Ese dia en el gusano naranja.
un dia lluvioso, se convierte en uno de los mejores, al encontrar un lindo culito de niña para explorarlo..
Hay días que se quedan para siempre en la memoria, así paso ese día, una experiencia única e inesperada, claro que el destino de estar en el lugar y tiempo correcto fue importante, esto paso un día miércoles, ese día regresaba de mi trabajo, eran ya las 6 de la tarde y el clima era lluvioso, tuve que tomar el metro en el tramo de chabacano a Hidalgo, esos días lluviosos generalmente el metro avanza muy lento, se detiene en las estaciones más tiempo y entre estas por seguridad, así que aborde en la estación chabacano, ya el metro iba casi lleno cuando subí, me acomode cerca de la puerta contraria a la que abría y me agarre del pasamanos, tardo en cerrar las puertas, después de varios minutos por fin se puso en marcha, yo iba aburrido y pensativo en los problemas diarios de trabajo y casa, sin saber lo que me esperaba en ese viaje, después de un rato llegamos a pino Suarez y subió mucha gente, íbamos prácticamente como sardinas, en el vagón a pesar de que hacía algo de frio, se sentía el calor por el amontonamiento de cuerpos, llegamos a zócalo y solo de entrar a la estación, me di cuenta que el andén estaba lleno de personas por abordar, ni modo me prepare para resistirlo, sin embargo ese día me tenía preparada una sorpresa, esa que sucede sin que lo busques y que literalmente me cayó como anillo al dedo, el metro se paró en la estación, bajo gente y entonces subió una multitud empujándose para poder subir, en ese gentío, de repente vi a una niña blanca como de 13 años, bonita, pelo negro ondulado, ya de mediana estatura, ella vestía un short de tela negra con flores, que dejaba ver un culo grandecito y cachetón para su edad y un suetercito azul, cuando la vi me gusto de inmediato, yo estaba agarrado de un tubo, ella entro junto a su mama y se fueron haciendo hacia atrás, hasta quedar en frente de mí, la niña quedo dándome la espalda y su mama a ella, con mirada hacia a la puerta, fue suerte o destino que esa hermoso culito tentador quedara enfrente de mí, ya en esta posición mis ojos se clavaron en ese hermoso culo de nalga alargada y grande, además no era solo eso, la niña se veía linda, una sonrisa cautivadora y por su cara me decía que no era de las que arman un escándalo por cualquier cosa, me dio un poco de confianza, al tener mi mano prácticamente tocando su nalga, empecé a reconocer esa redondeada y gordita nalga, solo de tocarla suavemente, me empecé a calentar, era una situación libidinosa, estaba tocando la rica nalga suavecita, firme y redondeada de una niña, estar acariciando esa nalga era un placer que se reflejaba en el crecimiento de mi verga, acaricie cariñosa y lentamente esa nalga y recorrí su otra nalga de igual forma, eran unos cachetes sabrosos y bien formados para su edad, recorría con mi palma esas nalgas disfrutando y explorando cada una de sus formas, creo que al sentir mis caricias, ella voltio de manera repentina, tuvimos un contacto visual momentáneo, pero no paso nado, ella se voltio hacia enfrente con sus mejías enrojecidas, seguramente la sobada de nalgas le hizo efecto, una vez que paso esto, yo baje mi mirada a ese culito y me fije que su short era de tela delgada, que le llegaba poco antes de su rodilla y sobre todo era amplio de las piernas, siempre había querido levantar la falda de una mujer, era la oportunidad perfecta, estábamos muy pegados unos de otros, ya le había agarrado sus nalgas con la anuencia de la niña y tenía una ropa que permitía hacerlo sin que tuviera que hacer algo muy notorio, estaba casi paralizado de ansiedad, por lo que iba a hacer, es un sentimiento de miedo e incertidumbre y al mismo tiempo de gran excitación, gano la excitación, entonces con mi mano derecha, agarre despacio la tela de su short del borde de la pierna y delicadamente despacio lo empecé a levantar, mi pulso esta acelerado y mi mano temblorosa, a cierta altura entonces metí mi mano dentro de su short, subí mi mano dentro de él, hasta que le toque la nalga derecha desnuda, fue una sensación única, ella durante el proceso, solo se dejó hacer, toque directo mis dedos con su nalga desnuda, yo estaba en esos momentos con la verga bien parada, sentir la tersa y tibia piel de esa nalga curveada era muy rico, ella ya sabía que le estaba agarrando las nalgas por debajo de su short, no sé si le gustaba, pero si me lo había permitido, recorrí la parte de su nalga desnuda que no cubría su calzoncito, en esa sabrosa tarea estaba, cuando como todo hombre, ya tiene algo y no se conforma quiere más, quería lo más morboso y deseable de un culo, su centro, su rico ano, mi cabeza era un hervidero, quería hacerlo, eso estaba pensando cuando el metro ya había llegado ya a la siguiente estación, bajo casi nadie y ahora cerro rápido para la otra estación, era lo único que quería alcanzar, su ano, esa parte de la anatomía femenina escondida y prohibida, la pasividad y hermosura de la niña me empujo a intentarlo, sin pensar en posibles consecuencias, mi pecho se llenaba de sensaciones de solo pensar en hacerlo, nublado por la lujuria y deseo, fue entonces que metí mi mano un poco más y alcance el borde de su calzoncito, el cual estaba guango y no me costó meter mi dedo debajo de él, cada que avanzaba sentía más caliente mi cara como si fuera a reventar, empuje un poquito y moví mi dedo para buscar, fue cuando mi dedo tuvo el primer contacto con esa piel del ano, rugosa y húmeda, fue sensacional y en mi mente se quedó grabado ese instante tan morboso, pude sentir los pelitos púbicos que ya le habían crecido en el culo, como dicen aquí en México, ya tenía peleas en la coliseo, ya localizado su ano, por fin pude meter la punta de mi dedo en ese anito caliente y rugoso, su ano se contrajo 2 veces seguidas, sentir el cómo se cerraba y abría su ano alrededor de la punta de mi dedo es algo que jamás olvidare, era claro que su ano estaba muy sensible, era lógico, pues estaba siendo visitado por el dedo de un hombre, para saciar su libido y deseo, hasta ahí me quede, lo apretadito de su ano ya no me dejo continuar la invasión, necesitaba algo que resbalara para meterme hasta la cocina, pero decidí razonadamente que era suficiente, mientras tenía la punta de mi dedo siendo apretado por su ano, levante mi cabeza, la vi a ella de espalda, llevaba su cabeza mirando hacia abajo y cerraba y abría sus ojos, como no creyendo que un hombre, tuviera su dedo en el hoyo, hasta el que ese día ella solo usaba para sus necesidades fisiológicas y ahora era usado para dar placer a un hombre, yo estaba totalmente extasiado de tener ese ano de niña atravesado por la punta de mi dedo, su anito estaba muy calentito, el calor que desprendía y la textura de la piel de su ano, eran embriagantes, sentir como la punta de mi dedo estaba atrapado y siendo apretado por ese pequeño ano, es difícil de describir, parecía como si el tiempo se detuviera en ese único momento, todo pasaba por mi cabeza, la sensación de morbo, placer, lujuria y sobre todo nervios de una reacción negativa de la nena, ella fue mi cómplice, con su silencio y secreto, al no moverse y protestar, por la invasión a su oculto hoyito trasero. habían sido solo segundos de la intrusión de mi dedo en su pequeño hoyo trasero, era como poco menos de un minuto que tenía mi dedo en su ano, cuando escuche una voz masculina, que se dirigía a mí, me pidió permiso para salir, me sobresalte, está muy concentrado sintiendo y disfrutando cada segundo, que el anito de la niña se adhería como ventosa a la punta de mi dedo, me regresaron a la realidad, yo con maestría y disimuladamente, saque mi mano de ese suculento culo, enojado por la interrupción, solo esperaba que bajara la persona para volverme a poner atrás de la niña y continuar disfrutando de su rico y caliente anillo trasero, ella se hizo de lado también, para dejar pasar al inoportuno hombre, la vi a ella, estaba todavía con su cara sorprendida y algo rojita, de repente nos vimos y ella bajo su cara, puso la palma de su mano en la boca y como medio sonrió, una medio sonrisa de nervios y complicidad, ella sabía que yo era quien había metido mi de dedo dentro de su ano, el extraño que le estaba explorando su abertura trasera, pero lo bueno es que ella sabía que lo que pasaba, era solo entre ella y yo, nadie más tenía que saberlo, el señor bajo con otra gente, la mama de la niña también camino hacia la puerta como preparándose para bajar y la niña la siguió, esto fue inesperado, así que yo me lance como desesperado atrás de ella, tratando de quedarme atrás para seguir perforando su cola, pero como mucha gente estaba subiendo, aventándose, por más que batalle, yo quede distanciado de ella, cuando la gente termino de entrar. pero yo quería seguir picando el ano de esa niña, como un animal peleando por aparearse, me decidí a quedar atrás de ella, pidiendo permiso y empujando a una señora, logre hacerlo, la señora se molestó y me dijo «Ayyyy señor no me aviente», le pedí disculpas, pero no me importo ya había quedado atrás de la niña, jadeando y súper excitado, con la confianza de que ella no iba a decir nada y me iba permitir seguir disfrutando de su culito, metí mi mano en su short, la subí con rapidez y me introduje en su calzón en busca de su ano, mi dedo índice se abrió paso entre sus cachetes, localice su tierno y caliente ano y fui metiendo mi dedo lentamente, hasta meter la punta de mi dedo, dentro de ese delicioso hoyo trasero, ella ya sabía que era yo el descarado explorador de su abertura trasera, era una sensación única sentir como la punta de mi dedo, se apoderaba de ese rico hueco apretadito y calentito, sentía como su ano de forma involuntaria me iba mordiendo mi dedo, como queriendo evitar que la punta de mi dedo entrara, pero al cabo de unos segundos sentí, como su arrugado ano iba cediendo a la entrada de mi dedo, por fin la puntita de mi dedo quedaba apretado por ese hoyito caliente y creo yo virginal, cuando me apropie de su pequeño ano, me sentía el macho alfa que dominaba a una hembrita linda, mi excitación era total, había logrado apropiarme de un ano de una linda niña una vez más, entonces hice un movimiento de circulo para recorrer ese hermoso y caliente ano, sentir cada una de los pliegues que tenía, luego regrese al centro de su pequeño ano, la niña linda y buena me lo permitió, estaba extasiado, con la verga bien caliente y erecta, mi verga estaba lista para entrar en ese rico ano de niña, pero yo bien sabía que eso, era más que imposible, ya había conquistado ese huequito de placer, eso era suficiente, además estábamos llegando a Hidalgo y supe que se había terminado, fue un minuto más de estar adentro de ese ano, pero valió la pena cada segundo, tanto por el placer como el gran riesgo que implica hacerlo, sentir directamente el ano desnudo y ardiente de una niña, antes de salirme le hice un movimiento de mi dedo atrás-adelante corto y despacito, sentí como su ano se contraía por última vez, retire mi mano de su short y las puertas se abrieron, su mama salió y ella atrás de ella, se había acabado ese rico, caliente e inesperado viaje, fue el destino el que nos unió ese día, ese bendito metro, me había permitido realizar esa inesperada exploración anal, me dejo disfrutar y explorar el ano caliente de una niña bonita de 13 años, ella fue el factor clave, sin su pasividad y disposición no hubiera sido posible, mi gratitud para siempre a ella por su pasividad, yo creo que para ella todavía fue más inesperado que ese día, ella iba a ser penetrada por el dedo de un hombre extraño, tal vez a su edad no tenía idea que ese hoyito que tiene en su trasero es un lugar de los más deseados y excitantes para los hombres, ese día ella lo experimento y se enteró.
Muy buen relato vaya aventura la tu ya
Que rico relato, y que nervio.
Buen relato, bien redactado y creíble.
tremdndo relato, cuantos de talles, gracias por compartir!