Enamorado de la pequeña Liliana (Final)
Nos esperaba nuestra luna de miel en la que la paciencia y mucho amor permitieron que finalmente desvirgara a la hermosa Lili.
Llegamos a la casa como a las 6pm, dejé las compras en la mesa y fui con Lili a casa de su abuela y le dije con firmeza
Yo: Ya regresamos señora, compramos unas películas para verlas en mi laptop, en un rato le traigo a Lili
La respuesta de doña Mari es algo que hasta la fecha agradezco, esa señora tiene merecido el cielo y toda mi gratitud para toda la vida
Sra. Mari: Si está bien, ando algo cansada y me quiero dormir temprano, si después de las 8pm no han terminado de ver sus películas que se quede a dormir contigo por favor.
Casi eyacule al escuchar esas palabras y lo peor fue la reacción de la niña
Lili: Siiiii, dormiremos juntos
Ella lo sabía, me parecía imposible que esa señora no supiera que esa nena y yo éramos amantes, no solo eso, me daba total permiso de hacer con ella todo lo que mis bajos instintos me dictaran hasta quedar completamente seco. No suficiente con eso, cuando nos despedimos de ella atino a decir
Sra. Mari: Diviértanse, con cuidado ¿eh?
A menos que se refiriera a que nos fuéramos con cuidado esos 10 metros que hay entre su casa y la mía, era como si supiera que la nena era virgen y tenía su himen intacto, intuía que esa noche seria nuestra luna de miel, por lo cual me recordaba que debía tener cuidado en no lastimarla mientras le robaba su virginidad. No era necesario que me lo recordara, eso haría, no solo para evitar que sufra en esa experiencia, si no que sería un momento único para los dos, un momento irrepetible que quedaría grabado en mi memoria y en la suya de por vida, debía ser un momento mágico lleno de amor, pero, sobre todo, de placer.
Cuando llegamos a la casa Lili me dijo
Lili: No vamos a ver películas ¿verdad?
Esa niña cada día era más desinhibida, si bien desde la primera noche que nos amamos parecía disfrutar plenamente del sexo, por su educación parecía tener prohibido expresar sus necesidades y sus gustos, para limitarse a escuchar a los adultos y obedecerlos. En este corto tiempo había cambiado, era una nena más alegre, expresiva, decía lo que le gusta y lo que no, se volvió más atrevida, retadora y juguetona. Esta vez no era sumisa esperando a que yo tuviera ganas o la situación se diera sola, por primera vez ella estaba dando el primer paso, en otras palabras, me estaba diciendo: No quiero ver películas, quiero hacer el amor.
No me hice del rogar y le dije:
Yo: te compre algo, pero no lo debe ver tu abue, vete a bañar y espero que te quede
Le di la bolsita de lencería y fui a mi cuarto, puse música de jazz sensual en el móvil, encendí las velas, y me senté a esperar impaciente como un niño esperando a Papá Noel. Lili se tomó su tiempo, como si quisiera torturarme haciendo larga la espera, incluso me preocupo la tardanza, cuando me disponía a ir a preguntar si todo estaba bien el ruido del agua se detuvo. Mi corazón comenzó a latir, allí estaba ella, desnudita, secándose con la toalla, untando aceite humectante de bebe en su suave cuerpo, secando su cabello y cepillandolo, probándose las prendas, dios mio ¿le quedarian?.
Salió del baño y vino hacia la habitación, allí estaba ella frente a mí, el camisón le quedo un poco grande, pero seguía resaltando su hermosa figura, estaba seguro que en un año o máximo dos le quedaría a la medida, valió la pena haber gastado ese dinero. Concentré mi vista como un felino para adivinar que había debajo de esa delgada y semi transparente prenda y pude ver su panty, parecía haberle quedado perfecta, rosita, transparente, con muchos encajes y un patrón de flores. Era la definición de erotismo, ningún hombre heterosexual se inmutaría al ver su belleza, su cabello mojado y finalmente, sus labios brillosos con diamantina por el labial que le compre, parecían de caramelo.
Quería bajar mi bóxer, uno, dos, tres duros pajazos bastarían para hacerme eyacular al verla vestida o semi vestida de esa manera.
Yo: ven aquí amor, esta noche haremos el amor hasta quedarnos dormidos del cansancio
Lili: Tengo muchas ganas
La comencé a besar, piquitos, luego fundimos nuestros labios y después combinamos nuestras lenguas, ya nos besábamos como dos adultos, besos apasionados, las mujeres con las que hasta ahora había estado odiaban los besos muy ensalivados, pero ella parecía que se esforzaba en producir saliva, por ello, cada cierto tiempo debía detener los besos para tragarme todo el exceso de saliva que ella consiente o inconscientemente segregaba, al separar nuestros labios uno o dos pequeños hilos de saliva caían por en medio. Si se tratara de una adulta quizás la cantidad podría ser incomoda, pero al ser tan pequeña la verdad era una situación que disfrutaba y me excitaba.
Bese su oreja, y susurre en su oído
Yo: que rica eres, te voy a dar la cogida de tu vida
Lili: siii, sii, ¡¡cógeme!!
Baje hacia su cuello, delicado, delgado, suave, olía a niña, lo lamí, bese, como si fuese un vampiro quería morderla y lo hice, la mordía suavemente, mientras lo hacia ella clavaba sus uñas en mis brazos, se sentía delicioso, esas pequeñas manitas. Con un movimiento brusco y rápido la tome de la cintura y la levante como si fuese una muñeca de juguete y la senté sobre mis piernas, la acomode sobre mi pene y la sujete fuertemente de sus nalgas moviéndola sobre mi como si la estuviera follando duro mientras nos besábamos.
En esa posición baje uno de los tirantes de su camisón, ¿debía desnudarla o no? Me excitaba mucho como se le veía, sus pequeños pezones se veían a través de la tela, quien diseño ese tipo de prendas es un maldito genio, hacia ver su cuello, sus hombros, el inicio de su espalda y su pecho tan apetecible. Era como esos platillos de restaurante que son deliciosos, pero los sirven teniendo cuidado de acomodarlos y adornados de una manera que se ven más apetecibles.
El trasero de esa niña era increíble, parecía que iba al gimnasio, me parece increíble que tuviera una forma, tamaño y textura tan perfecta, no había prenda en la que no se marcara ese culito, pero el camisón estaba en un nivel completamente diferente, erótico, sexy, sensual, delicioso, no hay palabras que describan lo que ese cuerpo infantil me provocaba.
Amasaba su trasero con fuerza, movía a la nena como si fuera una muñeca, adelante, atrás, adelante, atrás, como masturbándonos. ¿Su reacción? Me sujeto de la camiseta con fuerza, como si yo fuera un caballo fuera de control y ella tomara las riendas tratando de controlarlo.
Yo: Ay Liliana, te deseo, te deseo mucho, eres una niña deliciosa, me vuelves loco
Dije mientras levantaba sus brazos y le quitaba el camisón, revelando su hermoso torso desnudo, su pecho completamente plano, sus pezoncitos, sus delgados bracitos, pero lo que más me gusta después de su trasero es su hermoso abdomen, sexy, femenino, no tan curvilíneo como el de una mujer mayor, pero si completamente femenino. Al contrario de su torso, sus caderas, muslos, pantorrillas y nalgas, si tenían la forma de una mujer adulta, pero en miniatura, la parte inferior reflejaba fertilidad por donde se le viera, era una invitación constante a no dejar de follarla hasta dejarla embarazada.
Bese sus pechos, la tome de las axilas y de nuevo, como un juguete, la levante y la puse boca arriba, lamí, bese y mordí sus pezones, baje hacia su hermoso abdomen y dibujaba 8s alrededor de su ombligo con mi lengua. La panty le quedo perfecta, parecía hecha para ella, gracias dios mío, que sexy se veía, me volvía loco.
Yo: Que bonitos te quedaron tus calzones, ojalá diario los usaras
Lili: Ayy ayy me pondré todo lo que quieras
Yo: Te voy a comprar mucha ropa, para que los uses cuando te coja
Lili: si… me gusta… me gusta que me cojas…
Yo: Te amo Lili, te amo mucho, quiero hacerlo contigo siempre
Lilo: te amo más
La tome por la cintura y la gire boca abajo, levante su cadera para que su culito quedara levantado apuntando hacia mí. La pieza de lencería era mágica, era irresistible, no era tanga pero su trasero se comia esa prenda y se marcaba su culo totalmente, apreté y acaricie, pero ya no pude más, se lo baje lentamente y empecé a darle lengua en esa postura, esta vez, mis lengüetazos iban desde su vagina hasta la raya de sus nalgas, nunca en mi vida he tenido sexo anal, a ninguna de mis parejas le atraía la idea y nunca fue algo que yo deseara, Lili no sería la excepción, pero disfrute de lamer todo su trasero incluido su anito. Chupaba ambas nalgas lateralmente metiendo toda la carne posible en mi boca, casi que literalmente “le comí el culo”.
Mis 5 sentidos estaban al máximo, ver su cabello mojado cada vez más alborotado, sus ojos, su cuerpo, sus labios acaramelados de labial, su abdomen y culo. Escuchar su respiración agitada, sus gemidos, sus “ayy”, el ruido de la saliva y mis besos. El aroma fuerte de su vagina, su culito recién bañado, su aroma a shampoo y aceite de bebe en el cuerpo. Sentir su piel suave de bebe, sus nalgas que cabían completas en mis manos y apretarlas con fuerza. Finalmente, el sabor de su saliva, de sus besos, de su piel, de su vagina y ano. Su cuerpo era un mar de sensaciones, sensaciones que me embriagaban de placer y llenaban mi bolsa de semen más y más.
Me desnudé, mostré mi torso desnudo y mi pene duro como la roca, era momento de empezar…
Lili: Métemela
Increíble, eso iba a hacer, ¿ella lo sabía?, ¿lo presentía?, ¿era coincidencia? ¿O simplemente instintivamente sabe para lo que su vagina está hecha y su cuerpo se lo exige?, no lo sé, pero era el momento, finalmente, desvirgarla, romperla, desflorarla, seria mía por completo. Compre una pastilla azul, jamás las había usado, así que por si la duda solo tome la mitad.
Yo: Si Lili, te la voy a meter
Una vez, más, como si fuera una muñeca la puse boca arriba, la abrí de piernas, la jale hacia mi hasta que chocara con mi abdomen, la empuje un poco para ponerla a la distancia adecuada y empecé a puntearla
Lili: ayyy ayyy ayyy
Suavemente, lento, me calme, deje de poseerla con desesperación, pues debía tener mucho cuidado y paciencia en penetrarla, estaba nervioso, no sabía si la había dilatado lo suficiente en días anteriores. Con mi pene la punteaba de abajo hacia arriba, no empujaba directamente hacia adentro sino indirectamente hacia arriba, con la esperanza de que cada punteada la fuera dilatando poco a poco. Una, dos, tres, cuatro y cinco, ella me miraba a los ojos y luego hacia mi pene, estaba muy nerviosa y asustada, se notaba, pero no decía que me detuviera. Uno, dos, tres, cuatro…
Lili: Ayyyyyyyy
Yo: Perdóname Lili ¿te dolió mucho?
Lili: No, no mucho, hazlo más despacio –No me dijo que me detuviera-
Uno… dos… tres… uno… dos… tres punteos… uno… dos
Lili: ayyyyy
En ese segundo punteo se abrió un poco, pude meter la cabecita
Yo: Dime si te duele
Lili: Poquito, auu, auu, solo poquito, hazme suavecito, se siente rico
Dejé mi cabeza dentro de ella, empecé de a poquito a moverme sin sacar la cabeza de mi pene, hice pequeños mete y saca, suave, lento, poco a poco, habían pasado 10 minutos desde que la empecé a puntear y estaba dispuesto a invertir toda la noche en ello. Comenzó a dar un masaje alrededor de sus labios vaginales y en su pelvis, como para relajarla y dilatarla.
Una vez se acostumbró a tener mi cabeza, hice mete y saca un poco más intensos para abrirme camino. Uno… dos… uno… dos… su avente, poco a poco, sin prisa, ante esas pequeñas embestidas ella respiraba agitada
Lili: mm…. mm… mm
Yo: ¿te duele?
Lili: sigue, sigue
Seguí punteándola por 40 minutos aproximadamente, el grosor de mi pene ya no era un problema (no es muy grueso realmente) debía abrirme paso hacia adentro, comencé a frustrarme y a pensar que quizás no estaba lista, pero poco a poco entraba más y más, sin yo darme cuenta
Lili: Auu auuu AUUUUUU nooo
Yo: Lili perdóname ¿estás bien?
Lili: ¡Me dolió me dolió!
Me asuste, pero justo antes de sacársela
Lili: nooo noo, no te muevas, me duelee
Me quedé quieto un momento y ella respiraba agitada como aguantándose el dolor, sin embargo, su vagina seguía palpitando, me apretaba, rompí su himen y le dolió, pero ella seguía excitada y su vagina seguía contrayéndose. Pasó aproximadamente un minuto, pese al susto mi pene seguía duro, quizás por el efecto de la media pastilla.
Lili: ya se me está quitando el dolor, la hermana de Sofi dijo que el dolor no dura mucho
Esa puta guarra le estaba enseñando a las nenas como tener sexo, pero bueno, si ella es una pecadora yo soy el diablo.
Yo: Si quieres podemos detenernos
Lili: No, no, sigue, sigue, pero hazme suavecito
Comencé el vaivén lentamente, sacaba un poco mi pene, lo metía muy suave y lentamente, a cada compás sentía mucho más fácil el movimiento, cada vez era más cómodo y fluido. Uno, dos, uno dos, conforme la bombeaba su vagina me apretaba más y más, señal de que el dolor desaparecía y la excitación volvía.
Woow que rico, que rico se sentía, yo de 29, ella de 9, haciendo el amor por primera vez, me sentía en el cielo, no solo nunca en mi vida había estado con una mujer virgen, era una niña virgen de 9 añitos recien cumplidos.
No voy a mentir, me encantaría decir que la bombee por dos horas y terminamos en un orgasmo, nada más lejos de la realidad, no dure ni dos minutos, el cómo me apretaba, el como gemía, el morbo de la situación, fue como si a un adolescente le hicieran perder la virginidad con su actriz porno favorita, no había forma humana de controlar tal estimulo.
Yo: hay mi amor, que rico, que rico no puedooo no puedoooo
En un último intento desesperado, la tomé de la cintura, la levante y la embestí con fuerza cinco veces. Uno, dos, tres chorros dentro de ella, al fin dentro de su vientre, era lo que más deseaba desde hace tanto, pero ella todavía no tenía su orgasmo, lo tendría, y seria con mi pene así me llevara dos horas recuperarme. Saqué mi pene, lo sacudí y me dispuse a besarla para seguir acariciándonos cuando me dijo
Lili: ¿Te la puedo chupar?
Yo: si mi vida, por favor
No podía creerlo, era increíble, tome un poco de papel higiénico y la limpie, tratando de que no se diera cuenta de le salió un poco de sangre, también removí el exceso de semen de su vagina. Posteriormente, dirigí mi miembro hacia su rostro.
Yo: acarícialo con tus manos y sujétalo firme, primero dale besitos desde abajo hacia arriba, luego lámelo como si fuera una paleta de hielo, de abajo hacia arriba, lentamente, así como yo te hago, no te meto la lengua de inmediato, primero beso, lamo y chupo alrededor de tu cosita y hasta al final te llamo directamente
Lili: ah sí, está bien
Empezó a hacer lo que le dije, era torpe, pero lo compensaba con lo linda que era
Yo: Si así bebe, después poco a poco métela a tu boca, trata de llenarla de saliva para que entre y salga fácilmente, ten cuidado de no morderla, es como si yo te mordiera tu conchita, son partes muy sensibles y deben ser tratadas con mucho cariño.
No contestaba, solo obedecía, cuando introdujo mi pene en su boca fue increíble, imagínenlo, una nena de 9 años, cuyos labios brillosos por el labial recorrían ese duro y venudo falo, que la penetraba en la boquita como si fuese su vagina. Comencé a acariciar su cabello, sus mejillas, desde mi posición veía sus hombritos desnudos, su espaldita, sus nalguitas y piernas, su desnudez alimentaba la dureza de mi miembro, el cual chupaba como poseída.
Siguió así por 2 minutos o 3, mi pene seguía sensible por los disparos anteriores, pero no lo suficiente como para que la felación fuera dolorosa. En ese lapso trate de respirar hondo y relajarme, para permitir que mis testículos se volvieran a llenar para la segunda ronda. No iba a desperdiciar una sola gota de semen, esta noche solo tenía permitido correrme en su útero infantil.
Yo: Que rico mi amor, ya es suficiente, quiero tener energía para penetrarte de nuevo
Lili: Si
Me puse boca arriba y la coloqué sobre mí, tomándola de las caderas dirigí su vagina hacia mi pene, comencé a puntear para buscar bien su recién cavada entrada y de manera fácil entro completa en cuanto la encontré.
Yo: ahhh mi bebita, apoya tus manos en mi pecho o sujeta mis manos y muévete como tú quieras
Sin decir nada comenzó a hacer todo tipo de movimientos, adelante, atrás, leves círculos, se arqueaba hacia adelante y hacia atrás, explorando los puntos sensibles de su vagina, conociendo ritmos, movimientos y sensaciones. Tras unos minutos instintivamente o por aprendizaje encontró como moverse, apoyando las manos sobre mi pecho, echo su cabeza hacia atrás mirando hacia arriba y se movía de arriba hacia abajo con una ligera inclinación hacia adelante. No introducía el pene en su totalidad, ni lo sacaba por completo, pero era un recorrido bastante amplio en cada movimiento.
Lili: ayyy… ayy… mmmm…. Mmmm… se siente muy rico… ayy que rico se siente mmm
Yo: Lo sé, yo también siento muy rico, mmm
Estuvimos así, 15 minutos, poco a poco ella aceleraba el ritmo cuando sentí mi orgasmo cerca me detuve, me incorporé y la puse de misionero
Yo: Hay tantas posiciones para hacer el amor Lili, las haremos todas hasta que encontremos las que más nos gustan
Lili: ¿Hoy las haremos todas?
Yo: jejeje, no bebe, son muchísimas, las que podamos
Lili: sígueme haciendo rico
En la posición de misionero seguí al mismo ritmo que ella llevaba, pero al ser yo quien guiaba podía hacer círculos y variar los movimientos para no eyacular, estuvimos de misionero 10 minutos más
Yo: Lili… te voy a follar duro y no me detendré hasta que termine –le decía mientras la penetraba-
Lili: ahh… ahh… Ahhh… Siii… siii…
Me detuve, la puse de espaldas hacia mí en posición de cucharita o spooning, la penetre vaginalmente, levante una de sus piernas y pase mi brazo por debajo de su rodilla, el cual impedía que pudiera cerrar las piernas, con ese mismo brazo sujetaba su abdomen que tanto amo, en cada embestida mi pelvis chocaba con su hermoso culo. Esa era mi posición favorita para con ella y esa noche lo descubrí, con mi boca besaba su cuello, y oídos, me deje llevar y le daría duro hasta preñar a esa niñita.
Lili: ahh ahh ahh que rico
Yo: Ay Lili, que deliciosa eres –comencé a susurrarle en el oído-
Lili: mmmm mmmm sigue
Yo: Mi niña hermosa, desde el primer día que te vi me gustaste
El choque de mis embestidas con sus nalgas sonaba como aplausos, toda la casa olía y sonaba a sexo intenso
Lili: ayyy ayyy ¿enserio? Ayy
Yo: mmmm… mmm… si mi niña, cuando te vi en shortsito quería desnudarte y cojerte
Lili: ayy ayy tu también me gustaste
Yo: La noche que te conocí me masturbe bien duro imaginando como follaba tu cuerpito de 9 añitos
Lili: ahh ahh ahh
Yo: te amo Liliana, amo tu cuerpo de niña, si te hubiera conocido de 5 añitos igual te hubiera follado, estas hermosa princesa
Lili: ayy ayyy ¡¡¡papi… papi!!! –no sé porque me dijo papi-
Lili: ayyy ayyy ayyyyyy
Sentí su orgasmo y mientras lo sentía su vagina se convulsionaba apretando mi pene como si fuera una trituradora de alimentos
Yo: OHH OHHH OHHH MMMMMMMMM
Yo: CARAJOOO… AUUU… MMMMMM ¡¡¡JODER!!!
Me corrí como un toro o algún animal grande, gemí y bufe, era posible que algún vecino haya escuchado esos últimos gritos de placer, tanto de ella como míos. Algo en mi me decía que ya no había marcha atrás a mis acciones, y que era posible que tuviera que pagar las consecuencias.
Mi año dando clases en esa comunidad pasó con normalidad, nunca supe si la señora Mari se enteró de nuestro romance, seguimos haciendo el amor cada que podíamos, una o dos veces por semana, había noches de sexo muy erótico y romántico y otras más intensas y salvajes, siempre la quise mucho y la traté con mucho amor.
Regresé a mi ciudad a cubrir el empleo que se me había prometido, les dije a mis vecinas que si querían les ayudaba a buscar un lugar barato donde vivir en mi ciudad y aceptaron. Lili entró a la secundaria y luego a la preparatoria, vivíamos lejos así que no las visitaba tan seguido, tuvimos sexo ocasionalmente y cuando cumplió 15 fuimos a un hotel y tuvimos una deliciosa luna de miel.
Poco a poco al ir creciendo, fue socializando, cada vez tenía menos tiempo para mí y más para sus amistades y pretendientes. Me dolió en el alma, pero entendí que lo nuestro había terminado y debía aceptarlo con madures, no les mentiré, me rompió el corazón y lloré como un adolescente al terminar con su primera novia.
Consiguió un trabajo de medio tiempo y una beca en la universidad, lo que le dio a su abuela y a ella una mejor vida que la que tenían en aquel pueblo. La última vez que la vi tenía 24 años, es una mujer hermosa y muy alegre, me abraza con mucho cariño y ambos fingimos que jamás hubo algo sexual entre nosotros. Tiene años que no lo menciona ni lo insinúa y yo tampoco, a la fecha desconozco si su abuela se habrá enterado de ello o no. He tenido otras amantes obviamente, pero creo que la mujer que me robo el corazón fue la pequeña Liliana.
Es una muy buena historia, me ha gustado bastante aunque siento que hubiera quedado muy bien otro capítulo adicional para contar más y principalmente para desarrollar ese excelente epílogo, justo así será el epílogo de mi historia.
Es una hermosa historia de amor. Me llegó mucho porque viví algo similar. Mis respetos
Ojala lo cuentes pronto
Gracias
Relato sin duda riquísimo, bellísimo, y sobretodo, excitante!
Un fuego la historia, tiernísimo ella disfrutando cada cm de verga. Te pido estirar las escenas de cogida si te parece Mario, es que es delicioso esto me dejo sopa.
Harias al reves? O sea sexo asi de mujer con niños o puber digo