El Vigilante de la Privada 16
La Fiesta termino, pero Matt sigue disfrutando, aunque las cosas serán una mezcla de suerte sexual que lo harán gozar….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
16
Durante la noche la pasarían muy bien, habría sido una completa locura sexual dentro de la casa, Matt disfrutaba de sus amantes, viéndolas con un deseo erótico difícil de controlar, querían seguir por siempre disfrutando de aquello, penetrándolas con toda la libertad del mundo, besándose, acariciando cada centímetro, tanto por fuera como por dentro, aunque Janet no pudo aguantar mucho, pese a la droga que le dieron, pero acabarían por dormir plácidamente, en medio de toda esa faena sexual, sin embargo, no se acabaría, y casi como una broma pérfida, Matt una vez que acabó, le puso la verga en la boca, donde ella por segundos recordó los pechos de su madre, chupándola por inercia, logrando que este se corriera en su boquita, quedando la última corrida en sus labios, los cuales serían chupados por Sayo junto a Carmela, quienes verían a la nena con una mezcla de ternura y deseo.
Después de semejante faena sexual, Matt descansaría unas pocas horas, para ir a la casona de los degenerados, donde ambos seguían perdidos en el suelo, incluso se habían vomitado entre ellos, pero los pasó de largo para recoger las cosas de la princesita, siendo justo a tiempo, pues llegaba el padre de la nena, todo cansado de otra jornada de explotación laboral, y le diría.
Guardia, estuvo bien la fiesta, porque no me pude quedar – dijo Frank algo cansado, casi tropezándose con la puerta,
Todo bien, pero luego tenemos que hablar jefe – respondía Matt ayudándole a entrar.
Será en unas horas primero tengo que dormir, luego iré por mi princesa, seguro está enojada porque no se quedó a la fiesta, se lo tendré que compensar – le decía agotado el hombre.
Mejor luego viene con nosotros, se la estamos cuidando, todo está bien, pero tiene que saber unas cosas, descuide vaya a descansar – le aseguró Matt relajado, dejando que el hombre se marchara a su casa donde se perdería por varias horas más.
El hombre hizo caso, de hecho apenas podía mantenerse en pie, eran alrededor de las 5 de la mañana, había pasado toda la noche en vela a pesar de ser fin de semana, pero no le respetaron el tiempo libre, así que se quedarían dormido hasta muy tarde, sin imaginar el mal rato que se estaría por dar cuando se despertara ahí por eso de las 12 del día, saliendo de la cama esperando verse con su princesita. Se levantaría sin imaginar que antes de su llegada la pequeña Janet en uno de los juegos aprendidos estaría saboreando la vulva de Sayo, quien le enseñaba nuevas formas de disfrutar de su cuerpo, o hacer sentir mejor a los demás, era una locura, una nena tan pequeña haciendo aquello, pero de alguna forma lo estaba disfrutando, causándole una marejada de sensaciones por todo su interior, una serie de descargas eléctricas que iban recorriendo cada centímetro de su ser, casi adormeciendo todo en una oleada de gustos sexuales, donde cada célula de su piel se erizaba, haciendo que la sangre se acelerara pasando por cada rincón de su cuerpo, mientras la respiración se aceleraba, y lo disfrutaba, pues todo ese tiempo le había estado enseñando a la nena, quien pese a su edad alcanzo a sentir lo mismo, así se fue entregando tanto al placer lujurioso, que sus orgasmos secos sacudían su interior, llegando a gemir como una puta en celo, así mismo, cuando volvió Matt y durmió un poco mas también gozaría de la nena, la besaría con lujuria, tanta que desnudos en la cama le tallaría la verga en su vulvita, más no intentaría meterla, ella debía desear aquello, disfrutarlo a tal extremo, para que en su momento ella misma se penetrara, no ser violada, y con gusto veían que la preciosa Janet parecía aceptar con mucha facilidad aquel juego perverso, porque llegaba a mover sus caderas de manera intensa, como si buscara realmente que su interior se revolviera en ese calorcito casi chispeante que le provocaba una sensación viciosa, la cual le hacía gemir además de ahogarse en una sensación tan placentera, una oleada de calor electrizante que iban deliberando un deseo carnal, aparte la estaban besando con una pasión que no conocía, le hacían sentir tan perdida, pero en una sensación tan embriagadora, que al terminar la niña daría pequeños besos a Matt, aferrándose a su pecho diciéndole:
Entonces somos novios – dijo ilusionada e inocente.
Si, lo somos, pero es secreto, un juego de no decir nada, en especial a tu papi, que se puede confundir, tranquila, luego te voy a mimar, preciosa, con chocolates en tu casa con juegos en la mía – le decía mientras la besaba.
Luego de eso Carmela le bañaría, pasando el último rato disfrutando de la preciosa niña, entre besos o cosquillitas que le hicieron llegar al orgasmo final, pero acabaría muy bien arregladita, lavada, peinada, vestida, justo para ver como su padre estaba ahí, quien llegaba asustado, por que los vecinos le avisaron que los otros eran unos borrachos de primera, que se propasaron con Sayo, unos negligentes, lo cual le dejó aterrado, pero al saber que su nena estaba en casa del vigilante no tardó en llegar a buscarla, entendiendo porque de la actitud de Matt, quien incluso le enseño, la foto de ambos tirados de borrachos. Por suerte todas las preocupaciones del hombre se acabarían cuando vieran llegar a su niña con Carmela recién bañadas, la niña contenta, abrazándole mimosa, dándole unos besitos en la cara, y más sorprendido cuando la chiquilla le dijera con toda alegría:
Te doy besitos porque así se demuestra el cariño – dijo Janet sorprendiendo al hombre.
Ah, me tenías preocupado, que bueno que estas bien, pensé que los vecinos eran buenas personas, pero ponerse a beber mientras te estaban cuidando, que horror, y se supone que trabajan con niños, ahora me fijo que no salen mucho, con razón siempre tienen tiempo para cuidarte, algo estaba mal, que bueno verte bien, señorita Sayo gracias por todo, y a ti Carmelita, por cuidarla, ahora creo que Janeth realmente necesita una familia, aunque no me da tiempo con mi trabajo – se quejó un poco Frank, viendo a ambas mujeres con cierto deseo en su cara, pues las 2 vestían shorts de mezclilla cortos y playeras ajustadas.
Deberías hallarte un espacio o no encontraras nada, ya te enseño, por no cuidar bien a tu nena acabó en medio de estos idiotas, que creo se la pasaron soltando chismes de mi cuando recién llegué – dijo Matt enseñándole la foto de ambos tipos ahogados en la cerveza, aunque en realidad era bebida adulterada.
No sabía que pensar el hombre, pero se sintió tan mal, tomaría a su pequeña niña, quien en brazos de su padre volvía a ser la tierna bebe de siempre, para irse con él, aunque no perdía tiempo, dedicándole una mirada a ambas mujeres, quienes levantaban la pasión de este pobre diablo, haciéndole soñar que tendría una oportunidad de sentir sus caricias, una triste ilusión sin sentido. Una vez que se fue, volvieron a sus actividades habituales, revisar las cámaras de vigilancia las mujeres, mientras Matt cuidaba la entrada, dejando que Sayo y Carmela jugaran con los videos, sin imaginar lo que iba a suceder, pues una linda niña llegaría a su lado, pero no era parte de sus amantes habituales, quienes se aparecían buscando algo de atención, pues Bella en cuanto podía se presentaba en la casa, aunque sus padres se habían estado quedando más tiempo, debido a lo ocurrido con su hermano, parecía que la cordura los alcanzó, Angie pasaba lo mismos, aunque en una ocasión que pudo, se habría besado apasionadamente, y con sus dedos logró él masturbarla, algo se daría con Kimmy, tras la fiesta, parecía que su madre quería verla en una situación muy extrema, se notaba que se guardaba cosas la mujer, y podrían ser aprovechadas, además que las gemelas ahora le pertenecían, podría disponer de ellas cuando quisiera, hacerlas suyas disfrutando de sus deliciosos cuerpos, pero no podía hacer nada tan abiertamente o los vecinos sospecharían. Sin embargo en ese día mientras todos estaban descansando de la fiesta, algunos la pasaron demasiado bien luego, en sus cuartos hicieron cosas secretas, por lo que dormían plácidamente, por lo que una figurilla llegaba ansiosa buscándolo en el pequeño cuarto de vigilancia, sin ser vista por los demás, aprovechando que no había nadie fuera por la cruda, moviéndose furtiva, siendo Carlita, quien al estar cerca lo saludaría como si nada, amistosa diciéndole:
Hola joven Matt, me deja salir, quiero comprar unas aspirinas para mi papito, ayer bebió tanto que no recuerda lo que paso, y vomito hasta encharcarlo todo – dijo la niña algo traviesa.
Ah, no puedo dejarte salir, aunque seas tan bonita, hay reglas y no puedo darte permiso – señaló el vigilante mirándola, pero dejándole unas pastillas que tenía a la mano.
Ah, gracias, pero de pura casualidad no tendrá dulces, porque también quería comprarme algunos, eh sido buena niña y mi papi me dio dinero para comprarme cositas – dijo la niña algo juguetona.
Pues que suerte, porque si tengo, me gusta consentir a las nenas preciosas como tú, adelante – le dijo mientras le dejaba pasar dentro de su pequeño cuarto, lo cual agradeció la nena quien entraría sin pensarlo mucho.
Llevaba puesto un vestidito de una pieza con un suéter, unas sandalias, muy fresca para la temporada, el cual le dejaba ver sus preciosas piernitas, carnosas y bien formaditas, por suerte tenía varias cosas, golosinas que trajo durante esos días, por sugerencia del viejo razo, quien antes de irse de la isla del placer, le aconsejó que consiguiera una buena dotación, pues de esa manera podría atraer a las nenas, diciéndole aparte que las dejara a la vista para no llamar la atención de los padres, siendo casi como una cortesía, lo cual estaban funcionando, pues varias nenas llegaban y hacerlo se hacía habitual, como ahora que la preciosa Carlita revisaba con cuidado, sonriente al ver cómo estaban muchas de sus favoritas, tomando varias, aunque una vez que tomó las que le gustaron diría:
Bien, quiero estas, pero quería preguntarle vigilante, ¿Cómo están las cosas con Carmelita? Su novia, que ayer – estaba diciéndolo cuando el joven le diría.
Ah, tu viste lo que le hizo a mi mujer, porque adoro a mi novia, ya quiero verla preñada, se me hace que se va a ver preciosa – dijo con cierta lujuria en su voz.
Sipi, entonces están bien, porque papito se pasó de largo, estaba demasiado borracho, supongo que ayer lo hizo con ella, como querían todos – preguntaba Carlita un poco inquieta.
Si, ayer le hice el amor a mi mujer, mientras Sayo dormía con Janeth, somos una pareja muy apasionada, me encanta su cuerpo, sus besos, mimarla, por eso la traje a vivir conmigo, o que quieres que te diga, ¿Qué viste con tu papá? Mm – cuestionó el hombre.
Papá se puso tonto, le encanta ver a carmelita por la privada, pero no sabe como acercarse, eso me molesta, y esa noche estaba muy bebido, así que la besó cuando la tuvo, ella no lo tocaba, esperaba que solo se detuviera, lo tomó mal, se emocionó mas, sobándole la espalda, metiéndole mano en su culo, agarrándole las tetas, le bajó el pantalón un poco, para meterle la verga, por suerte estaba borracho, no se la encajó, porque seguro que usted lo mataba igual que yo – dijo la niña molesta haciendo un puchero adorable.
Mm, no te gusta porque él es tu hombre verdad, sino creas que soy ciego, el te ve como yo lo hago con mi mujer, te desea, te mira con unas ganas como las que yo tengo por mi Carmela, pero lo único que me pregunto es – decía Matt cuando sería interrumpido.
Usted sabe de esas cosas, no es nada inocente, por eso es que los vecinos lo tomaron a mal cuando llegó, dejaba ver un aire de macho caliente difícil de resistir, si muchas vecinas se pusieron calientes y le hicieron caso a los vecinos mañosos, si, mi papi es mi esposo, por eso no me gusta que se fije en su mujer, pero no me hace caso, es muy salido mi papi, así que le tengo que dar una lección – decía la niña mientras hacia algo interesante pues sus manitas iban levantando el vestido dejando ver un calzoncito azul pegado a su cuerpecito, delineando perfectamente sus labios vaginales y una ligera manchita en su vulva.
El joven no pudo resistirse, la nena sabía perfectamente que deseaba, porque estaba ahí, el hombre la acercó para besarla con sumo cuidado, sabiendo que no debía ser tan brusco, aunque esta fuera más experimentada que muchas, no dejaba de ser una nena, así que iba acariciándola, para besarla con intensidad, tomando sus muslos, que estaban tibios, y la chiquilla pujaba un poco, se estaba excitando lentamente, pero no tratando de incomodarla, esperando hacerle sentir bien, fue tomándola desde su espalda, hasta llegar a sus nalgas nuevamente, siendo más firme en sus glúteos, como todos estaban con resaca era poco probable que les molestaran ahí, así que iba a disfrutarla, aunque no perdía el cuidado, iba siendo muy apasionado para hacerle sentir deseo, quería despertar la lujuria en la nena, lo cual le funcionaria, antes que se diera cuenta, ella estaba pujando un poco, dejando ver como se calentaba.
Mm, que rico, ni papi se pone así – dijo le nena antes de hacer algo inesperado.
Con sumo cuidado se pondría de rodillas, y haciendo que se sentara el vigilante, le sacaría la verga para empezar a hacerle una mamada de campeonato, su lengua era pequeña, pero sabia como moverse, haciendo un espectáculo en su punta, logrando que en breve este se sintiera ansioso, empezando a gozar como la leche se le estaba por salir, era impresionante, aunque sabía resistir perfectamente para durar más, era experimentado en el área del placer, logrando sacarle terribles orgasmos a las peores putas, esa niña lo iba a deslechar en muy poco tiempo, sin embargo justo en ese momento vería que un vecino llegaba, uno que era importante, en coche.
Buenos días joven – decía Claus mientras saludaba desde su carro.
Buenas Jefe ¿Cómo esta? Mm – le respondía Matt mientras aparentaba estar tranquilo, no sería la primera vez que lo hacía, era excitante, y la nena se daba cuenta de eso, aparte que la mano del joven le hacía tragar más de su incrementada verga.
Sé que no hemos hablado últimamente, no estoy contento, desde lo que pasó en la isla, mm, no sé qué pensar, jamás creí que eso fuera a suceder – decía el hombre al tiempo que revisaba alrededor con cuidado.
Sabe que no fue nada personal, yo también sigo ordenes, y tenía que hacer esas cosas, estaba a prueba, es mi negocio extra – aseguró Matt tratando de excusarse.
Bien, porque me gustaría hablar contigo de eso, luego me van a avisar, posiblemente consiga un puesto menor en el club, si ese es el caso tendré que convivir contigo más de lo esperado – dijo Claus un poco inquieto.
Usted sabe que para lo que haga falta estoy listo – decía, pero en ese momento sentía los dientes de la niña en su verga, dándole una ligera reacción de dolor.
Bien, también hay que aclarar muchos asuntos extra, tú sabes, bueno me voy, me esperan en la junta, puede que me quede fuera un par de días, así que te las encargo – decía con un poco de desespero el hombre.
En eso se marcharía en su carro acelerando un poco, era una buena noticia, podría tener a las gemelas a su disposición, lo cual era demasiado excitante, seguro podría dormir con ellas al menos una noche, o como fuera posible hacer una orgia con todas en su casa, la idea le calentó tanto que se comenzaría a soltar su carga dentro de la boca a carlita, quien se atragantaría con esta, pero luego diría.
La traes con las gemelas, no es cierto – decía la niña algo inquieta.
Como todos, si bien que son unas calienta vergas – respondía muy serio.
Mm, entonces vas a irte a cogerlas o tengo una oportunidad – respondía la nena y en eso se acomodaría para dejarle al alcance de la verga su culito redondo, mientras caía su calzoncito.
Qué buena invitación, esta era de las chiquillas que se decidió a coger, aunque jamás esperó que fuera a suceder aquello, la sujeto por la cintura, para empezar a jugar con su coñito, lo tallaba con la punta, haciéndole una caricia bastante especial, el cual parecía estar escurriendo, era una niña muy erótica, bastante caliente, hacía pequeños pujidos de placer, así sentado, no se contenía, la besaba un poco en el cuello, logrando que se calentara levemente mientras sus manos tocaban sus pequeñas tetas, unos pezones que estaban rígidos, lo cual poco le afectaba, ya quería hacerla sentir el placer.
Qué esperas, dame con todo, yo aguanto – decía Carlita con un tonito de voz que aseguraba cuan caliente estaba.
No sé, creo que la tengo muy grande – respondió astuto el hombre quería comprobar algo.
No importa, papi a veces me coge cuando esta borracho, así que me da muy duro, no importa si tu estas más dotado, dame con todo – decía Carlita moviendo la colita sobre esa punta de carne.
Justo en ese momento fue que no se contuvo, el joven se la clavaria de una sola estocada, sintiendo esa carne infantil abrirse, de hecho era algo estrecha, pero le recibió sin problemas, lo cual le emocionó bastante, la jalaría para no lastimarla, pues de un empujón podría hacerla chocar con la pared, tenía sus dudas, pero realmente la nena era una mini puta, recibiendo su buena verga dentro con una resistencia inesperada, suspirando agitada, pero también aguantando de manera ejemplar, mientras que Matt trataba de saber hasta dónde podía llegar, pero la sensación era demasiado excitante, el calor de esa niña que estaba mojadita, era demasiado buena, aparte que gracias a la mamada podía entrar un poco mejor, se sentía tan perdido, que comenzaría a cogérsela con cuidado, pero con un ritmo constante. Vería a la chiquilla como tragaba ese pedazo de carne con una maestría inesperada, haciendo un esfuerzo por recibir en su interior las duras cargas del vigilante, quien le daba con todo, logrando que Carlita empezara a gemir, dejándole sentir un calor bastante bueno, entre algunos balbuceos que le invitaban a seguir, dejando en claro cuan vicioso era el guardia, mientras le revolvía el interior con sus estocadas.
Mm, se siente rico, me gusta mucho, no es como papi – decía la niña mientras era penetrada, siendo levantada, para poder cogerla mejor.
Pero al levantarla un poco para sobarla, fue pasando sus manos por debajo del arrugado vestido, sintiendo perfectamente el cuerpo de aquella criatura, que parecía estar hirviendo entre sus dedos, llegando a percibir como su piel se erizaba, escurría su vulva, pero también, su corazón latía como una bomba, mientras se llenaba el cuarto de su olor o sus gemidos, aparte que sus mieles estaban escurriendo.
Mm, eres una niña bien erótica, seguro que muchos niños se fijan en ti – dijo algo malicioso Matt, sin dejar de embestirla, abriéndole las piernitas por completo.
No, los niños de mi edad siguen siendo brutos, mm, pero los adultos son pervertidos, mm, ellos si quieren cosas conmigo, mm – decía la niña algo inquieta.
Lo sabía, eres una pequeña putita, si me fije por el olor, se notaba que sabias de sexo, dime siempre estas cogiendo con tu papi, o hay alguien más, porque ahora yo te estoy haciendo cositas – le dijo mientras le tocaba el botoncito de placer para hacerla estremecer.
Entonces usted es bien pervertido también, ah, lo sabía, mm, le gusta coger, no solo con la Carmela, mm, lo hace con la Sayo, mm, seguro con las gemelas, mm, con quien se deje ¿no? ah – decía Carlita sin dejar de suspirar.
Y que, tu coges con tu papi, seguro que algún maestro o quizás el director también te han hecho cositas, así que no me vengas con que soy el malo, bien que eres una putita – dijo mientras se la clavaba más fuerte, luego la besaría de manera apasionada.
No soy una putita, mm, mi papi es mi macho, mm, pero tengo planes, mm, y creo que usted me sirve señor guardia, mm, deme más – dijo la chiquilla algo ansiosa mientras recibía la verga dentro, empezando a escurrirse, pero no era por una corrida, se estaba orinando.
Mm, eres bastante sucia chamaca – dijo algo molesto sin dejar de embestirla.
Mi papi es un cerdo, yo también, ah – le decía pero en ese momento la niña comenzaría a correrse, igual suspirando un poco, llenando el cuarto con un olor especial que no era común, aunque eso logró que Matt se corriera dentro.
Sin duda eres una pequeña puta – se quejó un poco Matt mientras le dejaba toda su carga dentro, logrando que esta temblara un poco.
Se decían, mientras la niña agarraba aire, estaba empalada, le gustaba eso, no podía resistirse, era una sensación bastante embriagadora, aunque prefería que su padre se lo hiciera, pero no le molestaría repetir con el vigilante, pues este era tan masculino, no pudo controlarse, estaba totalmente perdido, así mientras escurría dijo.
Sí, pero aquí está el trato, nadie dice nada, usted sabe lo que pasa en mi casa, yo que usted es un guarro que coge niñas, todos contentos, luego podemos disfrutar de otra sesión de “estudios”, ahora dígame, donde me puedo asear, que no quiero llegar a casa así, aparte que olvidé mis llaves – dijo Karlita algo apenada al final, mientras se acomodaba el vestido.
Le decía un poco inquieta la niña, y este la pasó al baño de aquel cuartito, por lo que se fue a sentar más tranquilo, mientras la nena se iba a limpiar, justo para perder un poco el tiempo, cuando el padre de la nena, llegara algo inquieto buscándola, pero no faltaría que Matt dijera.
Tranquilo hombre, todo está bien, la nena fue por unas aspirinas, dulces, no hizo falta que saliera, aquí las tengo, por cierto, tuvo que ir al baño, como se le olvidaron las llaves, aquí la tengo, todo está bien, descuide – le aseguró el vigilante calmando por segundos al hombre, quien se comería a mordidas las aspirinas que le dejaba el joven.
Perfecto, es que no la vi y tengo resaca, pero ya que estaba bien, quería hablar con usted – dijo el señor Carlos, mirando al guardia, e iba a decirle.
Su niña ya arregló todo, de hecho ella lo vio con mi mujer, controle su bebida, entendido – le decía el vigilante un tanto serio cuando la niña salió para verle, e intervenir.
Papito, ayer te portaste mal, tenemos que ir a casa, no quiero que te rompan la cara creyendo que puedes tener a Carmela de novia – dijo la niña con un tono infantil, logrando que el hombre le siguiera, aunque todo parecía demasiado extraño, propio de su relación.
Se retirarían, y de inmediato Matt le marcaria a Carmela para que revisaran lo que estaba por pasar en la casa de Carlos, pues no se fiaba del todo de ambos, eran más astutos de lo que pensaba o al menos la niña, por lo que necesitaba estar preparado, detalle que aceptó la chica, por lo que decidió marcharse con la escusa de la comida, aunque en ese momento vería una camioneta moverse a toda velocidad, lista para salir, por lo que abrió la puerta eléctrica de inmediato, aunque antes vería a los ocupantes detenerse, para decirle.
Joven Matt, espero no le moleste, pero nos gustaría que nos hiciera un gran favor – decía el padre de Valeria algo agitado.
Mi suegra nos mandó llamar de emergencia, esperamos que no sea nada grave, pero podríamos tardarnos, si no es molestia écheles un vistazo a nuestros hijos, están castigados por traviesos, de hecho pedimos un poco de comida de un restaurante, debe estar por llegar, eso sirve para que vaya a verlos, solo será eso, es que se han puesto muy rebeldes, quizás deberíamos ponerlos a entrenar con usted para que ganen disciplina – dijo la señora algo inquieta, mientras su esposo le entregaba un papel y dinero.
No se preocupe, yo me encargo, ustedes vayan con cuidado, pero sin preocupaciones – dijo muy calmado, sin imaginar lo que iba a pasar, tomando el dinero para que ambos se fueran a toda velocidad fuera de la privada.
Casi parecería una buena broma, pues a los 5 minutos llegaba no una sino 2 motocicletas con unos encargos, uno trayendo un encargo de alguna clase de local especial donde hacían comida saludable, nada apetitosa, la cual era el pedido esperado, pero también llegaba una pizza bastante costosa, que llamaba la atención, puesto que nadie llegaba a pesar que Matt haría un llamado para preguntar a todos los vecinos por esta, y es que era un encargo de al menos $500, sin embargo al ver quien lo pedía, se dieron cuenta que era una llamada falsa.
Mientras eso se arreglaba, en la casa de Carlos, este veía a su hija, parecía intuir lo que había pasado, el hombre, una persona caliente y algo viciosa, un tanto traumado por la ausencia de su mujer, miraba a su niña, quien ahora dormía en su cama, y sin demora la desvistió en cuanto cruzaron la puerta, la desvistió, le empezó a besar apasionadamente, dejándola solo con sus sandalias, para ver su pequeño cuerpo seductor, la cargaría hasta la cama, donde la dejaría caer suavemente, como si todo fuera parte de un juego, ahí la chiquilla se preparaba para tener un momento especial, dejando a la vista su coñito listo, esperando poder sentir más de su sexo, Carlos estaba puesto, y sin demora empezaría a comerle el coñito, para calentarla lo suficiente, quería sacarle un orgasmo antes de penetrarla, mientras la niña comenzaba a gemir un poco más, sintiendo la lengua con un deseo que se reflejaba en sus ojos, dejando salir algunos gemidos bastante atractivos, mientras se aferraba a las sabanas de forma desesperada, cuando el hombre notaria algo.
Lo hiciste con el vigilante – decía el hombre al probar el semen de este de la vulva de su hija.
Si papito, así como me besaste con el sabor de la Carmela en la boca, después de soltarte en su culo, es mi desquite – dijo Karlita algo molesta viendo a su papito.
Sabes que no pude controlarme, estaba borracho – se disculpó el hombre.
Sí, pero bien que manoseaste a la mujer de otro, la saboreaste, y luego me lo dejaste a mí en mi boquita – se quejó la niña viendo a su padre molesta.
El hombre, algo enojado, se pondría sobre ella, empezando a besarla para hacerle tragar el semen que aún tenía en la boca, empezando a frotarse un poco para disfrutar de ese cuerpo pequeño pero tan seductor, disfrutando de aquellas formas femeninas en desarrollo, viéndose como sus dedos alcanzaban su vulvita además del culito en una sola caricia viciosa, además del coñito que seguía escurriendo leche de otro macho, parecía estar tan sensible que le estaba afectando de más aquellas caricias tan viciosas , lo cual le hizo acalorarse bastante, gozando de la situación, por lo que sería bastante empalagoso, logrando en pocos minutos que esta se corriera, aunque solo era el comienzo.
Y bien, ¿Quién está mejor? El guardia o tu papi – dijo el hombre esperando una respuesta.
Pues no sabría decirte, a ti te quiero mucho, pero se nota que el guardia sabe coger bien rico, por eso es que tiene a 2 viejas juntas – señaló la nena mientras veía al hombre prepararse para penetrar su pequeña vulva.
Ah, entonces te gustó más como te lo hizo ese, que tu papito – dijo Carlos indignado.
No, pero es astuto, sabe que cogemos, así que no te metas con él, se dio cuenta por el olor y tus formas, si bien qué es pervertido, como dijiste – decía Carlita recibiendo una buena embestida.
El hombre se indignaría un poco, y empezaron a maquilar algunas cosas, se notaba que este se hallaba caliente, deseando empezar a cogerse a la niña, por lo que se la metió, pero en vez de quedar sobre ella, se acomodó para que esta lo cabalgara, dejándole que controlara las penetraciones, permitiéndole que la nena tomara el control, ubicando su vulvita de tal manera que sus labios iban abriéndose por la verga de su padre, mientras escurrían una mezcla de flujos con semen, moviendo sus cadera de tal forma que disfrutaban ambos, y empezaron a decirse cosas, entre ellos, haciendo evidente como es que estaban tramando cosas para lo que iba a suceder más adelante, lo cual no perdieron ningún detalle ambas chicas, Carmela y Sayo, quienes miraban con cierta lujuria aquel par de pérfidos padre e hija, lo cual les hacia emocionarse.
Mientras tanto Matt seguía en sus cosas, tratando de mantenerse tranquilo, por puro gusto el pagaría la pizza, de hecho pensaba que quizás algún idiota le habría querido gastar una broma, pero en buen momento eligió todos los ingredientes que a él le gustaban, por lo que se fue a regresar a su casa, para disfrutar de un buen rato con sus chicas, incluso pensaba en un par de juegos con esa delicia, y los cuerpos de sus mujeres, aunque antes bien tenía que llegar a dejar la comida a casa de Valeria, donde esperaba ver a todos los chicos, pero en mal momento al acercarse pudo escuchar como algo se rompía, y un par de gritos, lo cual le hizo acelerar el paso, esperando que no hubiera ocurrido una tragedia, más no sería el caso, en vez de ello, se toparía con una situación bastante molesta, pues saldrían huyendo los hijos mayores, para dejar ver que rompieron algo, abandonando a la menor con todo el problema, aunque era la única inocente.
No sería agradable, pero tendría a la vista uno de los detectores de humo destruido por culpa de un balonazo, lo cual le fastidio, y para su desgracia Valeria lo estaba tratando de recoger, para notar que había una cámara, lo cual le dejarían en una situación incómoda, porque no podría culpar al abuelo, y si la niña se daba cuenta de la situación estaba en problemas, por lo que rápido intentaría ayudarle, aunque no estaba seguro de lo que iba a hacer, pues tendría una extraña suerte que jamás espero, llegando con ella con la comida.
Disculpe joven Matt, ¿qué es esto? Dígame – dijo la niña mientras recogía la cámara espía.
Ha, pues no se parece una cámara, que raro – decía algo desconcertado el guardia, pero se notaba que era mal mentiroso.
Mm, dígame podría preguntarle algo, pero es personal – inquirió Valeria algo inquieta.
No sé, las preguntas personales son incomodas, aparte que tengo prisa, sólo vine a traerles la comida, un buffet saludable – aseguró Matt dejándole la comida en la mesa, pero llevándose la pizza consigo.
Qué asco, toda es comida que ni mis papas quieren comer, siempre lo mismo, no me podría dar un poquito de la pizza, esa si se ve deliciosa ¿Qué tiene? Dígame – decía Valeria y pensó que con eso podría distraerla.
Pues es de chorizo, salchicha, las cosas que me gustan, y ¿Qué? Me vas a decir que de esas te gustan a ti también – cuestionaba Matt algo picaro.
Mm, si, me encanta la salchicha, en especial cuanto están en pan y son grandes, esas son mis favoritas, entre mayor su tamaño mejor – dijo inocente Valeria, aunque la idea de verla tragar un poco de eso le hacía sentir caliente al guardia.
Bueno, hagamos un trato, sino dices nada de esto, yo arreglo el problema que hicieron tus hermanos y todos felices – se adelantó Matt un tanto inquieto, pero tratando de mantener la calma frente a la niña.
Mm, acepto si me dice una cosa guardia – dijo la niña aún inquieta.
Y al ver que no podría distraerla, se rendiría un poco, parecía que no era su día de suerte, pero se equivocaría cuando la chiquilla al ver la afirmativa se salía de la sala, dejándole ir por algo en la planta alta, lo cual le preocuparía, hasta que llegó con una revista pornográfica, dejando ver que se ponía roja, y le preguntó algo desconcertado.
Y tú como tienes una de estas, sabes que luego se pueden enojar mucho contigo, no son cosas que debas tener – señaló Matt algo serio.
No le diga a mis papis, es que la encontré, creo que era de Simon, el chico que vivía donde usted, no sé bien las cosas, la encontré cuando hicieron limpieza, y bueno, la guardé – confesó algo asustada Valeria sonrojándose mucho.
Ah, tranquila, no me voy a enojar, pero es que una nena preciosa e inocente como tú, me sorprende que tuvieras una, de hecho pudiste decirme que era du hermano o papá – le señaló Matt y la niña se puso más roja, como si se diera cuenta de su error.
Jejejeje, tranquila chiquita, si todo está bien, por eso me gustas, eres un encanto – dijo mas confiado Matt al verla así.
Entonces, esa cámara que puso, es para grabarme a mí – cuestionó la niña más despierta ante las palabras del guardia.
Ah, estas insinuando que te estoy espiando – dijo algo inquieto Matt.
Si, verá, es que los niños cuando les gusta una niña la molestan o le fisgonean, eso me dijo mi papi, por lo que debía tener cuidado, y me ha tocado que uno tratara de verme bajo la falda, era molesto, no me gusta, por eso le pregunto, porque sé que le gusto, está tratando de espiarme, hay una cámara en mi cuarto verdad – decía la niña algo inquieta aun sonrojada.
Matt no sabía que pensar, pero Valeria era de esas niñas inocentes que por su lindura era que se fijó en ella, en serio quería cogérsela como ella pensaba, romperle el coñito y hacerla gemir como una zorrita, aunque no sabía que pasaría ahora que le descubrió, y luego agregó.
A los hombres les gusta vernos así, a las mujeres, desnudas, o haciendo estas cosas, ¿verdad? Digo, usted quiere meterme su cosa de ahí en la que tengo entre mis piernitas – decía Valeria algo inquieta, lo que sorprendió un poco al vigilante, quien la vería, parecía estarse calentando, se notaba en su carita, sus piernas se movían inquietas.
Eso te molesta o me equivoco – cuestionó Matt algo inquieto.
Bueno, es que me dijeron que no debía hacerlo con nadie, a menos que me quisiera mucho, que eran cosas de adultos, parejas, aparte me da pena, y no sé nada de esas cosas, además no puedo decirle a nadie de esto porque mis papis o hermanos se enojarían conmigo, aunque la verdad si es usted yo – confesaba avergonzada Valeria lo cual era como música para sus oídos.
Ah, con que te gustan estas cosas, mira, aremos algo, viendo que estas solita, porque seré franco, si me gustas, y si me dejas hacerlo yo te enseño lo que se debe hacer, jugaremos a ser novios, pero vamos, tienes que aceptarlo, piénsalo un poco, yo mientras arreglo esto, tu vete a tu cuarto, y si quieres seguir adelante, deja la puerta abierta, pero si no tranquila yo me voy y todo sigue bien – señaló Matt y la niña se fue corriendo a su cuarto donde se encerró.
No sabía que iba a pasar, pero si tenía suerte quizás podría cogerse a Valeria en ese momento, y hacerla su “noviecita”, era un milagro, se tomó las cosas con calma, eso era necesario, pues la nena era muy inocente, así que quito los restos del aparato destruido, notando que la cámara seguía funcionando, de hecho pensó en grabarlo todo en caso de tener suerte, y antes de subir cerró con llave las puertas, luego fue a la puerta. Por segundos dudo, en especial al sentir la cerradura sin poder moverse, lo que le hizo pensar que se negaba pero luego la niña le diría que la sacara porque estaba atorada, haciéndole reír, solo que al entrar la vería en un estado muy llamativo, se había dejado el cabello suelto, su ropita estaba tirada, y se tapaba con una sabana, dejando ver que estaba desnudita, tan sonrojada y le dijo.
Entonces yo también te gusto – decía Matt y la niña solo bajo la cabeza avergonzada.
No iba a decirle más, se sentó a su lado para empezarla a besar, siendo lo primero enseñarle a usar sus labios, aunque sus manos pronto alcanzaron su espalda, y pudo sentir como temblaba, pero eso era lo de menos, verla así en su camita rodeada de peluches, desnuda, era suficiente para tenerlo al borde de la locura, quería realmente penetrar a Valeria, le resultaba demasiado excitante el momento, y la niña se dejaba hacer con toda facilidad, dejándole total control al joven, quien viendo aquella actitud no se contendría, era delicioso tenerla así, por lo que no dudaría en hacerlo, necesitaba ver que ella lo disfrutara más, por lo cual la acostó para poderle comer un poco ese coñito rosado, que al sentir la lengua, desencadenaría una fuerte reacción eléctrica que le daría un sobresalto, era demasiado para la dulce Valeria, si le dedicaría una mirada sorprendida a Matt.
Joven, en verdad lo hace, mmm – decía la niña viendo como le iba probando su pequeña vulva.
Y sabe delicioso, te voy a enseñar a disfrutarlo, tranquila, lo pasaras demasiado bien, luego no querrás otra cosa – le dijo con picardía, mientras le comía la conchita a la niña.
Si bien que se acordaba de las cosas que aprendió en la isla del placer, por eso iba con cierta astucia, pudo someter fácilmente a Angie, Kimiko y Bella, ambas eran pervertidas, esperando por alguien que las hiciera suyas, era lo mismo con Laura y Edna, pero Valeria debía ser seducida, y con cada caricia de esa lengua la niña estaba pasándolo tan bien, disfrutando de aquel contacto que la hacía delirar de gusto, si antes que se diera cuenta se estaba corriendo.
Ay, perdón, me oriné – decía la niña dejando ver que tan ingenua era.
Jajaja, no chiquita, si eso que me diste son tus mieles de pasión, se nota que te gustó lo que te hice, además que no eres niña, sino mujercita, ahora déjame te muestro lo que es el verdadero placer – fueron las palabras de Matt antes de acomodar su verga.
La iba a penetrar con todo, quería metérselo hasta el fondo, pero recordaba a su primo Dany, a quien vio cogerse niñas de hasta 6 años, era listo, y por ello se la fue metiendo, fue lento y cuidadoso, trataba de no hacerla sufrir, de hecho hacia un ligero movimiento, que iba sacándole unos cuantos gemidos sonoros, pues usaba su verga para acariciarle por dentro, logrando que la nena se ruborizara, sintiendo una mezcla de dolor con un gusto culposo que no era fácil de resistir, así la chiquilla se quedaba inquieta, mordiéndose el labio mientras la hacia su mujercita. No sería rápido, le tomaría al menos media hora irla penetrando entre largos espacios donde se tuvo que detener antes de dar algún empujon, abriendo los pliegues, que daban una sensación de ardor electrizante en la vulva infantil, pero que por la paciencia mezclada con las palabras o mimos, era que la dulce niña se mantenía firme en recibir aquel encuentro, suspirando un tanto relajada, hasta cuando sintió que no podía mas, ese instante que el dolor era demasiado para seguir, fue que se detuvo, midiendo y grabando aquella sensación de gozo, se tomó otros momentos para familiarizarse con aquello antes de empezar a embestir. Ella estaba algo inquieta, pero verse así con un joven tan varonil, le hacía sentirse tan bien, por lo que al empezar a ser usada de esa forma no le importó, de hecho le gustaba mucho la forma en que se iba sintiendo, el cuidado de Matt sobre Valeria era impecable, evitaba ser tan rudo como podía serlo, intercambiando besos apasionados, sobando cada parte con una mezcla de lujuria con fuerza delicada, logrando que la nena suspirara, hasta el punto que se iba relajando, los movimientos eran tan lentos y cadenciosos, cuidados para hacerla gozar, el calor del momento era tal que no podría resistirse, realmente era como le decía el hombre, que iba a hacerla suya, era como si sintiera su corazón latir con una marea de pasión, un placer indescriptible que iba apoderándose de cada parte de su cuerpo mientras sentía el vaivén de la lujuria con toda claridad, deseando mas, llegando al punto de necesitarlo, solo pudiendo pensar en cuanto le gustaba sentirse como la mujer de aquel hombre, y le decía perdida en la lujuria:
Sí, me gusta, mm, es verdad, mm, no voy a querer otra cosa, mm, me gusta mucho, mm, quiero más, ah, QUIERO MAS AHHH –dijo Valeria antes de correrse finalmente, mientras Matt se dispuso a besarla, detalle que le gustó demasiado, sin detenerse de sus caderas, que se encargaban de hacerle sentir aquel placer que necesitaba para poder hacerse de tan preciosa nena, quien sabia que a partir de ese momento le pertenecía…
Excelente muy excitante con morbo y lujuria,espero la continuación
gracias por el comentario, ya mande la continuación, espero la disfrutes…