ERA IMPOSIBLE QUE NO ME LA FOLLARA

El inicio de esta historia se dio cuando tenía diez y seis años, mi familia compuesta por mi madre, mi padre y mi hermano que por aquella época se había ido a estudiar al exterior con una beca. Hace unos años mis padres se divorciaron habiendo yo cumplido catorce años..
El inicio de esta historia se dio cuando tenía diez y seis años, mi familia compuesta por mi madre, mi padre y mi hermano que por aquella época se había ido a estudiar al exterior con una beca. Hace unos años mis padres se divorciaron habiendo yo cumplido catorce años. Así que mi madre por la época que les comparto tenía dos años de separación, en consecuencia, ella y yo nos unimos mucho. Salíamos de vez en cuando a cenar, a un cine o a reuniones de conocidos o familiares de ella.

Como mi madre es de muy buen ánimo, continuamente compartíamos bromas y viviendo solos los dos en el apartamento que le quedo a ella después de la separación, varias veces mi madre salió del baño a vestirse en la habitación dejando la puerta abierta, y eso originó que la viera totalmente desnuda, y estando yo en la edad que las hormonas se alborotan, debo confesar que sentí más de una erección.

Un sábado cenando le comenté que a un compañero de estudios le encantaba ella y me había dicho… que suerte tienes de tener una madre que este tan buena y ella me dijo riendo… ¿Y qué tal es el chico?

No, no, como se te ocurre que te voy a decir quién es, ¿quieres que más adelante él este diciendo que se acostó con mi madre? Y ella soltó una carcajada y dijo… y que tiene, si el chico es atractivo.

Le respondí… Hummmm, creo que te está haciendo falta algo, jajajaja.

Cuando terminamos de cenar ella me dijo tengo ganas de tomarme un coctel, ¿me lo prepararías?

Claro, con mucho gusto y fui al bar, preparé su coctel y serví para mí una copa de ron. Pasamos a la sala y le entregué su coctel. Allí estuvimos conversando y riéndonos de tonterías y de pronto ella me dijo… ayer estuve de compras y quiero que me des tu opinión. Ella se fue a la habitación y cuando regreso traía puesto un vestido entallado negro con la falda arriba de la rodilla como a ella le gusta.

Me pidió su opinión y le dije que se veía muy hermosa y que ese traje se ajustaba muy bien a su hermoso cuerpo.

¿De verdad te gusta?

Si, es precioso

Regresó a la habitación y minutos después volvió con un vestido de fiesta escotado y se dio un par de paseos por el salón preguntándome si me gustaba, y le respondí… excelente, mejor que el anterior.

Después de terminar su paseo dijo que no había comprado nada más, salvo unos detalles de lencería, y si yo quería me los enseñaba. Le dije que me gustaría verlos y en broma comenté… Voy a llamar a mi compañero para que te dé su opinión, jajajaja. Ella se rió y agregó espérame ya regreso.

Yo estaba esperándola cuando apareció, con una tanga y un sujetador, los dos con transparencias, notándose su concha totalmente depilada y sus pezones erguidos. Al verla así no pude evitar una erección de la que ella se dio cuenta, pero no dijo nada. Dio un par de paseos por el salón y pude apreciar su hermoso cuerpo y finalmente se sentó en mi regazo, al hacerlo noto mi erección y dijo… uy, uy, uy, se ha excitado mi hijo. Yo pese a la confianza que nos tenemos, me corte y ella me dijo… ¿acaso no existe suficiente confianza como para afrontar cualquier situación?

Estoy de acuerdo, pero tú eres mi madre y eso me sorprendió.

Ella dijo… no te preocupes y se fue a la habitación y unos minutos después regresó con la ropa que inicialmente tenía puesta.

Se sentó a mi lado y me pregunto si hacía mucho tiempo que no estaba con una chica. Le respondí que como un año. Y dijo ahhhh.

Terminamos de beber el licor y fuimos a la habitación a ver televisión y al cabo de un rato me dijo… te propongo un juego divertido que te va a gustar.

Ok cuéntame, le respondí.

Como veo que hace tiempo no estas con una chica y para ser franca yo también no he estado con un hombre desde mi separación, así que ¿te apetece un juego morboso en el que disfrutemos sexualmente los dos? Aprovechando que nos tenemos tanta confianza.

Le respondí… No sé, somos madre e hijo.

Pero ella me replicó… en cuanto me viste con ropa interior tuviste una erección, así que creo que mi cuerpo te excita, si no, ¿porque esa reacción?

Si, tienes razón.

Bueno dijo ella, te propongo apagar la luz y en total obscuridad vamos a pedir el uno al otro que se quite una prenda y así hasta que se rompa el hielo. ¿Qué te parece?

Vale y deje dar rienda suelta a mi imaginación, apague la luz y comenzamos el juego.

Ella me pidió le entregara la camisa, yo igual a ella, luego me pidió las medias y yo a ella el sujetador, luego me pidió el pantalón y yo a ella la falda y finalmente ella me pidió el bóxer y yo le pedí su tanga. Así los dos quedamos totalmente desnudos.

Ahora nos pediremos cosas que nos apetezcan… Acaríciame los muslos me dijo ella.

Yo le pedí acaríciame el pecho.

Y esos primeros contactos de piel me fueron excitando tanto, que le dije… déjame acariciar tus senos. Ella me respondió…Adelante, son tuyos y después de acariciarlos me dieron ganas de chuparlos y al hacerlo sentí como se agito su respiración.

La excitación mutua estaba a niveles increíbles, por eso ella me pidió me subiera sobre ella y al hacerlo nuestros sexos quedaron enfrentados al igual que nuestros labios, trenzándonos en un beso apasionado y hasta salvaje considerando los deseos acumulados que estaban aflorando.

Ella me dijo que deseaba hacerme sexo oral y cambiando de posición hicimos un sesenta y nueve, y mientras ella mamaba mi verga yo me deleitaba recorriendo su concha en toda su extensión. Después de unos minutos de mutua felación me concentré en su clítoris y esto la llevó a un grado extremo de excitación que se tradujo en contracciones de su cuerpo y succión descomunal de mi verga por su boca, por lo cual creí iba a explotar en su boca. Pero como mi meta era follar y correrme dentro de su concha, puse mi mente en blanco y logré pasar el huracán sexual de mi madre.

A continuación, la deje descansar del esfuerzo que acababa de tener con su orgasmo, pero ella no me descuido y estuvo masajeando mi verga para que no cayera mi erección

Ella bajo su mano hasta mi verga, la tomo, luego la deslizo a todo lo largo de su concha para lubricarla con sus flujos y finalmente la dejo en el sitio adecuado para iniciar la penetración. Yo estaba muy entusiasmado, pero teniendo en cuenta que era mi madre, debía tratarla con delicadeza, así que lentamente fui penetrando su concha hasta tocar fondo y lo supe poque ella soltó un auhggg.

Me detuve y retire un poco mi verga, pero ella como estaba tan excitada me dijo… vamos, vamos, no te detengas folla a tu madre como desees, quiero sentirme tu amante. Y con esta autorización comencé con locura a taladrar esa concha que hacía varios años no disfrutaba de una verga que la llevara a un orgasmo y llegado el momento comenzó a gemir y mover la cabeza como loca con los ojos cerrados y jadeando como poseída.

Una vez que cumplí con ella, me concentre en conseguir mi placer, volví a meter mi verga en su concha y al elevar ella sus piernas hasta mis hombros la penetración fue más profunda, luego yo le junte sus piernas y la presión en mi verga hizo que me corriera más pronto de lo esperado.

Terminada la faena, le dije a mi madre que había sido maravillosa su idea y ella me respondió, pero hasta que no inventemos otro juego no habrá próxima vez. Estoy esperando que ella tenga otra proposición porque me excito tremendamente cuando ella deja la puerta abierta de su habitación y se pasea desnuda.