En la recepción del hotel
Hola me presento, mi nombre es Jessica y les voy a relatar como fue mi primera vez con una chica cis.
Desde que tenia 15 años empecé con mi transición, como toda nena trans desde que era niña siempre me gusto ponerme la ropita de mama y de mis hermanas por lo que a los 15 años decidí salir del closet y empezar mi tratamiento hormonal. Mis papás siempre me apoyaron, incluso en mi cumpleaños 18 me regalaron la cirugía de busto.
Cuando tenia 20 años entré a trabajar a un hotel de una cadena muy famosa. Fue ahí donde conocí a Jennifer, ella y yo pronto nos hicimos buenas amigas. Compartíamos todo, desde tips de maquillaje hasta a nuestros más íntimos secretos. Ella sabía que yo era trans y un día en la platica me pregunto su alguna vez me sentí atraída por alguna mujer.
Su pregunta se me hizo un poco extraña pero como le tenia mucha confianza le dije que si qué me gustaban tanto mujeres como hombres.
Esta respuesta hizo qué la platica empezará a girar en un tono más íntimo.
Jennifer – Amiga a mi me llama la atención saber que se siente estar con otra mujer, pero la verdad es que siento que soy muy tímida y aparte pues me encanta la verga jajaja
Ambas reímos, y le dije que si quería podríamos experimentar.
Se sonrojo y se fue, no supe si a lo mejor la asuste o se molestó.
Pasaron unos días, sin tocar el tema hasta que un domingo qué estábamos solo ella y yo en la recepción me dijo que si la podía ayudar con la impresora.
Nos fuimos a la oficina qué esta detrás de recepción y ahí ella dio el primer paso y que me planta tremendo beso en la boca. Yo esperaba este momento pero no pensé que fuera aquí en la oficina de gerencia.
Empezamos a besarnos, nuestras lenguas se buscaban desesperadas y sus manos poco a poco empezaron a desabrochar mi blusa. No nos importaron las camaras ni nada de lo que estuviera pasando afuera, abrió mi blusa y empezó a besar, lamer, chupar y morder mis tetas, mientras qué metía sus manos por debajo de mi falda tocando mis nalgas.
Yo estaba excitada por el temor de ser descubiertas. Seguimos basándonos apasionadamente yo tocaba sus hermosos pechos por encima de la blusa, podia sentir el encaje de su brassier y como sus pezones se ponian duros. En una de esas me arrodille frente a ella, la puse contra la pared y empiezo a besar sus piernas, esas largas y preciosas piernas enfundadas en unas pantimedias negras, levante un poco su falda y empiezo a besar su vagina por encima de sus medias, el olor era delicioso, ya saben ese olorcito a nylon y fluidos genitales me remontó a mis primeras experiencias. Pero esa será otra historia.
No pude resistir más y le baje las pantimedias y su panty de encaje negro chiquitito y empecé a lamer su estrecha vagina recién depiladita, solo tenia una pequeña rayita de vello qué adornada su pubis. Poco a poco sentí como se mojaba con cada lenguetazo que le daba, mordía y besaba y lamia su clitoris, con cada pasada de lengua se mojaba más y más, mi pené empezó a pararse y me lo saque para yo también masturbarme mientras le comía su conchita Jennifer.
Después de unos minutos sentí como sus labios vaginales se contraian, simbolo de que estaba llegando al orgasmo. Lanzó un pequeño gemido de placer y vi como temblaban sus piernas.
En eso escuchamos como un huésped se acercaba a la recepción y tuvimos que volver a trabajar.
Me acomode mi falda para ocultar la erección y salimos a la recepción como si nada.
Se acerco el Ingeniero Luján, un huésped regular del hotel y con una mirada picara nos dijo que si la estábamos pasando bien, no supimos si nos escucho o nos vio pero ambas nos sonrojamos y tratamos de disimular.
Yo- Si claro Ingeniero nos la estamos pasando bien, lo que pasa es que tuvimos un problema con la impresora y fui a asistir a mi compañera
El ingeniero es un tipo alto y guapo y siempre muy respetuoso pero ese día se animo a decir
Ing Luján- Ahora que lo mencionas he tenido problemas también para imprimir desde la computadora qué esta en el centro de negocios. A ver si al rato me ayudas así como le ayudaste a tu compañera… 😉
Jennifer y yo nos volteamos a ver y cambiamos el tema.
Cuando el huésped se fue Jennifer me dijo que le había encantado como la «asistí» Y me dijo que tenia otra impresora en casa por si quería ir en la noche saliendo del hotel a «revisarla» 😉
Entendí perfectamente el mensaje y no podía esperar a que finalizara el turno para ir a revisar esa impresora y también la del Inge Luján.
Por que no continuaste la historia de rika? Tiene mucho potencial, hasta te deje ideas de que continuar en los comentarios de la segunda parte :c
Hola.
Se me descompuso mi computadora y no me acomodo del todo escribiendo en el celular, además de que envicie con videojuegos, pero intento retomar los relatos.