El Vigilante de la Privada 11
Matt sigue avanzando, se va acercando a las niñas que desea, aunque la situación se vuelve extraña, pero mas erótica….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
11
Era una noche de tormenta, no sabían cómo, pero un huracán cercano parecía estar golpeando las costas y debido a la situación podría ser que el día siguiente no hubiera clases o parecido, al menos eso era lo que pensaban muchos vecinos, quienes veían desde sus casas caer el agua con tanta fuerza, que no sabían lo que sería mañana, aunque eso poco le importaba a una pareja, que tenían una visita muy especial, debido a una emergencia, la señora Akiko había salido a verse con su madre, pues su padre tuvo un pequeño accidente, un refriado que se convirtió en pulmonía, así que estaría fuera toda la noche, por suerte fue antes que iniciara la tormenta, así que estaba segura en el hospital, y la pequeña Kimmy, lejos de quedarse en la casa de mamá, fue al cuarto del vigilante, pues algo en su cuerpo la obligó a ir. La chiquilla estaba caliente, quería sentir a su macho tomarla como la hembrita que era, sentir como se la metía hasta el fondo cuando hacia tanto frio, no le importaba mucho que este tuviera una novia formal, ella deseaba sentir el cuerpo de aquel hombre que la hizo suya a como diera lugar, así que fue y acabó en una situación inesperada, pues antes que pudiera reaccionar, le dejaron entrar, pero como si fuera una especie de broma, el joven Matt, comenzó a desvestirla, frente a su pareja, una chica mayor, a quien no soportaba, estaba celosa de ella, sabiendo que podría acostarse cuando quisiera, estarla embistiendo, besarla y sobar todo su cuerpo, odiaba la idea, pero antes que se diera cuenta, la pobre Kimmy, estaba con las piernas abiertas, dejándole a la Carmela, que le comiera la vulvita, haciendo un increíble trabajo oral, logrando con esto que la niña se sintiera confundida, pues jamás espero que la tipa esa le diera esa sensación erótica, una tan grande, que pese a dar fuertes gemidos de placer, ninguno sería escuchado por la tormenta.
Mira mi pequeña Kimmy, eres toda mía, eso lo sabes, pero yo soy como todo un gorila, eres solo una de mis putitas, así que prepárate, porque la jefa es Carmela, y si ella quiere, también puede hacerte sentir bien – decía mientras sometía a la chiquilla.
No te preocupes tesoro, que yo sabré tratarte muy bien, no sabes lo que puedo hacer – dijo mientras lograba con su lengua que la niña se corriera en un fuerte orgasmo, el cual le hizo delirar por unos segundos, pero antes que pudiera reaccionar, la tipa esa le daba un beso con el sabor de sus mismo jugos sexuales.
Luego de eso el joven se pondría para cabalgarla, acostándose en la cama para ensartarse a la niña quien estaría más contenta con eso, disfrutando de un verdadero placer sexual, una verga abriendo su interior de una manera firme pero cuidadosa, mientras era penetrada con una fuerza considerable, la suficiente para sentirse poseída hasta la medula, pero al mismo tiempo una sumisión por el instinto de ese hombre, quien la tenía tan controlada, tanto así que antes de darse cuenta, Carmela volvía a hacer de las suyas, comenzando a besarla en los labios, rozando sus enorme tetas sobre sus coquetas puntitas, mientras se acomodaban para que el hombre la penetrara con su lengua, haciendo un trió inesperado, el cual lograba que Kimmy se perdiera, entre los toques de su hombre, aunque súbitamente sentiría una invasión, pues la joven le estaba tocando con toda libertad, alcanzando cada centímetro de su cuerpo, incluso metiéndole un dedo por el culito, lo cual le daría una reacción extraña, una súbita corriente eléctrica por todo el cuerpo haciéndole explotar con una sensación tan placentera, le haría pujar un poco, aunque al superar la sorpresa, casi deliraría ante uno de los orgasmos más intensos de su joven vida, corriéndose de una manera tan intensa que sus mieles estarían escurriendo mientras la nena hermosa suspiraba desfalleciendo, pero solo sería el comienzo.
A esta chiquita le gusta – se decía Carmela mientras la volvía a besar, sintiéndola más sumisa, pues bien se había dado cuenta que era de esas niñas que se dejaban hacer de todo, por lo que la acariciaba con sumo cuidado, para seguir encendiendo su cuerpo.
Después de eso la niña seguiría recibiendo un tratamiento especial su cuerpo sería usado de una manera viciosa, le harían sentir tanto calor, que terminaría delirando, le hicieron decir que eran una putita, que le gustaba el plátano y la papaya, le enloquecieron entre juegos, y al final acabó desfalleciendo, sudando, perdida en un ardor sexual, así como lo hizo con el numero de orgasmos que tuvo, todos acompañados de fuertes gemidos sexuales, y si nadie se diera cuenta de ello, era por causa de la tormenta, la cual no dejaría que nadie dejara sus casas, pues era tan fuerte que nadie podría salir siquiera un metro porque terminarían empapados, aunque aún así, Matt tendría que dejar la cálida cama para revisar todo, haciendo acto de presencia para lucir confiable, cosa que muchos agradecieron pues sentían que a diferencia del abuelo Benito, quien no podía hacer tanto debido a la edad, el nuevo guardia no tenía problemas, aunque eso que hizo sería sólo una escusa para dejar a la nena en su casa, a quien le diría:
Y recuerda Kimmy, eres mi putita, tú haces lo que yo te diga, y si quiero que armemos un trió, tu abres las piernitas y te dejas chupar o metértela hasta el fondo, entendido – decía el joven mientras le sobaba el cuerpo bonito.
La niña asintió, aunque no le caía bien Carmela, no podía negar algo, aquella joven le había hecho sentir una gran cantidad de orgasmos, haciendo sentir una tormenta interior, toda esa excitación había causado un remolino en sus emociones, en su mente, además que igual a su madre, tenía una faceta de víctima, la cual le hacía sentir un placer al cual se hacía adicta, no podía pensar con claridad, solo quería seguir siendo empalada por esa verga, así que aceptó porque gozaba tanto. De igual forma el rondín seguirían, estaría revisando por todas partes Matt, esperando mantener las apariencias, por suerte usaba un grueso impermeable y botas, porque aparte el agua había inundado hasta arriba de los tobillos, se volvía difícil caminar, de hecho ninguno de ellos salió, estaban encerrados, así que le pedirían algunos favores, no le gustó mucho, pero aceptaría, con tal de quedar bien, en especial con las madres de las niñas que les faltaban, y ahí podría tener un pequeño acercamiento, pues mientras se organizaban todos, Valeria no dudaría en hablar con el vigilante, quien le sonreía en una especie de coquetería compartida, de igual forma en la casona de Edna, la niña le pediría un pequeño favor, siendo igual con Laurita, quien quería algo, aunque su madre no estaba interesada, pero eso le ayudaba al hombre para acercarse a las nenas que le faltaban por seducir, acudiendo a la tienda para comprar cosas muy sencillas, creando, o al menos así lo esperaba un poco más de confianza con ambas residentes, aunque seguía habiendo la distancia debido a los malos entendidos, así mismo se acercaría con el padre de Janet, quien pese al mal clima tendría que ir a trabajar por ordenes de su abusivo jefe, quien pese a tener el día libre, lo mandaban llamar, o eso mientras este aparecía, pero en vez de dejar a la nena en manos de los vecinos, buscaba a Carmela para cuidarla, detalle que alegró al pobre tipo, quien vería a la joven casi en pijama, y le diría:
Perdone, Carmelita, podría cuidarme a la nena, es que no tengo tiempo, y bueno mi jefe, ah que cosas digo – dijo desesperado el hombre viendo el cuerpo de la muchacha, deseando meter su cara entre las redondas tetas.
No me diga, quiere que cuide a su nena hermosa mientras va a trabajar, porque su jefe no le dejó descansar, no hay problema – dijo Carmela sin muchos problemas, dándose cuenta que el hombre no dejaba de verle los pechos, detalle que le divertía un poco.
El hombre agradeció, y más cuando la vio salir en su traje de “sirvienta” aunque con botas de goma y fue a la casa del hombre para ver a la niña, quien estaba muy calmada viendo la tele, tan inocente que ni se esperaría que hace unos días estaba desnudita en la cama disfrutando de 2 pérfidos amantes que la usaron a su gusto, aunque la nena hermosa estaba muy tranquila, pero al ver a Carmela, se emocionaría mucho, para quedar en sus brazos, restregando sus manitas en ese cuerpo, logrando que su padre se sintiera incomodo, pues el también deseaba sobarlos, y tras unas cuantas recomendaciones se iba, contento de pensar que al regresar la jovencita estaría ahí, sintiéndose como si fuera su esposa, detalle que era un ligero consuelo. Mientras eso ocurría, Matt regresaba y veía al padre de Janet salir corriendo, y sólo pudo sentir pena, con semejante lluvia, tenía que salir para trabajar, y seguramente sería tratado como basura, era su patética vida, por eso se estaban aprovechando de este los vecinos, lo cual le hizo pensar ¿Qué sería de Janet? Y casi se iba a buscarla, cuando se dio cuenta que no estaba Carmela, lo que aseguraba que estaría con la nena, lo que le hacía pensar que debería visitarlas, sólo que en mal momento llegaba una nena a suplicar su ayuda, y el no iba a negarle nada. Valeria estaba corriendo con su impermeable y botas para la lluvia, lo buscaba porque se había ido la luz en la casa, parecía que el agua quemó algo, un cortocircuito, no se supo explicar la preciosa niña, pero eso le daba escusa a Matt para ir a la casa, aunque sería un poco peligroso, toda la familia estaba ahí, solo que ver a la niña con solo una playera, de manga corta, un pantaloncito ajustado, prácticamente una mallita cubriendo su redondo culito, mm, resultaba una delicia visual que jamás espero tener tan cerca, además que se le marcaba tan bien, que se le notaba el calzoncito, y le miraba con tanto cuidado, con disimulo, no queriendo que nadie se diera cuenta, aunque al llegar parecía que algo había ocurrido, pues el padre de la niña estaba chillando, intentó solucionar todo, pero no le salió como quería, dándose una descarga ligera que lo hizo ver tan mal frente a los suyos, además que uno de sus hijos quiso burlarse y salió igual, ahora la mujer los estaba mimando, por su “valiente esfuerzo” mientras que su segunda cría se encerraba en su cuarto para jugar en su celular, aprovechando los datos. Matt no era experto en esas cosas, pero sabía un par de trucos de electricista, usando guantes de piel, desconectando antes la corriente, empezó a revisar los fusibles, aunque estaba algo oscuro, la caja estaba en un pequeño cuarto algo oculto al fondo y no podía revisar nada a una mano, por lo que Valeria no dudo en ayudar, aunque en menos de lo que esperaba ocurriría algo delicioso.
Con la escusa de alumbrar mejor y aprovechando su poca estatura el vigilante la acomodó justo enfrente con una lámpara, este se le pegaba a ella para ver mejor, un plan alevoso para poder empezar a sobar su verga en el redondo culito de la niña, pues ya no quería seguir aguantando más, como hacia tanto frio requería de hacer algo que le hiciera hervir la sangre, además debía empezar a tantear terreno con la nena, así que se empezó a mover mientras su verga se restregaba en sus formadas nalgas, siendo unos movimiento ligeros, pero que le permitían sentir todo con claridad, aunque eso era con el joven, mientras que la nena era diferente, esa carne se quedó fija en su culito, dejándola algo nerviosa, aunque no sabía si eran sólo imaginaciones suyas, porque Matt se movía con toda calma, revisando bien, como si nada de eso sucediera, pero entre las nalgas la niña sentía como le sobaban, siendo una sensación indescriptible, recordando las clases de anatomía de su escuela, pero también a sus amiguitas diciéndose cosas, en ese sentido ella era tan ingenua, pero súbitamente empezaba a comprenderlo todo, pues casi el guardia de seguridad, la estaba penetrando en la oscuridad de su casa, mientras su madre preparaba una canela para mimar a sus 2 hombres valientes, sin imaginar que su hija empezaba a sentir por primera vez el placer sexual, de una manera casi inocente.
Oiga, joven Matt, dígame una cosa – decía fugazmente la niña sin dejar de sentir aquella verga.
¿Qué pasa? Ya ten cansaste, ya casi acabó, es que todos los fusibles se quemaron, perdón, me tardaré un poco – dijo inocente el joven evitando que pensara mal, o eso creyó.
Dígame, yo le gusto un poco – dijo con una voz silenciosa aprovechando que estaba cerca.
Pues eres una niña preciosa, seguro que te sobran galanes en la escuela, si tuviera tu edad seguro te invitaba a salir – aseguró Matt cambiando uno de los fusibles arreglados.
Ahora se movía de manera más sutil, pensando que se había pasado un poco, quizás la niña no estaba cómoda, pero al querer alejarse tantito, y para no lucir sospechoso agarraba algo a la distancia, al regresar, pudo sentir como la misma nena se apoyaba ligeramente en su pelvis, lo que le hizo darse cuenta que podría estar pasándola bien, aunque necesitaba comprobarlo, pero justo en ese momento Valeria diría:
Es que como se mueve mucho me dio cosquillas abajo, y se sienten rico, aunque me da un poco de miedo – decía inocente la niña.
Ah, ya veo, perdón, es que necesito hacer muchas cosas, jejejejee – se reía de manera traviesa Matt, llamando la atención de la niña.
¿Qué pasa? Joven Matt – preguntaba Valeria algo nerviosa.
No, es que si ya sientes cosquillas ahí, es que ya eres señorita, te creí más niña, aunque me halagas, porque esa sensación solo se da cuando a una nena le gusta un hombre – dijo astuto él.
En serio – respondía confundida la niña, cayendo en el juego del vigilante.
Si, a las mujeres que les gusta alguien sienten esas cosquillas – continuo astuto Matt.
Bueno, usted es de esos hombres rudos, a muchas de mis amigas les parece atractivo, supongo que está bien – decía la nena algo inquieta, pensando en lo que le decía el guardia, mientras este más confiado se movía para seguir restregando su verga en ese culito redondo, logrando que la nena gimiera un poco.
Mm, y supongo que a ti te gustan los hombres fuerte, porque veo que te está gustando esto, y no me mientas, tranquila, es natural sentirse así, a los hombres nos encantan las niñas como tú, mas cuando son cariñosas – decía y súbitamente hizo un movimiento un poco más rudo.
Es que se siente raro, pero si me dice que es normal le creo – decía con un hilillo de voz mientras una holeada de calor y humedad se sentía en su cuerpo.
Si, es normal, a las nenas como tú les gustan los hombres fuertes, no te asustes, además dejas de ser una niña, así que tranquila, siendo franco me resultas una chiquilla preciosa, no le tienes nada que envidiar a nadie – dijo con cierta coquetería en su voz.
Ante esas palabras el juicio de Valeria se nubló y comenzó a tallar su culito intencionalmente, no sabía porque, solo por culpa del instinto se daba, haciéndola gemir un poco más, mientras Matt terminaba de disfrutar aquel pequeño cuerpo delicioso, pues en unos movimientos acabó de arreglar la falla, hasta que para sorpresa de ella misma, al ir sobando su vulva su mismo calzoncito ejercía más presión, era algo nuevo, le gustaba mucho, no imaginó que los chismes de sus amigas fueran ciertos, y tan intensos, ahora estaba con un joven, quien miraba desde lejos, no es que le gustara, sin embargo, le dijo bonita, parecía buscar algo con ella, y aceptaba porque le despertaba una emoción sensual que desconocía, nadie la había tratado así antes, su mente se nublaba por aquella sensación tan fuerte, fingiendo una penetración que iba aflorando un calor único, era lo mejor que había sentido, se mordía el labio para no gemir más fuerte, antes que se diera cuenta acabarían corriéndose, apenas ahogando sus pujidos, sintiéndose acalorada, pero en eso sintió unos besos en su cuello subir hasta sus labios, jugando un poco con su lengua, lo cual le estaba haciendo una revoltura en su mente.
Esto es un pequeño juego, entendido, si quieres que sigamos haciéndolo mantenlo en silencio, para que luego no nos digan nada, porque los papás pueden ser muy regañones – decía Matt en su oído haciendo que la niña se excitara más
La nena le diría un tenue “si” antes de darle un beso mas, con el que se despedían, pues justamente llegaba la mamá a ver qué ocurría, contenta de que regresara la luz, y el vigilante, le agradecía mucho por su ayuda a Valeria, quien se portó muy bien, pues de otra forma se hubiera tardado mucho tiempo, lo cual hizo que la niña se sintiera nerviosa, en especial cuando se viera al joven irse, logrando dejarle muy roja, detalle que notaria la mamá y le diría:
Cálmate niña, es muy grande para ti, y no tienes permiso de tener novios – dijo la mujer pensando que su hija sentía un enamoramiento infantil.
Yo no dije nada – se quejó Valeria algo nerviosa, regresándose a su cuarto.
Por desgracia no daría ni 10 pasos a la tormenta cuando alguien le llamó, aunque no le disgustaría, igual se trataba de la madre de Laurita, quien estaba con la de Edna, pidiendo ayuda, sufrían de lo mismo, una falla eléctrica, lo cual le haría acudir para revisar, nuevamente intentó ayudar, aunque en la casa de una se hallaba otro problema, pues parecía que todo era causa de un corto circuito, y antes de cambiar los fusibles debía revisar que pasaba, lo cual le tomaría tiempo, checando las conexiones, por lo que las 2 señoras se fueron a la casa de una, para ver algo que una estrenó, lo cual le daría una nueva oportunidad, en especial cuando cierta chiquilla se le acercara:
Yo sé algo que tú no sabes – decía Edna viendo al joven revisando las conexiones.
Sabes donde es el problema ¿cierto? Mm – dijo algo inquieto Matt viendo a la nena con su pijama.
Sí, pero no te lo diré – aseguró con una voz traviesa.
Mm, y que tengo que hacer para que me digas, porque si no voy a tardarme mucho – jugó un poco Matt, fijándose en la niña que venía con su pijama aún puesta.
Si me das un beso, te lo diré – dijo coqueta la chiquilla, pues quería aprovechar que no estaba su madre, quien siempre estaba de odiosa, y su padre, era otro caso odioso.
La chiquilla estaba pensando en hacer un movimiento por ella misma, quería acercarse al guardia, le gustaba mucho, no se parecía a los bobos mocosos, que seguro ni se les paraba la verga, o los maestros que le tocaron clases, eran lamentables, en especial le caía mal el de educación física, un flaco bigotón desobligado que siempre veía de más a algunas alumnas o peor aún, el de gimnasia de su curso por las tardes, quien era un afeminado mañoso. Por eso le gustaba Matt, el era muy varonil, tan rudo, además, desde que empezó a hacer ejercicio a cierta hora, le llamaba más la atención, aunque muchas veces iba con su novia, eso la ponía tan celosa, por lo cual ahora intentaba algo, y vaya sorpresa que recibiría, pensando en que debería coquetearle más, pero el joven al saberse seguro, no lo dudó, besándola en los labios, un poco tímido, no quería asustarla por ser tana atrevido, aunque rompería cualquier barrera.
Bien, pequeña traviesa, ahora donde está la falla – dijo Matt, después de ese pequeño beso, que sorprendería a la niña, sintiéndose un poco abrumada, pero tan contenta, porque salió mejor.
Sígueme – dijo algo inquieta, quería seguir disfrutando, pero no era sencillo, su cabecita estaba dando vueltas por dentro, necesitaba pensar mejor las cosas, aunque estaba contenta, y pensó en como continuar con el juego dejándole dentro de su cuarto, detalle que notó el vigilante.
Este al ver dentro, sabía que la niña quería intimidad, con ese beso sencillo le dejo ver que había seguridad, seguro pensó que le daría uno en la mejilla, pero se lo dio en los labios, haciendo que se quedara inquieta, tratando de pensar en algo, sin saber que Matt ya la estaba manejando, y ella caía en su juego, pues sintiéndose segura, le llevó a su cuarto donde ella pensaba que podrían pasar cosas, y una vez dentro, para no asustarla el joven siguió su juego, buscando la conexión eléctrica, aunque sabía perfectamente que la niña intentaría seducirle, o al menos hacer algún juego con el cual poder acercársele más.
Oiga, joven Matt, no pensé que me fuera a dar un beso en la boquita – dijo algo inquieta Edna.
Mira, eres una nena hermosa, no te lo voy a negar, y si me das entrada, ja, claro que la aprovecho, si soy mucha bestia, ja si te contara las cosas que he hecho, te termino de criar preciosa – decía juguetón mientras revisaba los enchufes.
En serio – decía algo inquieta Edna, pues no esperó que Matt fuera tan abierto.
Por eso adoro a mi novia, ella también te podría enseñar varias cosas sobre como seducir a los chicos, cualquiera que quisieras estaría a tus pies, aunque no me cuentes en esos, yo soy mucho macho y me gusta dominar – seguía diciendo juguetón fingiendo revisar la luz.
Ya veo, pero a mí me gusta experimentar, aunque mamá me dice que estoy muy chiquita, pero así soy, dígame guardia Matt, usted cree que soy bonita ¿cierto? – decía la niña algo indecisa.
Por favor, lo que son tu, Laurita y Janet son las nenas más preciosas de la privada, y eso es decir mucho porque todas están guapísimas, por eso me conseguí novia hermosa para no hacer una estupidez – agregaba con cierto encanto Matt sabiendo que debía alagarla.
Entonces, usted piensa que soy bonita, pero, mejor dígame más, es que no le entiendo – seguía diciendo un poco inquieta la niña, pensando en cómo acercarse más.
Ese fue el momento clave, ya no le importó mucho al vigilante, sabía a qué venía la niña, ella quería algo, el podía dárselo, y no lo dudó, se le acercó para besarla, pero no un simple beso, al principio, empezó como antes, pero en segundos comenzó a ser más apasionado, no le dejó escaparse, tomándola de la cintura para sujetarla, eso la sorprendió un poco, asustándola, más iba lento, acariciando su espalda, relajándola, luego comenzó a, jugar con su lengua, lo cual fue delirante, eso no se lo esperaba, pero se sentía tan rico, que se dejaba llevar por aquel juego, al verla que intentaba seguir sus movimientos bucales, la alzó para tenerla a su control, ella por inercia le abrazó del cuello de manera que se aferraba mejor, sus piernitas trataron de abrazarlo, permitiéndole sujetarla del culito, que era muy suave y grande, así que lo sobaba con cuidado, tratando de estimular su vulva pequeña, lo cual le daba una ventaja sobre la chiquilla, que suspiraba contenta, dejándose llevar por todas esas sensaciones inesperadas, pero tan deseadas, ahogando sus gemidos en la intensidad de un beso candente, algo hacia demasiado bien el joven, quien estaba tomando el control de toda la acción, sometiendo a la pequeña lolita que se emocionaban por aquel contacto tan lujurioso, mientras que Matt sabía cómo manejar a tan linda nena, estimulando su ligero cuerpo de tal manera que podía hasta oler como sus jugos iban escurriendo, viendo por sus reacciones como se perdía ante esas sensaciones, mientras sus puntitas se endurecían al punto que le molestaban, pero también su énfasis al sobarse iban causándole mayor placer, que terminaría al correrse la niña, justo a tiempo cuando súbitamente escucharían la puerta abrirse, era la mamá de Edna.
Rápido, al despacho de mamá, las computadoras, esta junto al baño de abajo – decía la niña algo ajetreada, antes de soltar al joven, quien la dejó en la cama.
No lo dudó Matt, fue al lugar señalado, iba con sus cosas, fingiendo que estuvo checando los enchufes arriba, le fue explicando a la señora lo ocurrido, que sólo le faltaba su oficina, pero que no quería entrar sin permiso, detalle que le agradó a la mujer, quien vio en el joven alguien muy respetuoso, luego de eso este revisaría, siendo como le advirtió la linda Edna, pues había un olor a quemado, y dijo: mire señora, la extensión esta vieja, esto causo el corto circuito, lo mejor será cambiarla; palabras que le cayeron mal a la tacaña mujer, quien luego escucharía una risa, siendo su hija quien le diría: te lo dije; palabras que molestaron a la señora, pero no se quejó más porque en segundos el joven arregló todo. Luego de ello se iría a la casa de la pequeña Laura, donde tendría que acomodar algunos fusibles y listo, el problema era menor ahí, pero la niña se le quedaba viendo fijamente, lo cual le sorprendió mucho, en especial cuando se fijaba que no fueran a descubrirlo, aunque pronto se calmaría, pues viendo que no estaba su madre, le preguntaría muy tranquilo:
Eh, te puedo ayudar en algo Laurita – decía más calmado Matt viéndole.
Es que Edna me mandó un mensaje, dice que a usted le parezco una niña preciosa, dígame, es cierto – dijo algo inquieta la preciosa niña, dándole a entender que pasaba.
Claro que lo eres, es fácil decirlo, o acaso los niños de tu escuela no lo hacen – decía Matt relajado.
No, ellos no me dicen nada – confesó tímida Laurita.
Ah, pero que se esperaba de críos así, no saben tratar a una belleza como tú, estas preciosa, te lo juro por lo que más quieras, si yo fuera de tu edad serías mi novia – decía con cierta fuerza Matt, sorprendiendo a la niña, quien se ruborizaría.
No lo creo, para muchos soy una niña flaca con dientes chuecos – decía la niña a quien le estaban cambiando algunos dientes, pero no los tenía feos
Ah, mira, tú en unos años, igual que Edna y Janet, se van a poner preciosas, igual que mi novia o las gemelas, te lo puedo asegurar – dijo seguro el vigilante, sabiendo por donde iría todo.
En serio, no te creo – decía la niña algo ingenua, aunque inquieta…
En eso Matt se aprovecharía, sabiendo que no tendría otra oportunidad, que siendo una niña tímida, debía ser contundente con ella, la tomaría de los labios para besarla, por suerte el arregló fue sencillo, y la madre era algo paranoica, pero también una gran chismosa, así que tenía tiempo suficiente para divertirse un poco, aunque no debía ser muy brusco, sin embargo en ese ligero beso que le estaba dando, le enseñaría como hacerlo, empezando primero con un toque de labios, pero en segundos se volvía algo más intenso, para ir sobando su pequeño cuerpo, que estaba cubierto por un pantas rosita, que no le alegraba mucho la vista, pero lo iba haciendo un poco a lado para sentir su bonito cuerpo, sobando primero sus tetillas, que le dieron cosquillas, haciendo que esta se riera un poco, lo que aprovechó, enseñándole a jugar con su lengüita. No habría mucho tiempo, pero sabía que debía hacerla gozar, el placer era la base para tomar control de cualquier putita, así que sobándola le metía la mano hasta tocar la vulvita, sin embargo lo haría por fuera de la ropa, detalle que le sorprendió, pues le dijeron que nadie debía tocarla ahí, solo que al no intentar tocarla directamente se relajaba un poco, entrando en confianza, en especial cuando iba sobando con cuidado esa parte tan delicada, logrando que se calentara de forma inesperada, pues realmente la chiquilla no conocía nada de eso, pero su cuerpo respondía, una oleada de calor intenso iba recorriendo cada célula, haciendo que deseara gemir, pero su boquita era atrapada, mientras sus manos se aferraban al pecho del joven, quien la tenía a su merced, no era para menos, la chiquilla se entregaba, a tal grado que acabaría corriéndose de manera abundante, en un silencioso gemido.
Eres igualita a mi chica, que no te quede duda, eres preciosa Laurita, cuando quieras te enseño más, pero no le digas a los demás, tu sabes, la gente se enoja por todo – dijo entre unos tiernos besos Matt a la nena.
Entonces, si le gusto, pero – iba a preguntar algo más cuando se escuchó la puerta abrirse de su casa, siendo su madre, quien llegaría para escuchar.
Las 2 están preciosas, no te creas lo que te dicen los niños de la escuela, que estás flaca o con dientes feos, si yo fuera de tu edad estaría contento con tener una novia como tú o Edna – decía fraternal Matt, mientras tomaba sus cosas para marcharse.
Todo bien – dijo la señora algo curiosa.
Claro señora, solo unos fusibles que se quemaron, y bueno, Laurita estaba algo inquieta, se creería que le dicen cosas los niños, son unos bobos – dijo astuto el joven y la niña asintió.
Si me dicen flaca o de dientes chuecos – decía mientras enseñaba como le salían algunos.
Ah, eso otra vez, mija ya te lo he dicho, no le hagas caso a esos niños, ya ves, aquí el guardia te lo asegura, si fuera de tu edad le gustarías mucho, eres preciosa, mm – aseguró algo molesta, parecía que el problema no era nuevo.
Tranquila señito, pero si quiere, luego contrate a Carmela para que cuide a Laurita, ella le podría enseñar un par de cosas para tratar con bravucones – añadió muy tranquilo Matt, buscando verse gentil, aunque miraba de reojo a la niña que estaba ansiosa.
El vigilante se retiraría, y se daba cuenta que Laurita quería decirle algo, pero no era posible, su madre era muy posesiva, aunque se mostraría más calmada, parecía que su fachada de buen tipo, comprometido con su novia, le hacía evitar sospechas, e iba a retirarse a su casa, donde llegaría para activar las cámaras, sabiendo que al momento, seguramente su Carmela ya estaría haciendo algo con Janet, y no se equivocaba, pues no supo cómo, pero al enfocar la cámara, ambas estaban enlazadas en un beso apasionado, mientras su novia solo vestía su lencería, pero la nena estaba completamente desnudita, dejándose meter dedos de una manera casi deliciosa, era un deleite verlas, además las manitas de la nena alcanzaban las enormes tetas de la mujer, quien no dejaba su boquita en paz, y desde ese ángulo se veían los muslos infantiles de una forma preciosa, que no parecía ser real, porque se le pondría la verga al límite, deseando ir a la residencia, para hacer de las suyas, tomar a ambas putitas y montarlas como tenía ganas, aunque en ese maldito momento un sonido, su celular sonaba, siendo una llamada de su inmundo jefe, quien le decía:
Eres tu Matt o un cocodrilo ya te comió – dijo con fingida calma.
Jefazo que quiere, en que le ayudo – respondió con fingida amabilidad.
Mira, ya lo decidí, voy a vender esta maldita privada, así que tendrás que irte, el negocio ya no funciona, así que habrá nueva administración, quizás tus servicios sean remplazados – dijo el hombre con mala voluntad.
Vamos, eso no se vale – decía molesto Matt, aunque se alegraba más que el jefe estuviera muy enfermo por culpa de la Maluca, la puta que debió infectarlo con al menos 15 diferentes infecciones en su intento de virilidad.
Su jefe no diría más, de hecho tras avisarle este le colgaría, lo cual le fastidio bastante, por lo que se quedó pensando, ¿Qué hacer? No le gustaba estar desempleado, peor aún, todo eso era una maldita basura, apenas que había logrado algo con las nenas que le faltaban, tendría que dejar el lugar, y claro está que el tipo querría quedarse de alguna manera con Carmela, si bien lo conocía, era un mañoso de primera, pero ¿Qué hacer? Era la duda, cuando súbitamente le llegaría un mensaje: hola “amigo”, te espero en el bar de putas del congal, vente de inmediato, yo pago por una, y si puedes tráete a un amiguito rudo, Ian; carajo, no le gustaba mucho eso, era como si le cayera otro problema más, sin embargo teniendo en cuenta que estaba involucrado, no pudo más que mandar un mensaje a su amigo Bobby, mientras él se arreglaba para salir, aparte que le diría parte de la situación a Carmela, quien para ese momento ya estaba masturbando a la nena en una de sus lecciones especiales de higiene.
El clima era horrendo, la lluvia tenía todo inundado, pero aún así hizo un esfuerzo para llegar a la zona rosa de la ciudad, donde el bar del congal le recibiría, viendo para su sorpresa una nena preciosa en la entrada, que pudo reconocer de inmediato, era Naty del 30A, quien estaba bien vestida con un traje gótico sexy, maquillada de una manera adecuada para verse mayor, aunque parecía solo estar perdida en ese lugar, pero al verle se asustaría, aunque le terminaría guiando hasta un lugar especial, no sabía cómo terminó ahí, pero se daba cuenta el joven que las cosas eran peligrosas, y al entras vería un ambiente desolado, no había casi nadie, pero ese no era el problema, lo llevaron a un especie de privado, donde le dejaron un menú con nombres sugestivos en las bebidas, que aparte eran muy caras, estaba sólo, y los preguntaba que pasaba, cuando la misma chica le preguntó que pediría, al parecer estaba de mesera, a lo cual pidió algo que le recordó a un helado “beso del ángel”, luego de eso llegaría sonriente Ian, para hablar con él.
Hola muchacho, dime ¿Cómo sigue el abuelo Benito? No me digas que ya se murió – dijo algo inquieto el anciano malicioso.
Ya tiene un pie en la tumba y esta por perder el equilibrio, pero dígame ¿Qué quiere? Porque no estoy de buenas, y con lo que voy a contarle, tampoco usted – aseguró molesto Matt viendo al viejo, quien sonreía más.
Tu jefe es pancracio quintero ¿no? perfecto, dime, no te gustaría unirte a mí, parece que puedo añadirte a mi nomina, veras, existe algo llamado el gremio de perros, gente que trabaja para gente importante, pagan muy bien, y ganaras dinero para vivir bien, siempre y cuando cumplas ciertos trabajos, como seguir grabando videos en la privada – indicó Ian malicioso.
Pues lo haría, pero me van a correr, ya me dieron aviso, estoy fuera – dijo molesto Matt.
Tu tranquilo, veras, tu ex jefe tiene problemas con el gremio de perros, podrás mantener el trabajo, si vienes conmigo, puedes llevar a tu novia, iremos a una playa privada, algo lejos de aquí, pero la pasaremos muy bien, aquí tienes un adelanto – se burlaba Ian.
En ese momento, llegaba una niña apenas vistiendo un pequeño bikini rosita, traía una copa, pequeña, pero ese solo era el inicio, tomaría un poco para darle un beso al joven, dándole en la boca un poco de aquel licor, luego de ello dejaría que el resto se embarrara en su cuerpo, sólo tendría 5 minutos, pero al darse cuenta de semejante servicio, no se resistiría, era una bebida cara, sin embargo no pensó que fueran a dársela de esta manera, y mientras empezaba a jugar con el cuerpo de aquella chiquilla, una preciosidad de al menos 10 años de bonita figura, de ojos verdes y cabello castaño, labios rosita, de gesto inocente, a quien sobaba, haciéndole soltar algunos gemidos, los cuales iban en aumento, mientras iba tocando cada parte de su figura pequeña y sensual, la cual respondía a las caricias en una serie de escalofríos, pero también gestos llenos de pasión, que acabarían con un orgasmo terrible, dejando somnolienta a la nena en brazos del vigilante, quien vería a la nena.
Matt, muchacho, hay todo un mundo de depravación afuera, si me sigues, podrías poner tu vida en peligro, pero te aseguro que siempre tendrás placeres como esta nena, que bien podrías quedártela, solo tendrías que volverte un perro fiel – decía malicioso el viejo Ian.
Uff, la historia como se darán cuenta, quienes también siguen la otra, Familia, Corrupción y Sexo, estan ligadas, espero que les guste este pequeño detalle, nos vemos…
Bienvenido sea el multiverso me gusto ese detalle creo que ese par juntos podrían hacer cosas muy interesantes si se llegan a encontrar por sierto te sigo desde el anterior foro gracias por continuar con la historia y personalmente me gustaría que siguieras con la serie de dulce o truco creo que en esa escuela y en el pueblo hay muchas putitas para follar y cumplir muchas fantasías
Muy buena historia con tremendo potencial, el morbo dentro del gremio de perros desde otra perspectiva da para mucho.