El secreto de mi madre (parte 2)
Mi madre es un ángel en público, una puta en privado..
La primera parte de mi experiencia, la pueden leer acá: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/la-verdad-sobre-mi-madre/
Luego de eso, y de animarme a publicar en el foro, ya en forma no tan anónima, pidiendo ideas para iniciar a mi madre en el incesto, me surgieron varias ideas.
Y de todo, logre armar un plan bastante completo.
Uno que me llevaría tiempo.
Para empezar, el primer paso es privar a mi madre de cualquier otro macho.
Es muy difícil prohibirle a mi madre que salga con otros tipos, pero siendo yo alguien de cuerpo grande, no me era muy difícil amedrentar a otros hombres.
Especialmente cuando se suponía que les metían los cuernos a sus mujeres con mi madre, o todo el asunto era un secreto.
Además, como hijo, tenía cierto derecho. No iban a sospechar que la quería para mí, sino que solo era un hijo celoso que estaba intentado proteger a su madre.
Con un par de vecinos, casi termino a las piñas, pero tras amenazarlos con contar ciertos secretos, no les quedo otra que aplacarse y aceptar el tema.
Y es que de esto me fui enterado, pagando por algo de información por ahí, que ciertos vecinos les encantaba que mi madre, se los coja, literalmente. Un arnés con una pija de goma, y varios viejos disfrutaban el ser penetrados.
En serio que mi vieja era una caja de sorpresas.
Ahí comencé a sospechar y en cierta medida confirmar que mi madre, me tenia ganas, o que si no era el caso, iba a estar abierta al incesto luego de probar mi verga.
Ya con los machos espantados bajo amenazas, la comenzaron a rechazar.
Esa era la primera parte del plan: que quedara desesperada por comerme una verga.
La segunda, era calentarla aún más.
Volví a escribirle en el whatsapp, como si fuera el tipo desconocido este.
Los primeros días no respondió.
Ya el tercero, respondió pero fue algo seca.
No menciono nada de que fuera yo.
Y si acaso, medio que intente disimular mi identidad, pidiéndole perdón por mentirle, y que en realidad era del barrio, y no estaba de viaje, sino que estaba casado y por eso el secretismo.
Una idea estúpida, pero que en mi mente tenía sentido.
Se hizo la ofendida con eso de que tenía mujer.
Si, claro… como si ahora le importara cogerse a un tipo casado.
Aun así, se fue enganchando de nuevo.
Ya al 5° día, estábamos de nuevo en videollamadas calientes, sin mostrar nuestras caras.
Nos pajeábamos muy, muy salvajemente. Yo acababa abundantemente, y ella también, mojando su cama con sus fluidos.
Además, al inicio de cada sesión, la hacía desear mi verga.
– Te gusta mi verga? Te gustaría que te la meta? Mira que es grande.
– Si, mi amor, amo tu verga y no veo la hora de tenerla dentro mío, que me partas al medio!!
Pasaron otros dos días.
Y era hora de la tercera parte del plan: la llave de su habitación.
La idea que tenia de salir corriendo a su habitación en plena videollamada, entrar y cogérmela ahí cuando esta bien caliente, tenia un serio obstáculo: ella se encerraba con llave.
Acá, debo agradecer un muy buen consejo de uno de ustedes.
Me dijo que quitarle la llave, o hacer una copia, no iba a funcionar.
Si le quitaba la llave, se la perdía, ella capaz iba a trabar la puerta con otra cosa, o incluso iba a sospechar.
Lo de tener una copia, aunque alguien mas me lo sugirió, era buena hasta cierto punto:
Entre que metía la llave, la giraba y demás, son segundos vitales en que ella se iba a alarmar. También existía la posibilidad de que la otra llave este trabando la puerta.
“Tu quieres ir a lo seguro, no? Entonces lo mejor es que ella este confiada. Que crea que le echo llave a la puerta pero en realidad no.”
Eso me dejo pensado.
Me aconsejo que lo mejor, era manipular la cerradura de su habitación cuando ella no este, y hacer que la llave gire en falso.
Así que disimuladamente, me estuve fijando el tipo de cerradura, para luego buscarla en internet, y ver la manera de manipularla, y que giré en falso.
Me vi un par de videos, pero nada… era todo lo contrario, como arreglar cerraduras que no funcionaban.
Hasta que di con uno. Era también uno de esos tutoriales de como arreglar la cerradura, solo que acá el tipo explicaba con lujo de detalles, el por que fallaba la cerradura, y como arreglarla.
Era tan simple como un par de pestillos, que al estar quebrados o doblados, hacían girar en falso la llave.
Perfecto.
Ahora solo necesitaba un momento en que mi madre no estuviera en la casa, para poder “arreglar” su cerradura.
Y así ocurrió, mi madre tuvo que ir a una reunión como parte de su empleo como profesora, y yo tenia la casa para mi solo por una hora, cuando mucho.
Estuvo difícil el poder sacarla. Años sin revisarla, y algunas partes estaban pegadas a la madera.
Me tomo como media hora poder sacarla sin romper o maltratar nada, ya que luego seria muy evidente la manipulación.
Una vez saque la cerradura, la desarme viendo el tutorial, busque las dos pestañas importantes, y las abrí.
Ahora, al girar la llave, esta giraba en falso, sin mover el paletón que trababa la puerta.
Lo arme todo de vuelta, y lo puse en su lugar.
Funcionaba perfectamente como quería. Demasiado perfecto.
Mierda, ahora la llave giraba muy suavemente, sin resistencia.
Inmediatamente tuve que desarmar todo de nuevo, con el temor de que mi madre vuelva de su reunión.
Un poco a las improvisadas, tome un pedazo de cartón, lo recorte y lo puse junto al eje de la llave, para que tenga un poco mas de resistencia.
Alcance a armar todo de nuevo, y escuche el portón de la casa. No alcance ni a probar como giraba, que tome mis herramientas, limpie un poco a las apuradas, y salí corriendo a mi habitación.
El resto del día fue bastante normal.
Es decir, mi madre hablándome de algunas cosas sexuales aquí y allá, como hace siempre, en medio de otras conversaciones banales del trabajo.
Como que a fulana el marido no se la coge bien, o recomendándome a mí, que entre en acción y me la coja.
Yo solo me mantuve distante, a ver como seguía el plan.
Ya tenia todo en marcha. Tenia que ser esa noche.
Lamentablemente no se pudo, por que ella tenia que levantarse temprano por cuestiones del trabajo, y resolver un tema bancario.
Solo pude chatear con ella en el whatsapp, para mantenerla caliente y deseosa.
Otra jornada paso, y si bien al día siguiente era mi turno de levantarme temprano para el trabajo, decidí mandar todo a la mierda y pegar el faltazo. Diría que me torcí la mano, o que me resfrié.
Todo el día estuve bien nervioso por la noche.
Disimuladamente le pregunte algunas cosas a mi madre para saber si ella salía o se acostaría temprano.
– No, mi amor, por que? Tengo la noche libre…
– Ah, no, era por si querías mirar una película o algo.
– Ay, perdón, hijo pero paso. Igual me voy a ir temprano a la cama.
Y así lo hizo.
Se fue a su habitación, y a los dos minutos, recibo un mensaje de whatsapp en el numero secundario.
“Estas papi?
Esta noche estoy demasiado alzada.
Tanto que me chorrea la zorrita.”
Esos mensajes no hicieron mas que provocarme una buena erección.
De hecho, ya venia con una erección a medias entre en pensar el plan, y los nervios de llevarlo a cabo.
Pero el mensaje me puso la libido al máximo en tiempo récord.
Ya ni siquiera el holgado pantalón de jean que traía, me servía para disimular.
Sin embargo, me calme. Medite.
Simule poner una película en la TV, creo que la segunda de Top Gun, y la deje ahí.
Y en el mensaje de respuesta le puse: “dame 10 minutos que me preparo.”
Sabia que eso iba a poner aun mas caliente a mi madre. Lo hacía a propósito.
Si no lo hubiera pensado mejor, habría ido directamente a su habitación y me la cogía ahí, en seco.
Pero eso habría sido fatal.
El consejo que me dieron, era de ponerla lo mas cercana posible, al clímax, y ahí actuar, de manera que aunque no desee conscientemente el incesto, este desesperada por una verga. Y seria yo quien se la daría.
Pase en forma lo mas silenciosamente posible por su puerta, y espié lo mas que pude por la cerradura.
Efectivamente, la llave estaba metida y girada.
Lo poco que podía ver, era a mi madre, en ropa interior, acariciándose las tetas y mirando impaciente el teléfono.
Continue en total silencio a mi habitación, y cuando iba a cerrar la puerta, me di cuenta de que si la tenia abierta, mejor, así cuando llegue la hora no haría ruido y sería un obstáculo menos en mi carrera.
Ahí, me desvestí por completo. Solo me deje las medias puestas por que el piso estaba frio.
La erección que tenia era impresionante hasta para mí.
Mi pene es proporcional a mi cuerpo, así que como soy un tipo grande, alto, evidentemente también tenía una buena verga.
Aunque dudaba si acaso mi verga seria la mas grande que mi madre no haya probado antes.
Me temblaban un poco las manos por los nervios.
Ya habían pasado como 10 minutos, pero decidí esperar solo un poco mas.
Era difícil controlarme de no ir ya a su habitación.
Pasaron como otros 5 minutos, y ahí la llame.
Apuntando la carama solo a mi verga, sin contexto de nada mas.
Ella atendió, y vi su rostro de sorprendida y emocionada, babosa por lo que sus ojos veían en cámara.
Ahí comenzamos como siempre, tocándonos, yo susurrando algunas palabras, o escribiéndolas, para que mi voz no se reconozca.
Mientras hacia eso, me comento lo alzada que estaba, por que hacía días que no tenia sexo, y queria una verga con desesperación.
Incluso me comento que sospechaba que su hijo (yo), había tenido algo que ver.
Hizo el comentario de “pobrecito, mi nene, seguro esta celoso.”
Y errada no estaba.
Estaba realmente celoso de que se la cogieron hombres infieles, tipos viejos de chotas arrugadas, e incluso algún pendejo que no se merecía a mi madre.
Era mi madre, mía y solo mía. Y se lo demostraría esta noche.
Y según la cosa se iba poniendo mas caliente, mi madre no aguanto y acabo deliciosamente.
-Aaaahhhh, siiiii…- Se escucho por el teléfono.
“Mierda”, pensé. “Se me escapo del climax”.
Por suerte, ella quería mas.
Seguía tocándose las tetas, acariciándose la concha peludita, un poco mas calmada y relajada, pero seguía caliente.
Yo mismo me tuve que calmar para no acabar también.
La idea era acabar dentro de ella, llenarla a mi madre de mi leche.
-Dime cuando estes cercana a acabar de nuevo, así no me lo pierdo, putita.
– Si, mi amor, te voy a decir cuando este pronta. Voy a acabar encima tuyo.
Continuamos un rato mas, en donde ella volvía a calentarse bastante, mientras yo hacia lo posible por mantener la cordura y no acabar.
– Uy, papi, ya casi…
– Si?
– Si, bebe…
– Te gusta mi verga? Mi verga enorme?
– Si, papi me encantaaa…
– Te gustaría que te la meta?
– Uy, si, te quiero adentrooo…
– Segura?
– Si papi, quiero que me la metas y me llenes de leche.
– Pedime, rogame que te coja, que te meta esta verga que ves aca… cerra los ojos mientras me rogas.
– Bebe…quiero que me cojas, que me entierres esa enorme vergota, esa anaconda que tenes ahí, quiero que me partas al medio, quiero sentirte dentro mioo… aaaah…
Estaba en el climax, y mejor imposible.
En el video se la veía acostada sobre su cama, con la cabeza hacia atrás, de piernas abiertas, metiéndose 4 dedos, toda muy, muy mojada.
Saltaban sus jugos salpicando todo.
Dejé el celular a un costado, y salí corriendo hacia la habitación de mi madre, con la verga bien empinada.
Casi me caigo en el pasillo.
Aun recuerdo que al espiar hacia el living, la película seguía su curso.
Parado frente a la puerta de la habitación de mi madre, suspire, tome la manija de la puerta, y la gire bruscamente empujando la puerta casi hasta atrás.
Allí, me esperaba mi madre, de piernas abiertas, y concha mojada, quien al sentir la puerta, levanto la cabeza espantada, y luego su cara de sorpresa al verme, desnudo, y con semejante pija lista para penetrarla, le guste o no.
No le di mas tiempo a reaccionar, y me abalancé sobre ella en un solo movimiento.
Alcance a escuchar algo como “que haces??”, pero era tarde, mi verga dura ya estaba buscando su conducto vaginal y penetrándola.
El estar mojada facilito muchísimo la penetración, lo mismo que mi verga que ya venia goteando liquido preseminal.
También ayudo a que no hubiera tanto roce, lo que evito que yo acabara enseguida.
No así mi madre quien al sentir semejante pija en su zorra, y estando cerca del clímax, dio un buen grito de orgasmo.
Tanto que casi se me desmaya.
Tuvo un poco de convulsiones orgásmicas, y quedo con los ojos dados vueltas, gimiendo fuerte con cada penetración.
– A que no te lo esperas, mamá? Que tu hijo te tuviera ganas y te cogiera…
Ella no respondía, estaba algo ida.
A lo mucho podía decir “basta”, o “no”.
Pero yo seguía sin descanso.
Si se enojaba, si me arrestaban, o lo que ocurriera después, no me importaba, solo el poder cogerme a mi madre y finalmente saciar esa necesidad de incesto.
Mientras seguía, logre calmarme un poco.
Aún no había acabado, pero baje el ritmo para disfrutarla mejor.
Ella también se estaba recuperando.
– No puedo creer…aaah… aaay, por dios… no puedo…lo que estas haciendooo…
– Estamos, mamá, los dos estamos cogiendo…
Mis embestidas eran mas suaves, pero profundas.
Y yo no era el único que las disfrutaba.
-Hijo de putaaa me estuviste preparandooo…
– Y vos me estuviste calentandooo…
– Yo noooo…
– Hacete la santa ahora. Todo el mundo sabe que sos bien puta y te coges a medio barrio.
– Pero no a mi hijoooo…aaaahahahaha…
La mire a los ojos, mientras continuaba con mi bombeo.
Con una mano acariciaba su cabeza, y con la otra sus caderas, sus nalgas.
Y con esa mirada le dije: no te gusta lo que sentís? Por lo que me has dicho experimentaste de todo el sexo, incluso tríos.
– Orgias, papi…
– Eso, orgias. Incluso sospecho que te hicieron el orto.
– Varias veces, y lo disfrute.
-Bueno, ahora podes disfrutar del incesto. Y como estas reaccionado, te encanta, te vuelve loca.
– Si, algo de razón tenes…pero es que me agarraste tan de sorpresaaa aaah…
Sentí que ya habíamos aclarado algunas cosas y que si interrumpíamos el acto un momento para cambiar de posición, ella no se negaría ni se escaparía.
– Cambiemos de posición, mamá.
– Si, mi amor…
Cuando salí de encima de ella, y me puse a un costado, ella me sorprendió yéndose de la habitación.
Se me había escapado.
Pensé lo peor, y medio desanimado por perderla, y por lo que pasaría a continuación, también sali de la habitación.
Ahí mi madre me llamo al living.
Estaba tapándose con un almohadón del sillón, pero seguía desnuda.
– Hablemos- me dijo.
– Mira, las cosas van a ser en mis términos, o nada.
– Ok, mamá.
– Primero, basta de engaños y mentiras. Si queres coger, conmigo venís de frente, estamos?
– Si, pero… si yo no te hubiera engañado, hubieras aceptado?
– Ese no es el punto.
-…
– Segundo, eso de celarme…
– Soy tu. Como hijo puedo celar a mi madre, no? Es lo normal, y mas cuando se mete con cada viejo pelotudo y aprovechado…
– No todos son pelotudos. Y soy una mujer mayor, puedo coger con quien a mi me de la gana.
– Seguro que después de probar mi verga por completo, vas a querer coger con otro?
– Ni que tengas la mejor verga del mundo.
– Por teléfono estabas recaliente, mami.
– Pero no sabía que era de mi hijo.
– Pero te gusto, se te hacia agua la concha…
– Bueno, tampoco me faltes el respeto, que soy tu madre.
– Y yo tu hijo, pero quiero faltarte el respeto, quiero cogerte…
-…
A todo esto, la película en la tele estaba terminando.
– Y si pongo una porno y la vemos juntos? Eso ayudaría a que aflojes un poco mas y me dejes cogerte?
– Vos, cogerme? Pone la película, pero si acaso, yo te cojo a vos y te dejo sin leche, bebe.
Puse un video porno desde mi teléfono, y ambos nos sentamos desnudos en el sofá, uno de cada lado.
No paso mucho en que los jugos sexuales de mi madre comenzaron a aflorar y manchar el sofa.
– La puta madre… ahí vengo.
Volvió al rato, y puso una toalla sobre el sillon, para no mojarlo.
Yo no prestaba atención a la película. Por el contrario, estaba concentrado en ver la concha peludade mi madre, como se fruncia sin que la tocaran.
Disimuladamente, me incliné, y me puse bajo sus piernas, con buen acceso a su concha, la cual comencé a chupar y secar sus jugos con mi lengua. Mi madre se acomodo permitiendo la chupada, mientras se acariciaba las tetas, o a veces acariciaba mi cabeza.
Una linda combinación de lengua y dedo, no tardo en sacarle algunos gemidos.
– Ya esta, suficiente.- me dijo.
Pensé que ya no quería saber mas nada, pero en lugar de eso, me tomo del brazo y fuimos a su habitación.
-Apaga la tele que no hace falta.
Ya en su cama, me arrojo y me puso boca arriba, con mi pija apuntando al techo en toda su gloria.
Luego ella misma se lanzó a chupármela y saboreármela un poco.
Para mi sorpresa, mi mamá hace unos petes espectaculares, con garganta profunda y todo.
O al menos lo intento.
– La tenes muy grande- dijo tosiendo un poco.
Luego se acomodo sobre mi, acomodo el glande apuntando a su conducto vaginal, y procedió a ensartarse ella misma mi verga. Era la gloria.
– Aaaaaaaaah, que buena pija, que tenes, hijo…
– Oooh… te gusta, mamá? Es solo tuya si queres…
– Claro que es solo mía. A partir de ahora solo yo te voy a ordeñar. Por algo soy tu madre.
Comenzó a cabalgarme de manera genial.
Esta vez yo podía sentir mas, ya que su concha no estaba chorreando jugos como antes. O si lo hacia, estos caían sobre mi pelvis, recorriendo mi panza.
Podía sentir como sus músculos vaginales estaban desarrollados y me apretaban la verga.
Su experiencia sexual se abría paso.
Mi madre se sentaba, y se paraba sobre lo largo y lo ancho de mi tronco, de forma lenta, haciendo que ambos disfrutemos el momento.
Luego me invito a incorporar mi torso, a sentarme, y así quedar a la altura de sus tetas, y poder mamarselas, como cuando era chico.
Su primer orgasmo de esta sesión, vino al poco tiempo.
Sentí sus músculos tensarse, así como su cara y sus piernas.
– Aaaaaaay…que linda verga que tenes, mi bebe.
Cambiamos de pose, y probamos en cuatro.
Ahí intente darle un poco mas duro, pero ella me detuvo.
– No, no te apures, no quiero que acabes aun.
Nuestras caderas chocaban lenta pero fuertemente.
Me pidió que le pegue un poco en las nalgas y así lo hice.
Eso la calentó bastante y luego de un rato, no tardo en contraerse y acabar nuevamente.
– Espera, mamá, no aguanto, quiero acabar… déjame acabar, descanso y luego seguimos.
– Mas te vale, pendejo. Ahora que me picaste con el bicho, me entro el gustito y quiero coger toda la noche con mi hijo.
Ahí volvimos a misionero, en donde me lancé sobre ella, y sin mirar ni usar las manos, comencé a puntearla.
Un par de veces, amenace con su culo. Le gustaba la idea pero me dijo que yo aun no estaba listo para eso.
-Otro día, con practica y tiempo, le haces el culo a mami.
Seguí punteando hasta que di con su agujero principal, su concha, y se la metí de lleno.
-Aaaaay… asi…
Ahí comencé a penetrarla suave, pero de manera un poco mas intensa.
Fui subiendo el ritmo marcado por mi madre.
– Asi, mas rápido..aaah,, oooh…asi, segui asi papito, mi hijitooo…. Ya casi…
Me abrazo, y me beso en la boca, cosa que hasta ese momento no habíamos hecho, ni pensado en hacer.
Su lengua juguetona, invadia mi boca.
Incluso sabia besar por que no eran besos suaves, eran besos chupados.
Ella chupaba mi lengua, se bebia mi saliva, y me invitaba a hacer lo mismo.
Esa intensidad aumento mi ritmo sin darme cuenta, y comencé a penetrarla mas fuerte a mi mamá.
-Aaaah… oooh… aaay. Uyyyy…aaaaaaaaaaaah…..si…asi…maaaaas…. aaaaaaaaaah…
En un abrir y cerrar de ojos, tome impulso y se la meti completa hasta los huevos, haciendo tope con su cervix, y descargando en su útero, todo mi semen acumulado hasta el momento.
– Oooooooooooooooooooooohhh…
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!
Si grito fue mortal, como para que lo oyeran los vecinos.
Su orgasmo y el mío, fueron tan intensos que fueron largos.
Ambos nos convulsionamos un poco. Mi verga no paraba de meter leche en la concha de mi madre.
Ella no paraba de mearme con sus jugos.
Me desplome encima de ella, con mi verga aun ensartada.
Me quede dormido, al igual que ella, y despertamos al día siguiente, aun con mi verga algo parada, metida en mi madre.
Inauguramos el dia, cogiendo de nuevo.
Pero ya estaba, yo había ganado.
Aunque no coja solo conmigo y de tanto en tanto se busque otro macho (que de momento no lo ha hecho por que estamos cogiendo cada noche hasta dormirnos y cogemos cada mañana al despertarnos)(incluso durante el día su se da la ocasión), ya mi madre es mi puta, es mía. Me la cogí. La engañe para cogérmela ricamente.
Ya no hay vuelta atrás.
Es imposible que pase un día sin que uno de los dos, tenga ganas de un rico incesto madre hijo.
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