El placer de tener una sobrina 1.2
continuando la aventurilla con mi sobrinita Ángela, que poco a poco se adapta a mis deseos..
A pesar de lo que ya había logrado, en parte lamentaba de que viviera tan lejos.
Esas noches de risitas donde mi mano recorría su cuerpo hasta enterrarse en su cálida entrepierna, esa niña que hace un año éramos completamente desconocidos ahora esa misma niña se dejaba tocar por donde se me antojara a la vez que ella tomaba la confianza de agarrarme la verga, si bien ya había visto de cerca la verga de un hombre creo que el calibre es muy distinto a ese primo que la inició.
Con los pocos días de vacaciones que me quedaban mi mente cada vez se volvía más pervertida, quería tomar a mi querida Angela y hacerle mil y un cosas, pero por suerte no estaba loco ni desesperado como para darme un escapadita extraña con ella sin mencionar que tampoco quería asustarla ni nada por el estilo y por desgracia no se daba un momento casual donde quedáramos completamente solos, porque si bien en la playa hay uno que otros lugares un tanto ocultos de ningún modo quiero ser sorprendido ni que se genere ningún tipo de sospecha por lo que es mejor andar tranquilo y listo.
Por lo que en la última noche tras unas bebidas con mi hermano al volver y mirar a mi querida sobrina y que al día siguiente me tendría que despedir quería gozármela una vez más mientras por un momento pensé que descuidados eran sus padres no solo por dejarla dormir conmigo sino porque ella dormía en ropa interior, solo una camisa y en calzones. Más conveniente imposible, por lo que una vez me desvestí y solo me quedé con la carpa armada para luego admirar ese banquete inmaculado y cuánto tiempo permanecería así ya que una vez lejos de ella no sabría qué sucedería.
—cómo te extrañaré bebé, como me gustaría llevarte conmigo—, dije eso en mi cabeza mientras miraba su calzón de animalitos. Luego me poso sobre ella y comencé a olerla desde la cabeza para luego recorrer su espalda hasta llegar a su plano traserito y respiro bien hondo como si estuviera inhalando droga, pero siendo el último día no podía acabar con eso, tenía que hacer algo más que simplemente oler su cuerpo recién bañado así que con sumo cuidado acomodo sus piernas para poder bajarle el calzón y dejárselo en una pierna, por lo que ahora si podía oler ese culito directamente y como olía puro jabón fue inevitable en que comenzara a lamérselo.
Primero lo recorría con la punta de la lengua y luego ya andaba lamiéndoselo completo mientras tanto Ángela solo se movía levemente y eso me excitaba, sabía que su cuerpo lo disfrutaba, pero lo que disfruté más fue en el momento que enterré mi lengua en su virginal coñito. Mi lengua se derretía, era embriagador lamer su interior, mi lengua había obtenido su gloria y después de unos momentos de estar dándome semejante banquete la niña flexiona sus piernas y me para bien el culo.
—¿te desperté? —, le pregunto. Una pregunta estúpida, pero bueno eso no viene al caso ahorita.
—no puedo dormir con tanto cosquilleo—, me lo dice con susurros entrecortados.
—¿te gusta esto bebé? —, y le meto mi lengua es su coñito que andaba completamente remojado con mi saliva.
Y ella asiente por lo que me di el lujo de continuar comiéndome su coño, pero yo también estaba en mi límite así que como ya estaba en esa posición de perrita, me puse en posición y tras ensalivármela comienzo a pincelar mi verga por toda su raja separando sus labios una y otra vez mientras que Ángela se mantenía en silencio no obstante por muchas ganas que tuviera de penetrarla ahí mismo aun mi cordura estaba intacta y sabía que no era el momento adecuado para ella, pero tampoco pensaba dejar esa bala en cañón por lo tanto aprovechando la posición que tenía junte sus piernas y comencé a masturbarme con sus muslos a la vez que ella lo sostenía del otro lado y apenas con unos 5 vaivenes fueron suficientes, rápidamente usé mi interior para frenar los continuos cañonazos que me estuve aguantando y me dejo caer sobre ella.
—tío, estás pesado—.
—¿no te gusta tener al tío sobre de ti?—, pero queda callada y le doy un beso en la mejilla. —ay mi vida, te voy a extrañar cuando llegue a mi casa—.
—yo también—.
—y te gustó lo de hace rato—.
y ella asiente por lo me sentía feliz —¿Qué fue lo que más te gustó? —.
tras un breve silencio me responde: —tu lengua dentro de mi cosita y cuando me pasaste el tuyo —.
—¿te gustó eso? —, le pregunté alegremente.
—es que se sentía como una lengua y fue raro—.
sus respuestas me parecían de lo mejor, quería algo esta última vez de modo que comienzo a darles rodeo para ver si conseguía lo que quería. Por lo tanto, empecé a hablarle de cosas que niñas como ella no deberían escuchar todavía. como no tenía videos en el cel. y tampoco había la accesibilidad para ese tipo de materiales como hoy en día simplemente le hablaba sobre lo que hacían esos adultos, pero solo llegue a lo del sexo oral y que sucedía cuando las mujeres llegaban a su clímax.
—Bebé, ¿le harías un favorzote a tu tío? —.
—¿Que? —.
—que tú también saborees el del tío—. ella se me queda viendo y con un dedo sintiendo lo baboso del semen. Pero de igual manera le insisto diciéndole: —sé que podría saber raro, pero solo será hoy. Anda, hazlo por tu tío favorito—, y continúo hablándole como las mujeres lo maman y se tragan la leche hasta que termina cediendo.
Así que de una manera un tanto brusca se acomoda y sí mucho miramiento abre bien su boca y me engulle completamente la cabeza de la verga, por como su lengua toco mi verga claramente le había desagradado sin embargo no la soltó, aunque tampoco se le podría llamar mamada ya que no hacía nada solo con unos ligeros movimientos de lengua, pero tampoco me podía quejar. A pesar de que me había vuelto a parar la verga sin llegar a hacer nada útil al menos conseguí que esa niña se saboreara mi leche.
Ya para cuando acabamos nuestra noche de ocio y luego de lavarme y esconder evidencias, terminamos con una ligera charla.
—cómo me gustaría que vinieras conmigo —.
—es fino por allá—.
—sí, muy fino y como es una isla también hay bastante playas y parques —.
y le comentaba de otros tipos de cosas las cuales sabía que le gustarían hasta que nos quedamos dormidos.
Al día siguiente tocó la despedida y en aquel vuelo empecé a añorar nuestro próximo encuentro.
Yo nunca hice nada con sobrina. Pero si con primas, hijas de primas, hijas de vecinos, ahijadas, hijas de amistades de mis padres, amiguitas de mis primitas, amiguitas de mi hijita (que ahora ya es adulta), hijitas de vecinos de mi ex, hijitas de amigas de mi ex. hijas de parientes lejanos de mi mama y de mi papa. Y todas fue por voluntad propia, una vez las seducía. Hubieron niñas que no quisieron, ni con regalos. Que lastima. Pero las que si quisieron normalmente ellas eran las que me buscaban para coger, pero sin penetración claro, por lo chicas que eran. Y cuando llegaban a cierta edad ya no querían y allí terminaba. Ya han pasado mas de 20 años desde la ultima. Son todas adultas y cuando me ven, me saludan con cariño. Ya de viejo solo me quedan los lindos recuerdos.