En el cole. 1.
Mis maestras de primaria.
Recuerdo mis primeros deseos sexuales y pajas a partir de los 10 u 11 años durante la escuela primaria. Quizas antes tambien pero los recuerdos mas importantes y recurrentes son de esa edad y en la escuela.
Me excitaban mucho mis maestras, algunas mamas de mis compañeros, todas ellas mujeres grandes para mi optica de niño de 11 o 12 años, pero que en realidad eran jovenes de entre 23 y no mas de 35 años. Mujeres bellas y en su plenitud que me llenaban de fantasias. Tambien me atraía mucho la Directora, una señora ya abuela y de unos 60 años que rompia mis parámetros de preferencia. Tenia las tetas mas grandes que habia visto en mi vida que me volvian loco.
Eran epocas de los primeros jueguitos entre compañeritos, los primeros besos y alguna que otra caricia. No mucho mas que eso con algun hecho excepcional de mostrarnos las partes y tocarlas como lo maximo a lo que podiamos llegar entre niños y niñas de la misma edad e inexpertos. Las situaciones mas sexuales y explicitas solo nos podian suceder con chicos o chicas mayores en edad o con adultos.
A los 12 y estando en el ultimo año de primaria me pajeaba varias veces al dia, inclusive estando en la escuela. Cualquier detalle o situacion me provocaba erecciones dentro del aula que me ponian colorado e intentaba disimular pidiendo permiso para salir corriendo al baño a calmarme. Una maestra en particular y a quien jamas olvidare era la que me hacia imposible evitar calentarme. La llamabamos por su apodo,Memé. Tenia unos 26 o 27 años y era la mas alta de todas. Cabello largo,castaño claro con reflejos dorados por debajo de los hombros. Sus tetas eran chiquitas para semejante cuerpo y no llamaban la atención. Lo que a mi me volvia loco eran sus caderas anchas, el culo y los muslos gruesos de sus piernas largas. Vistiera con pollera o vestido o en pantalones siempre le veia algo que me excitaba. Se me hacia imposible no mirarla, concentrarme en las tareas y evitar estar al palo cuando Memé estaba al frente de la clase. La inocencia e inexperiencia de la edad me convencian que ella nunca se daba cuenta de lo que me pasaba, por suerte.
Una compañerita un año menor, llamada Laurita de 6to grado, se destacaba por el precoz desarrollo de su cuerpo destacandose por sus tetas enormes y su voracidad sexual totalmente anormal. Se metia en el baño de varones, mostraba sus tetas, pedia ver nuestras pijas, las tocaba y nos hacia tocarla a ella. Esta conducta anormal se repetia en los cumpleaños, bailes y reuniones fuera del ambito escolar y fue siendo advertida por varios padres y madres que llevaron la inquietud a la escuela donde tanto directora y docentes ya estaban al tanto de lo que sucedia prometiendole a los padres el cuidado necesario y la seguridad de los niños.
Una tarde durante una clase aburrida de manualidades pedi de ir al baño. Solia ir para aprvechar la soledad y el silencio durante las horas de clase para encerrarme en el ultimo retrete y pajearme tranquilo durante 5 o 10 minutos como mucho.
Los baños tanto de varones como de mujeres estaban bastante alejados de las aulas, ubicados enfrentados al final de un largo pasillo despues de pasar los salones de biblioteca, comedor, direccion y sala de maestros. Salones grandes habitualmente cerrados y poco concurridos lo que hacia que la zona tuviera la tranquilidad y la soledad para tener una intimidad segura.
Así estaba ya pues sentado en el inodoro del ultimo retrete con los pantalones y calzoncillos bajos, la pija parada y acariciandola cuando me sorprende un suave golpeteo en la puerta y un susurro detras que decia «Soy yo, abrime»
Laurita ya me habia acosado en varias oportunidades tanto en el baño como en algun cumpleaños pero nunca en esa soledad e intimidad que brindaba ese momento.
Le abri la puerta del baño a Laurita haciendole el gesto de silencio. No hay nadie cerca me dijo en voz bajita…
-Sabes que tenes la pija que mas me gusta de todas…es la mas grande, te la chupo alguien ya? Me susurro Laurita mientra me pajeaba con una de sus manos.
-No, nunca. Conteste
-Me dejas que te la chupe? Yo despues te dejo que me chupes y toques toda…
Ni bien me la besó y empezaba a lamermela una voz nos paralizó de terror.
-Salgan inmediatamente de ahi!!!
La señorita Memé nos habia descubierto.
Laurita salió corriendo y haciendo una actuación digna de hollywood lloraba acusandome de haberla obligado. Yo seguia inmovil, paralizado en el inodoro con los pantalones bajos, la verga expuesta sin atinar a nada.
Memé se asomó a la puerta abierta y parada frente a mi se quedo mirandome durante un momento que senti eterno mientras se escuchaban los fingidos sollozos de Laurita de fondo.
-Vamos. Vistase. Los dos me van a tener que explicar esto muy bien si no quieren ir a Direccion. Ordenó Memé y nos llevó a ambos al salón de biblioteca.
Laurita intentó seguir con su actuación y la señorita Memé la cortó con firmeza ordenandole que no mienta y la mandó para su aula.
-Contame como fue y no me mientas. Si me decis la verdad puede que esto no llegue a la directora ni a tus padres.
Con muchos nervios y verguenza le relaté a la señorita Memé todo tal cual habia sucedido. Me pidio que me calmara, que me creia todo porque ya conocian las acciones de Laurita y que ella estaba a cargo de vigilarla por eso nos habia descubierto pero que se sorprendio mucho cuando vio que era yo. Me aseguro que iba a hacer lo posible para que nadie mas se enterara. Muy dulcemente tambien me confeso que yo era su alumno preferido, que si podia contar conmigo para que esta situacion no trascendiera. Yo solo respondia que si, asustado con la cabeza gacha.
Memé se levantó de su silla, fue hasta la puerta y le dio dos vueltas de llave, cerrandola. Se arrodillo frente a mi y tomandome con ambas manos mi cara la levantó para que la mirara.
–Quedate tranquilo Alex. Relajate y contame todo, si? Se que te gusto, como me miras siempre y lo que sentis. No me enoja, sabes? Al contrario….me gusta mucho…podemos confiar el uno en el otro? Si? Te gusto, no? Vos tambien mucho a mi. Podemos tener nuestro secreto?
– Sí, sí señorita Memé, se lo juro.
La señorita Memé agarró otra silla la puso frente a mi y se sentó. Fue abriendo sus piernas hasta mostrarme su bombacha. Se acaricio la concha suavemente con dos dedos preguntandome si me gustaba y si queria ver mas. Yo la miraba extasiado y asentia.
-Te voy a mostrar todo lo que quieras pero antes quiero que la saques y me la muestres. Se te paró? A ver…mostrme, sin miedo…
Claro que estaba al palo. La saqué y se la mostré. Memé se abalanzó y me la empezo a chupar. Le acabé en la boca rápidamente. Ella siguio hasta que no quedara ni una gota. Se levantó y me mandó para el aula.
Esto es apenas el comienzo de una historia que tendrá mucho más
Buenísimo, sigue con la segunda parte