En las clases del sábado (PARTE 3)

El clímax….
Sábado 3:

Llegando a clase, saludé a Ángel con mucho gusto, abrazándole e intentado juguetonamente agarrar su entrepierna, y él riéndose me dijo:

A: Bro, al rato nos pajeamos, pero aquí ahorita no

J: Vavava

Llegando al salón y pasados 30 minutos, me arrimé cerca de él y comencé mi manoseo, él me miro con una sonrisa picara y traviesa, deslizando su mano hacía mi pantalón y comenzando a masajearme la punta de mi verga. Yo también hacia lo mismo, y así estuvimos por 30 minutos más, me comencé a desesperar, pues la tela del pants de Ángel me comenzaba a molestar, pues no podía jalarle bien la verga a Ángel de la manera que yo deseaba. Así que en mi desesperación y lujuria, metí mi mano dentro de su pantalón y agarré su verga. Él sorprendido me dijo:

A: Que haces bro!?

(Yo sacando mi mano rápidamente, arrepentido)

J: Discúlpame mucho hermano, no quise…

Sin embargo, él interrumpió mi oración y agarró mi mano y la dirigió directamente hacía dentro de su pantalón y me dijo:

A: Sabes Juan?, te dije que mi verga ahora era tuya, eres mi amigo y en este tiempo que me la has agarrado con mucha experiencia, te voy a dejar que me metas tu mano, pero tu también, va?

J: Claro que sí hermano!

En un momento de distracción del profesor, le saque la verga del pantalón, atrapando la punta en el elástico de sus bóxers y él se rió mucho. A partir de esto, comencé a sobarle su verga y huevos con mi mano dentro de su pantalón. Su verga se sentía grande, gruesa, circundada y un poco venuda; sus huevos se sentían un poco grandes con muchos pelitos en ellos. Tenía una buena mata de pelos púbicos perfectamente arreglada, sus pelos eran suaves y ondulados, con el caminito que se extendía hacía su ombligo.

Por otro lado, él intentaba desesperadamente meter su mano dentro de mi pantalón, pero no podía porque tenía cinturón en ese momento. No fue hasta el recreo, en el que nos quedamos solos en el salón, que me dijo:

A: Ahora sí hermano! Te voy a pajear bien rico

Él, rápidamente me desabrochó mi cinturón y pantalón y lo abrió, revelando mi buena mata de pelos castaños claros, con una verga de 15 cm color blanca con una punta rosa y húmeda y él rápidamente me la comenzó a jalar bien rico, mientras que con su otra mano me masajeaba mis huevos de manera circular

J: Espera Ángel, tu también

Yo le baje un poco su pantalón, pero de manera en que si alguien entrará se lo pudiera subir rápidamente, revelando una gran mata de vello púbico color canela claro y ondulados que se acumulaban y subían hacia su ombligo y otros comenzaban a apartarse y dirigirse a sus piernas. Su verga era efectivamente grande, tal y como había sentido, gruesa, de color blanca pero con una punta roja; y también comencé a jalarsela bien rico, tanto que él empezó a gemir por lo bajo, y yo también. Estuvimos así 10 minutos, hasta que comenzaron a regresar nuestros compañeros.

Cuando regresaron nuestros compañeros, ya nos habíamos subido y abrochado nuestros pantalones, para no ser tan evidentes en clase, le dije que mejor nos masturbaramos sobre el pantalón, y él estuvo de acuerdo y así estuvimos hasta que terminaron nuestras clases, y nos despedimos.

Por mensaje le propuse una idea:

J: Hermano, que RICO estuvo esa paja, talvez no eyaculamos, pero, te quiero proponer una idea

A: Sisisi hermano, que rico estuvo, a ver, escucho tu idea

J: Estaba pensando que el próximo domingo, me acompañaras a mi casa y ahí nos pajareamos a gusto, sin miradas y sin presiones. Mis padres están de viaje y tendré la casa sola por un par de días

A: De verdad?! Me encantaría

J: Genial, entonces…ahí nos vemos bro

A: Va, bye