El poder de los narcos (Parte 1)
Historia que narra el vaivén de los narcos y sus leyes, Tucho llega al poder..
-Hay que recuperar el cargamento a como de lugar, no me importa lo que debas hacer, solo hazlo, no tolerare nuevos errores, Beto estas a cargo, tuya sera la recompensa o tuyo sera el castigo, tienes 48 hs.
Sin mas le abrieron las puertas del vehículo y subió en el, Salvatierra era un hombre de palabra, y no daba segundas oportunidades a nadie, decía solo lo justo y necesario, pero todos los que allí estábamos teníamos muy claro que nunca hablaba en vano y lo que prometía lo cumplía. era un hombre fiero en su carácter, de cabeza rapada y ojos rasgados, no tenia un gran tamaño, lo que si tenia era un carácter imposible de tratar, la vida había sido muy dura con el, y eso deja en un hombre cicatrices, no en su piel, sino en su alma.
LOS COMIENZOS
Desde pequeños vivíamos mis padres, mis hermanos y yo, en una urbanización en las afueras de la gran ciudad, aquí las leyes no la dictaban los jueces, si alguien tenia alguna dificultad recurría al «encargado de la zona» un delincuente que trabajaba bajo las ordenes de los capos de la droga, el era el que dictaba la sentencia a pagar por aquel que había fallado en algo. Podían incluso llegar a dictar la pena de muerte si la falta hubiese sido grave, como le paso al Guerito, que violo a una mujer que esperaba el bus para ir a su trabajo, la mujer se resistió, y el animal la golpeo salvajemente para luego violarla en reiteradas ocasiones, incluso en su locura llego a introducirle un palo de gran tamaño en el culo, su marido luego de consumado el acto y mientras su mujer se debatía entre la vida y la muerte acudió en ayuda de su «encargado de zona» y pidió justicia, esa misma noche el cuerpo del Guerito apareció al costado del camino principal, su cabeza en un descampado a 300 mts, sus genitales nunca aparecieron, por suerte la señora se pudo recuperar, el «encargado de la zona», solo había echo cumplir la ley, una ley donde los abogados y las palabras bonitas no existían, aquí las cosas eran a la antigua, «ojo por ojo y diente por diente», dicen que el marido de la Sra, recibió en una bolsa de nailon el pene que había violado a su mujer, de esa manera le hicieron ver que su pedido de justicia fue cumplido.
Mi padre había sido en su juventud el segundo al mando de la zona, su encargado había sido nada mas ni nada menos que el poderoso Sr. Salvatierra, para mi padre era simplemente «Tucho», algunos otros lo conocían como «Tucho el carnicero», como se imaginaran el trabajo del segundo al mando es básicamente cuidar la espalda del encargado, y ayudarlo en todo lo referente a su trabajo, como cualquier organización, esta tenia un escalafón de poder con ascensos y…. bueno digamos que «despidos sin indemnización».
Tucho y mi padre, alias «El burro», eran como hermanos inseparables, se habían criado juntos, los problemas de uno eran los problemas del otro, sin dudarlo ni un minuto se jugaban su vida para protegerse mutuamente.
En un enfrentamiento con la policía, cuando mi padre tenia apenas 28 años, las balas que eran para Tucho terminaron en el cuerpo de mi padre, que protegiendo a su amigo se interpuso en el camino de lo que era una emboscada para asesinar a su hermano de la vida.
Mi madre en aquellos años contaba solo con 26 años y a su cargo quedaron tres hijos de 10, 8 y 1 año, una casa que mantener y las deudas de mi padre que no tardaron en reclamar los acreedores, mi madre estaba en una situación angustiante, sin dinero, sola con los niños y con su alma partida en mil pedazos por la perdida de su gran amor, recurrió a sus padres pidiéndoles ayuda, se la negaron, nunca le perdonaron que abandonara su cómoda vida en un barrio residencial, sus estudios y a sus padres mismos para irse a vivir con un pandillero con apenas 15 años recién cumplidos y embarazada, ellos nunca entendieron que Amancia amo con sus tripas y con su alma a mi padre «El burro», y por ello nunca nos reconocieron a mis hermanos y a mi como sus nietos, eramos su sangre, pero ellos nos ignoraron.
Tucho no podía hacer mucho para ayudarnos, de milagro había podido escapar de la emboscada que la policía y un grupo de delincuentes, apodados «Los zorros» que deseaban derrocarlo, habían organizado, estaba mal herido y escondido en una cueva de seguridad donde sus soldados mas fieles lo protegían, dicen quienes lo vieron, que lloro como un niño al enterarse que su hermano había sido abatido y entre lagrimas juro venganza de sangre, mucho mas cuando le contaron que el cadáver de El burro, fue exhibido como un trofeo de guerra y paseado por el barrio en la sucia cajuela de una camioneta.
Se sobrepuso de su dolor y con la imagen de su hermano en la mente, comenzó a urdir la venganza, le pidió sus leales, que lo lleven al fondo de la casa, allí solo había una frondosa arboleda y mas allá de los arboles el desierto, ordeno que lo dejen allí solo, que el tenia un trato por hacer, eran casi las doce de la noche y solo debía estar el presente, el y su dolor, el y su decisión, el y su venganza.
Luego de esa noche, su carácter se hizo mas huraño, la poca bondad que había en el murió, y se transformo en un cruel hombre sin sentimientos, es como si se hubiese quedado sin alma.
Un enviado llego a la casa de los Maceros, la familia encargada del cartel mas grande de mi país, tuvo que usar toda su astucia para ser recibido, una vez conseguida la reunión, fue conciso y tajante.
-Vengo en representación del Sr.Salvatierra, me manda decirles que si le tocan un solo cabello a la familia de El burro, jura sobre la tumba de su madre, que pagaran con sangre aquellos que cerraron sus oídos a su pedido, como seguro pagaran con su vida aquellos que lo emboscaron y lo traicionaron, que el barrio La Montela es suyo y de nadie mas, y en prueba de ello mañana habrá noticias, aparecerán cadáveres en lugar de zorros.
Al principio el hijo mayor de Don Julio Maceros, el Julito, se rió a carcajadas, y casi ordena echar como un perro al enviado, sin embargo su padre, un viejo astuto, vio el peligro en el que la ambición de su hijo los había metido, miro con fiereza a su hijo y este de inmediato se callo. Miro fijamente al enviado y noto que no había miedo en su mirada, era un soldado valiente, tan valiente como lo era Tucho, no tenia mucho margen de maniobras, el idiota del hijo puso todo su imperio en la cuerda floja.
-Ve y dile a Tucho que venga a verme, somo amigos y esto lo arreglaremos como amigos.
-Tucho murió, cuando lo emboscaron, cayo junto a su hermano El Burro, ahora se llama Sr. Salvatierra, y no acepta su reclamo, dice que si lo desea, Usted sera recibido en su territorio, solo a Usted se le dará un salvoconducto, hizo hincapié en que le dijera esto, y dijo que Usted entendería, que el entiende del negocio y de negocios estamos hablando.
Don Julio se puso blanco como si hubiese visto un fantasma, su hijo no entendió ni una palabra de lo que acababan de hablar, cambiar su alias por su apellido, era una abierta declaración de guerra, Tucho iba a por todo, y en estos momentos la ambición desmedida que había tenido su familia lo tenían ubicado en una muy mala posición, Julito en el ultimo año y medio había desbancado a tres «encargados de zona» y en su lugar puso gente de su confianza, eran un grupo de rastreros ladrones que se hacían llamar «Los zorros», su popularidad estaba pendiente de un hilo, una guerra con Tucho podría significar el final de su reinado, en este ambiente no todo es dinero, y solo se mantienen en la cima aquellos que saben manejar el poder, si se habían atrevido a presentarse en su casa y declararle la guerra en la cara, era sin dudas porque su rival había podido aglutinar a todos los encargados disconformes y temerosos de que Julito los desbanque a ellos también, eso significaba que al menos una docena de «encargados» se levantarían en su contra, nadie podría presentar batalla contra semejante ejercito, estábamos hablando de mas de 500 hombres armados y dispuestos a dar su vida, ellos tenían una causa por la que luchar, y contra eso el dinero no sirve de mucho.
Su única salida era tratar de negociar con el líder insurgente y si fuese necesario tratar de salvar su pellejo y el de su familia a cambio de entregar su trono, al finalizar la reunión con el enviado de Tucho, desesperado intento comunicarse con cada uno de los Encargados, ninguno lo atendió, Tucho ya había movido sus influencias, no tenia ninguna chance de victoria, por primera vez en muchos años sintió miedo, no por el, sino por su familia.
-Pero quien te crees que eres para hablarle en ese tono a mi padre, si de mi dependiera te mandaría matar en este mismo instante…..
-CIERRA LA MALDITA BOCA ESTÚPIDO, CIERRA LA BOCA DE UNA BUENA VEZ….
-Si lo deseas puedes matarme, nada cambiara, sucederá lo que esta escrito tenga que suceder….
-Basta de muertes sin sentido, no hablemos mas de sangre, hablemos de uniones, dile al Sr Salvatierra, que nadie tocara a la familia de El Burro, y dile también que lamento profundamente el accionar de algunos ambiciosos sin experiencia, que fue un gran error y lo lamento mucho, pero dile también que su sed de venganza no la apruebo, y que mida muy bien sus pasos, ve con mi bendición y hazlo entrar en razones.
Un preocupado Don Julio miro a su hijo y totalmente abatido se hundió en el temor de lo que el sabia era inevitable, junto a sus hombres y le explico la situación, para el aterecer la mitad de su custodia había desaparecido, lo habían abandonado, era el final de su reinado.
GUERRA POR EL PODER
Cuando su soldado regreso y le contó con lujos de detalles lo que aconteció en la reunión el Sr Salvatierra entendió todo, la movida que intento derrocarlo fue pergeñada por Julito el ambicioso hijo de Don Julio, y el viejo con su tratado de paz solo intentaba tapar el sol con un dedo, el sabia muy bien que su hijo debía morir, ese era el precio a pagar por la traición, en este negocio solo la palabra tiene un valor verdadero, y el viejo debía cuidar a su «encargado de zona» y no lo hizo, el lo pagaría con su trono, seria derrocado.
Esa misma noche los soldados de Salvatierra y los de toda la ciudad que acudieron en ayuda de lo que entendían era una causa justa, en grupos de a tres, salieron a las calles de La Montela, Los Olivos, Rentarios, Sourinas, Bacacay, y todos los barrios que dominaban, ellos conocían sus rincones mas oscuros, los Zorros no tenían ninguna oportunidad, mas aun cuando Don Julio en un intento desesperado de arreglar el lío que su hijo hizo, les había quitado su protección, la policía estaba al tanto del combate que se aproximaba y por orden del comisionado general, todos sus hombres hoy montarían guardia en la comisaria, fue allí donde justamente se hizo presente el primer grupo de soldados del Sr Salvatierra.
-Comisario si no quieren morir esta noche usted y todos estos cagones que están con usted, el Sr Salvatierra le ordena que suelte a sus hombres, a todos los hombres que por orden de los Zorros usted apreso, los queremos ahora afuera, ahora mismo…., prometemos que no los mataremos, y a partir de hoy ustedes deberán aceptar el nuevo mando, el mando del Sr Salvatierra…
El comisario ordeno la liberación de los doce hombres que habían apresado, se dio cuenta que la guerra había comenzado y no tenían ninguna posibilidad de ganarla.
Fue una noche de terror y sangre, se la conoció como «La noche de sangre» hubo en total 16 muertos, y al menos 12 personas desaparecidas, entre los muertos se encontraba el policía que abatió a El Burro, entre los desaparecidos Don Julio y Julito su hijo, a sus esposas e hijos nadie los molesto nunca mas, especialmente la viuda de Don Julio entendió que eran negocios, nada era personal.
EL NUEVO ORDEN
Lo primero que hizo el Sr Salvatierra fue visitar la tumba de su amigo, una montaña de tierra con una cruz de madera, en la que estaba escrito el nombre de su hermano, se arrodillo frente al montículo de tierra y llorando le pidió perdón a su amigo, hizo un hueco en la tierra y enterró un crucifijo, con una navaja se abrió la mano, y regando con su sangre la tierra que cubría el cuerpo de su hermano le juro con su vida misma proteger a su mujer y a sus hijos, era una promesa de sangre.
Mi madre dejo de ser molestada por los acreedores, y no solo eso, sino que recibía todos los meses dinero para nuestra manutención, el dinero lo traía el mismísimo Sr Salvatierra, llegaba y dejaba en la mesa un fajo bien gordo de dolares.
-Este dinero es para la esposa y los hijos de mi hermano…jure protegerlos y eso haré, todos los meses traeré el sustento que sea necesario, no temas Amancia, nunca te faltara nada y si alguien te molesta solo me avisas, yo me encargare….
Mi madre le agradecía siempre con educación y respeto su gentileza, en esos años mi madre era una moza realmente llamativa, de una belleza única, morocha de cabellos largos y lacios, ojos redondos y profundos, su fina nariz y lo grueso de sus labios le daban a su rostro una belleza sin igual, en cuanto a su cuerpo, era proporcionado, no tenia grandes pechos pero su trasero era un poema, y aun siendo pequeños notábamos cuando caminábamos con ella por las calles, como los hombres se daban vuelta a mirar ese trasero hermoso en forma de pera, todos sabían que era la viuda del Burro, y protegida del Sr Salvatierra, nadie se atrevía a molestarla.
Las visitas de nuestro protector se hacían cada vez mas comunes, al principio lo hacia una vez al mes, luego cada 15 días ahora ya venia al menos una vez a la semana, la rutina era siempre la misma, el llegaba nos saludaba y nos preguntaba con tono solemne si algo necesitábamos, luego no decía que saliéramos a jugar, y mis hermanos y yo eso hacíamos. Habían pasado ya tres años de la muerte de mi padre, yo Beto, tenia ya 13 años, Nacho 11 y la mas pequeña, Viviana solo 3.-
En una de esas visitas, luego de haber salido de la casa, olvide de comentarle que me había sacado una buena nota en el colegio, eso era importante porque eso significaba ganarme una propina por mi estudio, ese dinero lo usaba para compararme los cigarros que ya fumaba y cosas así, volví a la casa apurado, habían pasado ya unos minutos, no encontré a nadie en la sala, temí que se halla retirado ya, pero tampoco estaba mi mama, sentí ruidos en la habitación de mi madre y fui a preguntarle si ya se había ido el Sr Salvatierra, me dirigí hacia allí, la puerta no estaba cerrada así que pude ver con gran claridad como se la estaban cogiendo a mi madre.
Ella estaba completamente desnuda, y arrodillada frente a su macho le chupaba la verga con esmero, el la tomaba de la cabeza y penetraba la boca de mi mama con fuerza, a ella esto parecía gustarle, así estuvieron un buen rato, mi madre se levanto y empujo al hombre en la cama, lo monto con gran agilidad e introdujo en su vagina sin ninguna dificultad el pene de su amante.
-Te necesitaba mucho, necesito mas de ti… (decía ella entre gemidos de placer) aghhh….mas profundo…mas adentro, mas…mas….
-Callate mujer, sabes que no puedo venir todos los días, no quiero que hablen de la viuda de mi hermano….
-Mi hombre ya murió, y yo estoy viva, necesito un macho en mi cama, sabes muy bien como me atendía, me acostumbro a la pija, y ahora la necesito…
Ella saltaba buscando el placer que el no podía darle, su marido tenia su apodo del Burro, por el tamaño de su enorme verga, y el no llegaba ni a la mitad del tamaño de su amigo, lo sabia muy bien, pero siempre estuvo enamorado de la Amancia, y ahora la tenia, ya ella se acostumbraría a el, ya en un tiempo no extrañaría mas a su marido, el sabría comprarla con su generosidad, necesitaba creer en eso, tenia todo en la vida, todo lo que soñó tener ahora era suyo, lo único que le faltaba era el amor de Amancia, si tan solo El Burro no la hubiese enviciado con su verga, todo seria mas sencillo para el, pero el animal con su poderosa verga había conseguido que esa hembra soñase aun con el y con su falo.
Tres años habían pasado desde su muerte y ella aun extrañaba la poronga de su macho.
Siguieron cogiendo sin darse cuenta que los estaba viendo, mi madre ahora en cuatro se dejaba penetrar por su ano, el le daba fuerte empellones buscando una profundidad que nunca llegaría a conseguir, ella giro su cuello buscando la mirada del hombre, y me vio, con mi pija en la mano me estaba masturbando mientras veía como se la cogían por el culo, ella miro fijamente mi pija y sonrió, me asuste y me fui corriendo, salí de la casa y con un sentimiento de angustia me encontré con mis hermanos que jugaban en el fondo de la casa, nada les dije, era yo el mayor, y no quería hacerlos sufrir lo que yo sufrí en esos momentos.
MI MADRE
Esa tarde cuando volví a entrar a la casa no le dirigí la palabra y ella nada dijo, solo me miraba y estudiaba mis reacciones, creo que en el fondo no deseaba una confrontación, se sabia en falta, ellos estaban mancillando la memoria de mi padre, ya se que eran los dos libres, pero en nuestra ley, lo que ellos hacían era una falta grave, y ellos lo sabían muy bien.
En un momento en que mis hermanos estaban jugando en sus dormitorios mi madre se me acerco y acariciando mis cabellos me pregunto….
-Cariño que deseas te haga de cenar? (ella intentaba acercarse)
Me levante como si tuviera un resorte al sentir su caricia, y la empuje alejándola de mi…..
-No se, viene tu Tuchito a cenar?…..que creo lo único que le falta es sentarse en el lugar de papa en la mesa, pues en la cama donde dormía mi padre ya lo dejaste entrar….no?
-Tu no entiendes, son cosas de mayores, yo respeto la memoria de tu padre, no me digas eso por favor mi amor…
-Lo respetas dices? lo respetas….. y como lo respetas? con la verga del cabrón al que le salvo la vida metida en el culo, o lo respetas chupandole la pija?….
Se me acerco y en sus ojos se notaba su ira, a mis 13 años ya era mas alto que ella, así que dando un pequeño salto me abofeteo.
-Eres una zorra….ojala no fueses mi madre….
Gire sobre mis talones, me dirigí a mi cuarto y me encerré, ella desesperada me ordenaba que le habrá la puerta, se encontraba en una crisis nerviosa, lloraba, gritaba, me pedía perdón y me juraba castigos furiosos al mismo tiempo, no le conteste, ni le abrí la puerta, a media noche con mi mochila cargada con algunas ropas me fui de mi casa, abrí con sigilo la puerta y sin hacer ruido me dirigí hacia la salida, al pasar por su cuarto la encontré acurrucada en la cama sollozando, ella no me vio partir, llegue a la calle y de allí a la ruta en una caminata de quince minutos, allí hice auto-stop y conseguí que un camionero me lleve a cualquier lugar, no me importaba donde, solo quería estar lo mas lejos posible de ella.
Arribe al partido de la Costa del Pacifico, estaba a 800 km de mi casa, y con mi mochila al hombro comencé mi aventura.
Ese mismo día conseguí trabajo y una cama donde dormir, me contrato un señor que era el dueño de una casa donde reparaban neumáticos de carros, y en los fondos dormiría, así pase los primeros dos meses, hasta que un día arribo a nuestro patio un carro para una reparación, el hombre que lo traía era un fanfarrón que lucia cadenas de oro y joyas, la mujer que viajaba con el lo llamo y algo le comento en secreto, el se giro me miro a los ojos y me pareció escuchar cuando le dijo algo del Burro, me di cuenta que debía seguir mi camino, así que sin avisar nada, tome de la caja de recaudación lo que me adeudaban y nuevamente con la mochila al hombro seguí mi camino.
Mi nuevo destino fue muy cerca de allí a solo 80 km, en un tranquilo pueblo rural, mi nuevo patrón era un estanciero y me contrato para realizar tareas generales en el campo, mi tamaño físico y mi juventud fueron mi mejor carta de presentación.
Mis colegas de tareas trabajaban toda la semana en el campo y los sábados bajaban al pueblo a divertirse, me invitaban pero yo siempre me negué a ir con ellos, sabia que en el campo no me encontrarían, pero en la ciudad era mas probable me encuentren, ya sabiendo que buscaban, tenia que ser mas cuidadoso.
Una tarde el patrón me pidió que lo acompañe al pueblo, tenia que comprar alambre, y otras cosas para el trabajo, mucho no me gusto pero lo acompañe, con gorra y capucha era difícil me puedan ubicar, pero el hombre propone y Dios dispone, llegando al pueblo en un cruce de calles la camioneta donde viajábamos fue embestida por un conductor ebrio, nos dio un buen golpe, pero no conforme con ello los borrachos se bajaron del auto con ánimos de pelea, ellos eran cuatro y nosotros solo dos, pero nos trenzamos en pelea con los hombres, terminamos todos en la comisaria, arreglamos el asunto y nos dejaron salir, compramos y volvimos al campo, con un par de moretones pero con la honra bien alta.
Al otro día una caravana de tres camionetas ingreso al campo a gran velocidad, sus vidrios polarizados eran un distintivo, me habían encontrado, mi patrón y mis amigos al enterarse que venían por mi, cargaron sus escopetas y dispuestos a batirse con los narcos se les plantaron frente, les pedí que bajaran las armas, y sin mas que hacer me fui con ellos, fue un viaje largo, nadie en el viaje dijo una sola palabra, estaba jugado, no sabia si me matarían o me torturaran o me devolverían a mi madre, llegamos a mi casa y luego de estar ocho meses prófugo fui recibido por mi madre y su amante.
Mi madre entre llantos se me arrojo encima, me besaba, me acariciaba y al ver los magullones en mi cara miro a Tucho con odio, el automáticamente miro a sus hombres y ellos le explicaron que los golpes eran anteriores a que ellos me rescataran, mi madre no les creyó.
El nada me dijo, solo se dio vuelta e intento irse en su vehiculo, lo agarre del brazo y lo gire, lo tome de las solapas y le avente mi odio en su cara.
-Si vuelves a tocar a mi madre te mato….asi es como respetas la memoria de mi padre?
-Tu no entiendes Beto, yo amo a tu madre…..pero ya eres un hombre, y respeto tu palabra, lo entiendo.
Salvatierra miro a mi madre, como si fuera ella la que tenia que elegir, y mi madre sin dudarlo ni un segundo me abrazo con fuerzas y le dio la espalda al que había sido su amante, el entendió que ya nada podía hacer allí, otra vez, su gran amor no lo había elegido a el.
EL REENCUENTRO
A partir de ese día, Tucho nunca mas volvió a mi casa, ahora el dinero lo traían algunos de sus secuaces, a mi madre no le importo mucho, ella no lo amaba.
Los primero días fueron difíciles, mis hermanos me abrazaban y me pedían les cuente de mis aventuras y con mi madre el trato era frío y distante, ella buscaba acercarse pero yo no lo permitía y la alejaba, por las noches sentía como lloraba encerrada en su cuarto.
Habían pasado ya casi dos años y nada cambiaba, ella no se resignaba a perderme, tenia realmente miedo de perderme. Una mañana mientras ella preparaba el desayuno, la vi de espaldas y sin saber porque me acerque a ella por la espalda y la abrace, ella se quedo muy quieta y solo con sus manos agarro las mías, su llanto me partió el corazón, solo podía escucharla decir perdóname hijo, por favor perdóname…..
Las cosas iban mucho mejor, y un día nos sentamos y nos dijimos en la cara las cosas que nos teníamos que decir.
-Hijo ya es hora de hablar, han pasado ya seis años desde que tu padre murió y yo soy una mujer joven aun, Tucho desea venir a visitarnos….
-Te has visto a escondidas con el? sigues acostándote con el hijo de puta ese?
-No, te lo juro, nunca mas lo vi, la ultima vez fue cuando tu nos viste, es que debes entender…..soy una mujer….muy….muy…no se como decírtelo, …….soy una mujer muy ardiente y necesito un macho en la cama, …huffff …. pude decírtelo,….por favor entiéndeme, tu padre ya murió, y nosotros estamos vivos…
-Entiendo, yo no soy suficiente……… lo eliges a el……pues bien entonces debo partir de nuevo…..quédate con el….yo jure matarlo si te tocaba de nuevo, si me quedo debo cumplir mi palabra y matarlo, así que mejor me marcho….no me equivoque contigo, eres una zorra….
Nuevamente intento abofetearme, pero esta vez detuve su mano, la tome con fuerza y la abrace, nuestras caras quedaron muy juntas y podía sentir su respiración en mi cara, la atraje aun mas hacia mi y la bese en sus labios.
Se quedo muy quieta y recibió mi beso, ya no forcejeábamos, solo nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos.
-Que has echo mi niño?
-Te amo mama…..
Nuestras bocas se juntaron, nos besamos con nuestras lenguas en un remolino de sensaciones, fue un beso de pasión, de amor, de un hombre y una mujer que comenzaban un camino juntos, un beso que nos hizo romper las cadenas de la sociedad, nos amábamos y que la sociedad y sus costumbres se vallan al carajo.
Abrazados comencé a acariciarle la espalda, y ella emitía pequeños gemidos, cuando le apreté su culo, ella se pego aun mas a mi, subí su falda y acaricie su piel, baje su tanga y sentí el calor de su cuerpo, ya estaba toda mojada, por sus piernas chorreaba su calentura, sus líquidos de hembra caliente eran abundantes y mojaban sus piernas, pude sentir con mis dedos lo rugoso de su ano, y sin pensarlo introduje la punta de mi dedo en su culo, sus manos no se quedaban quietas y con urgencia comenzó a acariciarme el pene por sobre el pantalón.
-Dios mio, como te amo hijo mio de mi alma, eres igual a tu padre, te amo mi amor.
Nos dirigimos a su cuarto y allí entre caricias y besos nos desnudamos el uno al otro, ella era una hembra hermosa, perfecta, sensual y sabia muy bien utilizar sus encantos de mujer, su piel canela era un manjar, y ella toda se ofrecía sin pudores, se abría de una manera indecente, me ofrecía sus tesoros sin tapujos, sin temores, estaba caliente y realmente necesitaba un macho, cuando descubrió mi erecto pene se tapo la boca con las manos en una señal de asombro, «eres igual a tu padre, por dios, que hermosa poronga» no lo dudo, comenzó a besara a lamería a chuparla, todo lo hacia con hambre de pija, estaba en un trance de excitación, su mirada estaba perdida y en sus pezones pude notar su calentura, tan duros que parecían querer salirse de su cuerpo, erguidos y desafiantes, yo se los apretaba con fuerza, los estiraba, y chupándome la verga anuncio su primer orgasmo.
-Que hermosa chota…mmmm….glllup…..que rica….si es mía, toda mía…mmm…glllup…..estirame los pezones, hacelo fuerte, así me gusta, retuercelos y apriétalos…siii aghhhhh…..ACABO MI AMORRRR
Dejo en el suelo donde estaba arrodillada un charco de orines y flujos, la levante y aun temblando la acosté en la cama y abriéndole al máximo sus piernas chupe de su coño los restos de su corrida, eran deliciosos, salados, acuosos, su concha parecía tener vida propia y sus labios se contraían por el tacto de mi lengua, hundí mi cara en ella, no sabia si lo hacia bien o mal, solo sentía la necesidad de comerla y me la comí toda, estuve mas de diez minutos así, movía mi lengua buscando sus rincones y descubrí su garbanzo de placer, duro, de un tamaño grande, ella misma lo descapucho y me lo ofreció.
-Este es mi clítoris amor, chupamelo y dame placer, es ahí donde mas debes chuparme….aghhhh….siiii….así, así, así, ….siiiii comete mi acabada mi vida, ….aghhhh……te acabo en la cara….aghhhhh….comete la acabada de mami….siiiii
Su segundo orgasmo me lo trague con placer, a partir de ese día le comía al menos un orgasmo por día, mi boca era el segundo lugar preferido por ella para acabar.
-Me duele mami, me duele mucho la pija, esta muy dura y me duele…..
-Si mi vida, lo se, acuéstate y deja a mami hacer.
Me puso boca a arriba y sin pensarlo me monto, intento sentarse sobre mi pija y metersela en su vagina, pero le costo, no lograba dilatar lo suficiente para recibirme, eso la enloqueció aun mas, «es mas gruesa, es mas gruesa, que hermosura, es mas gruesa» logro introducir la cabeza y se detuvo por un minuto tomo aire y comenzó a empalarse en la erecta verga de su hombre, sus ojos cerrados y su boca muy abierta dejaban notar lo excitada que estaba la mujer, parecía que estaba en otro mundo, «no le importo el dolor que sentía, solo quería ser desvirgada por esa pija monstruosa, y logro meterla, al menos hasta la mitad, su virginidad ya era un recuerdo, El Burro, la había transformado en mujer, en aquel cuarto sucio ella ya era una mujer, ahora saltaba sobre la poronga del semental que sin poder creer que esa niña podía con su tamaño, la usaba y la profanaba a voluntad, la tierna niña era ahora una hembra caliente y disfrutaba de toda su hombría, afuera, haciendo guardia, su amigo el Tucho, esperaba su turno para montar a la niña, el no se lo permitiría, ella era solamente suya.»
Al abrir sus ojos vio a su hijo y comprendió que a partir de ahora ya tenia hombre, El Burro, había vuelto a ella.
-Que hermoso eres mi hombre….aghhhh….que placer…la tenes enorme mi vida….aghhhh….duele un poco sabes?…..pero eso a mami le gusta mucho…..aghhhhh…que poronga por Dios…..si mi vida….abrime toda la cajeta….rompemela toda…aghhh …siiii….mmmm…mas, mas, mas, mas mi vida, dale a mami mas…..mmm, …te necesito….la quiero toda, la quiero toda….llenale a mamita la concha de leche mi bebe,….aghhh….seeee….. queres darle leche a mamita? …dale mi amor, dale acabame en la argolla y llenamela de leche….aghhhh ….que puta me haces poner…..huffff voy a ser la puta de tu pija, vergudo hijo de puta…..aghhhh acabo de nuevo…no puedo parar de acabar …..por Diossss….que placer….
Juntos llegamos al orgasmo, llene con mi semen su vagina, fue mi debut como hombre y lo hice con la única mujer que amo y amare, nos abrazamos y quedamos dormidos, dormimos ese sueño de amor que es lo mas dulce que a una pareja le puede pasar.
CONTINUARA….
Dejen sus comentarios, y cuéntenme que les ha parecido la historia, nos queda mucho por contar aun….
Wuaauuuuu que delicia de relato amigo 🤤💦, enserio tuviste que pasar todo eso para poder llegar a tu mamá y cogerte la, muy excitante tener un hijo como tú, me refiero con ese dote, «El burro regreso» hay una 2da parte…
Gracias por leer el relatos, me alegro te halla gustado
Excelente como siempre. Dá gusto leerte, sin apenas un sola palabra mal escrita, se hacen cortos los relatos al leerlos asi, sin ningún error. Un gran abrazo. Y por supuesto que quiero leer el segundo o más capitulos de esta gran serie.
Un abrazo grande DIABLO666, sos como siempre muy gentil con tus palabras.-