ensueño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oli.77.
Soñé que, como niebla intangible, entrabas en mi alcoba; aproximándote con la sensualidad y gracia del jaguar llegabas a mi lecho.
Después te despojaste de tu bata, iluminando con tu cuerpo desnudo, el cuarto; te acostaste a mi lado y tu suave piel fue despertando la mía con su toque.
Tus labios suplieron a las mantas y me cubrieron, cual bálsamo mágico, y poco a poco la sangre fluyo hacia mi virilidad; la cual se enderezó con firmeza (al igual que la proa de una antigua nave pirata) y desapareció entre tus labios.
Al sentir el roce de tus dientes y la tibia humedad de tu lengua, el sueño cedió su lugar a la pasión; mis ojos se abrieron y tomé tu cabello.
Separe tu boca de mi miembro hinchado y besé tus labios, percibiendo mi sabor en ellos, te tome épor la cintura y aproxime mi boca a tu vértice de placer (para devolverte el grato favor que me habías proporcionado).
Mi lengua dibujó arabescos en tu clítoris, para después explorar tu pequeña gruta inundada por tus mieles.
Movías tus caderas, igual que la amazona experta sobre la montura de un corcel, te separaste y te giraste para formar el número mágico del deseo y así deleitarnos mutuamente con los placeres orales.
Tu cuerpo se cimbró en un orgasmo explosivo que fue preludio de mi eyaculación.
Desperté y me encontré solo en la habitación, pero con el aroma de tu sexo caliente en mi cama y el sudor de tu cuerpo en mis manos.
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