El pibe del supermarket

Cuando una anda cachonda y elige a alguien.
A eso de las 9 de la noche, antes de cerrar el negocio, el pibe me trajo el pedido, con la suerte que después de eso ya no volvería a su trabajo por que era el ultimo pedido del día (Por supuesto yo tenia todo planeado ya que le había dicho al dueño que como llego siempre tarde necesitaba que fuera el ultimo pedido en entregar)
Así es que se apareció este joven de unos 19 años, de cabello bien negro, ojos verdes, manos grandes y alto para mí que soy «chaparrita».
Tenia la casa con la calefacción a full, yo estaba con un camisón transparente y las luces tenues alumbraban la cocina.
Cuando toco la puerta, lo atendí rápidamente haciéndolo pasar adentro y dejando que me viera delante suyo, pidiéndole que me acomode las botellas en un estante un poco alto.

De esa manera le dejaba ver mi cuerpo debajo del camisón. Llegamos a la cocina he inmediatamente pregunto que había pasado con la luz y le dije que como se había quemado la bombilla de la luz le había puesto una sola en la que da a la mesada
Abrí la heladera para poder guardar las cosas que traía y me agache de tal forma que me viera todo el «pavito» que se escondía debajo de mi tanguita, mis pezones ya estaban endurecidos y se marcaban debajo de la fina tela del camisón.
El dijo: No queres que te ayude a guardar las cosas, ya que no tengo que volver al «súper»,
Por supuesto le dije, me encantaría que me ayudes y si podes necesito que me tengas la escalera para cambiar el foco de luz y que se vea mejor.
El dijo: así se te ve muy bien, se te ve excelente y hermosa. Yo estaba de caliente, y trataba de aguantarme para no agarrarlo y chuparlo todo
Lo deje un segundo mientras traía una escalerita de 4 escalones para colocar el foco, la abrí e inmediatamente me sube a ella, le pedí que la sostenga.

El se acerco y tomo la escala, al segundo de pasarle el foco quemado y el pasarme el sano, me tomo de las piernas y las acaricio diciendo: «que piernas que tenes» y siguio subiendo con sus manos hasta llegar a mi tanguita y meter sus dedos entre la tela y mi piel, me tomo de las caderas y me bajo hasta la altura donde pudo tenerme frente a su boca y me beso muy apasionadamente.
Cuando siguió bajandome sentí su pedazo dentro del pantalón, no dí mas, no aguanté más, y le desabroche el pantalón sacando el monstruo enjaulado.
Su aparato estaba duro como de fierro, su cabeza era gorda y grandota, me llamo la tensión lo gruesa que era, no era muy grande en cuanto al largo pero si muy gruesa y gorda y su cabeza me costo metérmela en mi boca.

Tome sus huevos con mis manos y eran realmente gigantes, mientras el me decía: «que tetas tenés», me las tocaba y pasaba su yema de los dedos sobre la punta de mis pezones.
Me dijo: «no doy mas, me tenés caliente de la primera vez que te vi en el súper» y no imagine que me iba a pasar esto».
Se termino de sacar los pantalones y se saco todo lo que lo abrigaba, vi. Allí su formidable cuerpo, tenia unos músculos duros y torneados, desnudo frente a mí con su pija parada era un espectáculo que no dejaba de admirar.
Me saco el camisón y la tanga y de una sola estocada me subió a la mesada para apuntar con su pija gorda, y así me bajo hacia ella.
Hacia bastante que no sentía que me costaba que una pija entrará, esta costo, y me encanto, era tan gruesa que pese a lo lubricada que estaba la sentí todita.

Me empezó a coger con fuerza y me fui de inmediato, lo bañe entero, pero el no la saco, siguió dándome y diciéndome: Te fuiste putita hermosa!!!, te vas a comer esta pija toda la noche y te voy a romper el culo que te va a doler cuando te sientes, te vas a acordar de mí yegua!!.
Si así la sentiste por la concha espera que te haga el culo, puta calienta pijas!!!
Esto fue todo el fin de semana, me dio para que no me olvide, y te aseguro que el sábado en la mañana sentía la colita destruida