El Padrastro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Johnathan, hace tiempo mi vida era bastante normal, salía con chicas, iba a fiestas todo muy normal a decir verdad, hasta que al conocí, su nombre es Patricia, una mujer hermosa, casada con dos niñas divinas (Susana y Liliana, además de su hijo de nombre Alfredo), en fin después les diré como son ellas, pero bueno mi historia al conocerla cambio, ella era una mujer casada muy interesante, muy bonita pero con un problema, bastante desatendida por su marido, a decir verdad la señora era linda, bonita cara, aunque no era muy tetona, tenia con que defenderse, y un culo soberbio, aunque eso si tenia su pancita rica que me hacia enardecer, con el paso del tiempo, ella decidió divorciarse y me pidió que viviera con ella, y sus hijos, así que después de meditarlo mucho accedí, los primeros meses fueron increíbles cogía con la madre mientras paseaban las nenitas inocentemente cerca, siempre me llevé bien con ellas, hasta ese día…
Un buen día Patricia enfermo, (ella es mayor que yo por 10 años y yo les doblo la edad a sus hijas), en fin ese día enfermo, Patricia por lo que me pidió que fuera a buscar a Susana a la escuela.
Fui por ella en cuanto tuve tiempo y al pasar a buscarla en su salón ella no se encontraba, por lo cual empecé a buscarla por la escuela y menuda sorpresa me llevé al verla de lejos entrar en un salón vacío, apresure mi paso para ver que pasaba en ese salón, y la encontré besándose con su novio, lo cual me hizo notarla distinto a como la había visto antes, era una niña bajita de estatura no mayor a el 1.50 de estatura, tenia unas nalgas paraditas como su madre de hecho ese era el atractivo mas sobresaliente de ella, menudita y bastante linda, cuando vi que su novio un niñito la acorralaba en la esquina opuesta a la puerta el cual se le acercaba, la tocaba a placer, mientras ella le decía “No, espera, que pueden venir y nos verán…”, mientras yo por primera vez veía a mi hijastra con lujuria ya que nunca me la habría imaginado tan buena.
Para no hacer el cuento largo, abrí la puerta y ella me vio su mirada se veía asustada y con cierta admiración puesto que yo me veía con la mirada perdida ante ella, le grite:
-Que Crees que estas haciendo pendeja (algo inusual nunca había insultado a “mis niñas”)
– ¿Que haces aquí? (respondió mientras se mantenía erguida y hacia a un lado a su noviecito, el cual trato de retarme)
¿Qué le pasa señor no sabe que no puede estar revisando en los salones? (dijo el niño retándome, yo miraba a Susana, y veía que no sabia que hacer)
Grite nuevamente:
Ven para acá niña que vine por ti para irnos a casa, (ella quiso enfilarse hacia donde estaba agachando la mirada como regañada cuando el niño la detuvo hablándole fuerte, no lo creía la pequeña parecía que el gustaba ser sometida)
No le hagas caso, solo es tu padrastro y yo soy el que te hace sentir rico nena, y la jalo fuertemente (ante eso, por primera vez en mi vida me había encabronado de manera sublime).
Tome al niño del cabello y le jale hacia atrás así que tu dices que eres el que le hace sentir rico eh, vamos a ver pinche escuincle, quiero ver que le haces a Susy, para que sienta rico (ella me miraba asombrada por la manera en que había tomado al tipo que ella se entregaba fielmente)
Ya papá, déjalo, por favor (me pidió suplicando, pero se restregaba contra mi pasándome sus senitos duritos, y suplicante pedía que dejara a su noviecito, mientras tanto el pobre niño había empezado a llorar, cuando lo aventé al suelo)
Así que no sabes como tratar a una perrita como esta, vamos a ver si yo puedo enseñarte (en un acto de impulso, jale del cabello a Susana, y la aventé al suelo justo al lado de su noviecito, tocando mi bulto con mucha fuerza haciendo que se notara por encima de el pantalón)
Que esperas perrita decídete entre el mariquita que tienes de novio, o este pedazo de carne mientras lo agitaba aun así, ella miraba al novio y me dijo:
-Si te hago acabar dejaras a mi novio que se vaya sin que lo lastimes (la niña estaba negociando mientras veía a su novio llorar)
-Me reí y jalándola le restregué mi bulto en su cara, lo que supongo que ella tomo como una aceptación de su trato, ella se dejaba que restregara su cara contra mi bulto y lentamente tomo con sus manitas y saco mi miembro, poco a poco, una vez que lo vio afuera se quedo mirándolo.
-E.E. Es Enorme dijo titubeando al tiempo que volvía a ver a su noviecito y le pasaba la mano encima de su pantalón como queriendo comparar, mientras me decía, “Seguro que lo dejaras ir…”
Le tome la cabeza y la hice que se metiera la verga en su boca, ella comenzó a chuparla con calma y ya había soltado la pijita de su novio, de ese modo ella rendía homenaje a mi verga, mientras el noviecito, veía sin entender que pasaba, solo lloraba diciendo “Susanita no, por favor no le hagas caso el esta loco el es el marido de tu madre… “lloraba pero mee veía con miedo el pobre niño.
No se si eso excito a mi hijastra pero comenzó a meterse mi tranca lo mas al fondo que podía, al parecer quería saber que tan larga era y de pronto le tome la cabeza con mis manos empezando a follarla con mas fuerza incluso haciendo que le llegara a la garganta provocando arcadas de parte de ella, el tiempo que la saliva recorría mi vergota, ella parecía seguir saboreándola, puesto que su saliva se le veía escurrir de su boca cuando le sacaba la verga, hasta que la saque completa aventándola, hacia atrás mientras ella veía mi impresionante poronga, totalmente gruesa y larga, en ese instante mi actitud con ella cambio deje de verla ya como la niña hija de mi esposa, la empecé a ver como una perra que necesitaba ser llenada de placer y te ordene que se levantara la llevé hasta el escritorio mientras al niño le mandaba que cubriera la puerta para que nadie vilera lo que pasaba, ambos me obedecieron y la niña le recrimino al niño, “Te lo dije bien claro Andresito, quiero un verdadero macho que sepa como tratar a una nena como yo…” el niño seguía desconsolado, llorando pero obedeciendo porque no quería que lo terminara madreando.
La subí al escritorio poniéndola sentada en el sacando un poco sus nalgas fuera del mismo, y le abrí las piernas, después le hice de lado su braguita y le pase mis dedos pro encima de su rajita, mientras ella me veía con miedo, diciendo “Pero a mama no le va a gustar que me use su hombre…”
Yo por respuesta solo atine a ensartar mi verga y vaya algo que me sorprendió fue la facilidad con la que entraba, empecé a sentir los fluidos de Susana y mientras mi verga se abría paso, ella empezó gemir.
-Ah, ah, ah, así Papito así métemela anda méteme ese tranca que tienes tan rica
Yo empecé a darle más frenéticamente, al tiempo que ella, levantaba su cadera dejándome entrar más
-Ay, ay ay duele duele mucho Papa, la tienes muy larga y gruesa ay me duele, ay ay, todo lo decía con una voz tan sumisa, entregada a mi tranca.
Despúes le jale el cabello, hacia atrás y el saque su blusita dejando un par de meloncitos que se el veían apretados por el sostén que usaba, los cuales saque de allí, sin quitarle el brassiere, y lamia sus pezoncitos rosados, hasta ponérselos todos duros, los mordisqueaba apenas, mientras ella cerraba los ojos.
-No, por favor no los muerdas, eso me duele, al tiempo que le decía “Si tu pendejo novio no sabia como someterte yo si pequeña zorra…”
Se la clave mas duro y la levante con mis manos metiéndosela parados ambos, mientras ella jadeaba y no dejaba de excitarse con eso, después de ello le masajeaba las nalgas mientras la ensartaba en esa posición.
Así la mantuve varios minutos y después le dije ahora actúa como una perra dócil y ponte en 4 viendo al pendejo noviecito que tienes, ella obedeció, pero lo hizo de un modo muy sensual al arrodillarse, y caminar a gatas hacia su noviecito, viéndolo mientras yo le di una nalgada haciendo que parara y con el mismo impacto note que levanto su culo un poco mas, al verlo volvía hacer de lado sus braguitas, metí mi lengua en su concha y lamiéndola sentí como sus jugos escurrían de mi boca, me gusta sentir como esta pequeña zorra le gustaba ser utilizada, mientras metía mi lengua así le ordene mantener a un lado sus braguitas y puse mi poderosa tranca en su coñito penetrándola como una perrita en celo ella solo gemía viendo al cara de su noviecito que seguía llorando no se si por lo que veía o porque me tenia miedo, pero no me importaba lo que me importaba es que la niñita estaba lista para ser dominada y yo quería aprovechar al situación mientras la follaba con mas fuerza la hacia gemir y ella como buena perrita solo se dejaba hacer, hasta que dentro de mi novedosa perversión se me ocurrió humillar mas al pobre niño, y tomando a la niñita del cabello la levante hablándole al oído.
-Vamos a ver pendejita puta, quiero que termines a tu noviecito en este momento y que le digas que ya encontraste al machito que te va a reventar mientras le daba por la concha con fuerza y masajeaba sus nalguitas, con devoción metí mi verga frenéticamente, empecé a taladrarla como loco, y ella comenzó a gritar en la cara de su noviecito.
-Ay, ay, Andre.ci.to, ay no aaay ay ya, Quie.ro, contigo por…que… ya ten.go. en ca.sa . Maaaaachooooo (lo dijo esto ultimo con un alarido que daba gusto estar cogiendo una niña.
Mientras tanto yo le seguía penetrando con fuerza hasta que sentí espasmos y le calve bien adentro en su conchita la verga, tenia todo mi palo adentro usando como funda su panochita tierna y linda, mientras ella sentía como me escurría, dentro como dejaba todo mi semen en su pucha y entraba resbalando completamente, ene se instante la niña estaba temblando del amanera en que la había cogido, y al final saque mi verga y se al di a chupar ella lo hacia despacito sumisamente, y abrazaba mis nalgas, metiéndose mi verga aun larga pero flácida en su boca, se veía que le daba gusto después la empuje en un arrebato y le dije:
-“Vístete ya vámonos que tenemos que ir a casa…”
Me Salí y deje la puerta entre abierta, escuche como Andrés le pedía que no lo dejara que el era quien le mandaba pero ella sintiéndose segura de mi, le dijo que ya no le importaba, que yo le había demostrado ser un machote, que no le importaba como que yo era ya su dueño, y que nada cambiaria eso, se acerco al niñito y le dio un beso para después sonreírle diciéndole, “Fuiste muy lindo Andresito…”
Después salió acomodándose la faldita y tomándome del brazo dijo “Vámonos papito, ya acabe con el mariquita…” la tome de la cintura y le dije de esto nada debe saber tu mama eh, si quieres que siga siendo así tu debes ser tan dócil como ahora y jamás dejare a tu madre.
Quiero uno así