El tipo de la gasolinera me hizo chorrearme
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mimadaa.
La historia real fue que comenzó a hacerme falta la gasolina y no quería tragedias, por lo que pase a la gasolinera de por ahí por el lindero.
Al llegar me estacione en una de las bombas de servicio y nadie me atendía, aunque note que este chico que estaba de lado izquierdo me veía desde que entré y cuando por fin hice contacto visual con él, comenzó a hacerme señas con las manos para que me fuera a la otra bomba y pues, lo hice.
El despachador tenía una sonrisa bastante, como decirlo, ganosa creo que sería la palabra. Me dijo "UD no había venido nunca por aquí" a lo que le respondí haciendo un movimiento de negación con la cabeza y me respondió de inmediato -"Claro, a una mujer como tú no la olvidaría".
Honestamente me molestó un poco que fuera así de atrevido pero a la vez me halagaba el gustarle a ese pegadito, que viéndole con detenimiento no estaba nada mal.
Le pedí factura, para que ese dinero me lo pagaran en el trabajo, a lo que me respondió. – "Uy no guapa, ya salieron los administrativos, si quiere regrese mañana o…" – "o qué?"- atajé de inmediato – "O si quiere pues yo mismo le intentó para que no tengas que venir mañana hermosa, aunque me encantaría verte, no te quiero incomodar. He visto como lo hacen y hace poco nos dieron una capacitación, qué dices? LO HACEMOS".
Ese "lo hacemos" me sonó profundo, intimidante, como si a lo que menos se refiriera fuese a la factura, además me miraba de una manera en la que sentía que en cualquier momento me arrancaría la ropa.
En fin, pues que más daba, de todas formas ya iba tarde a la reunión con mis amiga; lo seguí hasta una pequeña oficina donde debe estar una contadora o contador que expide facturas y digo una o uno, porque de verdad era pequeño el lugar, asfixiante diría yo.
Estaba polarizada en acabado tipo espejo, supongo que ora que los clientes afuera no vieran el manejo de documentos y dinero. Al llegar me dijo -"Pásale hermosura" – yo entonces no sabía qué tan pequeña era esa covacha pues todo estaba realmente oscuro, él ya estaba al Interior, cuando di un par de pasos hacia adentro sentí intempestivamente un jalón de la cintura y una mano olorosa a gasolina en la boca.
-"Pásale chiquita, lo que menos te interesa a ti es la factura, uy a las perras como tú las olfateo, tú puedas a gritos que te meta la verga hasta las tripas" – se rió en mi oreja mientras comenzaba a subir la mano por dentro de mi blusa, hasta que topo en una de mis tetas y comenzó a amasarla.
En ese momento mi sorpresa y desesperación por soltarme se convirtió inmediatamente en algo placentero de lo que lo menos que quería era huir, así que lo sorprendí. Me volteé lentamente hacia a él y le agarre el bulto que ya estaba formado en su pantalón y comencé poco a poco a regalarme hacia a abajo y le saque del bulto una verga deliciosa, bastante larga y gruesa, mmmmmmm todavía me la saboreo y sin más preámbulo me la eche a la boca y comencé a succionar como un bebé que no ha comido en todo el día, estaba lleno de pelos y olía a grasa, recordar que era un puerco despachador de gasolina me excitaba tanto que de pensarlo escurría,
Le llene todo el pito de baba, se lo jale con una ganas y desesperación que estoy segura nunca había sentido, hasta que ya no aguantó más. Me dijo -"Tenemos que apurarnos pinche putita, porque solo estamos yo y otros dos compañeros y hay trabajo me van a extrañar, pero de aquí no salgo hasta que te travieso la panocha" para pronto me jaló el pantalón tan fuerte que me quemó al rozar la mezclilla en mi piel, pero ya nada me importaba, yo solo quería que me la metiera ya.
Me puso de frente al escritorio, y él se puso tras de mí, me hizo a un lado la tanga roja de encaje que llevaba y sin ningún consentimiento me dejó ir la verga hasta las entrañas, se movía como un animal y me atravesaba una y otra vez, mis gemidos era de una pinche gata en celo, quería más, más y más, quería que me la empujara todavía más adentro, que me rompiera, en eso paro y yo no entendía hasta que lo vi bajarse y arrancarme la tanga me metió de bulto tres dedos, aaaaah! Dolía porque comenzó a cogerme con los dedos, me los metía y sacaba como un salvaje el
Desgraciado y de pronto se prendió de mi clitoris, me lo mamaba como niño quito pegado al pezon y de pronto me hacía revolcarme de dolor porque me lo mordía, yo ya no podía más, jamás había sentido una cosa semejante, estaba convertida en lo que me fascina, una puta, una perra caliente gozando, de pronto le grité: -" ya por favor, ya! No aguanto las ganas de hacer pipí" el perro se carcajeó y siguió atravesándome con los dedos y mamandome como un marrano y de pronto, me retorcí, sentí que no podía más que me iba a morir de placer y comenzaron a salirme chorros y chorros de jugos de la ponocha, él se carcajeaba y abría la boca para tomárselo todo, yo no sabía que era pero estabas gozando como una perra en celo, cuando termino me la volvió a meter y en poco tiempo se vino echándome toda su leche caliente adentro, como para marcarme como una vaca
. Sin siquiera límpiese se cerró el Overol de nuevo y con las manos llenas de mis jugos se salió de ahí, sin siquiera voltearme a ver o decir nada, yo solo atine a tomar unos pañuelos desechables que estaban ahí ya limpiarme un poco, salí corriendo su latiéndome la panocha de placer, tanto que ni me fijé y deje los calzones, me trepé al coche y cuando voltee estaba coqueteando con otra gata en la misma despachadora que me conoció a mi, baaaah!
Eso que?
Lo que yo quería ya lo tuve y creo que mmmmm volveré por más "gasolina" pronto.
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