En casa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por htr1969.
Al llegar a casa ella se fue a la ducha y yo me quedé en el salón relamiendome como un gato. Al rato volvió desnuda y con el pelo mojado. Me miró y se sentó a mi lado en el sofá. Sacó mi polla y empezó a acariciarla lentamente.
– Tengo que confesarte que me ha gustado mucho lo de hoy. Follar delante tuyo con otros me hace tener unos orgasmos increíbles. Con mi jefe he follado muchas veces en el trabajo o en el coche, pero la vez que me gustó más hasta hoy, fue cuando me llamaste a la oficina y yo estaba a cuatro patas mientras el me la metía en el culo.
Mi polla ya estaba bien dura y ella seguía el masaje lento.
– Quería decirte que me gustaba ser una puta y que tu me vieras siéndolo. Que mi culo estaba siendo follado y que quería que tu me miraras. Me excitaba mucho la idea de hacerlo delante tuyo, sin ocultarme. No me gusta engañarte, me gusta que tu veas que tienes una guarra en casa. Me encanta que te pajees y me gusta mucho que busques mis bragas sucias o mis zapatos y te masturbes con ellas. Te ví el otro día y me tuve que pajear mientras tu hacías lo mismo.
Había soltado mi polla cuando esta empezó a dar saltos que anunciaban un chorro de esperma saliendo de golpe.
– Así que quiero que me dejes ser tu puta. Quiero follar delante tuyo. Llamarte cuando tenga una polla en el coño. Que me veas cuando me pajeo por cam con otros tíos y sentir tus ojos en mi cuerpo. Quiero ver como te corres sobre mi y disfrutas de tenerme.
Ahora sujetaba mis huevos con la mano y seguía mirando mi polla. No había levantado la vista de mi miembro en todo el discurso. Mi corazón latía con fuerza y sentía unas ganas enormes de correrme. Ella paraba cuando notaba que me corría.
– Me encanta que seas tan puta, – le dije. Me gusta mucho pajearme delante tuyo y que me dejes ser tu mirón. Que me cuentes como te lo has follado y correrme mientras tu lo hacees. Me excité mucho en el coche. Y me gustó mucho lamerte el coño y el culo después,
– Me encanta tenerte así con la polla bien dura y esa mirada de deseo. Nada me gusta más que me mires así – me dijo.
Agachó la cabeza y cogió el glande con los labios, la punta de la lengua se posó sobre él y yo solté en su boca toda la carga de leche. Gruñí, jadee, mientras me vaciaba entero en su boca. Ella chupaba lentamente y dejaba que mi semen le llenara la boca.
Abrí los ojos. Estaba cubierto de sudor. Ella sentada me miraba. Acercó su boca a la mía y me pasó todo mi semen con un largo y profundo beso.
– Ahora quiero que esta boca sucia me coma el coño y el culo hasta que no pueda correrme mas. Prometo mearte en la boca si lo haces bien.
Sonreí y me metí entre sus muslos para lamer el mejor manjar que conozco.
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