El mundo es pequeño, el primero en llegar, es el primero que se sirve.
Una historia entrelazada de infidelidad y venganza..
Una jovencita de 15 años se divertía con sus amigas en una fiesta, todos en el lugar eran chicos de su edad pasándola bien en casa de uno de sus amigos.
A esa edad buscas experimentar cosas nuevas, y ese era el plan de Nancy, besarse con el chico que es su casi novio o tal vez llegar a algo más.
Nancy es una chica normal, no es fea, pero tampoco es una belleza, en la escuela le va regular, todo el tiempo piensa en chicos, los que les gustan, con los que se besaría, con quién lo haría si pueda, quién la tiene más grande.
En eso se le pasaban las tardes a Nancy, por ese motivo sus notas no eran mejores, por ese motivo sus padres estaban sobre ella.
Está fiesta era especial, con mucho esfuerzo consiguió permiso de sus padres, que por cierto, pasarían por ella a las 11, pero ahora eran las 6 PM y se la estaba pasando bien, bailando, bebiendo ponche de frutas y platicando sus amigas.
En esa casa vive un hombre joven de 22 años que no está contento del todo, le toca hacerla de niñero de su hermana de 15 años, el era el responsable de la fiesta, nada de alcohol, nada de cigarro, nada de chicos encerrados en lugares oscuros.
Pedro estaba arto, demasiado adolescente oliendo a pañal lo hastío e ignorando a sus padres se refugio en su habitación.
En la fiesta todo seguía con normalidad hasta que a un escuincle se le ocurrió agregar un afrodisíaco a la bebida con la esperanza de pre ser a su chica y poder llevarla a la cama.
De todas chicas, a la única que el afrodisíaco le hizo algo fue a Nancy, bailaba con su casi novio cuando algo en su pepa, como la llamaba de cariño, comenzó a arder.
La chica bailando sentía calor en todo su cuerpo, esto la hacía beber más ponche, que con cada trago la llevaba más a su umbral.
Pedro salió al baño no sin antes asomarse a la reunión, todo se veía normal, así que se fue al baño.
Subiendo las escaleras venía Nancy con su casi novio, la chica sentía algo por el chico, pero necesitaba tiempo.
Por su parte el chico estaba enamorado de Nancy desde la primaria, en su cabeza, tenía montada una historia de amor que sentía y creía era recíproco.
Los chicos entraron al único cuarto abierto y cerraron la puerta, se besaban apasionadamente mientras se quitaban la ropa.
Una chispa, una idea y el chico cometió el error más grande de su vida, no tenía condón y dejando sola a Nancy fue corriendo a buscar uno.
620 de la tarde, un chico salió del domicilio a una farmacia, nadie de sus amigos tenía un condón y su ética y responsabilidad lo hundieron más en su error.
Pedro se lavaba las manos y se dirigía a su cuarto, dentro había una chica de 15 años virgen, excitada a mas no poder y ansiosa de probar.
Al entrar el joven hombre de 26 años se topo cara a cara con una adolescente desnuda y masturbándose en su cama, sin decir nada cerró la puerta con seguro y camino a su cama se fue desnudando.
La chica sonreía al ver el cuerpo desnudo de aquel joven hombre que mostraba un pene erecto, sus dedos tocaban su vagina, una mano estimulaba sus senos, su lengua lamia sus labios, los ojos ardían en deseo, cuando el pene estuvo a la altura de su boca, la chica se lo llevó a la boca y comenzó con su torpe y muy efusiva primera mamada.
El joven reía ante la desesperación de la chica ¿Quién era? No importa, me la voy a pasar bien, pensaba el jóven que disfrutaba.
El adolescente de 15 años trotaba a la farmacia más cercana a 10 minutos de distancia a su paso, confiado que «su chica» lo esperaría, mantenía el trote, mientras tanto, en la casa de la fiesta, a Nancy le comían el depilado y virgen coño.
Pedro se deleitaba con el sabor de sus jugos, pasaba su áspera lengua en toda la extensión y remataba con besitos de succión sobre el inflado clítoris. La chiquilla gritaba extasiada presa del placer que experimentaba, de su casi novio ni se acordaba, ella quería esto y no le importaba quién.
Han pasado 10 minutos, los juegos de oral habían terminado, Nancy recargada en el respaldo de la cama observa como Pedro juega con su pene en la entrada de su vagina, ninguno de los dos sabe su nombre, pero ese día, Nancy dejaría de ser virgen y eso es lo que importa.
El casi novio de Nancy compraba un paquete de condones, muerto de vergüenza pues la mujer que lo atendía era jóven, sonreía de manera pícara mientras terminaba la transacción y permitía que el chico se retirara, no sin antes darle su número y guiñarle el ojo, más que nada para avergonzarlo.
Al mismo tiempo, en la casa, Nancy sentía como se abría su útero por primera vez en su vida, un pene de tamaño normal robaba su virginidad, lo irónico es que Pedro no se preocupó por el condón, Nancy sentía una ligera incomodidad, pero nada de dolor, al contrario, la anciedad por sentirlo adentro la consumía, mordía su labio inferior mientras poco a poco albergaba ese pene en su interior, Pedro sentía el calor de la chica, lo apretado de su vagina, la humedad, que permitía el acceso suave y si problema.
En 3 minutos Nancy había dejado de ser virgen, Pedro ignorante de esto disfrutaba del momento. A decir verdad, la penetración se sintió como si hubieran pasado una eternidad, Nancy cerraba los ojos con la cabeza hacia atrás al haber Sido testiga de su desvirgamiento, Pedro sin esperar comenzó el mete y saca que hizo su efecto y arrancó gemidos de la chica.
Abajo la música seguía, algunas parejas se besaban y manoseanan al sentir levemente el efecto del afrodisíaco, a la distancia el casi novio de Nancy caminaba un pocoas lento cansado del esfuerzo físico, en el cuarto Nancy resoplaba y gemía con ganas por el esfuerzo que Pedro le imprimia a sus empujes.
Ahora Nancy a con su pecho en la cama y culito parado recibía a su desconocido amante que la nalgeba y cogía con fuerza, la chica llenaba 1 orgasmo y estaba cerca del segundo, Pedro por su parte sentía el suyo llegar empujando más rápido y fuerte para llenarle a la chica su vagina con leche de macho por primera vez.
Abajo el casi novio de Nancy llegaba a la fiesta, bebió un poco de ponche y subió al segundo piso listo para consumar la faena.
Al llegar al cuarto, atrás de la puerta cerrada se escuchaban gemidos, el casi novio con el corazón en la mano, un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos se asomó por la perilla, lo que vio le partió el corazón, Nancy en la posición de antes recibía feliz la verga de un desconocido que gemía con fuerza mientras eyaculaba en «su chica».
Cómo pudo se incorporó llorando y se dejó caer de espadas contra el muro que lo sostenía.
Adentro la faena terminaba, Pedro se recuperaba y sacaba su miembro de la vagina de Nancy que chorreaba semen y fluidos.
El efecto del afrodisíaco pasaba, Nancy recuperaba la cordura y se daba cuenta de lo que había hecho, le entrego su virginidad a un desconocido mayor que ella.
Un sentimiento de culpa la invadio, si bien el chico no era su novio, ella siente algo por él y deseaba entregarse a él.
Pedro salió el cuarto desnudo, paso a lado del casi novio de Nancy y simplemente lo ignoró, «el novio tal vez» pensó Pedro mientras se reía y entraba al baño.
Dentro Nancy estaba al borde del llanto, al sentarse en la cama vio a su casi novio parado en el pasillo con lágrimas en los ojos, la chica intentó cubrirse, pero el ya había visto su vagina llena de semen.
El casi novio de Nancy salió de la casa caminando sin rumbo, Nancy se vestía apresurada pero el semen que salía de su interior la detenía, se limpiaba, pero más semen salía, el asco se apoderó de ella y comenzó a llorar mientras decía «no, no, no, no, no».
Claudio, el casi novio de Nancy, caminaba por la calle sin rumbo, lloraba desconsoladamente hasta que terminó en un parque.
Una chica de nombre Alejandra pasaba por ahí, lo reconoció de unos momentos antes, fue su último cliente antes de terminar su turno, al verlo llorar no pudo evitar acudir a él, le recordaba a su pequeño cuñado que tanto aprecia.
Alejandra saludo a Claudio y a duras penas consiguió entablar conversación, mientras esto pasaba, Nancy salió corriendo a buscar a Claudio, después del todo, el chico le importaba.
Claudio en estos momentos lloraba desconsoladamente después de contarle su historia a Alejandra que ahora lo abrazaba.
Ale, en un intento de consuelo, intentó invitar a su nuevo amigo a la fiesta que su cuñado ofrecía, «tal vez conoces a alguna linda chica» agregó sin saber que este mundo es pequeño.
Todo lo que Claudio le contó sucedió en ese domicilio, Ale automáticamente entendió que el joven que le robo la virginidad a esta chica es su novio, prometido en realidad.
Ale tiene 25 años, es un mujer jóven, ella no tiene tiempo para llorar, pero si para la venganza.
Enfurecida tomo a Claudio de la mano y lo llevó a su casa, cerca de donde estaban.
Dentro desvistió al confundido Claudio que se dejó hacer asustado…
Continuará.
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