enseñando a la «gomita» a penetrarme
con 11 años le quise enseñar a Esteban, de 13, como debería usar su gomita en mi vaginita. .
las primeras semanas todo fue igual, esteban y miguel me continuaban molestando, excepto el día siguiente que Miguel me hacia mamar su pene en su habitación. yo sabia que le contaba a esteban, ya que el buscaba llevarme a algún momento y lugar para que se lo haga a el.
durante el almuerzo, fuimos a una de las leñeras que estaba detrás de la cancha de futbol con mis amigas, claro que mi primo y su amigo nos acompañaron, heramos 8 y nos pusimos a contar historias de terror, con Esteban estábamos bien pegados y comenzó a tocar mi mano yo le seguí el juego, ambos estábamos nervioso mientras escuchábamos lo que contaba Miguel, hasta que me dice al oído:
-acompáñame un rato
pero yo no quise. Al salir de clases nos fuimos los 3 a la casa caminando, nos pusimos a hacer puntería a unas manzanas que estaban en un árbol hasta que Miguel dice «mi mochila» y se va corriendo a buscarla al colegio. con Esteban solo nos reímos, hasta que un pensamiento recurrente paso por mi mente «estrenarlo como gloria lo hizo con miguel»
Esteban se sentó a la orilla del camino, su pantalón de colegio estaba vende en las rodillas donde se tiraba a suelo jugando a la pelota, asi que me acerque y le dije:
-tienes pasto en el pantalón, -y puse mi mano en su rodilla
Esteban sonrió y dijo -mas arriba igual tengo pasto- y deslice mi mano sobre su pantalón gris, hasta la entre pierna, ya estaba duro como piedra. le sobe el pene y el se desabrocho el pantalón, su calzoncillo azul con mota tenia un agujero en la costura a la altura de sus bolas, así que puse mi manita por ahí, sus bolas estaban sudadas y tibias. en ese momento me ofrece mamar, pero estábamos en el camino y podía pasar un auto en cualquier momento, Esteban se levanto y punteo en la cara, su calzoncillo sudado y su pene duro chocaban en mi nariz, hasta que sentimos un auto acercarse y se lo guardo.
al rato después regresó mi primo y fuimos a la casa, como no había nadie subimos a la habitación de miguel, mientras él pasaba al baño. yo me senté en la cama y me levante la falda, y por supuesto, me abrí de piernas. ambos nos reímos, y Esteban se paro al frente y se bajo los pantalones para tenderse sobre mi, se comenzó a frotar sobre mi vulva y su pene rozaba mi cintura, habían pasado solo un par de días desde que miguel me había penetrado así que le dije que se levantara, le saque su verga y una gota cayo al suelo, lo comencé a masturbar y con la otra mano baje mi calzón, acerque su pene a mi vagina, lo puse justo para que se deslice entre mis labios, y Esteban comenzó a empujar, su pene moreno estaba entrando, pero la saca de golpe, y la leche comienza a brotar a chorros sobre mi bruza y corbata. Esteban se puso rojo y se disculpo, busco algo con que limpiar pero solo había ropa sucia de Miguel.
-ya acabaron? -dice miguel mientras abre la puerta, Esteban estaba muy avergonzado.
nos limpiamos y Miguel nos dijo que era común, a él le había pasado las primeras veces, así que lo que hacían era que su hermano la metía primero para aflojar y luego iba él, así que Miguel se acerco con su pene erecto, se bajó el pantalón de colegio y aprovecho que ya estaba con mis calzones abajo, yo me tendí sobre la cama y abrí mis piernas, su pene suro y gruesos comenzó a abrir mis piernecitas, que intentaba poner sobre su gorda cintura y me comenzó a penetrar, agarro su polerón y camisa sobre su estomago y yo solo gemia, entregada a el hombre como de costumbre, ya era segunda vez en tres días así que comenzó a darme fuerte, yo sentía que me orinaría, hasta que no aguante las ganas y me puse a gemir. comencé a sentir sus bolas chocar contra mi vaginita hasta que sus gemidos pararon aquel rico sonido. había acabado dentro .
cuando vemos a Esteban se había masturbado mirándonos dejando nuevamente la polera de Miguel con su semen.
Delicioso relato, cuenta más!