pon de las que tienes, esas que compramos en L . . . . . . . ., y ya, ¡no pasó nada!, me voy a recostar un rato, ustedes sigan viendo sus películas.
Me recosté en mi cama y cerré mis ojos un rato y escuché que tocaron el timbre de la puerta y después entre risas y algarabía de ellas, escuche, ¡qué bueno que veniste, Karla!, ¿cómo te sientes, ya se te quito el dolor de panza?, y oigo su voz y dice, sí tu papi me dio en la mañana una pastilla y como magia se me quitó hasta el asco, pero vine por la tarea, y luisa contestó, pues suerte tienes, no hay tareas, estamos viendo pelis, ¿quieres quedarte a verlas?, mmm, bueno, me quedo un rato, ya que quiero decirle al papá de Sandra, que ya estoy bien, a, bueno pues pásate aquí dentro, tenemos palomitas y refrescos.
Antes de bajar, pasé a ver a ese cuarteto de chiquillas y les dije que iba para la consulta y que me avisara Sandrita, cuando sus compañeritas se fueran, y en eso me dijo Karla, yo creo que yo me voy a quedar, a ver si Sandra me da espacio en su cama, como ayer, ¡sí, por mí no hay problema pónganse de acuerdo!, me voy, al rato nos vemos, luisita nos vemos, cuídate, normita, ojala tenga el placer de que vengas mañana a comer con nosotros, ya ves que voy a pedir pizza y pastel, bueno Karla a ti ya ni te invito, tu eres como de casa, nos vemos.
En eso las cuatro muñequitas se metieron a ver sus películas, y comenzaron a hablar de lo de la películas para adultos que habían comprado equivocadamente;
S.- ¿viste luisa esa chamaca de la película como le chupaba a ese hombre el coso?, y como se tomaba eso que le salía, huácala, me estaba dando asco,
L.- sí, y se veía bien chica como de kínder, y se ve que le gustaba, viste que hasta con los dedos se los chupaba, los que tenía pegados en barbilla,
N.- y vieron, que después el señor ese, le metía la lengua en su cuquita, y la niña hasta los ojos volteaba, para atrás,
S.- sí se veía eso muy raro, sentía cositas aquí en mi pancita, de ver eso,
L.- ay, yo me estaba agarrando mi cosa, me daba cosquillitas, ji ji ji, me moje mi calzón de ver eso, ¿yo creí que nada más era de gente grande hacer sexo?,
N.- no, mi primo le hace cosas de esas a mi primita de 4 años, allá en honduras, él tiene como 20 años y se la lleva a una finca de plátanos y ahí le baja su ropa y le mama su cuca a mi prima y el después, le pone su palo entre sus piernitas y empieza a tirar el engrudo,
K.- ah, de que pelis hablan, invítenme a su plática cabronas, nada más volteo y veo que ustedes se dicen y hablan, pero no sé, que pedo con ustedes, cuéntenme,
S y L.- ah, pues es que al salir de la escuela, pasé a comprar la fruta, para mañana temprano y lo demás y pasó un señor vendiendo pelis y le compre la promoción de 3 X 25, pero salieron de esas, que le dicen de xxx, o fonográficas, sí pobre Sandra yo creí que la iba a regañar el doc, ya que se puso serio, ya que nos cachó viendo una, de unos como africanos metiéndoles sus cosonones, así de grandes a unas monjitas, ¡tú crees!,
N.- esas pelis, en honduras las venden nada más a la gente grande, pero hay un lugar en Tegucigalpa, que se las venden a quien sea a niños y adultos, hay morros que se compran por docenas de esos discos, y a nosotras nos andan cazando, para hacernos cosas,
K.- y dónde están esas pelis, quiero ver una, ¡pon una Sandra!,
S.- no, ya las guardo con llave mi papi, no quiere que las veamos, ya que todavía estamos chicas, y nos dijo que hasta que estemos más grandes, ya las podremos ver,
N.- sí, es mejor, ya que se pone una como nerviosa y dan ganas de chisguetear y da como cosquillas en la cuca,
K.- sí, ya me imagino de que pelis son esas, mi tío tiene un rollo, así de grueso de esos discos y por donde quiera los deja, a veces en las noches, se pone a verlas y hasta allá, en mi cama se escucha los gritos y gemidos de esas mujeres gritonas,
S, L y N.- entonces sí has visto de esas, pelis fonográficas o xxx, luisa, ha de tener tu tío una biblioteca de esas, norma, ya mejor no hablemos de eso, de acordarse da cosquillas en la cuca, mejor vamos a ver de estas, que estamos mirando,
K.- bueno, yo vi una parte de una ya que mi tío la dejo en el dvd y esa vez lo puse, para poner un mp3 de música y me dio curiosidad y le di play y madres unas viejas estaban bien trabadas entre ellas, chupándose sus panochas, y un perro les lengüeteaba a las dos sus colas, y adelante de ese video, había otro, en el que un ranchero estaba cogiéndose a una becerra, me dio asco de ver esa parte y la apagué, pero Sandra, no son fonográficas como dices, ¡son pornográficas?,
Sin sospechar las chamacas eran grabadas de audio, ya que el médico dejó una grabadora de voz, y sus pláticas quedaron en la memoria de ese aparato, para después, él las escucharía, en privado.
Hasta que llegó la hora de cerrar, y ya Luisita y Normita, ya se habían ido a sus respectivas, casas, sólo mi princesita y Karlita se quedaron y estaban jugando memorama, cuando subí a verlas, me senté al lado de Sandrita y me tomé un café, mientras las observaba, como jugaban, pero Karlita me hacía señas con los ojos, ya que estaba frente a mí, pues me levante, me fui a darme un regaderazo y pasé a despedirme de Sandrita que ya estaba en la cama, con Karla, ya a punto de dormir, me despedí y les di sus besos a cada una, pero veía a Karla que me hacía señas de algo, pero no entendí, y me retiré a mi habitación, dejando la puerta entreabierta, ya una vez acostado, vi una sombra que pasó rumbo al baño, y de momento entró Karlita, haciéndome seña de que no hablara, puso su bolsa de la escuela en el piso y se volvió a ir a la recamara de Sandrita, saqué las películas que le había decomisado a mi princesita y puse una en el dvd, para verla, sin sonido, y sorpresa era de esas de pedofilia, puras menores de 3 a los 9 años, me quedé viendo los videos, con el control en la mano, a fin de que si entraba Karlita, no viera esas escenas, y casi me chuto todo el disco, ya que entro Karla y en automático, apague el dvd, y me dijo en voz baja, que ya se había dormido y que estaba hasta roncando, y hablamos en voz baja unos instantes;
M.- ¿qué dijiste, en tu casa?, ¿te dieron permiso?, o te veniste así, nada más,
K.- le dije a mi padrastro que íbamos a hacer unas tareas atrasadas en la casa de otra compañera, y que mañana, regresaría después de la escuela,
M.- que bien, mira qué bonita vienes vestida, esos leotardos te hacen ver muy seductora, paras mucho nalga, mocosa, c. . . . . . .,
K.- ya, no me digas caliente, soy una chavita, que le gusta que me mimen y me traten bien, y tú, me agradas como tratas a Sandra y me da envidia, ya que mi padrastro, no me compra ni unas chatarras, es muy feo conmigo, desde que me, ¿¿¿=*=???,
M.- te qué, dime, te pega, te trata mal, ¿Qué te hace?,
K.- olvídalo, es algo que me hace poner triste, olvídalo, mejor te enseño como me quedan esos boxer’s que me trajiste en la mañana, ¡mira el que traigo puesto!, el que tu elegiste que me pusiera, ¡el azul cielo!,
M.- uy que bonito se te ve, pareces brasileñita,
K.- espera, me voy a poner las zapatillas de mi mamá, espera, las saco de la bolsa,
M.- bueno, mientras buscas las zapatillas y te pones más hermosa, platícame, ¿Qué te hace tu padrastro y porque no lo quieres?, cuéntame, muñeca,
K.- es, algo que me hizo desde que se juntó con mi mami, yo tenía siete años y él me recogía de la escuela, estaba en primer año, y me llevaba en la camioneta de su trabajo a la casa, pero siempre me andaba tocando mis piernitas o me andaba acariciando mi cola, ya que siempre la he tenido paradita desde el kínder,
M.- aja, sigue, que más te hacía, para que no lo quieras ahora, ¿dime?,
K.- ya no te digo, porque me pongo a llorar, y mejor te muestro mi cuerpo en zapatillas, sip,
M.- bien, pero mejor deja eso, para otra ocasión de mostrarte para mí, mejor siéntate, aquí a mi lado y platiquemos, de eso que te pone triste, venga, dale,
K.- ¿me puedo sentar en tus piernas?, ya que lloro cuando digo lo que me pasó y me gusta que me abracen y me acaricien mi cabeza, ya que me siento protegida y bien, ¡sí!,
M.- claro que sí, ven acomódate encima y yo te abrazo y tú me vas platicando, pero nada de mentiras, ya que si no te tiro al piso y ahí si vas a llorar, mejor la verdad, ¡sale!,
K.- sí, mira te dije que me hacía cosas desde los siete años, ya que él era el que me recogía en la escuela, y siempre me andaba nalgueando, pellizcando mi colita, me abrazaba, pero como que sentía algo feo, y casi no me dejaba, cuando cumplí los ocho, me compro un pastel y me dio un regalo, de un oso de peluche, de esos baratos, pero estaba bonito,
M.- sí, sigue, ¡no hagas pucheros, te ves fea así!, alza tus ojos, eso y ve esas fotos mías y me sigues platicando, no me gusta esos ojos con lágrimas, ¡haber sigue!,
K.- bueno como a la semana del pastel, del regalo, recuerdo que era un viernes, me trajo a la escuela, y pues como lo veían que me traía y me recogía todos los días, entró a hablar con mi maestra, y le dijo que me diera permiso de no asistir, ya que iba a salir con el fuera de la ciudad, y se hizo pasar por mi papá, y la maestra le dio el permiso, para irme con él, y me llevó a trabajar con él, ya que vende dulces y cigarros por paquete y reparte en varias tiendas y,,,
M.- ¡ya no llorar, eh, te ves fea ya te dije!, sigue yo te escucho, pero no me llores, saca de aquí de tu pechito lo que sientes, ¿si no puedes enfermarte, de aquí de tu cabecita? y pues te tengo que dar mucha medicina,
K.- pues me traía con él, pero yo lo miraba muy nervioso, y daba vueltas y vueltas, por los mismos lugares que pasábamos, y pues de momento paró la camioneta, se bajó y fue por mí, y me llevó a una casa, como abandonada, y me llevó a la azotea de esa casa y me metió a un cuarto y me dijo que hay me iba a dejar, porque yo no lo quería y que iban a venir unos perros a comerme en la noche y me dio mucho miedo y le dije que, sí lo quería, llorando y me decía cosas feas, de espantos en esa casa, por las noches y de otras cosas y entre en un miedo, que me abrace a su cintura y,
M.- pero, eso te decía nada más, ¿cómo castigo?, o que más, ¿dime?,
K.- pues ese día me cargo, me hizo que lo besará en la boca, me chupaba mi cuellito, mis axilas, me quitó mi uniforme de la escuela y me volvió a cargar, pero de espaldas a él y me hacía cosas sucias en mi colita, me restregaba su verga, muy fuerte, un buen rato me tuvo así, hasta que me aventó a una colchón que estaba ahí, todo mugroso y lleno de polvo, me quito los, ¿?
M.- ya, no llores, ¿quieres jugo?, voy por él, al refrigerador, espera,
K.- sí, te decía, me quito mi pantaletita y se sentó junto de mí y me agarraba mi chepita y metía los dedos, en eso se paró se quitó la ropa de la cintura para abajo y su calzón y me hizo acostar y se me fue encima a los besos y chupadas, en eso me alzo mis piernitas y me acomodo su verga que estaba bien parada y me la pasaba en mi chepita, muchas veces, yo me quede quieta, en eso, ¡en eso!,
M.- no llores amor, no llores ya me imagino lo que pasó, toma más juguito, haber, abra la boquita, eso toma despacio, eso mi niña, así traguitos pequeños, ya, sigue diciéndome
K.- bueno, pues me empezó a meter en mi hoyito ese palo gordo y largo, y empecé a llorar, ya que me estaba doliendo mucho, pero él ni en cuenta, lo metía más, y de pronto sentí que me estaba metiendo todo eso, me desgarro mi chepita por dentro, ya que no me paraba la sangre de salir de mi hoyito, pero él seguía metido en mí, nada más sentía que me daba vueltas las cosas que veía, y me desmayé, ya que después sentí agua en mi cara y en mi cabeza, y pues me desperté, pero me dolía mucho mi pancita, me acuerdo y algo me escurría de mi hoyito, revuelto con mi sangre,
M.- y eso fue todo lo que te hizo esa vez, o ¿siguió lastimándote?,
K.- bueno, fue por un rollo de papel sanitario y me limpio lo que me salía y los papeles se impregnaban de mi sangre y esa cosa de él, que ahora sé que es el esperma de ustedes los hombres, hizo como un rollito de sanitario muy delgadito y me alzó las piernas y me lo metió en el hoyito, me las bajó y me dijo ahora regreso, voy a traerte algo de tragar, te dejo abierto, no te vayas a salir, ya que un perro está afuera y si sales te va a morder y hasta te puede matar es muy bravo, no tardó mucho en regresar, yo estaba como me dejo sentada en el colchón y yo estaba llorando del dolor y de lo que me había hecho, en eso, me dice, ten te traje una torta y un refresco, come algo, ya que de aquí nos vamos hasta la noche, y le decía y mi mamá, yo quiero ir con ella, y él me decía tu madre no está, la mandé al rancho y no llega, hasta mañana, y te dejó encargada conmigo, así que pórtate bien y nos vamos más rápido,
M.- pero, ¿ya no te hizo nada?, o ¿Qué más, pasó ese día?, ya, dime todo
K.- bueno no me quise comer la torta, no tenía hambre, me quería ir de allí, él tomaba aguardiente con refresco ya que olía a borracho, y me dice, párate y vente aquí conmigo, y me daba a tomar de su vaso, ese aguardiente mezclado con refresco, y yo lo tiraba de mi boca, pero me dijo, chamaca pen . . . ., ahora te vas a tragar la caña sola, y me metió la botella en la boca y me pegaba en mi pancita, hasta que me pasé muchos tragos y me hizo llorar de lo duro que me dio, me fui a sentar, pero me dolía mi chepita, en eso me sentí mareada y me deje caer en el colchón y todo me daba vueltas y vueltas, y sentí que se me arrimo y me acariciaba mi cabeza, y me decía, ya vez, así te ves mejor, tranquila, quieta, y me manoseaba mis piernas y tocaba mi chepita mucho, que me dolía mucho, en eso cerré mis ojos y ¿-?,
M.- sí ya me imagino, ¿siguió, verdad?, te volvió a hacer eso, otra vez,
K.- pues, me abrió mis piernitas, yo sentí, no vi, ya que estaba mareada, pero sentía, que me saco el rollito que me metió de papel, y se volvió a acomodar entre mis piernas y me volvió a meter su verga, yo sólo cerraba los ojos y medio gritaba, ya que por lo mareada caí, como un hoyo oscuro y ya no supe más, ya como a las seis de la tarde sentí que me despertó, otra vez con agua, pero estaba todavía mareada por el aguardiente, y me dice pinche chamaca eres una tragona, cómo tu madre, me acabe cuatro veces en ti, y tu bien dormidota, ya te limpie, todavía te sale sangre, pero ya es menos que en la mañana,
M.- que hijo de la . . . . . . . . . . , eso no se hace, ¡ahora no!, pero el sábado me vas a llevar por donde reparte sus porquerías, lo voy hasta castrar a ese desgraciado, ¡me tienes que llevar!,
K.- pero, es que, me da miedo es muy loco, y sí me ve contigo, va a decir que ya sabes tú, ya que no sabe ni mi mamá de lo que me hizo esa vez y de lo que a veces me hace, hasta ahora,
M.- ¿cómo te sigue haciendo cosas, todavía?,
K.- sí, que no ves que me quedo con mis medios hermanos, ya que mi mamá se va a trabajar en la noche todos los días a una maquiladora de ropa, y él en las madrugadas, a veces se pasa a mi camita y me hace cosas, ya que mi tío una noche duerme en la casa y otra noche no, ya que trabaja de policía en turnos de 24 horas, y cuando él no está, aprovecha y me hace lo que te dije, varias veces en la madrugada,
M.- Karlita, ¿te gustaría vivir aquí conmigo y Sandrita?, bueno, para que platique con tu mamá, y exponerle el problema que vives, y que no estás cómoda viviendo hay, con tu padrastro, yo trataré de convencerla, de que es lo mejor, para ti, y que es por tu salud mental, y psicológica, ya que veo ciertas cosas en tu cabecita, ¿quieres?,
K.- sí, la verdad sí, me gustaría estar con ustedes, tu eres muy bueno, y Sandra, también aunque es un poco díscola con sus cosas, pero eso no me interesa, quiero estar fuera de esa casa y tener a alguien como tú, que me dé un poquito de cariño, ya que tu cariño completo es para “tu princesita”, ¿verdad?,
M.- bueno, eso del cariño, nada tiene que ver entre una y otra, ella se acostumbró mucho a mí, porqué su madre la dejo, hace un tiempo y no sabemos nada de ella, y pues se vino conmigo a vivir, pero tengo corazón y mucho para ti, vete a dormir, al rato tienes que ir a la escuela, mientras iré pensando, como hablar con tu madre, te vienes con Sandra a comer con nosotros, a propósito ¿traes dinero para la escuela?,
K.- poquito, cómo tres monedas de a un peso, mañana voy a vender unas pulseras que hago, a una compañera y ya tengo 10.=, más los 3.=, pues ya tengo 13, bueno, algo es algo,
M.- toma si vas a estar con nosotros te daré lo mismo que a Sandra, a la semana, mientras ten esto, para tus dulces y ya veremos la semana que viene, después de lo que platique con tu madre, ok.
K.- woww, cien pesos, uff, gracias, te quiero mucho mi daddy, eres mi daddy de hoy en adelante,
M.- bueno ya mi amor, vete a dormir con Sandra, guarda esas zapatillas aquí en mi buró y ya mañana seguimos, hablando, mientras, a portarte bien, a mí me gustan las niñas que no digan groserías y que sean educadas, ya por la tarde o en la noche seguimos platicando, pero ya frente a Sandra, para que no la vayamos a sorprender, por si acaso tu madre acepta que estés con nosotros, ok,
K.- sí daddy, te quiero mucho, mucho, ¿me puedes querer un poquito?, ¿sin que dejes de querer a Sandra?,
M.- ¡no te quiero, Karla ya te amo!, te cuidas mañana, y nada de dejarse hacer cosas por nadie, eh, ni el profesor de física, ni el maestro de matemáticas, ni el conserje y menos con ese chamaco caliente que te anda nalgueando, me voy a hacer cargo de ti, de hoy en adelante, desde luego, sí tu madre lo permite, ven acércate, te voy a dar dos besitos, ¿puedo?,
K.- sí, claro que puedes, no dos, muchos,
M.- bueno, cierra los ojos y para la trompita, eso ten mua y el otro, cierra los ojos, mua,
K.- ¡ay me lo diste en mi chepita! Ya me voy, bye daddy,
Bueno, este capítulo en lo muy personal y en mi mente, me hizo trizas, ya que no se tocó mucho el lado erótico, sí hubo morbo en la desvirgación de Karlita, realizada por su padrastro, pero más me llenó de ternura, el hecho de la plática con el médico, no dudé en mi amigo-colega, qué, es muy noble y de gran corazón, sin querer me saltaron unas lágrimas, por ese hecho, y la manera de desenvolverse Karlita, para tener unos pesos, y las limitaciones que se ven, que pasa, que sin escribirlas, cualquiera de nosotros como adultos, las entendemos, me llena de orgullo ser amigo de un gran hombre, noble, altruista, sincero que ha escalado, por medios propios, hasta donde se encuentra hoy, como un gran profesional de la ginecología, espero no haberlos aburrido con este capítulo, es la cronología que se debe llevar, y los tiempos a que se vertieron en su momento estos hechos, nos despedimos esperando sus comentarios en el panel de este episodio y sus amables calificaciones, la zaga sigue adelante con el capítulo VII, que hoy la empezaremos aquí en Italia, saludos de SEXIGALENO.
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