• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (6 votos)
Cargando...
Heterosexual, Incestos en Familia, Sexo con Madur@s

El mejor de los trabajos IV

Nuevo trabajo de campo, nuevas aventura; definitivamente conseguí el mejor de los trabajos….
El grito del padre (el capitán) y su llanto no era porque su hija estaba siendo violada por un viejo aborigen, era porque la nena estaba viva, la había encontrado, esto lo sé porque cuando el capitán grito el nombre de su hija, obviamente el aborigen no entendió y este solo seguía bombeando, pero la nena levantó un poco su cabeza y dijo «papi, papi, estás vivo» (en inglés); el capitán se acercó y se sentó muy cerca de ellos viendo como el viejo se cogía a su nena….

Capitán: Mi vida, estás viva, te he buscado por días (el aborigen seguía bombeando)

Hija: Si papi, estos señores me encontraron, que bonitos que son verdad? que curioso color de piel (en inglés) (el aborigen seguía bombeando)

Capitán: Ten han tratado bien (el aborigen seguía bombeando)

Hija: Si papi, me han dado cosas ricas de comer y todos andan desnudos como nosotros en el yate. (el aborigen, de un grito, se deslechó en el interior de la nena)

En ese momento, el aborigen quedo un rato inmóvil con su verga metida dentro de la vagina de la nena pero, al sacarla, con ella venían 20cm de carne morena, embarrada de semen y algo de sangre; el resto de aldeanos gritaron de felicidad golpeando sus lanzas contra el suelo, era como una especie de grito de victoria y/o júbilo. El viejo se reincorporó y se metió dentro de la choza, en cambio la nena se lanzo sobre su padre dándole un abrazo y un gran beso en la boca su padre (el capitán), inmediatamente, la nena al verme, también se me lanzó sobre mi dándome un abrazo y también un beso en la boca pero no tan efusivo como se lo dio a su padre diciéndome en inglés «estás vivo también».

Eran aproximadamente las 7pm, la aldea se iluminaba con una especies de antorchas y varias fogatas, de repente, una aldeana morena hermosa con unas tetas algo caídas con su hija tomada de la mano, me dijo algo que no entendí pero me hacía señas con la mano señalándome una choza, precisamente al lado de la choza donde se había metido el viejo que se había cogido a la hija del capitán. Me dirigí a la choza, detrás venía la aldeana con su hijita, entré  y la misma se iluminaba con una fogata mas pequeña en el centro, me senté al fondo, ahí la hijita comenzó a mojarme con agua y restregaba mi cuerpo, no tarde en pensar de que me estaba aseándome, y en realidad me hacía falta, desde que llegamos a la isla no me bañaba y el agua del mar lo que hacía era ponerme la piel reseca y el cabello tieso. Por otro lado, la madre estaba en la fogata preparando algo de comer, era un animal que estaba asando pero no supe que tipo de animal era, en fin, cualquier cosa que me diera estaba bien, era mejor que estar comiendo solo fruta, ya me hacía falta algo de proteína.

Al cabo de un rato, entró a la cabaña el capitán con su hija y junto a ellos, un hombre aborigen, alto, como de 1.90, muy moreno, algo musculoso, pelón, con un arete en la nariz tipo búfalo y en su piel varias cicatrices y pintura como especie de tatuajes, su verga y sus guevos nunca los había visto en mi vida, era descomunalmente enormes, se sentó al lado de la mujer tetona que había preparado la comida y del otro lado la nena que me había aseado, supuse era el patriarca de esa familia. El capitán y su hija se sentaron a mi lado y nos dispusimos a comer, que dicho sea de paso, sentía esa carne sabrosísima; mientras comíamos no se habló ni una sola palabra, cuando ya casi terminábamos de comer ingreso a la choza el viejo que se había cogido a la hija del capitán, la mujer tetona se levantó y le sirvió un pedazo de ese animal asado y se dispuso a comer.

Al terminar de comer, afuera se escuchó un ruido como de cuernos, era una especie de alarma o sirena que usan esos aldeanos como un llamado para reunirse en el centro de la aldea. Se levantaron todos los que estaban comiendo con nosotros y nos llamaron para que fuéramos con ellos, mientras caminábamos al centro de la aldea también iban saliendo de las otras chozas las familias que en ellas habitaban. Al llegar al centro de la aldea, que era de donde también provenían los sonidos de los cuernos, había una gran fogata, los aldeanos se sentaban alrededor de esta, de repente, se comenzaron a oír unos tambores y un grupo de aldeanos con sus cuerpos pintados danzaban alrededor de la fogata; cuando pasaron unos 2o minutos de estar baile y baile, un grupo de niñas y niños desnuditos traían consigo una gran verga hecha de madera y, al son de los tambores y el grupo de danzantes, tomaron un líquido viscoso, como una especie de aceite, comenzaron a embarrar la gran verga de madera con dicho líquido. Dos de los nenes que estaba embarrando la verga de madera con ese líquido se acercaron a donde estábamos nosotros y tomaron de la mano a la hija del capitán y a la otra niña, hija de la tetona, desnuditas también, para que participaran de la actividad. De un momento a otro todos los niños y niñas estaban embarrados de ese mismo líquido que hacía ver sus cuerpos sumamente brillantes y resbalosos, todos abrazaban y se restregaban contra la verga de madera, mientras hacían esto, otros aldeanos adultos pasaban con una especie de tinajas con el mismo liquido con el fin de que tomáramos un poco y nos lo embarráramos en nuestros propios cuerpos. Una vez, absolutamente todos embarrados con este líquido extraño, los tambores dejaron de sonar y noté que los niños que jugaban con la verga de madera se iban donde estaban sus familiares y luego se metían dentro de sus chozas; nosotros no fuimos la excepción, tanto la hija del capitán como la hija de la tetona aborigen, se acercaron donde estábamos nosotros y nos fuimos todos a la choza donde habíamos comidos así como estábamos, nuestros cuerpos embarrados de ese líquido y brillante.

Una vez en la choza, la fogata que había en su interior estaba débil y apenas alumbraba; al ingresar, el viejo aborigen que se había cogido a la hija del capitán comenzó a chupar las tetas de la mujer que nos había preparado la comida, luego se tiraron al suelo y la mujer  comenzó a mamar la verga del viejo, ella se acostó sobre él poniéndole su vagina sobre la boca de este y así nomas comenzaron hacer un 69. Luego, el hombre moreno musculoso, esposo de la tetona, entro a la choza con una nena desconocida pero que había visto bailarle a la verga de madera minutos antes, con esos grandes brazos la levantó como si fuera una pluma, se la puso de frente pegando pecho con pecho, la nena se le guindó de la nuca, pero como sus cuerpos se resbalaban con el liquido que tenía, el tipo la tomó de su culito, le abrió el culo y de una sola envestida le clavo la monstruosidad de verga que tenía a la nena, y así de pie comenzó a bombearla, la nena se quejaba de placer, seguro por lo acostumbrada que estaba. El capitán, su hija y yo, sentados del otro de la choza veíamos esa escena que nos tenía con las vergas paradas y mojadas, de repente, apareció la hija de los aborígenes y si darme cuenta ya estaba pegada a mi verga, se la chupaba como que si quisiera escurrirme y sacarme todo; el capitán no perdió tiempo y ni lerdo ni perezoso, se acostó boca arriba  y con sus cuerpos brillantes, su hija comenzó a restregarse contra el cuerpo de este; de un momento a otro, ella solita se acomodó y se clavo la verga del capitán, cabalgaba de una manera que nunca había visto, el capitán jadeaba del placer.

Ese momento nunca lo había vivido, una orgía con desconocidos, sin entendernos, embarrados de aceite y junto a una fogata, era de fantasía. Conforme fueron pasando los minutos, nos íbamos compartiendo a la mujer y a las nenas que estaban con nosotros, la noche termino todos tirados en el suelo dormidos junto a la fogata apagada y todos nuestros cuepros uno sobre otros pegados.

Continuará…..

70 Lecturas/8 agosto, 2025/0 Comentarios/por Incestangel
Etiquetas: culito, culo, hija, madre, padre, semen, vagina, verga
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
DOMINACIÓN, PRIMERA PARTE
Yo de 9 años y mi otra vecinita de 4 años Parte 2
A MIS 11 AÑOS CONOCÍ EL CIELO II
Después de asistir a una despedida de soltero, en la que me dieron por el culo, me di cuenta de que no odiaba a los gays, sino que los envidiaba.
MATRIMONIO PRIMERIZO EN DOMINACIÓN
Mi primera vez con solo 6 añitos
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.154)
  • Dominación Hombres (3.531)
  • Dominación Mujeres (2.684)
  • Fantasías / Parodias (2.809)
  • Fetichismo (2.396)
  • Gays (20.954)
  • Heterosexual (7.474)
  • Incestos en Familia (16.903)
  • Infidelidad (4.177)
  • Intercambios / Trios (2.867)
  • Lesbiana (1.094)
  • Masturbacion Femenina (802)
  • Masturbacion Masculina (1.652)
  • Orgias (1.814)
  • Sado Bondage Hombre (418)
  • Sado Bondage Mujer (159)
  • Sexo con Madur@s (3.813)
  • Sexo Virtual (232)
  • Travestis / Transexuales (2.284)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.254)
  • Zoofilia Hombre (2.078)
  • Zoofilia Mujer (1.619)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba