El secuestro de Lucía
Lucía es secuestrada de camino al instituto por su acosador .
El secuestro de Lucía
Lucia se había despertado temprano para prepararse a tiempo e ir a clase para el nuevo curso, ya pasaba a segundo de la ESO, Lucía estaba emocionada de empezar ya que el curso pasado fue emocionante, sacaba buenas notas, hizo muchas amigas y era muy popular con los chicos, ya que Lucía era una chica muy atractiva.
Lucía mide 1’58 cm, su cara es redonda pero muy hermosa, labios rojos muy llamativos, pelo castaño rizado, tiene buenos pechos para su edad, un buen culazo y unos muslos tensos.
La maleta ya estaba lista con todos los libros y cuadernos necesarios, y Lucía ya estaba vestida para irse, vestía con un top rosa que le habían regalado por su cumpleaños y unas mallas negras largas, las cuales le marcaban un poco las bragas.
Cuando Lucía salió de su casa todavía era de noche y hacía un poco de frío, la calle estaba solitaria y silenciosa, no había casas por el alrededor.
Lucía se dirigía a la parada del autobús que la llevaba al instituto, por el camino vio una camioneta blanca con una de las puertas de al lado abierta aparcada al lado de la acera, en la puerta había un hombre viejo y feo de unos 50 años mirando cosas, la joven pasó cerca de aquel hombre cuando pasó algo
Voz extraña: Lucía
Alguien la llamo y eso hizo detenerse por un momento, cuando se giro el hombre la atrapo con los brazos y la metio de un empujón a la camioneta, Lucía cayó de lado en la camioneta, no tuvo tiempo de recomponerse cuando aquel hombre se echó encima de ella tapándole la boca con una de sus manos, el viejo cerró rápidamente la puerta, con un movimiento brusco quito la mochila de la espalda de Lucía y la puso bocarriba sujetando sus manos con la otra mano.
La respiración de Lucía era acelerada, su ombligo subía y bajaba, mientras sus piernas y su pecho temblaban como un flan, el hombre acerco su rostro al de ella y con una voz ronca y tranquila le dijo:
Secuestrador: Si te portas bien, te prometo que no te haré daño.
Los ojos de Lucía empezaron a llorar, cayendo sus lágrimas por su rostro, el secuestrador quito la mano de su boca y empezó a secarle las lágrimas con su dedo índice:
Secuestrador: No llores pequeña,todo va a salir bien
Lucía: Sueltame por favor, no me hagas daño
Tras decir eso, Lucía empezó a sentir algo que se inchaba apretandole contra el cuerpo:
Secuestrador: Llevo preparando este momento desde que te vi por primera vez y por fin puedo estar contigo pequeña mía, ahora estaremos tu y yo juntos para siempre.
El secuestrador le dio la vuelta la Lucía y le puso las manos en la espalda, la joven pataleaba y gritaba intentando librarse de aquel viejo que la secuestraba, el secuestrador le ató las manos de manera que no podía moverlas mucho, tras atarla, el hombre la reincorporo contra su pecho jalandole del cabello, el secuestrador amordazo la boca de Lucía, lo que hacía que en vez de hablar se oyeran valbuceo, luego puso otra tela que le cubria los ojos:
Secuestrador: Así no darás complicaciones.
El hombre se detuvo abrazando a Lucía por detrás, y con su mano empezó a manosear los pechos de Lucía, los acariciaba y apretaba con su mano llena de arrugas.
Cuando el secuestrador dejó de tocar los pechos de Lucía, cogió unas sábanas muy grandes y envolvió a Lucía en ellas, uso otr un poco más pequeña para envolver su cabeza, con unas cadenas, ató el cuerpo de Lucía a un asiento.
El hombre se sento al lado de ella y mientras apretaba uno de sus muslos con la mano le dijo con voz suave:
Secuestrador: Nos vamos a casa pequeña
Antes de irse el viejo volvió a tocarle el pecho a Lucía
Secuestrador: Para ser joven estas muy desarrollada
El anciano se dirigió a la puerta y la cerró, el corazón de Lucía le iba a salir por el pecho, estaba tan aterrada que no podía pensar con tranquilidad, solo deseaba despertarse en su cama u descubrir que era una pesadilla.
El viaje fue largo y silencioso, solo se escuchaba el motor de la camioneta.
Cuando pararon, el viejo abrió la puerta y se acerco a Lucía:
Secuestrador: Hemos llegado pequeña
El viejo desencadenó a Lucía y la arratro hasta el filo de la salida, puso en pie a Lucía y la cargo en el hombro, el viejo puso su mano en su culo, le apretó un cachete y empezó a andar.
Al llegar a la casa, bajaron por unas escaleras, Lucía no paraba de moverse, pero le era inútil, el viejo la puso sobre una cama, empezó a quitarle las sábanas de alrededor de su cuerpo, cuando su cuerpo estaba libre de las sábanas el viejo volvió a tocarle los pechos:
Secuestrador: Me encantan tus tetas pequeña
El viejo empujó a Lucía y empezó a sobarle las tetas, empujaba su cara en ellas y las apretaba con sus manos.
El viejo le quito la venda de los ojos, Lucía volvía a ver, pero no era bonito lo que veía, lo primero que vio fue a su secuestrador entre sus pechos, luego se dio cuenta de que estaban en un sótano, un poco sucio y oscuro, con humedad en el ambiente, pero lo que más miedo le dio fue lo que vio en una pared, la pared estaba llena de fotos de ella, algunas eran tomadas desde lejos, otras de más cerca, había fotos que estaban tomadas por debajo de su falda, en las fotos aprecia en la calle, en el mercado, sola o acompañada, pero lo que le preocupo fue ver fotos donde salía ella en ropa interior en su habitación, también tenía fotos dentro de su habitación donde salía ella dormida, y un poco mas abajo había fotos de su ropa interior, ya sabía porque tenía que comprar tanta ropa interior cada rato.
El viejo la arrastró por la cama, quito sus ataduras de la mano y las ató a la cama, Lucía forcejeaba pero no podía hacer nada, aquel viejo tenía más fuerza que ella,el viejo se sentó junto a ella y empezó a acariciar su mejilla, la cual estaba empapada de lágrimas:
Secuestrador: Ahora nadie nos molestara pequeña, podre disfrutar de tu cuerpo, si te portas bien, mañana te llevaré devuelta a tu casa, pero si te portas mal te mataré y te enterrare, lo has entendido?
Lucía con lágrimas inundando sus ojos solo pudo asentir con la cabeza, el viejo se acerco a ella y le quito la mordaza
Lucía: Por favor no me mates, quiero vivir
Secuestrador: Tranquila cariño, solo te mataré si te portas mal, así que se una buena niña y todo saldrá bien
El viejo empezó deslizando su mano por el brazo de Lucía hasta llegar a su axila, empezó acariciando su axila para después empezar a lamerlo con su lengua, a Lucía le empezar a entrar una mala sensación en su cuerpo, se empezaba a sentir sucia.
El viejo volvió a subir y tomó la boca de Lucía con una mano, acerco su cara y beso a Lucía en los labios, los ojos de Lucía se abrieron como platos, su aliento apestaba y sabia horrible, los dientes del viejo eran amarillos y algunos podridos, el viejo empezó a lamer los labios de Lucía, cuando el viejo paro se quedó a centímetros de se boca para decirle a la joven:
Secuestrador: Me encantan tus labios, son muy suaves y saben a fresas, llevo queriendo besarte mucho tiempo
Le decía su secuestrador mientras le acariciaba el pelo.
El viejo le subió el top a Lucía hasta las muñecas y con unas tijeras corto el sujetador negro de Lucía, sus pechos quedaron al descubierto y el viejo no tardo en empezar a chuparlos y lamerlos, Lucía se sentía mal, ya que nunca alguien del sexo masculino la había visto desnuda y su primera vez estaba siendo abusada por un viejo.
El viejo comenzó a quitarle las mallas, cuando solo tenía sus bragas puestas, le acarició los muslos, deslizándose hasta su vagina, subiendo hasta el ombligo, su ombligo subía y bajaba del miedo que tenia en ese momento, su secuestrador acariciaba su ombligo, daba vueltas con el dedo sobre el filo de su ombligo y empezó a besarlo.
Cuando el viejo se canso empezó lentamente a quitarle las bragas, Lucía no podía mirar eso y decidió apartar la mirada y cerrar los ojos y esperar a que todo terminará pronto.
El viejo al quitarle las bragas empezó manoseando su vagina, le abrió los labios vaginales y dio un escupitajo, y lo restrego con los dedos, los dedos frotaban bruscamente su vagina, y le introdujo dos dedos dentro de ella, a Lucía la habían tocado por su cuerpo varios chicos, y lo disfrutaba, pero en esa situación lo odiaba por completo y solo quería morirse del asco, cuando el viejo paro empezó a quitarse la ropa y se desnudo por completo:
Secuestrador: Ahora vas a estar con un hombre de verdad pequeña
Lucía: No por favor, no lo hagas te lo suplico, soy virgen por favor
Lucía suplicaba en vano, y empeoró su situación al revelar que aún era virgen
Secuestrador: Si eres virgen habrá que arreglar eso, dame el honor de quitarte la virginidad pequeña
El viejo metio su pene dentro de Lucía, el sótano se lleno de los gritos de dolor y súplica de Lucía, mientras el viejo la embestia con fuerza y sin piedad, Lucía sentía un dolor descomunal de la vagina, y el viejo lo acompaño pellizcandole los pezones de sus pechos, Lucía gritaba como nunca lo había hecho.
Tras varios minutos el viejo terminó por eyacular dentro de Lucía, su ahora violador cogió un paquete de toallitas y limpio la vagina de Lucía que tenía sangre, y limpiaba los muslos de esta, Lucía rompió a llorar por la situación, no podía creer que su primera vez la hubiese violado un viejo verde.
Secuestrador: Has estado increíble cariño
Le dijo su violador mientras la besaba en la boca
Secuestrador: Ahora me voy a echar una siesta contigo, cuando despierte te llevaré devuelta a tu casa, siempre y cuando no intentes fugarse
Lucía: Te prometo que no haré nada, pero por favor no me mates, quiero volver a casa
Le dijo Lucía mientras lloraba
Secuestrador: No llores pequeña
Le contesto el viejo mientras la besaba y le limpiaba las lágrimas
El viejo se acostó abrazando a Lucía mientras le agarraba de los pechos.
Mientras que el viejo roncaba como un cerdo, Lucía no podía pegar ojo.
Tras varias horas en las que se sintieron eternas, el viejo despertó y con un beso en los labios de Lucía le dijo
Secuestrador: Lista para volver a casa pequeña?
Lucía solo asintió con la cabeza
El viejo la desató de la cama y le ató las manos a la espalda, volvió a envolverla en las sábanas y la cargo en el hombro hasta la camioneta.
Volvieron a pasar las horas por la carretera, cuando se pararon.
Lucía no sabía lo que estaba pasando, pero podía oír como una especie de sirena, escuchaba al viejo maldecir y buscar algo desesperadamente, cuando oyó una voz, el viejo empezó a hablar con esa voz misteriosa, tras un rato el viejo bajo de la camioneta, tras unos minutos Lucía empezaba a escuchar gritos de discusión
Secuestrador: No tienes derecho a mirar en mi vehículo
Voz misteriosa: Estamos en un control señor, y como no se tranquilice mi compañero le esposara
Secuestrador: Como me pongáis una mano encima, o mires en mi vehículo os mato
Voz misteriosa: Se acabó, Pérez esposalo, voy a inspeccionar el vehículo, aquí pasa algo
La esperanza volvía al cuerpo de Lucía, empezó a gritar y hacer todo el ruido que pudiera, cuando alguien abrió la puerta
Voz misteriosa: Pero que es esto
La voz empezó a destapar las sábanas y encontró a Lucía amordazada y totalmente desnuda
Voz misteriosa: Pérez llama a refuerzos y a una ambulancia ahora!!
Cuando aquella voz quito la venda de los ojos a Lucía, la joven pudo ver a un agente de policía
Policía: Tranquila chica estas a salvo
El agente sacó a Lucía de la furgoneta, la joven no pudo evitar abrazar al agente de la alegría
Lucía: Gracias señor gracias!!
Secuestrador: Que haces desgraciado, no la toques es mía!
Lucía: Por favor no dejen que se acerque a mi
Policía: Que te ha hecho ese hombre?
Lucía: Esta mañana ese hombre me secuestro cuando iba al instituto, después me violo en un sótano
Policía: Tranquila, ahora estas a salvo, te llevaremos con tus padres y yo mismo haré el informe de la denuncia, pero tendrás que contarme lo que pasó con detalles
Lucía: Lo haré pero por favor lleveme a mi casa
Los agentes detuvieron al viejo y llevaron a Lucía a su casa, los padres abrazaron a su hija y la joven declaró ante el juez todo el infierno que pasó por culpa de aquel viejo, tras unos pocos años de terapia Lucía se recupero y pudo volver a disfrutar de la vida sexual, mientras que su violador tuvo su merecido en la cárcel.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!