El sexo con la madre era genial, pero con la hija fue mejor – Parte II
Luego de que Sofía nos descubriera a su madre y a mi teniendo sexo, Ella no quiso dejar de participar, y vaya que bien lo hizo.
Como les conté, Sofía había participado como observadora cuando en un momento de desenfreno sexual, su madre Karina recibió una buena cojida de mi parte, y no se perdió detalle de cuando penetré a su madre con mi badajo de 26×7 por el culo. Sofía se auto invitó, a pesar de que su madre le advirtió que el tamaño de mi pija era excesivo para una piba de su edad. Pero como toda adolescente se las sabía todas, y sin más preámbulos se arrodilló y tomando mi falo desde la base del tronco, donde casi no podía abarcar con su manita la tripa, y se la llevó a la boca como si fuera lo más natural, su madre medio escandalizada le recrimina que de donde había aprendido a chupar verga, y Sofía le contesta que mirando películas porno con sus compañas de colegio, que en una pillamada a la que había sido invitada, vieron también como la mamá de su amiga le chupaba la verga al padre, que por supuesto la tenía mucho más chica que la mía, y que su hija se la mamaba cuando su madre no estaba. Y siguió prendida a mi badajo. le ponía un gran empeño y pronto me tuvo con la pija erecta, yo dije, esta es la mía, no puedo dejar pasar la oportunidad de tener sexo con la nena, y con el consentimiento de la madre. Y puse manos a la obra, mejor dicho a las tetitas de la pendejita, tenía los pezones erectos y puntiagudos, le dije que se sacara toda la ropa, ella no demoró en ponerse como Dios la trajo al mundo, la verdad es que la piba estaba para comersela de una. La arrodillé sobre una toalla grande, haciendo que su culito quedara paradito mirándome con su ojito trasero cerradito. Le abrí los cachetes y comencé a lamerle la conchita que todavía era prácticamente lampiña, apenas una pelusita, su conchita estrecha ya resumía juguitos, yo metía mi lengua lo más adentro posible, ella gemía y se retorcía, la madre se me acercó desde atrás y comenzó a mamarme la verga, yo metí un dedo en su ano, ella no se resistió, es más creo que hasta hizo para atrás la colita. Luego mientras seguís masajeando su clítoris con la lengua metí dos dedos y finalmente tres dedos y su culo estaba abierto como una flor.
Mientras Karina seguía prendida a mi verga, di vuelta a Sofi y poniendo sus piernas abiertas y sobre mis hombros, me aboqué a la tarea de pincelear sus labios vaginales con mi tolette, ya tenía la conchita como un volcán de caliente y chorreando, y sin mas preámbulos ubiqué la cabezota de mi pija en la boca de su caliente cueva y presioné. Comenzó a entrar y prontamente estaba atrancado, tenía la vagina muy estrecha para tamaña verga. Pero entrando y saliendo de a poquito fui ensartándosela hasta llegar a su himen, allí ya no tuve miramientos y con un buen empujón de caderas, la penetré hasta chocar con su útero, Sofía gritó y pedía que se la sacara, yo teniéndola totalmente ensartada, me quedé quietito hasta que las paredes de su vagina se relajaron y a pesar de que todavía apretaba mucho, ya pude deslizar lentamente mi pija por su canal, y así tomé ritmo, obvio que entraba solamente la mitad de mi verga, pero prontamente ella se acomodó al tamaño y empezó a disfrutar de la pija que la tenía empernada, pronto ya comenzó a gemir y se movía como una anguila, y de repente lanzando un gemido tuvo su primer orgasmo producto de una buena tranca, y vino un segundo y un tercero, casi se desmaya de la intensidad de los mismos, entre su flujo vaginal y la sangre de su virgo, todo era un enchastre, yo saqué la pija de su conchita, y sin demorar se la presenté al agujerito de su culo, y sin pedir permiso presioné contra su esfínter aprovechando el momento de calentura, entró la cabeza, seguí presionando mientras ella gritaba y lloraba, se la metí toda, hasta que mis huevos chocaron contras sus nalgas, yo estaba muy empalmado, les juro que mi pija parecía un riel de ferrocarril, y la monté con todo, iba y venía por el túnel de su culo, se la sacaba toda y se la metía sin perdón, y tanto bombear ese estrecho canal, se lo inundé con una tremenda acabada, hasta me costó expulsar el semen de lo estrecho de su canal, me quedé dentro de ella hasta que mi tripa se achicó y pude sacarla. Les juro que tenía el culo abierto y sangrando. Lloraba y gemía. La madre solo la miró, le hecho agua de la piscina y con un simple «Te lo avisé» se metió al agua, y desde ahi me dice, esto no va a quedar así. Más vale que a partir de ahora nos des verga a las dos al menos dos veces por semana, caso contrario te denuncio hijo de puta. Y allí mismo cerramos el trato con un tremendo beso de lengua entre los tres.
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